Alana y Alex llegaron a la habitación quedándose pasmados, Alex fue hacia Aaron que estaba abriendo los ojos y Alana hacia Soraya ayudándola a levantarse.

- Por dios, que a pasado aquí? - dijo Alana

- Fue Emma, pero sin querer! - dijo Soraya

- Como? - dijo Alex

- Se despertó y se levantó muy asustada creyendo que había matado a Samanta y no quería que nos acercaramos por miedo hacernos daño- dijo Aaron sacudiendo la cabeza para quitarse el atontamiento.

- Despertó otro poder, interesante- dijo Soraya pensativa.

- Qué? - dijeron los tres al unísono

- Al levantar la mano para que dejáramos de discutir nos lanzó contra la pared junto con todo lo demás - dijo señalando a los muebles destrozados.- uno de sus muchos poderes consiste en mover con la mano cualquier objeto o a cualquiera de donde esté.

- Y dónde esta Emma? - dijo Alana

- Qué? - dijeron Aaron y Soraya mirando a su alrededor

- Que donde cojones esta ella? - dijo Alana exasperada

- Mierda, se a ido. Vosotros buscarla por el internado, yo la buscaré por fuera - dijo Aaron saliendo tan deprisa que parecía que le habían puesto un petardo en el culo.

Aaron no podía permitir que se alejara de él; en cuanto la encontrara le iba a meter en esa moyera que no podía dejarle solo. No sabía en que mierdas pensaba yéndose sola, si salía del territorio algún vampiro la vería y la mataría. Tenía que darse prisa, siguió corriendo mirando por todos lados hasta que la vio. Se abalanzó hacia ella y antes de caer al suelo pudo darse la vuelta para que el golpe fuera para él. Emma levantó la cabeza mirándolo llorosa y dijo:

- Aaron!

Aaron la ayudó a levantarse poniéndose también de pie.

- Se puede saber donde ibas, Emma? - dijo zarandeándola histérico- maldita sea, no te puedes ir, no me puedes dejar; no lo entiendes?- Emma estaba flipando - no entiendes que si no estás, yo me muero? eh, Emma? eres lo más importante para mí - Aaron se llevó las manos en la cabeza.

- Aaron soy un peligro, no quiero hacer daño a nadie.

Él la volvió a zarandear

- Es que no me estás escuchando?- dijo entredientes - no eres peligrosa Emma, no tengas miedo de lo que te está pasando, tienes familia y amigos que te quieren y yo... - se estaba desesperando - yo te amo entiendes? eres mi vida, estás en mi corazón, eres mi sueño, yo soy tuyo. Todo lo que tengo y lo que soy, es tuyo. No te puedes ir,no puedes - se dejó caer llevándose las manos en la cabeza - joder Emma, si te vas, te llevarás contigo todo de mí y solo quedará una cáscara vacía.

Aaron se volvió a levantar y puso sus manos en la cara de Emma diciendo furioso ( si bueno es un poco bipolar este chico pero que más da )

- No te vas a ir, te quiero y no pienso dejar que te vayas!

Y con toda la rabia y toda la pasión que sentía al ver que lo iba a dejar, la besó sediento de ella. Emma al principio no pudo reaccionar pero luego le correspondió con la misma pasión, le pasó los brazos por el cuello acariciando su cabello; a lo que él gruñó con aprobación, Aaron le alzó las piernas poniéndolas en su cadera rodeándolo y la apoyó en un árbol cercano a ellos. Nunca iba a cansarse de besar sus labios tan suaves pero tuvo que parar por falta de aire; respiraban agitados mirándose con deseo.

- Dios Emma me vuelves loco, necesito más de ti.

Le pasó la lengua por el labio inferior y se lo mordió suavemente tirando de él, Emma abrió la boca y lo besó; cuando tocó la lengua de Aaron gimió. Emma sentía que le ardía la sangre y su corazón latiendo más fuerte y rápido. También sintió un calor bajar a su intimidad cuando Aaron bajó sus labios a su cuello, apretándola más a él. Aaron besaba muy despacio en el sitio en el que iba a estar su marca, estaba deseando pero si lo hiciera antes de que supiera que significado tendría marcarla, le tomaría por un jodido loco.

- Aaron!

Aaron la oía pero seguía concentrado en esa zona tan delicada. Cuando se unieran definitivamente sería celestial, no creía poder saciarse de ella nunca.

- Aaron para, por favor! - Emma estaba un poco asustada por lo que estaba sintiendo.

Aaron volvió a su boca y la besó por última vez, se apartó aunque su lobo le estaba gritando que siguiera besándola ( ya y quién no ) pero ella le dijo que parara y fue lo que hizo. La miró y vio que tenía las pupilas dilatadas y respiraba agitada. Juntó su frente con la suya sonriendo y cerrando los ojos pensó en que lo que dijo era verdad si ella se iba, porque su alma, su corazón y su existencia misma eran de Emma dejándole vacio, hueco; siendo solo una sombra.