La cena de caridad de los Levinson
*Canción del capítulo en multimedia*
El sábado había sido un día fantástico, o por lo menos lo había sido para Claire. Lo cierto era que la fiesta de Giovanna había separado amistades, creado otras y hecho que cupido flechara a personas. Por otro lado, hizo que Giancarlo quisiera planearle la propuesta de noviazgo a Lauren, una vez que escuchó a Claire diciéndole a todo el mundo lo extraordinario que había sido Ethan.
El domingo por la noche Claire organizó una pijamada con sus dos amigas y con Ashley Griffin, quien era la más dulce chica que podrían conocer jamás. Pidieron pizza, compraron golosinas y Lauren llevó las películas de twilight que amaban como nunca. Al principio los chicas se sintieron incómodas con la rubia entre ellas, pero poco a poco fueron sacando pláticas que incluyeron tanto a Ashley como a Lily —quien había estado rezagada en todas las primicias del sábado, al estar sus amigas enojadas con ella—.
—¿Y qué pasa con Tyron? —preguntó Claire, atenta a los gestos de la rubia.
Ashley en cuanto escuchó aquél nombre, estaba tomando un poco de té de jazmín —uno muy caro e importado de un país de nombre raro—, y se atraganto con él haciéndola toser.
—¿Qué pasa de qué? —preguntó Lily, confundida. Ella había sido muy honesta respecto al tema del chico.
Tocaron la puerta de la habitación, interrumpiendo a Lily y sus miles de preguntas respecto al tema. Ashley se sintió aliviada y no sabía que porqué si sólo había compartido un par de minutos con Tyron de forma íntima.
—Claire, sólo vengo a decirte que ya es hora de dormir para mañana ir a la escuela. Aún no sé cómo llevaremos a todas pero...
—No se preocupe señora Everlin, mi mamá mandará su camioneta en la mañana para que nos lleve a la escuela —interrumpió Ashley.
—Gracias Ashley. Bueno, entonces las dejo descansar. ¡Y es en serio lo de que es hora de dormir!
Cuando la puerta se cerró Claire volteó a ver a la rubia, y casi al instante también Lauren la imitó.
—Mi mamá está muy feliz de que traiga a otra chica a la casa que no sean ellas —Lily y Lauren sonrieron—, y aún más por lo de traer una ración de la mejor carne como regalo.
Ashley iba a decir que no era nada el gesto que había tenido con ellos, siendo que la habían dejado quedarse a dormir en su casa, y aparte las chicas ya la consideraban parte de su círculo, cuando un timbre de celular se escuchó.
—Oh por Dios, es Ethan...
—¡Contesta! ¡Contesta! —le animaron todas al unísono.
—¿No acababas de contestarle un mensaje antes de que le dijeras que no molestara en la noche de chicas? —preguntó Lily—. Da igual, ¡contesta! Pero ponlo en altavoz.
Claire obedeció.
—Hola, Ethan.
—Hola Claire. ¿Te interrumpí? —Las chicas se miraron, emocionadas.
—Estaba a punto de irme a dormir. ¿Qué haces despierto a esta hora? ¡Es medianoche!
—Lo sé... Es sólo que no podía dormir. Así que decidí llamarte, quizá el escuchar tu linda voz me haría querer dormir.
—Entonces, ¿insinúas que mi voz te provoca un gran estupor? —Ashley se tapó la boca para no soltar en carcajadas.
—¡No, no! Claro que no es eso Claire. Es...
—Ya lo sé Ethan —interrumpió Claire, de una forma sutil—. Hasta mañana, que descanses.
—Que descanses Everlin —Colgó la llamada.
Se durmieron pensando en lo linda que había sido esa llamada, en que ojalá a ellas les pasara algo así.
A la mañana siguiente se apresuraron para llegar a tiempo a la escuela. En cuanto llegaron a la preparatoria y bajaron, los demás chicos que estaban por ahí se quedaron impactados y empezaron a susurrar cosas como: ¿Ashley dejará la Élite?, ¿Incluirán a Lily y a Lauren a la Élite? ¿Por qué Claire se sigue juntando con la pelirroja y la pelinegra cuando está en el grupo social más exclusivo de la ciudad?
—¿Una pijamada? ¡¿Y no fui invitada?! —exclamó Serena, furiosa por estar fuera de los planes de sus compañeras de círculo de amigos—. Trato de calmarme, pero no puedo... ¡No fui invitada! Yo, Serena Levinson excluida de una simple pijamada; y en su lugar están invitadas dos inadaptadas sociales...
—Fingiré que escuché mal —aclaró Ethan— esto Serena. Porque nadie le habla así Lily —Claire lo codeó—, sí, bien, tampoco a Lauren le hablas de esa forma. Si Claire no las invitó fue por algo, y ese algo es que no las siente como amigas.
—Muy bien Claire. Sólo te recuerdo que yo te he invitado a una cena de caridad, y tampoco siento que eres mi amiga. ¡Chicas! —gritó para que Giovanna y Tiffany la siguieran, y se fue de ahí.
—Lo que dijo Serena es verdad Claire —dijo Giovanna antes de irse—. Te invitó a algo especial para ella, y tú no pudiste hacer lo mismo para algo tan banal como la pijamada.
Los demás se le quedaron viendo a la castaña, haciéndole que el semblante le cambiara y se sintiera culpable.
Charles le hizo una seña a Ethan para que se juntara con él y Adam. Al ver que Giancarlo y Jared todavía no llegaban no tuvo otra opción que ir y dejar que Claire se fuera con Lauren y Lily, a contarles todo el drama que había sucedido.
—¿Qué pasa? —inquirió Ethan, pensando en la posible respuesta.
—¿No le has dicho a ella todavía cómo funcionan las cosas aquí?
—No, Charles. No le he dicho. Y no lo haré, porque esas reglas lo único que harán es convertirla en una persona que no conozco, y no quiero que eso suceda.
—Pues tendrá que hacerlo, pequitas, sino tendrás grandes problemas conmigo, y eso incluye que tu papá salga del nuevo negocio que hicimos. —advirtió Charles— Así que lo mejor será que empiece por dejarles de hablar a esas dos chicas —Señaló sin disimulo a la dirección de Lily y Lauren—, y que se haga a la idea de que sus amigos somos nosotros, no ellos.
La mayor parte de las clases Ethan sonreía por sonreír, y eso le hacía pensar a Claire que estaba disgustado por lo que había hecho con Serena, Tiffany y Giovanna. Él sólo trataba de pensar la mejor manera de solucionar todo ese embrollo sin que nadie saliera perjudicado.
Para el almuerzo Ethan decidió decirle todo a Claire antes de que alguien más se lo dijera y los maldijera por ello.
—Hey Claire, ¿a dónde vas?
—¿Cómo que a dónde voy? —Claire se rió— Me voy con mis amigas Ethan.
El pelinegro miró a todos, en especial a Charles, quien se acomodaba el cuello de la camisa blanca de la escuela pero estaba atento a lo que dirían a continuación cualquiera de los dos.
—Sabes que hay reglas, ¿verdad? No te puedes ir ya con Lauren y Lily. Nosotros ahora somos tus amigos.
—Es una broma, ¿cierto? —se carcajeó la castaña. Dejó de hacerlo cuando vio que Ethan seguía frunciendo el ceño—. Quedamos en algo —susurró entre dientes—. Yo seguiría juntándome con mis amigos, y tú con los tuyos. Sin mencionar que no me quieren aquí, no veo otra cosa por la que me podría quedar.
—Ethan tiene razón Claire —habló Carlo—. Tal vez no estábamos tomando todas las reglas en serio contigo por el simple hecho de que aún no eran algo oficial tú y pequitas... Pero ahora lo son y debes acatar cada una de las reglas de nuestra sociedad.
—Mejor no lo pudiste haber dicho hermano.
—Ya eres de la Élite, oficialmente —anunció Charles, con un tono condescendiente, algo que le alertaba a Claire que era falso—. Y ahora tienes que actuar como de la alta clase.
—Pero... —El rostro de Claire a pesar de empezar mostrando enfado, ahora lo predominaba la tristeza — ¿Y Tyron, y Lily? ¡Y Lauren! Ellos merecen que, es decir, yo quiero seguir hablándoles —Volteó a ver a sus espaldas y visualizó a sus dos amigas haciéndole señas para que fuera con ellas, también vio a Tyron e Ian jugando futbol soccer.
—Te puedes inscribir en el club conmigo —dijo Ashley, sonriéndole. Entrelazó su brazo con el de la chica y ésta volteó—, practicaremos natación y también si quiere Serena organizaremos torneos de bádminton —Claire dejó de mirar atrás y caminó con Ashley hasta llegar a su lugar en la mesa.
Desde ese momento Claire había accedido a dejarse manipular todo lo que quisiera, todo lo que ellos desearan, y ella lo presentía.
Al final del día escolar, al ver que casi todos se habían ido, Claire decidió hablar con Ethan sobre lo que le había hecho hacer y cómo esto repercutiría en ella, en ellos.
—No me importa que tan "poderosa" —Hizo las comillas con las dedos de las manos— sea tu sociedad, o lo que sea. Mientras ellos no estén conmigo les seguiré hablando a mis amigos. ¿Entendido?
—Cómo quieras, creo que ya te he pedido mucho y yo no he dado nada —Él se hundió de hombros—. Ten, hice que uno de los empleados de la casa de campo fuera a inscribirte en el club deportivo al que vamos todos. La membresía es de un año. De nada —concluyó Ethan, sin dejarle mencionar un gracias a Claire—. Ah, espero que recordaras que este sábado es la cena de caridad de los Levinson. Serna se podrá furiosa si no asistimos.
Por la tarde Claire les aclaró a sus amigos que no les podría hablar cuando estuviera con la Élite, que lo haría en el salón de clases. Al principio no pareció ser una mala idea, incluso no le tomaron tanta importancia, ya que se habían mentalizado para ese momento —en el que tendrían que compartir a su amiga con otras personas—.
La habían incluido en el chat que tenían los chicos, le habían por fin aceptado la solicitud de amistad en las redes sociales —cosa que a nadie le hacían, a menos a que fueras miembro de la Gran Élite de la ciudad—, la incluyeron en cada plan que tenían en los siguientes meses, a las fiestas de cumpleaños, viajes y vacaciones. Cuando menos vio la castaña tenía una fiesta de piscina a la vuelta de la esquina, una invitación al torneo de equitación en el que participarían Meredith y Ashley...
El viernes por la mañana, justo después de que se fueran a sus salones los demás, Ethan y Claire entraron agarrados de la mano, con una sonrisa enorme en los rostros. Él le susurraba cosas al oído, y ella sonreía con picardía. Su momento se vio interrumpido cuando Claire corrió a abrazarse con Lauren y a decirse lo mucho que se extrañaban, lo mismo pasó con Tyron cuando llegó al abrazo.
—Claire, ¡te tengo que contar algo de lo más genial!
—Creo que me iré ahora —dijo Tyron, sintiéndose incómodo.
—No, no, quédate Makenzie. Es sobre Carlo. Me invitó a la cena de caridad de mañana —Lauren estaba hiperventilando—. Ahora no sé qué ponerme. ¿Tú que vestirás?
—No le digan a Ethan, ¿lo prometen? —Ambos asintieron la cabeza—. La verdad es que no iré. Mi papá está teniendo algunos problemas en el negocio y ahora no es tiempo de gastar dinero en cosas como esas. ¿Y si te doy el boleto a ti Makenzie? Tal vez puedas estar más tiempo con Ashley
Tyron se sonrojó un poco. Mañana se cumpliría una semana desde su decepción amorosa más grande en el mundo, y también de liberarse de Lily y tener el valor de voltear a ver a otras chicas, pero la única que tenía en frente era Ashley, haciéndolo pensar que podría tener algo con ella. Habían estado platicando desde entonces a base de mensajes de texto, y ella lo había invitado a lo de Serena. Él tenía un boleto para mañana y tal vez iría, tal vez no.
—No, gracias. Prefiero quedarme en casa jugando videojuegos o qué se yo. Por otro lado, ¿por qué sacaste a Ashley a la plática?
—Buen día chicos, a sus asientos por favor. El día de hoy estaremos viendo un tema nuevo, del mismo escogerán un subtema y lo expondrán en equipos. Makenzie, Cameron, Everlin —Los tres voltearon a ver a la maestra, quien sacaba varias hojas y las ponía en el escritorio—, ¿no escucharon que deben sentarse?
—Ya vamos profesora —anunció Tyron y se fue a su lugar.
—Claire, noticias en el chat. Chécalo ahora —ordenó Ethan, tomando asiento y sacando su cuaderno.
Ella se metió al chat de la Élite de New High y pudo ver los mensajes en los que Charles y Adam discutían sobre llevarlos a ellos de nuevo al salón y sobre quienes aceptarían una permuta a esta altura del ciclo escolar.
—No Ethan, no pueden querernos cambiar de salón con ellos. ¡No pueden!
—En teoría sí podrían. ¿Recuerdas que podemos hacer lo que se nos plazca?
La chica recargó los brazos en la banca y después llevó su cara a las manos para que se la sostuvieran. Sí ellos lo hacían ya no habría oportunidad de que las cosas estuvieran de cierto modo normales dentro del salón de clases.
En el almuerzo Ethan evitó que se hablara de las permutas para que él y Claire estuvieran en el mismo grupo de clases que los demás. No quería quitarle ese pequeño pedazo de libertad que ella tenía.
Las chicas empezaron a hablar de los fabulosos vestidos de diseñador que se habían comprado, de las zapatillas que llevarían, el maquillaje y peinado. A pesar de que todavía no les terminaba por caer bien Claire, a Giovanna le empezaba a agradar la timidez que mostraba la castaña; a Tiffany le hartaba el horrible estilo de vestir de Claire y se propuso como meta el ayudarla a mejorar su estilo; y Serena... a ella le seguía cayendo mal, pero se guardaba sus gestos de desprecio para ella y sus amigas.
Al otro lado de la mesa se encontraban Jared y su hermano, Charles, Ethan y Adam.
—¿Qué piensas llevar para donar, Carlo? —le preguntó Adam
—No lo sé. Mi madre quiere llevar un jarrón de la dinastía Liang. ¿Ustedes?
—Ya le he dado a Serena el huevo Fabergé para que lo ponga en la subasta —habló Charles—. Quiero que ella tenga lo mejor para su cena.
—Es para la caridad, lo sabes ¿o no Charles?
—Sí claro... Cómo si Serena no se quedara con cosas que le gusten —exclamó Jared, ironizando su oración.
El día pasó, y en el chat se fue la idea de la nueva permuta para el cambio de salón, y lo que abundaba en la conversación es el evento de los Levinson mañana. Claire no mandaba mensajes para nada porque sabía de ante mano que no quería ir.
Cuando Claire llegó a su casa su madre le dijo que había llegado un regalo para ella, que subiera a su habitación para verlo. Ella no tenía duda alguna de quién lo había mandado, pero sí sobre qué sería esta vez lo que Ethan le regalaría. Al entrar vio postrado en su cama un hermoso vestido color rojo cereza estilo sirena: el escote era en forma de corazón, la tela era seda genuina y a la altura del torso un hermoso cintillo de diamantes. Era de encaje y se veía que tenía una hermosa y larga cola de encaje que arrastraría como una diva en cuanto caminara por el lugar del evento. Vio una nota que decía:
"No deberías preocuparte, ni dejar de ir a eventos cuando sabes que seré tu salvación de último momento. Espero verte mañana tan hermosa como siempre. Y sí, los diamantes son reales."
Hizo a un lado el vestido y se echó a la cama, con la nota de Ethan apretada en sus manos. Pronto le estaba contando a Lauren y a Lily lo que acababa de pasarle y cuanto amaba que Ethan la sorprendiera y la consistiera en ese tipo de cosas.
Se despidió de sus amigas después de una larga video llamada y se fue a dormir, esperando que el día de mañana todo saliera bien. Durmió bien, más de lo que hubiera querido. Despertó descansada y sin el mal humor que cargaba todos los días sin falta por las mañanas.
Ashley había pasado por ella y después por Lauren para que tuvieran un momento de relajación en un spa y después irse a casa de la rubia para que el estilista de su familia las arreglara y quedaran fabulosas para ese día. En esa ocasión la invitación que hizo Ash fue para todas las chicas que irían al evento de la noche.
Sólo llegaron Giovanna y Tiffany a casa de los Griffin. En ese transcurso de tiempo Giovanna estaba documentando todo, y por milagro no dejó afuera de los vídeos y fotos a Lauren, aunque de ante mano sabía la pelinegra que en la multimedia que subieran a sus redes sociales sería recortada para que Serena o Meredith se enojaran con ella.
—Por un momento que no te reconozco —le dijo Tiffany a Claire—. El estilista ha hecho un fabuloso trabajo, ahora espero que tu vestido no arruine lo bien que te arreglaron... A decir verdad, espero que el vestido que lleves no sea de la temporada pasada.
—Me tengo que ir, así que las veo en la noche. Adiós —se despidió Giovanna.
Cuando Ashley estuvo lista, Claire y Lauren la ayudaron a ponerse el hermoso vestido color uva, en el que la parte del torso estaba compuesto por lentejuelas del mismo color, y el vuelo del vestido eran diversas capas de tul, algunas con brillantes. Luego de ello ambas se fueron a sus casas a terminar de arreglarse.
Por otro lado, los chicos estaban arreglándose, poniéndose los trajes y esmóquines, combinando las corbatas o los moños con el color de vestido que llevaría su chica. Ethan y Patrick estaban ansiosos por ver a sus respectivas novias. Adam ya estaba esperando a Giovanna en su casa. Charles había ido por Serena, en un último intento de regresar con ella. Y Tyron. Tyron estaba en frente del espejo acomodándose el moño color negro y el pañuelo color lila que traía el esmoquin.
Cuando la noche cayó, cientos de coches empezaron a llegar al hermoso salón-jardín en el que se llevaría a cabo la cena. Una enorme carpa de tela color perla cubría el lugar, en medio había un inmenso candelabro que iluminaba, y había otros de menor tamaño en diversas partes de la carpa.
En la entrada se encontraba un enorme cartel de letras elegantes que daban la bienvenida al evento y el nombre de los anfitriones. La música de saxofón amenizaba mientras más personas llegaban.
La mesa de la Élite de New High estaba ya casi llena, sólo faltaba Ashley, Ethan, Carlo y Claire. Cuando contaron las sillas se preguntaron quiénes serían los invitados de lujo que tendrían esa noche.
—Hola chicos —saludaron.
Jared, quien estaba acompañando a Tiffany esa noche, y tenía en su mano un Martini en las rocas, lo derramó en su esmoquin blanco en cuanto vio a Claire. Se lamentó por el simple hecho de poder ver la realidad de las cosas, y esa era que Claire era muy guapa... cuando se arreglaba.
—¿Claire? —preguntó Adam, pero su vista se posó por arriba de su hombro y vio directo a la cima de las escaleras de cristal por las que todos entraban—. ¿Tyron Makenzie?
—No, es Claire Everlin —corrigió Ethan, no entendiendo nada de lo que pasaba.
—¡No, iluso! —lo reprendió Tiffany— Se refiere a eso —Y señaló en dirección al castaño.
Voltearon y vieron a Tyron entrelazando el brazo con Ashley, y segundos después tomándola de la mano para ayudarla a bajar para evitar que se cayera. Atrás de ellos venían Carlo y Lauren. Ella lucía un bonito vestido color durazno con escote de cuello barco. Y su increíble cabello negro estaba sostenido por un recogido alto con trenzas que adornaban parte de la cabeza.
Cuando ambas parejas llegaron a su mesa correspondiente, Charles habló:
—Esto debe de ser una maldita broma. Aquí están todos nuestros amigos, sin mencionar a los William's y ¡se les ocurre traer a sus fenómenos!
—Charles —dijo Carlo, en un tono diplomático—, hace mucho que deseo hacer esto —Le soltó un puñetazo al rubio. Le dolió el impacto contra la mejilla de Charles—. ¡No le vuelvas a llamar así a mi chica!
Charles se tocó la mejilla, de seguro la tendría colorada el resto de la noche. Su rostro se transformó en uno serio, haciendo que los orificios nasales se le ensancharan. Esa noche él no fue el único que recibió un golpe. Lo malo fue que a Carlo le fue peor que a su amigo Charles, tanto que terminó por ponerse un trapo mojado en la nariz para detener la hemorragia.
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¿Qué les pareció el capítulo? ¿Creen que pase algo esa noche entre Ashley y Tyron, o entre Carlo y Lauren? ¿Que piensan sobre que Claire les dejara de hablar a sus amigos cuando está con la Élite?
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