Las lecciones de Soraya: Parte 1
- Bueno vamos al centro de entrenamiento y practicaremos con los poderes que has despertado - dijo Soraya.
- Pueden venir ellos también? Por fiiiii - dijo Emma juntando la mano y puso carita de lástima.
Soraya y Tris sonrieron casi lagrimeando.
- Has hecho el mismo gesto que hacía tu madre cuando quería engatusar a nuestro padre de pequeñas, apuesto que lo haces con el tuyo. - dijo Tris.
- No sé de que me hablas - dijo Emma jugando con las uñas.
- Te pareces más a tu madre de lo que parece - dijo Soraya pasándole el brazo por los hombros.
- Me contarás sobre ella? - dijo Emma en tono súplica.
- Sí, ya habrá tiempo para eso pero ahora hay que practicar. - dijo Soraya.
- Está bien - dijo Emma suspirando.
Llegaron y esta vez solo quedaron Soraya y Emma en el centro.
- Muy bien Emma, empezaremos con el poder del haz de luz; pero no lo lances, haz una bola de energía blanca y retenla. - dijo Soraya enfrente de ella.
- Y como hago eso? Ni siquiera sé como lo hice esa vez- dijo Emma nerviosa.
- Primero cierra los ojos, inspira, expira; relajate y pon tu mente en blanco. Concentrate en mi voz, solo mi voz.- dijo Soraya.
Emma hizo todo lo que le pidió.
- Así, perfecto, imagina una luz blanca, suave, llena de paz recorriendote todo tu cuerpo, ahora que vaya pasando por tu brazo derecho hasta tu mano. Imagina esa luz saliendo de ella y conviertela en una bola.
Todos jadearon sorprendidos y Soraya dijo:
- Cielo, ya puedes abrir los ojos.
Emma lo hizo y puso los ojos como platos.
- Ahora enviamela para que pueda cogerla - dijo Soraya - lanzala como si fuera una pelota pero con suavidad.
Emma movió la muñeca despacio manteniendo la bola cerca de su mano y se la lanzó a Soraya. Ella levantó la mano y la paró antes de que llegara a su destino.
- Voy hacer que la bola vaya hacia ti mientras que tú haces lo mismo, de acuerdo? Solo fíjate como lo hago.
Soraya movió la mano un poco hacia adelante y la bola fue directa a Emma, ella hizo lo mismo que Soraya quedándose la bola otra vez en medio de las dos.
- Eso es, lo estás haciendo genial pero te lo voy a poner más difícil.
Soraya hizo aparecer en su mano otra bola de luz y se la lanzó. Emma levantó la mano parándola por los pelos, los demás ni siquiera hablaban; no querían romper la concentración.
- Piensa que soy una diana e intenta hacer el tiro al blanco, yo las esquivaré y te las enviaré de vuelta. No pueden tocarte, quiero ver como te mueves. - dijo Soraya.
Emma le mandó las dos a la vez empujándolas en su dirección, Soraya las esquivó dando un giro y con una mano se las devolvió haciendo que Emma se tumbara al suelo chocando las bolas de luz en la pared.
- Vamos Emma más rápido! - dijo Soraya.
Desde ese momento Soraya fue lanzándole más haciendo que Emma se las devolviera, ambas saltaban; se agachaban, daban giros, todo cada vez más rápido. Soraya quería probar la velocidad de Emma, así estuvieron bastante tiempo.
- Genial, ahora vamos a seguir con bolas de fuego- dijo Soraya.
- De fuego?- dijo extrañada.
- Sí, también tienes ese poder aunque no hayas conseguido despertarlo. Para conseguirlo vas a poner la mano hacia arriba convenciéndote de que está ahí. Venga inténtalo. - dijo Soraya.
Emma la levantó pero no pasaba nada.
- Emma tranquila es normal, como e dicho al principio; relaja tu mente, respira despacio. Vuelve a intentarlo.
Esta vez cuando abrió los ojos vio la bola de fuego y sin decir más se la tiró a Soraya. Su tía sonrió con aprobación volviendo hacer lo mismo como con la bola de luz blanca.
- Chicas, porque no descansais un rato? A Emma se la ve un poco agotada.- dijo Tris.
Emma que estaba tumbada boca arriba dijo:
- Disculpad a esta pobre mortal que se cansa antes que los inmortales - terminó haciendo una mueca.
Todos rieron por lo bajo, Aaron se acercó a Emma y dijo mirándola:
- Que tal estás?
Emma lo miró todavía tumbada y sonriendo dijo:
- Ahora que las vistas son muy buenas, estoy mejor! - le guiñó el ojo.
- Estas diciendo que al verme te has puesto mejor? - dijo alzando las cejas.
- Nah, me estaba quedando contigo - dijo ella.
Aaron frunció las cejas y Emma se río.
- Te estás riendo de mí? - dijo Aaron fingiendo estar indignado.
- Nop, para nada - intentaba aguantarse la risa pero no lo consiguió. Así que Aaron se agachó y dijo:
- Tú te lo has buscado.
Y sin más, empezó hacerla cosquillas, Emma no paraba de reír e intentaba cogerle las manos sin conseguirlo.
- Para, para - dijo Emma, ya le dolía el estómago.
- Suplicame clemencia y pararé.
- Ahora sí que me descojono - dijo Emma riéndose más.
Aprovechó que Aaron había parado y se levantó para después tirarse encima de él cayendo los dos al suelo.
- Ja, te tengo! - dijo Emma sin moverse del sitio.
Aaron con un movimiento rápido hizo que Emma acabara debajo.
- Ahora te tengo yo, mi amor!
Emma sonrió y oyeron a Soraya
- Se acabó el descanso tórtolos, hay que seguir practicando.
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