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Extra 1

Donde Mikey siguió sus impulsos oscuros Xd.

Quería hacer un extra sobre esto, un futuro distinto, espero que les guste ya que no estoy taaan familiarizada con esta línea alternativa

Este extra no tiene nada que ver con la historia original

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Sus nudillos tenían sangre, pero no sangre suya sino sangre de los hombres que tuvo que golpear para pasar y verlo a el

Mikey les explicaba una especie de plan para acabar con una mafia enemiga, todo iba normal hasta que fue interrumpido por el sonido de las puertas chocar y un grito

—¡Manjiro Sano!—

Todos giraron sus cabezas para ver a dicha persona, todos se sorprendieron de ver a Ryo frente a ellos

—¿¡Se puede saber que mierdas haces!?— pregunta ella con un semblante de total enojo

—¿Como has llegado hasta aquí?— pregunta el de manera seria

—Un tonto solo responde una pregunta ocn otra pregunta— respondió de manera burlona, eso le hizo fruncir el ceño

—Cuida esa boca lindura— Sanzu le apuntó con una pistola

—Vete a la mierda Haruchiyo— como si no tuviera una pistola hacia ella rueda los ojos —ustedes me tienen demasiado decepcionada, tuvieron una buena infancia pero de sus malditos culos les salieron las ganas de formar una puta mafia—

—Vete de aquí por las bu...—

Mikey fue interrumpido, pues Ryo le dio una fuerte bofetada que le hizo tambalear incluso

Sanzu dispuesto a proteger a su Rey sin pudor alguno empezó a disparar, pero t/n movía su cuerpo como si supiera donde iba dirigida cada bala

—Cargué en mis brazos a cada presente aquí, los vi en las panzas de sus madres e incluso les limpie el puto culo— señala a Kakucho —menos a ti, a ti solo te conozco desde que eras un niño de seis años— mira a Mikey —eras el niño más alegre de todos, con una sonrisa en el rostro y riendo siempre, ahora que incluso has cortado tu hermoso cabello rubio, cada vez que te veo con ese pelo corto y teñido de blanco junto a esa cara de muerto me das demasiada pena Manjiro, ¿¡de donde te salieron esos malditos impulsos oscuros!?, ¿¡del culo acaso!?— le da otra bofetada

—Ryo vete de aquí— le dice Rindo

—¡Calla Rindo que que ese tinte ni bien te queda!— Ran se empieza a reír —¡Ran no te rías que ese peinado tuyo te hace parecer un viejo de cuarenta años!— Ran dejó de reír, ella masajea el puente de su nariz —ya que, mejor me voy y les dejo hacer lo que les de la gana, porque ni caso me van a hacer a fin de cuentas—

Se dio la vuelta dispuesta a irse pero Mikey la abrazó por la espalda

—No te vayas— pidió en un susurro casi inaunible

—Aparte de idiota saliste bipolar— se suelta de el —¡quiero el divorcio Manjiro!—

Como si fuera un niño pequeño se tiró al suelo y se sujetó de la pierna de Ryo mientras le suplicaba que no lo dejara, que no se fuera o pidiéndole perdón, Ryo trataba de safarze de el pero le era imposible, había arrastrado a Mikey por todo el lugar pero el no se soltaba de ella

Si a alguien le dijeran que el invencible Mikey estaba rogándole a una mujer no creerían para nada aquello

—¡Decepción de ustedes es lo que tengo!— frunce el ceño —tan lindos que eran y ahora se creen la puta ostia por ser mafiosos y tener unas pistolas!, ¡no merecen conocer a Hana!—

—¿Quien es esa?— pregunta confundido Mikey

—¡Pues esa es tu hija maldito pedazo de animal!— le gritó Ryo

—¿Que?— emitieron cada presente en aquella sala, incluso Sanzu dejó caer al suelo la pistola

—¿¡Tenemos una sobrina!?— pregunta Rindo asombrado y confundido

—¡Rindo tenemos una sobrina!— ambos hermanos se abrazaron con felicidad
—¡somos tíos!— exclamaba demasiado feliz Ran

—¿¡I-izana te sientes bien!?— Kakucho fue hacia Izana, este tuvo que sentarse en un mueble, se veía en su cara lo gran sorprendido que estaba

Conocía a Ryo de toda una vida, ella siempre estuvo ahí para el y lo quiso como un hermanito menor, el siempre la vio a ella como una figura materna

Y ahora dice que tiene una hija, no conocía a la pequeña y ya sentía que la quería demasiado

—¿Estás llorando?— pregunta Kakucho confundido

—Y-yo no lloro idiota— sintiendo como los ojos le picaban sorbió su nariz y cubrió con su brazo su vista

—¿Que?— Mikey seguía confundido, aún su mente asimilaba el hecho de que tenía una hija —¿tenemos una hija?—

—TENGO YO UNA HIJA, sufrí tres meses con vómitos y mareos, fueron nueve meses de embarazo, tuve fuertes dolores de parto durante treinta horas ¿para que?— le patea con el pie en la cara —¡para que saliera igual al remangado idiota imbécil de su padre!, ¡quiero el divorcio y me quedare con la custodia completa!—

Diciendo eso se dio la vuelta para irse

Mikey se quedó de rodillas en el suelo, observando la puerta por donde la mujer que tanto amó se había ido después de gritarle

Las lágrimas salían de sus ojos para rodar por sus pálidas mejillas, sentía su corazón encogerse mientras su cerebro reproducía todos los maravillosos momentos que pasó con ella




































































Bonus:

—Malditasea, yo y mi maldito corazón de pollo, me odio tanto a mi y odio tanto a ese Manjiro, la puta que me parió— murmurana molesta Ryo volviendo a entrar

Acercándose a Mikey lo cargó en sus brazos, este la abrazó y enrolló sus piernas en ella mientras lloraba, parecía un niño pequeño

—¿Ustedes que miran?— se acercó a sus hermanos menores para quitarse el tacón
—los dos ahora mismo se me van para una larga y buena terapia ahora mismo— amenazó alzando el tacón de su mano

—Si señora / si señora— dijeron ambos agachando la cabeza para irse

—Izana— mencionó con voz grave y el rostro serio

—Si señora— al igual que Ran y Rindo, agachó su cabeza y se fue

—Yo me iré con ellos— dijo Kakucho señalando por donde se fueron y temblando ligeramente —pa-para que no se pierdan, si eso—

No admitiría que esa chica le daba terror, ver al temible Mikey ser tan manso con ella, a los hermanos Haitani e Izana obedecerla le dio algo de miedo

Nunca vio a Ryo de esa forma

—Ah no— Sanzu se cruzó de brazos —tú no me dirás ni que hacer y mucho menos te haré caso, le dices a mis hermanos por mi parte que se vayan a la mierda—

Ryo se acerca a el y con su tacón lo noquea dejándolo inconsciente en el suelo

—Ya ya, tranquilo Manjiro— pasó su mano por la espalda del chico mientras se colocaba su tacón y tomando del tobillo a Sanzu se lo llevaba arrastrando por el suelo

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