12. Bendiciones y cuartos de juegos.
Escrito por MariaDanielaR
Siempre me ha parecido curiosa la sonrisa que genera en mí el tan solo ver el edificio. A veces me detengo un momento a contemplarlo antes de entrar y pienso en lo afortunada que he sido por hacer parte de un proyecto como este, y de conocer a tan maravillosas persona.
— ¿Qué miras?
— ¡Ay! —Doy un brinco al ser despertada de mis pensamientos. Miro a mi lado y le echo una mirada de cansancio al chico
— Nada, solo estaba... nada.
—Bueno... ¿Entras o qué? —Luis camina primero y yo lo sigo.
En la recepción nos encontramos a Heidy que está concentrada revisando unos documentos. No nos mira cuando la saludamos. El ambiente de aquella mañana parece un poco tranquilo. La oficina de Fres está cerrada y en la sala de juntas no hay nadie.
— ¿Dónde están todos? —pregunta Luis.
—Es domingo. ¿Qué esperas?
—Bueno... Tú estás aquí. —me dice levantando los hombros.
—Tú también —le digo imitando su gesto.
—Es que... bueno, ajá...
—Sí, a mí también me gusta estar aquí —lo interrumpo adivinando su respuesta— Por cierto, ¿tienes un minuto?
— ¿Qué pasa? Estaré en la cocina.
—Vale. Ahora te alcanzo.
Antes de ir a la cocina me permito llegar a mi oficina para revisar la agenda de la semana. Hay tres entrevistas programadas y varias de ellas me generan mucha ansiedad y curiosidad. Sobre todo la de Handie, una chica que tiene cierta chispa y no sé si es de esas inflamables. ¡Mis cortinas son nuevas!
Voy hasta la ventana trasera y levanto las persianas. El sol entra en la habitación iluminando las paredes azules y los pequeños muebles que he logrado ubicar. Sonrío de nuevo al ver el espacio. ¡La oficina es real! ¡Ja! Y mi mamá que no me creía.
Desde el día en que Fres me ha ofrecido el puesto como entrevistadora, he andado por el mundo sonriendo. "Claro, ¿cómo no te lo iban a dar? si tu preguntas demasiado" me había dicho mi hermana cuando le conté del nuevo papel que tendré en el edificio.
Acomodé mis cosas en la oficina y salí a la cocina. Luis ya estaba ahí con un vaso de agua.
— ¿Y los tequeños de hoy? —le pregunté sirviéndome una taza de café.
—Para más tarde. ¿Qué me ibas a decir?
—Es que sabes que estamos juntos en el turno del miércoles en la radio y se me ha ocurrido una dinámica musical, no sé si querías unirte y asumirla todas las semanas en que estemos.
— ¿Y de qué va? —La idea es que escojamos una letra del abecedario y con ella, los oyentes tendrán que programar canciones. Por ejemplo, mañana podría ser la letra A y solo se valen canciones que empiecen con esa vocal.
— ¡Ah! Como en las emisoras, a la vaina, sí me gusta. Otro día podría ser géneros musicales y eso... —Sí, sí, es una buena idea. ¿Empezamos con la letra A?
—Vale, ahorita me pongo a hacer la playlist en el youtube.
El miércoles en la noche, llegué a tiempo a la oficina para escuchar el primer turno de Luis y mirar si los chicos aceptaban la dinámica.
—Bueno hoy vamos a hacer algo diferente con la música. La Ave María se inventó un juego en donde ustedes deben decir canciones con la letra que escogimos. Hoy vamos con la A.
Espera... ¿Cómo acababa de llamarme? ¿Ave María? Salí de mi oficina y entré a la habitación de la radio en donde no pasé desapercibida, sobre todo por el nuevo nombre que me habían otorgado.
—Llegaron las bendiciones —bromeó Heidy. Yo no pude contener la risa.
Ese Luis... ¡ja! Me las tendría que cobrar. Aún quedaba tiempo para mi turno, así que regrese a la oficina en donde tenía programada una entrevista. Fue en esa conversación en donde descubrí la venganza a mi compañero de radio.
—Después de esta canción, ya te toca. —me notificó Luis. Ya yo estaba fuera de cabina esperando.
—Bueno, ahora viene la virgen María y con ella sigue la lectura zukulenta de sus historias. Yo soy el Dj Little Luis y bueno, los dejo con música mientras entra la Ave María.
Luis dejó una canción en la radio mientras yo entraba y acomodaba las cosas para mi turno.
—Upa mira, las bendiciones llegaron —me dijo bromeando.
—Ja, ja, que gracioso. Me voy a vengar....
—Ufff. Suerte. —Él salió de la cabina y lo vi ubicarse en el fondo de la habitación. Se quedaría a escuchar. Perfecto.
—Buenas noches chicos, me place saludarlos a esta hora. Ya vi que Luis les explicó un poco la dinámica musical que tendremos los miércoles con el tema del abecedario... y sí, también vi que tengo ahora nueva identidad, bueno... he venido con las bendiciones y ¿Cómo no? Después de salir de una emisión tan pecaminosa con el.... Luis Grey.
Cuando dije el nombre noté como él me miró sorprendido. Yo solo pude levantar los hombros. ¡ups! Su "harem" había sido la excusa perfecta para el nombre y ¡vamos! ¿Cómo podría dejarlo pasar?
Durante el resto de la programación, los comentarios fueron fluyendo en torno a descubrir en dónde estaba el cuarto de juegos de Luis y cuando se podría ver mi primer milagro como santidad. Fue la primera transmisión que tuvimos con el abecedario musical que no fue precisamente el protagonista. Aquella noche nacieron las transmisiones irónicas en donde Luis Grey enciende la radio para luego esperar unas horas llenas de bendiciones con la Ave María.
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