Caramelos elitosos, primeramente les quiero agradecer, ¡ya que llegamos a 100k! Eso es muchísimo más de lo que pensé lograr con esta historia. En verdad muchas gracias por querer a estos egocéntricos de primera. LOS AMO MUCHO.

En agradecimiento subiré 2 capítulos extras de la historia. Este es uno de ellos.

¡Espero que les guste! 

Una vez que la galería de Chad Strasser fue inaugurada, todos voltearon a ver a Claire, a quien proclamaban como una diosa dentro de la fotos que le habían tomado. Le habían llegado varias propuestas de negocios para que fuera parte de campañas publicitarias de algunas marcas, de ser modelos en otras pasarelas de moda.

Sin dudarlo dos veces Claire aceptaba esas propuestas de negocios pues sabía que le ayudaría a pagarse la universidad de California en donde estudiaría comunicación.

—Verás que te encantará la universidad, ¡es fabulosa mi amor! —decía Claire, asomándose una y mil veces por la ventanilla del camaro azúl metálico de su novio, Chad.

—¿Sabes qué es lo mejor de todo? Que puedo tomar el helicóptero los miércoles por la mañana y venir a pasar el día contigo.

—¡Eso estaría de maravilla! Es el día que tengo libre, aunque... Bueno ya sabes que luego tengo sesiones de fotos pendientes o me salen de improviso.

Llegaron a la universidad de la que tanto hablaba Claire, sobre que en esa fue que se conocieron sus padres.

Era temprano, tenían todo el día por delante para entero para empezar a rechazar y aceptar solicitudes de personas que querían ser la primera generación de La Élite de Villa California con Claire como su monarca. Había varios prospectos buenos, unos más arrogantes e intolerables que otros.

—Bebé, ¿podemos tomarnos un descanso de todo esto de entrevistar para que sean parte de mi élite? —dijo Claire, exhalando para desestresarse.

—Yo digo que te vayas por un 80% de chicas y casi nada de chicos. —comentó él, alejando las fotos de esos chicos que habían tratado de ligarse a su novia.

—No será que estás celoso, ¿o sí? —inquirió ella, con burla.

Antes de que Chad le replicara sonó el celular de la castaña. Se extrañó tanto de leer el nombre que aparecía en la pantalla, tanto que estaba dudando si contestar o no. Al final contestó, confusa por todo lo que estaba ocurriendo.

—¿Sí..? Vaya, ¡tranquila! Sí, estoy en California... Ya veo... Mmm, no. Dale, que está bien, voy para allá —colgó Claire, todavía sin entender muy bien lo que había pasado.

—¿Quién era? —preguntó Chad, abriendo de más esos ojos azules tan bellos que tenía.

—Era Serena... —él tenía el mismo gesto de bullicio que ella hacía unos instantes— Quiere ayuda con una sesión de fotos —Sonó nuevamente su celular para anunciar que le habían mandado un whatsapp. Claire vio la dirección que le había mandado Serena—. Está a media hora de aquí. ¿Me acompañas?

—Claro que sí, mi vida. Vamos a ver qué es lo que se trama Serena.

Dicho y hecho, en media hora se encontraban afuera del estudio fotográfico más prestigioso de todo Estados Unidos. Claire soñaba porque le tomaran fotos para Calvin Klein, para Guess o alguna de esas marcas de gran renombre de las que solo personas como ella, y sus amigos de élite podían comprar artículos por montones solo por diversión.

Dieron sus nombres a la entrada y una chica tan delgada como una hoja de papel y piel de porcelana los guió escaleras arriba en donde se escuchaban risotadas e indicaciones por parte del fotógrafo.

—¡Gracias a Dios! Everlin, ¡qué bueno que has llegado! —dijo Serena, caminando hacia ellos.

Abrazó a Claire y le dio dos besos en la mejilla, como ese gesto que hacen los de alta clase con sus amigos más íntimos

—Aún no entiendo porqué me has llamado a mí para esto, si tienes a Tiff o a Giovanna.

—Tiffany está en Fiji de vacaciones con Jared, y Giovanna está preparándose para la semana de la moda en Milán con Louis Vuitton. Así que me dije, ¿quién podrá ayudarme en esto?

Serena fue con la maquillista para que la retocara, y Claire junto con Chad la persiguieron por el lugar. Eso de que sus amigas estaban ocupadas resolvía las dudas de porqué la había llamado.

—Todavía no entiendo del todo porqué llamaste a Claire —dijo el chico, tomando de la mano a su novia—. ¿No se supone que eres "Serena Levinson" la chica que puede con todo ella sola?

La cara de Ser irradiaba frustración al saber que era obvio que estaba pasando por un estrago y no podía con todo ella sola. Cuando por fin iba a replicar, la interrumpieron:

—¿Esto es lo mejor que pudiste conseguir para hacernos competencia? —dijeron a sus espaldas.

Los novios voltearon a ver de quién se trataba. No conocían a esas dos chicas de cabellera rubia que se encontraban frente a ellos.

—Claire, te presento a Kimberly y Audrey, miembros de la Élite del Álite North Collage —dijo Serena, con un tono de asco en su voz.

—En fin, solo pasábamos a desearles suerte en su sesión de fotos —habló la otra chica rubia, de ojos color avellana—, porque la necesitarán —Ambas se miraron y se fueron de ahí riendo.

Ambos voltearon a ver a Serena, con las cejar enarcadas y los brazos cruzados, quien estaba que explotaba de la ira que se estaba tragando.

—¿Nos puedes explicar esto, Levinson? —cuestionó Claire, tomando dos botellas de agua que se encontraban en el tocador en el que claramente se podía leer en lo alto el nombre de su compañera de preparatoria.

Serena se desplomó en la silla que tenía su nombre escrito en glitter plateado.

—Me llamaron hace días para hacer esta sesión de fotos para ver si era la nueva cara de Calvin Klein, pero quizá evadí la otra parte de la llamada telefónica, en donde mencionaban que debían ser dos personas por contienda para ser la cara de la marca. Cuando leí las bases de todo esto era tarde, Tiff ya estaba en Fiji y Gio no se diga —Tronó los dedos y en seguida apareció alguien que le estaba arreglando el cabello—. Así que vine por mi cuenta, esperando que mi sola presencia bastara para que me admitieran.

—Y es por eso que me has llamado... Porque no te han dejado actuar por tu cuenta.

—Tenía que conseguir a alguien que no fuera tan linda como yo para que no intentara opacarme en esto.

—Y aquellas dos chicas que parecen las gemelas del resplandor... ¿qué tienen que ver? —preguntó Chad, todavía intrigado.

—¡Se creen las dueñas de todo esto! Pero no. Están vociferando por ahí que ellas serán la nueva cara de Calvin Klein, y que ninguna otra tiene oportunidad.

Los tres callaron al escuchar a las dos rubias exclamar que la amiga a la que había llamado Serena era lo peor que habían visto en semanas en un estudio fotográfico. Eso hizo enfurecer a Claire como no tenían idea. La castaña volteó a ver a su compañera, quien ya la veía con determinación.

—Acabemos con esas pesada de una vez por todas —dijo Claire, decidida a dar lo mejor de sí para que ganaran ese lugar.

—Esa es mi chica —Serena cerró el trato con un apretón de manos.

Sin pensarlo dos veces Serena dio la indicación para que arreglaran a Claire para la sesión de fotos que harían para ganar ser la nueva cara de la marca que tanto anhelaban representar. Primero les tomarían las fotos a esas dos chicas que Claire, en los pocos minutos que llevaban ahí, no tragaba en lo más mínimo.

—No eres la única a quien le caen mal —le dijo Serena a Claire, mientras terminaban de ondularle el cabello color caoba—, por si te lo preguntabas. No siempre me cayeron mal, porque éramos amigas en primaria.

—¿Y qué paso?

—Un día decidieron que era demasiado morena como para estar entre ellas. Así que me dejaron de hablar... Gracias a Dios que Giovanna entró por esos días a nuestro salón —Serena trataba de ocultar que le dolía lo que había dicho—. Cómo sea, sus padres heredaron una fortuna un poco más grande que la mía, desde entonces habían deseado que Meredith saliera de su instituto para que lo reinaran ellas.

Claire dejó que ahí muriera la conversación. Sabía que a Serena no le daba gracia tener que abrirse con alguien con quien apenas dirigía la palabra.

Se quedaron observándolas modelar para la cámara, y en lo mientras Serena le daba indicaciones a Claire de cómo era que quería que posara.

—¡Serena! ¡BASTA! Sé lo que hago cuando me poso frente a una cámara. Déjame hacer mi trabajo.

Llegó su turno y Serena era un manojo de nervios. El fotógrafo no dejaba de repetir la horrible frase de "lo intentaremos una vez más" Con cada flash parecía que se desvanecía la confianza de la chica que los primeros días de preparatoria le había hecho la vida cuadritos a Claire.

Pronto, estuvieron frente a ellas Kim y Audrey, susurrándose cosas para reírse justo enfrente de la cara de Serena. Claire se dio cuenta de lo que intentaban hacer, así que exclamó:

—¡Dos minutos por favor! Necesito que me retoquen el maquillaje —En cuanto el fotógrafo bajó la lente de la cámara, tomó la mano de Serena y se la llevó unos cuantos pasos lejos de donde estaban—. ¿Qué te está pasando?

—No lo entenderías ni por dos minutos Everlin.

—Claro que te entiendo, ¡y perfectamente! —Claire bufó—. ¡Te están intimidando! Por supuesto que lo harán, eres Serena Levinson —Hizo que su compañera se concentrara en ella y no en las dos rubias cizañosas que estaban a sus espaldas—. Mírame Levinson... Eres la maldita ama de este lugar, y no dejarás que dos tontas de cabello teñido te bajen el autoestima. —La tomó de los brazos—. Toma toda tu mierda y júntala, porque amiga mía, hoy saldremos siendo la nueva cara de Calvin Klein.

Algo había hecho clic en Serena en ese momento. Era cierto. Era la maldita ama de todos, y eso se reflejaría en su modelaje que la catapultaría a la cima de la fama y ya no solo sería un miembro más de la Gran Élite del país.

Retomaron la sesión de fotos en donde ambas perfilaban a ser las mejores, haciendo que los vestidos que usaban pareciera que estuvieran volando. Kim y Audrey no podían con el enojo de saber que no habían logrado muy bien su cometido de intimidar a su ex amiga de la infancia.

Una vez que terminaron su parte se dirigieron a cambiarse de atuendos para seguir cada una con su vida. Cuando Claire se había reunido con su novio, Chad, llegó Serena a interrumpir su beso.

—¿Podemos hablar en privado Everlin?

—Ya regreso, bebé —dijo Claire, caminando hacia Serena—. Ya sé que...

Serena no la dejó terminar cuando sintió que la abrazaba. Al principio Claire sintió recelo del abrazo, pero después de un instante le devolvió el abrazo.

—Sé que nuestra convivencia nunca fue sana, y lamento que bajo estas circunstancias me haya dado cuenta que eres genial Claire. En serio discúlpame por todo lo que...

—¿Para qué son las amigas, Ser? Los miembros de New High siempre nos ayudaremos.

La chica Levinson le sonrió. Claro que se había equivocado, y demasiado, respecto a aquella chica que había aparecido en la élite sin invitación ni dinero previo, y aún así ahí estaba ella, ayudándole en esa travesía de flashes y cámaras para que cumpliera una de sus metas.

Así fue como Claire y Serena se hicieron amigas. Unas muy cercanas debo agregar, puesto que del lado de Claire, Lauren siempre estaba ocupada con Carlo, y a Lily la había eliminado por completo de su vida, mientras Tyron trataba de hacer que funcionara su relación con Ashley a la distancia; haciendo así de Chad su único amigo, hasta ese día porque Serena Levinson se convertiría en pieza importante de su vida. 

Caramelitos, con la noticia de que ya no tengo página de facebook y el grupo lo eliminaré, por lo cual solo estaré en mi instagram de escritora: @merodeandobooks por si quieren seguirme y ver más contenido de las historias que escribo

FOTOS DE SERENA Y CLAIRE EN EL PHOTOSHOOT PARA SER PARTE DE CLAVIN KLEIN: