Alana no podía creer lo que esa mujer decía; valquirias, brujas, vampiros, profecías; era todo tan irreal.... Y su amiga sin saberlo estaba metida en eso, cogió la mano de Alex y se la apretó sin darse cuenta mientras seguía mirando a Emma. Alex notó que estaba nerviosa y dijo:

- Estás bien?

- Es difícil saberlo, no todos los días te cuentan que tu amiga sea valquiria, bruja y princesa. Ni me imaginaba que existieran.- dijo Alana haciendo una mueca.

- Te lo estás tomando bien, a pesar de todo.

- No te voy a negar que estoy flipando pero es mi amiga y lo seremos siempre. - dijo Alana

- Entonces no te importa que sea princesa y todo lo demás? - dijo Alex.

- Ya te e dicho que no. Es que a ti sí te importa? - dijo Alana poniendo las manos en las caderas.

- Desde luego que no. Pero tengo que decirte algo.

La cogió de la mano y se fueron, ya era hora de contarle todo, salieron hacia el bosque.

- Alex que pasa, porque estamos aquí? - estaba nerviosa por si aparecían los lobos y Alex los descubriera.

- Alana que miras, buscas algo?

- Que? No, no, que me querías contar?

- Está bien, Alana yo.... emm.... - Alex inspiró y expiró, no sabia por donde empezar.

- Alex, cariño me estás asustando, que pasa?

La cogió de las dos manos y la miró

- Te acuerdas de ese día en el que tú y Emma visteis a cuatro lobos y os quedasteis con ellos?

- Sí.... espera, como sabes eso? Nos espiabas? -dijo Alana

- No podía espiaros porque... porque...

Alana le acarició las manos con los pulgares para darle ánimos.

- Porque soy un hombre lobo.

- Perdón que has dicho Alex? - Alana creía haber oído mal.

- Que soy un hombre lobo, el lobo que viste y acariciaste ese día era yo.

- Claaaaaro!

- Alana no me des la razón como a los locos, te estoy diciendo la verdad.

Alex vio que ella todavía tenía dudas

- Muy bien, me apartaré un poco y me transformare en ese lobo que viste, no te asustes y sobre todo recuerda que soy yo y nunca te haría daño, vale?

Alex se apartó, se transformó y se quedó quieto esperando la reacción de ella. Cuando ella lo vio dio un brinco y se tapó la boca con las manos ahogando un pequeño grito. Alex bajó la mirada triste y se tumbó en el suelo con la cabeza encima de sus patas, Alana se sentó enfrente de él.

- Tú - dijo susurrando

Le levantó su cara lobuna para que la mirara y dijo:

- Tú, eres mi lobo - estaba fascinada - entonces tengo un hombre lobo como novio? - le miró risueña.

Alex se volvió a transformar, la sentó en su regazo y dijo:

- Entonces no me tienes miedo? No vas a rechazarme?

- Miedo? No, estos días están siendo los mejores de mi vida, primero que mi amiga es una princesa y todo lo demás y segundo mi novio es un hombre lobo, esto si que es una aventura.- dijo Alana divertida

Entonces Alex le contó que los chicos también lo eran, también que ellos eran mates y le explicó lo que significaba. La abrazó fuerte.

- Perdón por no decírtelo antes, no sabía como ibas a reaccionar.

- Tranquilo Alex ya está, ahora sabes mi reacción. Te dije que te quiero y lo decía en serio. Entiendo que estuvieras asustado por ello, y también sé ahora que sufrirías si te rechazaba por la conexión de mates pero tienes que tener fe en que tu Diosa Luna de la que me has hablado, haya acertado eligiéndome como tu compañera, no crees?

Alex sonrió de felicidad y la besó. Lo hizo con una pasión desbordante y a ella no le importó nada. Siguieron durante unos minutos más y Alex paró juntando su frente con la de ella y dijo:

- Puedo marcarte?

- Marcarme?

- Sí, te mordería en el cuello para que todos sepan que eres mía, es una forma que tienen los lobos de dejar claro con quién estás y que los demás sepan quién acabará con ellos si se atreven a tocarte.

- Siempre e dicho que nunca te vas a dormir sin saber algo nuevo pero creo que hoy e cubierto la cuota - dijo Alana

Alex se rió

- Entonces me dejarás hacerlo?

- Me dolerá? - dijo Alana nerviosa

- Un poco- dijo él sorprendido de que aceptara

- Está bien, puedes hacerlo.

Alex se acercó a su cuello, le dio un beso y Alana se estremeció. Le salieron los colmillos y la mordió, al principio sintió un poco de dolor pero luego lo encontró placentero; Alex dejó de morderla saboreando las gotas de sangre que habían salido de su marca y por último la besó. Antes de que ella se desmayara oyó a Alex decir:

- Te amo Alana

Después fue todo oscuridad.