Iba hacer caso a la mujer que decía ser su tía, se iba a distraer y que mejor forma de hacerlo que saltando en la cama escuchando sus cd's favoritos de RBD en su cadena de música, sobre todo su canción que más le gustaba; Money Money a todo volumen. Luego bajó al suelo cantando y bailando recorriendo toda la habitación ( holaaa euforia ya llegué ). Quería olvidarse de todo por un rato, estaba tan metida cantando y bailando que no oyó las puerta abrirse, los chic@s se quedaron ahí parados por lo que veían y entonces Emma los vio.
- Vamos chicos entrar y bailar conmigo - los arrastró de la mano hasta adentro y cerró la puerta.
- Emma estás bien? - dijo Aaron preocupado.
- Sí, venga a bailar muermos que es sábado; fiestuquiii!!- siguió cantando la canción. Cogió a las chicas y ellas la siguieron la corriente, no sabían que más hacer.
- Está sufriendo Alex, tengo que parar esto - dijo Aaron asustado.
- No! ahora está en un estado de euforia, deja que se desahogue pero cuando caiga tienes que estar ahí para mimarla y cuidarla; sobre todo tienes que hacerla entender que no está sola en esto. - dijo Alex.
- Ahora eres psicólogo, doctor Alex? - dijo Aaron burlándose.
- EH! suena bien - se puso el dedo índice en la barbilla mirando hacia arriba.- Doctor Alex, doctor Alex, cada vez que lo digo me gusta más como suena.
- Pues entonces ya tenemos a un futuro médico.
- Dejad de hablar y divertiros, Imaginaos que estáis en un fiesta y a bailar!!!
Empezó a sonar la canción de RBD titulada Fuego, cogió a Aaron y bailó con él, bueno más bien bailaba ella dando vueltas a su alrededor moviéndose al ritmo de la música y luego subió a la cama. Los chicos la miraban muy preocupados, ella al ver esa escena se bajó, quitó la música y dijo:
- Si seguís mirándome así, me voy.
- Estamos preocupados por ti, sabemos que estás mal - dijo Alana.
- Quieres hablar? - dijo Aaron
- No, no quiero. Solo quiero divertirme, es sábado. No es mucho pedir, no?
- Emma... - volvió a decir Aaron.
Ella se tapó los oídos y empezó a cantar mientras abría la puerta.
- Emma, ven aquí, no te portes como una niña - dijo Aaron.
- Es lo que soy, así que ajo y agua - decía medio gritando por el pasillo.
- Ajo y agua? - dijo Aaron extrañado.
- Ajoderse y aguantarse! - dijeron a la vez Alana y Sofi. Mientras salían de la habitación Alana dijo alto:
- Donde vas Emma?
- A comer que tengo hambre! - dijo Emma llegando a la cafetería.
Cuando abrió la puerta todos se quedaron mudos mirándola fijamente. Emma se quedó inmóvil, cuando las chicas aparecieron por la puerta chocaron con ella , también fliparon al darse cuenta como la observaban. Emma murmuró:
- Vaya, me siento como en gran hermano pero sin tele de por medio.
- No os a dicho vuestra madre que es de mala educación quedarse mirando así a la gente? - dijo Alana a toda la cafetería.
- Vamos chicas- Sofi las dio un empujoncito hacia la comida.
Cuando iban a sentarse, un chico les cortó el paso y dijo:
- Qué eres Emma?
- Y tú? - dijo ella sorprendida.
- Soy un demonio y tú?
- Al parecer un mono de feria - dijo observando a todos los alumnos que había allí todavía mirándola.
- No, tú eres la niña de la profecía, la que nos salvará de Lautaro- dijo impresionado.
Emma se pasó la mano por la cara.
- Porqué no lo anuncias en los telediarios, América todavía no se a enterado - dijo ella entredientes.
- Entonces eres tú.
- Yo no e dicho eso - dijo Emma - Ahora, puedes apartarte para que pueda ir a comer a una mesa?
El demonio le dio paso y le dijo:
- Aquí tienes un admirador para lo que quieras.
- Para lo que quiera? - dijo Emma
- Sí, para lo que quieras - dijo moviendo las cejas.
Emma se acercó más a él y le dijo:
- Pues.... Quiero que te compres un bosque y te pierdas! - y sin más se fue sentándose con Alana y Sofi.
- Que carácter - dijo el demonio murmurando.
Esa chica le fascinaba, no se había fijado antes pero ahora no podía dejar de mirarla.
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