-Kathe... Kathe... Despierta, venga, despierta.- Escuché a lo lejos la voz de mi hermano George.- No me dejes, no nos dejes, despierta. ¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Necesito ayuda!
-¡George, por Dios! ¿Qué pasó con Kathe?- Dijo Caitlin con preocupación en su voz. Sentí sus calientes manos tocar mi rostro pero no podía abrir los ojos ni articular palabra alguna, me hallaba atrapada dentro de mi propio cuerpo.
-Yo... No lo sé, no lo sé. Entré y la vi así, lanzó sus poderes contra mí, los logré esquivar, siguió hablando pero no entendí nada.
-¿Pero por qué no la has despertado?- Musitó Caitlin.
-Lo traté, pero… no logra abrir los ojos. No responde, no despierta. No se mueve si quiera. Cuando dejó de hablar y lanzar sus poderes cayó al suelo y no reacciona desde ese momento.
-Ve por Dave y los demás. Vamos Kathe, si puedes escucharme debes regresar. Me estás asustando…- Se detuvo al decir esto, carraspeó un poco y siguió hablando.- Tú puedes lograrlo, sal de allí.

Conocía a la perfección a mis hermanos, podía reconocer sus expresiones sin necesidad de verlos, sabía cómo sonaban exactamente sus pisadas contra el piso de madera de nuestro hogar. Tantos años junto a ellos con la relación tan cercana que teníamos, me permitía saber más de ellos de lo que ellos mismos podían conocerse.

El pequeño George explicó lo que había ocurrido a Dave, Angel, Rose y Camile. Pero ninguno de ellos sabía cómo sacarme del estado en el que me hallaba, sus teorías quizá estaban lejos de cualquier real solución. Lo malo en todo esto es que ni siquiera yo le encontraba sentido a lo que estaba ocurriendo, lo único que había intentado hacer era meditar, y no hice nada extraño, seguí todas y cada una de las indicaciones de mi maestro. Algo tuvo que haber salido mal, algún error había cometido porque esto no podía ser normal.

En medio de mis pensamientos y las voces encontradas de mis hermanos comencé a escuchar otras que cada segundo se volvían más fuertes.

-¿Kathe? ¿Estás allí?- Preguntó la primera voz que era de un chico.
-¿Es ella? Pensé que entendería todo más rápido- Murmuró una chica con voz aguda.
-No puedo creer que no pueda escucharnos.- Soslayó una tercera voz, otro chico.
-¿Quién dice que no lo está haciendo? En algún momento reaccionará.- Comentó de nuevo la primera voz.
-¿Cómo lo sabes? En mi caso tardé… años… tardé años en saber de la existencia de ustedes.- Dijo la chica.
-Y recuerdo que creíste que estabas loca.- Rió una cuarta voz, un chico más.- Recuerdo aquel día como si hubiese sido ayer y todavía me sigue causando muchísima gracia.
-Hey, el que tú no hayas creído haber estado loco, no significa que todos debamos ser como tú- Se justificó la joven.

Sentí que mi cabeza iba a explotar, todo esto tenía que ser producto de algún tipo de sueño, no podía ser real.  Traté de abrir los ojos y no pude. Mi último recuerdo era aquella mujer peleando conmigo, una mujer idéntica a mí.

-No estás loca.- Me respondió la primera voz como si leyera mis pensamientos.

Espera un momento, todas estas personas parecían estar en mis pensamientos. O ¿no?

- Te repito, no estás loca. Me llamo Christopher. Formo parte del grupo de los cinco, ese que tu maestro te ha mencionado durante toda tu vida.
-Este encuentro no debía ser de esta manera. Él dijo que ustedes y yo nos encontraríamos cuando todos estuviéramos en el mismo lugar.- Murmuré para mis adentros sin poder abrir los ojos aún.
-Lo estamos. Estamos en este momento conectados a través de tu pensamiento. Por cierto soy Anne.- Se presentó la chica.
-Pero ni siquiera puedo verlos. No sé por qué hablo conmigo misma.- Murmuré.
-Escucha, mi nombre es Jude. Contigo somos los cinco elegidos, pero tenemos algo importante que decirte.- El chico suspiró y luego siguió hablando.- Tu visión, la que tuviste antes de escucharnos es cierta. Estás en peligro, pero no solamente tú, sino también tu familia.
-No puede ser...
-Es cierto.- Dijo Christopher.- Todavía no podremos encontrarnos en persona sino a través de tus pensamientos y sueños. Debes despertar y proteger a tus hermanos, como dijo Jude, corren peligro.
-Pero...- Intenté decir, pero una vez más me interrumpieron.
-Kathe, tus padres deben estar muertos en este momento, y quizá tu maestro tampoco lo haya logrado…
-¿Qué locuras dicen?, mis padres viajaron con mi maestro hace unos días y...
-No han regresado ni dado señales de vida. Kathe, escucha.- Anne ahora era la que me hablaba con cautela.- La guerra que hemos venido presenciando todos desde que tenemos uso de razón está peor. Tuvimos una baja importante en el gobierno y ahora quieren acabar con todos los de nuestra raza. Los humanos no entienden nuestros dones. Al matar a tu maestro, uno de los más antiguos, la situación ha cambiado a favor de ellos. Debes despertar, llevar a tus hermanos a un lugar seguro, y esperar nuestra llegada.
-Nos comunicaremos contigo mediante tus sueños y pensamientos.- Mencionó una nueva voz- Soy Marcus, Kathe. Se que es mucho por procesar pero debes creernos.
-No lo entiendo, esto... esto no puede ser real.
-Lo es, pero ahora debes despertar y seguir siendo fuerte.- Dijo Christopher.- Espera por nosotros.
-Yo...

Cuando intenté hacer una nueva pregunta fue como si me expulsaran de mis propios pensamientos. Dejé de escuchar las voces y sentí como si me hubiesen arrastrado desde una distancia muy larga. No tenía idea que el viajar a través de los sueños fuese así. Pero lo relevante no era eso, al menos no por ahora.

-Kathe, por Dios, despertaste.- Exclamaron mis hermanas al mismo tiempo.
-Chicos… yo… lo siento… no sé qué está pasando.- Al abrir los ojos sentí una leve punzada en mi cabeza que me hizo cerrarlos de nuevo. Volví a abrirlos y observé cómo todos mis hermanos me rodeaban, desde el mayor al menor.
-¿Qué fue lo que sucedió?
-Se supone que solo estabas meditando.- Murmuró en un tono muy bajo Rose.
-Creo que experimenté una nueva faceta de meditación.- Intenté bromear pero ninguno de ellos se reía, sabía que no había mucha gracia en mi comentario pero tenía que aminorar la tensión, más después de procesar todo lo que me acababan de decir.
-Kathe… toma- George me tendió un vaso con agua.

Bebí un poco de agua, froté mis ojos, y me dispuse a relatar lo ocurrido.

-Bien… esto es complicado de explicar. Contacté, a decir verdad, contactaron… Los cuatro elegidos se comunicaron conmigo a través de mis pensamientos luego de que tuve una visión de cómo me mataban. Lo peor del caso es que me revelaron información muy delicada.
-¿Qué sucede?- Preguntó Caitlin.
-Ellos me dicen que tuvimos una baja muy importante en nuestro bando, al parecer…- Para mí era duro aceptar la noticia, no sólo por mi maestro sino por asimilar que mis padres podrían realmente estar muertos.- mi maestro murió, y él era miembro fundamental del movimiento que nos defendía.
-Pero… espera un momento.- Camile comenzó a secar lágrimas de sus ojos. Sentí cómo sabía lo que aún no les decía.- Él viajó con papá y mamá, eso quiere decir que…
-Al parecer los tres murieron, nuestros padres y él. Lo peor es que creo que vienen o vendrán por nosotros. Debemos ocultarnos, y luego corroborar si todo es real o no.- Afirmé sin llorar, no podía estar segura que ellos estuviesen muertos, así que no botaría una lágrima por mis seres queridos sin estar segura. Supongo que ésta era una forma muy particular de evadir la realidad.

El resto de mis hermanos guardó silencio, los gemelos me miraban con incredulidad, mientras que George y Camile si lloraban.
Jiji j7ju.
-Aún estás débil.- Angel me sostuvo para no caer.- No podemos irnos a ningún lado así.
-Necesito que hagan lo siguiente. Rose, Camile y George, preparen maletas con sólo lo necesario, en especial comida. Angel y Caitlin, hagan lo mismo pero con las pociones que tenemos abajo. Dave, tú… necesito me prepares una poción para recuperar mis energías más rápido, no puedo ser un estorbo en esto. ¿Sabes cómo hacerla?
-Fue de las primeras que aprendí.- Me respondió sonriendo. Vengo enseguida.- Me dio un beso en la frente y salió de la habitación.

Todos estábamos en shock, no podíamos creer nada, pero las ganas de sobrevivir eran más fuertes que cualquier otra cosa. No sabía cuándo ni dónde volvería a ver a las cuatro personas que me hablaron en mis pensamientos, por ahora solo teníamos que ocultarnos mientras llegaba ese momento.

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Heeeey aquí les dejé otro pedacito más largo con otro capi. Espero les guste y me dejen sus comentarios o dudas por acá ;-)