Emma sonrió juntando los labios de Aaron con los suyos besándoselos despacio. Encontró su lengua y jugueteó con ella haciendo que Aaron le devolviera el beso con más ardor, fue bajando por el cuello para quitarle uno a uno los botones de la camiseta. La notó tensarse y paró haciendo que se sentaran de forma india.

- Estás bien? No tenemos porqué hacerlo.

- Quiero hacerlo.

Sin dejar de mirarse Aaron la acarició la mejilla con el pulgar bajando al cuello encontrando el pulso acelerado y sonrió. Se dirigió despacio sin dejar de rozar su piel hacia el primer botón hasta el último, después subió sus manos hasta los hombros quitándole la camiseta dejándola en el suelo. Emma se subió a horcajadas pasándole la camisa por la cabeza haciéndola caer al lado de la suya, para después cogerle la cara y besarle con pasión. Aaron la acariciaba la espalda, la fue bajando hasta que la cabeza de Emma tocó la almohada mientras la besaba el cuello bajando hasta el sujetador. Pasó la mano por la espalda desabrochando el broche; cuando se lo quitó le acarició el pezón con el dedo moviéndolo en círculos. Emma gimió besándole mas fuerte, cuando pararon por falta de aire Aaron preguntó:

- No vendrá Alana, verdad?

- No - dijo con una risita - se va a quedar con Alex toooda la noche.

- Bien - dijo él sonriendo.

Aaron volvió a su cuello llegando al pezón que antes había acariciado y le dio un lametazo haciéndola jadear. Mientras pasaba su lengua por ese pezón, con la otra mano se ocupaba del otro. Pasados unos minutos hizo lo contrario, cuando terminó lo sopló con lentitud haciendo que Emma subiera la cadera; Aaron la quitó el pantalón sin dejar de mirarla a los ojos. Él también se los quitó quedándose en bóxer, después le bajó las bragas. Cogió un pie y fue recorriendo la pierna a besos haciendo lo mismo con la otra mientras le acariciaba su intimidad con la mano.

- Madre mía Emma, estás tan mojada....

Emma se puso como un tomate e intentó juntar las piernas pero Aaron se lo impidió.

- No, cariño, no hagas eso.

Las volvió a separar y despacio metió el dedo dentro de su intimidad moviéndolo; vio a Emma con los ojos cerrados, la boca abierta respirando acelerada mientras que las manos las tenía en puños agarrando las sabanas.

- Dejate llevar Emma, no tengas miedo de lo que estás sintiendo - dijo Aaron.

Le introdujo otro haciéndolo girar mientras que con el pulgar le rozaba el clítoris. Emma levantó las caderas hacia su mano queriendo que fuera más deprisa.

- Eso es, cielo, quiero verte llegar hasta el final - dijo Aaron fascinado por la visión de Emma.

Y Emma así lo hizo, Aaron se quitó los bóxer, se puso encima de ella dejando su peso en los brazos; no sin antes ponerse un condón.

- Ahora estaré dentro de ti Emma, te dolerá un poco al principio pero después te sentirás mejor - dijo susurrandola en el oído.

- Schhhh, puedes seguir - Aaron se posicionó entre sus muslos, fue introduciéndose en ella poco a poco hasta que notó la pared vaginal, estaba un poco tensa y decidió probar el truco de las cosquillas.

- Emma

-Sí? - dijo mientras apretaba los ojos

-Abre los ojos por favor - dijo él.

Emma los abrió, entonces Aaron la sonrió haciéndola cosquillas, lo cuál se removió riéndose. Él aprovechó y se introdujo hasta el fondo quedándose quieto. Emma quiso quitárselo de encima pero Aaron la besaba por toda la cara y dijo:

- Mi amor ya está, tranquila.

Vio que se le había pasado el dolor cuando Emma empezó a moverse, estaba haciendo un esfuerzo titánico para no ir deprisa, quería disfrutar y que fuera especial para ella siendo la primera vez. Emma cruzó las piernas a su alrededor moviendo otra vez la cadera hacia él; Aaron se apartó despacio hasta dejar solo la punta para luego introducirla más lentamente. Así lo hizo varias veces más hasta que Emma le agarró los glúteos apretandoselos con fuerza. Aaron aceleró el ritmo haciéndolos jadear, la besó tapando así los gemidos de los dos llegando hasta el orgasmo juntos. Mientras se calmaban sus respiraciones y los acelerados corazones, se colocó a su lado abrazándola quedando la cabeza de Emma en su hombro y la pierna en las de él, alcanzó la sábana y los arropó quedándose dormidos pensando que había sido la mejor noche de sus vidas.
A la mañana siguiente Emma abrió los ojos desperezándose y vio que había una flor blanca delante de su cara, iba sujeta de un Aaron ya vestido, recién bañado. Se apoyó en el respaldo de la cama con la sábana tapándose mientras que Aaron se acercaba y la daba un beso.

- Buenos días dormilona, que tal estás? - dijo poniéndola una camisa suya.

-Buenos días, estoy bien. Aaron te.... - se estaba poniendo roja - te a gustado?

- No - dijo Aaron

Emma lo miró asustada, entonces Aaron la cogió de la nuca y la besó hasta que pararon por falta de aire.

- No me a gustado, me a encantado. A sido la mejor noche de mi vida, y te aseguro que quiero más como esta.

Emma sonrió y vio una bandeja con el desayuno.

- Lo e traído para ti. Pensé que tendrías hambre.

- Sí, gracias.

Compartieron el desayuno y Emma se fue a las duchas, mientras que Aaron fue avisado de que Soraya y Tris estaban afuera junto con todas las valquirias y brujas para conocer a Emma.

Salió afuera y se sorprendió de la cantidad de personas que había enfrente de él, Soraya dio un paso y dijo:

- Hola Aaron donde Emma?

Pero cuando iba a contestar todos se tensaron al escuchar esa voz:

- Vaya, vaya, pero mira a quienes tenemos aquí! Si son mis valquirias y brujas favoritas. Le diré a Lucía que la mandais saludos!

- Donde la tienes! - dijo Soraya.

-No puedes pasar, ni tú ni los vampiros que traes contigo. - dijo Aaron.

- Entregarme a la hija de Lucía y no lo haré - dijo Lautaro.

- Qué te hace pensar que está aquí - dijo Aaron.

- Primero que todas las valquirias y brujas están aquí y segundo me lo a dicho una perrita extraviada que encontré; a cambio de su vida me dijo que la niña que tanto e buscado para matarla está aquí.

Aaron se tensó imaginándose quién era, pero quiso asegurarse.

- Y dime, quien es la traidora?

-Sal, querida, quieren saber quién eres!- dijo Lautaro burlón.

Todos estaban expectantes a la espera observando pero no podían creer lo que veían, sobre todo sus padres.

- Samanta - dijo Aaron entredientes.

- No debiste desterrarme.

- No,no debí hacerlo. Tenía que haberte matado, fallo mio.

- No la culpes de todo chucho, también había alguien infiltrado, la que se está acercando por ejemplo.- dijo Lautaro.

Todos miraron a la izquierda viendo a Sheila acercarse a Lautaro.

- Porqué haces esto? - dijo Aaron.

- Creíste que había venido ayudarte con la chica? Que estúpido ingenuo, hago esto porque soy la mate de Lautaro y futura Reina de todo, cuando desaparezcais por supuesto - dijo Sheila orgullosa.

- Basta de cháchara, entregadme a la chica y os procuraré una muerte rápida - dijo Lautaro.

- Nunca - dijeron Aaron, Soraya y Tris a la vez.

- Entonces llegó la hora de saludar a la muerte.

Al cabo de un rato Emma oía espadas, gritos y gruñidos, gruñidos? salió hacia esos ruidos y no pudo creerse lo que estaba viendo. Lobos, valquirias, brujas, demonios y hechicer@s luchando contra lo que parecían ser vampiros. Era demencial pero todavía nadie había notado su presencia, oyó gritar al que creía que era Lautaro que le entregasen a la hija de Lucía, osea a ella. Apretó los puños y pensó que era hora de demostrar si el destino o la profecía de las narices había elegido bien a la que destruiría a Lautaro aunque no fuera inmortal. Mientras corría con todas sus fuerzas, con movimientos de las manos separó a los suyos de los vampiros creando dos barreras invisibles; en un lado de una barrera los vampiros apartados a la izquierda y en la derecha a los suyos al otro lado de la otra barrera. Nadie podía salir ni entrar en ellas sin Emma, quedando solo Lautaro en el centro, se puso delante de él mirándolo con furia y dijo:

- Aquí estoy Lautaro, se acabó tu búsqueda.

Mientras los suyos tenían miradas de terror y miedo por ella sobre todo Aaron.

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Este capítulo está dedicado a xisquiii😉