Todos se quedaron boquiabiertos al ver a Emma después de el año y un mes que estuvo desaparecida. Alex, Teo, Sofi y Alana la abrazaron y queriendo preguntarla, Emma dijo:

- Me alegro mucho de veros chicos pero ahora necesito que me llevéis con Aaron, puedo ayudarle. Donde está?

- Está encerrado - dijo Alex - pero él... ahora no habla a nadie, solo quiere morir, desde que te perdió.

Nicolás la vio y fue hacia ella. Alex los presentó.

- Emma él es el padre de Aaron; Nicolás. Nicolás ella es Emma la mate de Aaron.

- Así que eres la chica por la que está así mi hijo, has tardado mucho, no crees?

- Nicolás!! -dijo Diana llegando a ellos - por favor, Emma no lo tengas en cuenta, estamos muy preocupados por Aaron. Perdón no me e presentado, soy Diana madre de Aaron.

- No se preocupe, no pasa nada. Verá hubiera venido antes pero e estado en coma todo este tiempo. Me desperté ayer, en cuanto me enteré quería venir pero estaba débil y hoy estoy mejor, así que estoy aquí. - dijo dejándolos a todos pasmados.

- Oh, perdónanos cielo, al no aparecer pensamos que no querías a Aaron - dijo Diana.

- Todos lo pensasteis? - dijo Emma mirando a Alex.

De los padres de Aaron podría esperarlo ya que no la conocían pero que pensaran así de ella sus amigos le dolía y se sintió un poco decepcionada.

- Emma.... - dijo Alex apenado de ver tristeza en su mirada.

- No importa - dijo Emma intentado sonreír - me pueden llevar con él?, puedo hacer que vuelva a ser él otra vez.

- Yo te acompaño Emma, siento mucho lo que te a pasado. - dijo Diana.

Mientras se iban al sótano de la casa, Nicolás dijo suspirando:

- Me parece que debemos muchas disculpas a Emma por pensar de ella tan mal.

-Sí, e visto su mirada y le a dolido- dijo Alex

- Crees que puede curarle? Que vuelva a ser el de antes?

- Ella es la única que podría, desde luego no pienso volver a dudar de ella - dijo Alex

- Si lo consigue se habrá ganado mi eterna gratitud - dijo Nicolás esperanzado.

Llegando al sótano de la casa Diana dijo:

- Puede que al verte crea que seas una alucinación. Parecía como si hablara contigo, miraba a un sitio y decía que estabas ahí. Luego dejó de hablar, de verdad puedes ayudarle?

- Sí, lo solucionaré se lo prometo.

Emma tomó aire en un intento de serenarse y la siguió hasta la celda donde se encontraba Aaron. En una celda del suelo había un colchón, la oscuridad envolvía toda la celda; lo vio apegarse más a la pared, sin querer mirar hacia ellas.

- Cree que eres una alucinación para atormentarle - susurró Diana.

Emma veía en Aaron una tristeza que nunca había visto en su vida y deseó quitar su dolor; en ese instante supo como curarle.

- Entonces le convenceré de que estoy aquí. Puede abrir la celda?

- Si- Diana sacó una llave y se dispuso abrir - ponte detrás de mí.

- Podría estar a solas con él?

- Cielo ya no es él mismo, ataca cuando ve a alguien.

- No se preocupe, no dejaré que lo haga - dijo Emma.

- Está bien, os esperaremos arriba. Gracias Emma de verdad - dijo Diana abrazándola.

Después de que Diana la encerrara dentro se fue, Emma se acercó lentamente.
- Tranquilo Aaron.

Levantó una mano para tocarlo en el hombro mientras se agachaba a su altura pero Aaron se fue a otra esquina de la pared dándose en la cabeza. Emma se levantó y fue hacia él, vio que se puso las manos en la cara; se acercó a su oído despacio y le susurró: estoy aquí - le acarició la espalda - voy a cuidar de ti. Soy Emma , necesito que vuelvas conmigo.

Si Aaron la miraba a los ojos tal vez entendería que no era ninguna alucinación. Despacio, empezó abrazarlo; lo notó tensarse pero suspiró cuando la dejó hacerlo.

- Te echado de menos, mi amor. No volveré a separarme de ti nunca más - dijo Emma.

Con cautela se sentó a horcajadas

- Tranquilo - murmuró - no está tan mal, no?

Aaron seguía tenso aunque fue rodeándola por la cintura con las manos. Pero seguía sin mirarla, Emma cogió su cara y cuando la levantó sus párpados estaban bajados.

- Cariño, necesito que me mires. No soy una alucinación, estoy aquí y no voy a irme a ningún lado.

Emma le habló de el día que se conocieron, lo feliz que era cuando estaba junto a él; así estuvo bastante tiempo hasta que notó que abría los ojos lentamente. Lo que vio en ellos la impactó, estaban sin vida, vacíos; ese brillo alegre y pícaro que siempre tenía cuando la miraba había desaparecido, eso le rompía el corazón.

- Aaron, mi amor voy a curarte. Vas a volver a mí, te lo juro; no volverás a estar solo porque siempre estaré contigo - dijo llorando.

Emma lo abrazó pegando su cuerpo al de él y le susurró:

- te quiero.

Emma resplandeció por todo su cuerpo cubriendo también el de Aaron formando una burbuja de luz alrededor de ellos. Esa luz se adentró en Aaron haciendo desaparecer su dolor y se fue apagando hasta que se quedaron a oscuras en la celda. Ella seguía abrazándolo y llorando.

- Por favor Aaron, vuelve conmigo. No me dejes, perdoname por no haber podido estar contigo; no puedo vivir sin ti.

- Emma? - dijo de pronto Aaron confuso.

Emma se apartó para mirarlo y sonrió llorosa.

- De verdad estás aquí? No eres una alucinación? - dijo mirándola con miedo.

Emma le acarició las mejillas con los pulgares diciendo:

- Estoy aquí cariño, estoy aquí.

Aaron seguía mirándola confuso. Emma pensó en convencer a Max.

~~~~~~ link Emma y Max~~~~~~

- Max soy Emma

- ......

- Max hablame YAA!!

- Emma???

- Sí, soy yo. Tienes que creerme cuando te digo que estoy aquí, porque sino lo haces, Aaron tampoco lo hará.

- Pero...

- Pero nada Max, e venido para quedarme y no pienso irme sin vosotros dos, no voy a perderos; me niego. Así que ya lo estás creyendo.

- Ahora sí que lo creo, eres una mandona lo sabías?

~~~~~~ fin del link~~~~~~~

Emma sonreía cuando vio la mirada de Aaron convenciéndose al fin de que estaba ahí.

-Emma!! - dijo Aaron emocionado.

- Sí, soy yo- dijo ella feliz.

Aaron la cogió de la nuca y se acercó a su boca devorándola, se dejaron caer en el colchón. Se colocó encima diciendo:

- Te necesito Emma.

- Yo también a ti, mi amor.

Se quitaron la ropa, Aaron la besó en la boca jugando con su lengua, despues se separaron por falta de aire y dijo:

- Emma no puedo más, no puedo ser suave.

- No quiero que lo seas.

Aaron volvió a besarla mientras se introducía en ella. Con cada movimiento le decía:

- No volverás a separarte de mí.

- Eres mía Emma.

- Serás la luna de la manada.

- Es hora de que te marque y dejarás que lo haga.

- Di que sí quiero oirtelo decir.

Emma dijo: Sí Aaron marcame soy tuya.

Aaron dejó de controlarse, acercándose a su cuello y la mordió tan fuerte que el placer fue mucho más intenso haciéndolos llegar hasta el final. Aaron dejó de morderla dándola un beso en la marca, los corazones de ambos latían descontrolados. Cuando quiso salir de ella, los dos gimieron y Aaron dijo:

- Mi amor, lo siento, vuelvo a necesitarte.

Y con el asentimiento de Emma volvió a poseerla con frenesí disfrutando de ello los dos mientras se decían lo mucho que se querían.