Escrito por... ¡¿@Cómo carajos me llamo?!... ¡Ah, sí si ya!

Escrito por SerinaLich

Era un día de flojera, con un sol tranquilo y nubes naranjas que llamaban mi atención. Esa atmosfera era la adecuada para calmar un poco mi estado de ánimo.

"¡¿Qué les sucede?!", dije internamente pateando una triste piedrita que se cruzó por mi camino, "¿Por qué no pueden ser más empáticos y respetuosos?... ¡Digo!, no es como si me estuvieran ofendiendo directamente a mí, pero..."

—¡Argh, que coraje!. —Sin darme cuenta, eso último lo grite a 20 voces y las personas en mi camino comenzaron a cotillar.

"¡Ah, caray!, es hora de salir de aquí..."

Para evitar aquellas miradas chismosas, di la vuelta repentina en una cuadra. Gran error...enseguida me perdí. Era obvio, no conocía los rumbos y acababa de salir desorientada de una de esas reuniones que organizan los grupos de Facebook para promocionar las historias de Wattpad. En la cual, por cierto, había sentido una innegable decepción y enojo al ver tantas críticas de los miembros a las historias ajenas. Las clasificaban inmediatamente como clichés sin darles alguna oportunidad y ni siquiera un vistazo a la sinopsis. Lo último lo intuía por sus comentarios.

"¡Bah!, sus razones tendrán", pensé mientras caminaba con las manos en los bolsillos tratando de encontrar una salida de esa calle tan solitaria y tranquila.

"¡Ah vaya!... genial, genial, genial...no encuentro la salida, puff, ¡y tampoco una bendita tienda para comprar chocolates!" De repente, un maullido llamó mi atención. Giré la cabeza para encontrar; a un gatito blanco con manchitas cafés, entre una pequeña jardinera, quien me observaba fijo intercalando unas cuantas lamiditas a sus lindas patitas blancas.

"¡Wuaah, un Gatún puchurrable!"

Corrí con las manos extendidas dispuestas a acariciar al minino, pero este enseguida, se echó a correr.

— ¡No huyas pequeño ser, tarde o temprano te atraparé!

Lo sé. No era muy inteligente andar por ahí cazando mininos en un lugar desconocido, pero es un extraño habito que se activa en mí cada vez que veo a estos lindos felinos por las calles.

Corrí lo más rápido que pude, hasta que en una esquina perdí al minino de vista, observé a todos lados y noté que por fin había encontrado la salida de ese lugar que en algún momento había pensado era un callejón.

—¡MiAAUU, MiaaUU!

El maullido volvió a llamar mi atención y al dar media vuelta, encontré al gatito parado justamente, enfrente de una puerta de vidrio perteneciente a un esplendoroso edificio tan alto, que ni inclinándome hacia tras podía terminar de verlo.

—¡Wuoh!

Tenía un resplandor particular, con sus grandes ventanales que reflejaban esas tonalidades del atardecer nunca antes vistas por mí en algún otro edifico. Eso provocó que algo dentro de mí pecho saltara...creo los mortales le llaman corazón.

Como si de un mosquillo ante la luz se tratase, me acerqué a la puerta a un lado del minino y, al ver que este entró como gato por su casa, intuí que estaba dándome la bienvenida, pero volvió a tomar carrera hasta perderse a lo largo de un pasillo color morado. Esta vez no lo seguí, demasiado ejercicio por ese día.

Miré alrededor y en la recepción no había nadie, pero lo que llamó mi atención, fueron unos anuncios publicitarios.

"Leemos tu novela en vivo en Radio Arrowy.

En Editorial Arrowy, nos encanta que te lean"

"¿Novela?... ¿Editorial?... ¿Arrowy?... ¡¿Qué diablos es un arrowy?!..."

La ardilla en mi cabeza andaba a 1500 rpm tratando de recordar algo que había almacenado en mis memorias para analizarlo después.

—Mmm...Editorial Arrowy eh...mmm —murmuré, sujetándome el mentón. Hasta que por fin encontré el archivo en un rincón empolvado de mi cerebro— ¡Ajah, claro, ya lo recuerdo!, en la reunión de hoy vi que una chica estaba promocionando esta editorial. ¡Wuoh!, así que es acá... excelente jejeje, las casualidades no existen.

Debajo del aviso, noté una lista en donde se encontraban las historias que leerían ese día.

—¡Ah canijo!, ¡Son muchas historias!, imposible que me lean en este día, según veo el programa dura solo 2 horas. ¡Da igual, voy a intentarlo!

No supe porque compartí mi historia de manera tan fácil; yo no era de las que se hacían publicidad de esa manera, no cuando a tan solo pocos meses acababa de publicar mis primeros escritos y, aunque estimados para mí, tenía un mínimo de lecturas y votos. Pero la idea de que alguien pudiera percibir el mensaje que quería transmitir solo me fascinaba, además seducía el hecho de poder aprender de las críticas buenas o malas que me hicieran.

Sin más, después de inscribir mi historia en la lista, seguí las indicaciones y llegué hasta la sala de audiencia, donde para mi suerte, el programa ya había comenzado.

Al entrar noté algunos conversando y otros prestando atención a las lecturas que un chico realizaba en una cabina radial.

—Hola, buenas tardes —dije mientras tomaba asiento y me ponía cómoda. Pero el saludo no obtuvo contestación alguna.

Bueno, tampoco solía tomarme las cosas de manera personal, así que solo dediqué total atención a la expectativa de ser leída, pero al momento, un golpe en la cabina activó mis reflejos y provocó que mis brazos tomaran la forma de un escudo lo suficientemente mal logrado, como para alcanzar a ver al locutor arrojar y maldecir cosas que no pude entender.

—Uy, hoy "fulanito de tal" no está de buenas.

—Tienes razón, tal vez tuvo otro mal día.

Susurraron unas voces tras de mí de lo más calmadas.

"¡¿Eh?¡, ¿Esta no era la primera vez que se comportaba así?, ¡¿En qué lugar loco me he metido Dios?!..."

Fue lo primero que pensé, después recordé que mi estado mental no era el más sano que digamos, así que, complacida y sin nada que perder, decidí visitar la estación por unos meses más. Nunca sospeché que; en aquella resplandeciente editorial provocada por su objetivo, oyentes y equipo, encontraría algo más que una simple crítica reconstructiva a mis escritos. En aquel lugar... encontraría un segundo hogar.

En este punto es cuando todos dicen al unísono: ¡Aaaay ❤ !

¡Si, si!, gracias, gracias. —Se inclina y hace reverencias, luego le truena la espalda y se va como abuelita...

FIN.

¡¿FIN?!...rayos...directo a mi estrellato...

ATENCION: Historia basada en hechos reales...bueno casi. Aun no estoy segura de que aquel gatito en realidad fuera un reclutador perteneciente a las fuerzas especiales de Editorial Arrowy (Archivos secretos Arrowy, ustedes entienden).

ATENCION 2: Historia realizada con la única intención de entretener, espero les agrade.

Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia...(coff coff se la fuma coff coff)...