** "Lo que no decimos se acumula en el cuerpo, se convierte en insomnio o nudos en la garganta. Lo que no decimos no se muere, nos mata."

*Ninfómana

Souichi afronta al fin sus peores pesadillas todas juntas. al fin será sincero consigo mismo y con su familia
Aunque resulta frustrante ser diferente en un mundo donde todo tiene un nombre.

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   En el horizonte ya se perdían los últimos rayos del sol cuando Souichi recibió en la mansión de Takeda al último miembro de su familia que faltaba por llegar. Su jpadre Souinji Tatsumi quien ingresó preguntando por su hijo visiblemente preocupado. Al verlo lo abrazó aliviado haciendo miles de preguntas.

__Viejo... entremos! El sr Takeda nos espera en el salón. Souichi condujo a su padre a donde estaban los demás miembros de su familia, recién llegados de diferentes puntos todos; igual de preocupados por lo abrupto de la convocatoria de emergencia. Sus hermanos menores Kanako y Tomoe, asi como el esposo de este Kurosawa y el amigo de la familia Isogay.
Morinaga había llamado a su hermano Kunihiro y al novio de él Misaki. Eran sus mas allegados familiares. Él ya había hablado con ellos del "problema", pero les rogó discreción, puesto que  Söuichi no les había dicho nada hasta que todos los suyos estuviesen reunidos.
De inmediato entraron al despacho donde les esperaba Takeda, quedando Souichi de último. Morinaga vió como este le lanzó una última mirada antes de entrar y cerrar la puerta. Ver la angustia en sus ojos enrojecidos le estrujó el corazón. Nadie sabía mejor que él lo que ese encuentro significaba para el pelilargo.

Pasaron los minutos y se hicieron horas interminables afuera sin escuchar ni un ruido del encierro.
__Tetsuhiro no te angusties...su familia debe entenderlo, si lo aman como tú dices todo saldrá bien__ le dijo su hermano poniendo una mano en su hombro.
__Esto no habría pasado si él hubiera sido honesto. En el fondo se lo merece por hipócrita y homofóbico. Resultó ser tan gay como nosotros.__ repuso Masaki
__Masaki tú no entiendes nada... él es diferente. Esto no debió pasar asi.__

Adentro Souichi intentaba explicar su situación entre reclamos y muestras de sorpresa. Kanako fue la primera en decir que siempre lo supo y que no tenía nada de particular.
_Niisan... siempre te dije que aceptaba tu relación con tu amigo Morinaga San... lo supe desde siempre__

Pero Tomoe se sintió traicionado por un hermano que tanto desaprobó su relación con su ahora esposo.
__No puedo creerlo. Nos has perseguido y humillado todos estos años y tú mismo tenías este tipo de relación? Que clase de respeto puedo tenerte ahora niisan?__
__ Yo no desaprobé a Kurokawa solo por homo! Eras un niño indefenso cuando él te sedujo! Por eso iba a Tokio cada vez que podía. Para protegerte de ese infame!!!__ Increpó Souichi con ganas de golpear a su cuñado.
  A todo esto, Souinji permanecía en silencio, meditando sin salir de su asombro.
Takeda intentaba sin éxito de apaciguar los ánimos y mantener los nervios de Souichi en calma. En su memoria tenía la propia historia de su hijo. Cómo le habría gustado tener la oportunidad que Tatsumi padre tenía de apoyar al suyo.
__ Souichi dejaste que te hicieran un video y te chantajearan con eso? Tu vida es un eterno chantaje__ repuso Isogay en tono de regaño.
__Tú estas aquí de rebote. No tienes derecho a opinar nada!!. __ Le gritó Souichi, pero Kurokawa le contestó enfadado: __Aquí quien tiene menos derecho de censurar a nadie eres TÚ!__
De pronto el padre rompió su silencio acercándose a él.
__ Hijo, desde chico notamos, tu madre y yo, que eras diferente. Pero nunca me imaginé que a tal grado. Nunca te interesó nadie, ni siquiera en tu adolescencia.__
Souichi bajó la mirada mientras escondía las lagrimas que brotaban de sus ojos con rabia.
__No soy homo!! No te equivoques conmigo... Todos se equivocan!. Solo quise que vinieran y verles a la cara. Que supieran de mi relación con Morinaga por mí mismo... no por un video indecente! Ahora pueden irse! __
Souinji lo tomó de los hombros y le dió un abrazo muy fuerte, no era el abrazo de piedad o resignación. Sino el abrazo de un padre que comprende y conoce a su hijo. El abrazo de quien no espera ninguna explicación, solo acepta a su hijo como este es y le ofrece pedazos de su propio corazón para sanar sus heridas.
__Si hubiera sido un desliz no estarías asi. Tu relación con ese chico lleva mucho tiempo. Cierto hijo mío? Entonces... lo amas?!__
Esta enorme muestra de cariño y ternura hizo que el joven perdiera la coraza de su alma y se desplomara finalmente hacia sus verdaderos sentimientos,
Senpai alzó la mirada. Su padre lo abrazó mas fuerte.
__Él es... mi complemento, padre. No importa si es hombre o mujer... él es por quien vivo y respiro... Aunque yo no quiera... Ya no puedo seguir luchando contra esto... Lo siento...!__dijo el joven en voz muy baja, tratando de explicar algo que él mismo nunca entendería.
__Se llama amor, querido hijo! Apoyé a tu hermano. Por qué contigo sería diferente? No hay nada que reprocharle a un hombre enamorado. No tienes nada de qué avergonzarte... como no sea del video... Obviamente que demandaremos a ese tipo... ya no te preocupes!.__ Dijo sonriendo, luego tomó las manos de su hijo y vio las marcas en sus muñecas. Pero no dijo nada. Solo acarició su cara y alzó su barbilla para verle. Los ojos de Souichi se cerraban en llanto y un hilo de sangre corrió desde su nariz (*) contrastando con el palidecido rostro.
Tantos años de reprocharse a sí mismo, sin poder explicar sus sentimientos. Perdido entre su cuerpo, su corazón y la razón. Primero fue conveniencia, luego amistad, hasta llegar a convertirse en pertenencia de aquel a quien ya no se atrevería a abandonar. Expuesto ante su familia con todos sus oscuros secretos, tan desnuda su alma y lleno de errores, que no hay manera de soportar aquella vergüenza y dolor. Ni siquiera el gran amor de su amante puede darle fuerzas ahora.

  Afuera Morinaga se sentía desfallecer de repente. Al borde de los nervios no veía la hora en que se abriera esa enorme puerta de madera de roble y poder reconfortar a su afligido novio. Sabía que era una familia muy unida y de mente abierta, pero también habían cosas que eran muy difíciles de perdonar.

  Hasta que de pronto se escuchó un fuerte bullicio adentro y Takeda salió muy ofuscado:
__Soru, pronto llama una ambulancia!!__

Morinaga entró de golpe en la habitación apartando a todo el que podía para llegar a su amado.
__Qué pasó...? Senpai, que te pasa??__
__Se ha desmayado, la presión fue demasiado para él. Todo su cuerpo ha colapsado.__ explicó el padre muy angustiado.
...

Ya en el hospital atendían a Souichi de emergencia. Pusieron tubos en su cuerpo con bolsas de suero y sangre para parar la hemorragia. Y ahora duerme con sedantes y transfusiones.
Tomoe y Kanako salieron del laboratorio de sangre acomodándose la manga de sus camisas después de donar sangre para su hermano. Mientras su padre hablaba con el doctor que le atendió.
__Esto es el resultado de mucho tiempo de insomnio y mala alimentación. Aunado a los medicamentos y estrés... quizá después de su primer crisis se presentó algo de anemia y ahora se ha desarrollado una aplacia en su médula. Su cuerpo se esta autodestruyendo. Hacemos lo posible por estabilizarlo. Pero no creo que supere esto fácilmente.
Al escuchar las malas noticias Morinaga no pudo contenerse
__Esta diciendo que Senpai va a morir? Pero es un chico joven y ... debe haber algo doctor. Dígame qué podemos hacer. Haré lo que sea...!__
__Lo siento. Entre mas joven el paciente mas rápido avanza la enfermedad. El 80% de estos casos es fatal. Debieron traerlo antes. Además lo que le hizo colapsar así fue algo muy fuerte.__
Todos lloraban y se abrasaban. Algunos intentaban consolar a Morinaga. Otros a su padre. Morinaga se dirigió a la habitación, se pegó a Souichi y lloró. No le importaba nada ni nadie, solo quería morirse unido a él.
__Senpai. Todo es mi culpa. Si yo no hubiera aparecido en tu vida. Serías de nuevo un hombre fuerte y feliz.__
Tomoe se acercó a él llorando __ Es mas nuestra culpa. Él no encontró la confianza para decirnos como se sentía, nunca lo dejamos ser libre. Siempre fue el ejemplo de hermano mayor... un poco tirano y terco que no perdía el tiempo en enamorarse. __
__No... Yo soy el único responsable... él no quería...!__
Lloraba Morinaga mientras se aferraba al pecho del enfermo y escuchaba su débil latido.
__Él esta enamorado de tí. Morinaga San. Eso solo puede ser bueno__ Le dijo Kanako abrazando a Morinaga mientras sostenía la mano de su hermano.

...

Los días pasaban y Souichi se iba apagando y con él las ganas de vivir de Morinaga

__Senpai dime qué hago para que luches por sobrevivir... Te amo y me moriré contigo si dejas de existir.__

__No seas dramático. Ya demostraste que puedes vivir sin mi. Volverás a enamorarte y serás feliz al fin...__

__No seas tonto Senpai! No has entendido que eres mi razón de vivir?. Tadashi era un engaño para poder subsistir sin ti...__

Souichi inhaló por el respirador y acarició el rostro del muchacho que ya de tanto llorar no lloraba mas.

__Sabes por qué nunca estuve con nadie mas? Ni antes ni después de ti? Porque no lo necesité, porque nunca sentí con nadie ni la mas pequeña cosa que sentí contigo. Tú siempre serás especial. Naciste para mi. Te hicieron a mi medida. Me entiendes... Mori?__

__Si... Senpai. Por eso me enamoré de ti en cuanto te vi! Cierto? Estábamos destinados a estar juntos...Aunque me costó que lo entendieras__

__ Entonces serás mi legado. Mi memoria y todo mi trabajo... Deja de decir que morirás conmigo. Tú tienes mucho por hacer... Tú puedes vivir sin mi y... hasta volverás a enamorarte. Yo solo quiero terminar con esto que me quema el alma.__

__ No hables así...! Juro que me iré. Desapareceré de tu vida. Pero lucha por no morir. Por favor!__

__ ... y para qué querría yo eso? Mi vida sin tus estupideces. Que clase de vida sería?__

__Entonces porqué crees que yo sí podría? Si estuve con alguien fue porque creí... que ya no me querías... pero moría sin ti un poco cada día! ... Me iré en cuanto tú ya no estes. En esta o en otra vida te pertenezco. No quiero a nadie mas! __

__Morinaga. No seas idiota!. Prométeme que no lo harás... Kunihiro!! Kunihi...! Dónde esta el inútil de tu hermano?__

__No te muevas! Tranquilízate. No haré nada en tanto tú estes en este mundo__

__ Baka! Es que vas a chantajearme aún moribundo?__

__No es chantaje! Mi cuerpo se apaga con tu cuerpo. Lo olvidas? Tú lo dijiste... somos una ecuación probable...
(∂ + m) Ψ = 0) hasta la eternidad..
Lo que te pase a ti me afectará a mí y viceversa. Es ciencia pura, Souichi... Nada más...!__

  Morinaga apelaba al corazón científico de su amado... pero verlo en un hilo de vida hacía que el suyo quisiera apagarse con él.
Llorando por dentro solo atinaba a elevar miles de plegarias.

__"Dios mío... por favor no me lo quites... no me lo quites... te lo suplico... Tengo miedo. Dios! Tengo mucho miedo!"__

Los días que vinieron fueron una pesadilla sin fin.
El dolor en el cuerpo del enfermo era insoportable. Así que el tiempo que pasaba despierto era muy poco. Puesto que la morfina lo mantenía inconsciente la mayor parte del tiempo.
Esa mañana habían llevado a Souichi a su ultimo tratamiento con la esperanza de que su cuerpo respondiera a este. Consistía en resetear su médula cual computadora. Conectando al enfermo a un complejo sistema, se drenaría gran parte de su sangre, sustituyéndola por un liquido lleno de proteínas, para luego volver a inyectar su propia sangre y la de sus donantes.
  Algo bastante complicado y peligroso ya que que su corazón podría no soportar el proceso de cambio y todo acabaría en ese mismo momento.

  Morinaga esperaba deshecho por dentro, solo en el cuarto vacío, mientras miraba la camilla blanca donde solía estar el cuerpo de su amado. Un silencio sepulcral le helaba el alma, unido a la impotencia y la zozobra.

__Asi será si tú no vuelves. Este silencio y el vacío inmenso sin tus brazos, ni tu pelo, ya no veré tu hermoso rostro, ni esos ojos claros que tanto amo. No escucharé tu voz... ya no sentiré que respiro... no quedará nada para mí en este mundo...__

  Casi 24 horas después los enfermeros depositaban el cuerpo maltrecho de Souichi inconsciente en la camilla de su cuarto de hospital. Volvieron a entubarlo y le dejaron recostado de lado. Por los pliegues de su bata se veían los vendajes en su espalda y alguna pequeña mancha de sangre se asomaba por las gasas blancas.
Morinaga tomó sus manos con cuidado. Estaban heladas y su rostro muy pálido con una clara expresión de dolor. 
__Ahora todo depende de él. Solo queda esperar. __
Dijo una voz... no supo el afligido Morinaga si fue cerca o lejos. Solo entendió que ya nada mas podía hacerse. 

...

Souichi abrió un poco los ojos a la luz de la mañana. Trataba de recordar lo sucedido la noche anterior. Su memoria era confusa entre imágenes borrosas, con enfermeros y doctores punzando su cuerpo y reanimando su corazón. Y los rostros desesperados de sus seres queridos llorando y suplicando a su alrededor. Pero nada era tan aterrador como el leve recuerdo de aquel dolor insoportable que le hacía querer dejar este mundo y no sufrir el estallido de cada célula en su sangre.
Este recuerdo lo llenó de miedo al comprobar que aun quedan rasgos de ese dolor, aunque no sabe bien en donde.
Con temor movió un poco sus músculos adormecidos sintiendo alivio al ver que aún estaba entero. Brazos y piernas estaban ahi donde debían. Solo un enorme ardor en su espalda y algunos parches en su columna unido a unos largos catéteres de líquidos que sacaban y ponían sangre y suero a su organismo.
Siguió revisando su realidad, ahora en su entorno. Sintió algo de calor agradable y comprobó que cuatro brazos delgados le rodeaban por encima de las mantas. Delante de su cara estaba la cabellera abundante y castaña de su hermana Kanako. Y detrás de ella la de Tomoe, su hermano mediano. Ambos adheridos a él como si fueran bebés pegados a su madre.
Se veían rendidos, quizá habian pasado mas de dos noches desde que él tuvo aquella horrible crisis respiratoria.
Ahora bien, ya no tenía el respirador. Eso era bueno, esa cosa en su cara era demasiado molesto, aunque seguía teniendo náuseas. Un poco mareado logró enfocar de pie junto a la ventana la silueta de aquel a quien amaba tanto. Casi sin fuerza alzó su brazo amoratado por los tratamientos. vio como este corría a estrecharlo. Pero el cansancio le cerraba los ojos. Solo alcanzó a dedicarle una pequeña sonrisa antes de caer rendido de nuevo.

  Cada tanto el dolor le despertaba como un demonio hambriento de sufrimiento. Pero esta vez sintió un abrazo aun mas reconfortante. Se dió cuenta que el pecho de su amado era su almohada y sus brazos lo rodeaban por debajo de la cobija. Visiblemente rendido roncaba un poco sin llegar a ser molesto. Mirando su rostro tan calmado sintió una serenidad reparadora y olvidó por un momento su propia existencia, para concentrarse en la de él.
  Con timidez dejó sus dedos dibujar sus facciones como escaneando en su mente cada rasgo. Se estiró con dolor, pero solo un poco y alcanzó sus labios en un beso tierno y corto. Luego besó su cuello, y su mano recorrió su pecho bien marcado y varonil. Jugó un instante con la circunferencia de un pezón, pero se distrajo pronto con la línea que llevaba hasta su abdomen. Con una mezcla de inocencia y malicia abrió los últimos dos botones de la camisa. Y bajó su mano. Miró la cara del dormido y susurró en su oido

__Maldito bastardo... estas despierto... no?__
No hubo ninguna respuesta del chico, pero tampoco habían ya ronquidos.
Siguió explorando con su mano mas abajo dentro de la ropa del cuerpo dormido. Ni bien tocó dentro del boxer y ya notó la enorme erección que se producía en el hombre a su lado.

__Mirate... no estas dormido...!__
__ Mmmnn... Senpai. Estoy tan dormido que no me daré cuenta de lo que hagas. Si despierto dejarás de hacerlo. Quiero que sigas... Yo sé que en realidad estoy soñando__
Souichi lo miró y sintió cuando cosquillas en el cuerpo. Con una sonrisa picarona y mucho esfuerzo se recostó encima de Morinaga quien no contuvo el movimiento suave en sus caderas queriendo sentir el peso de su novio encima suyo, quien seguía palpando con su mano en forma traviesa e imprecisa.
__ No lo hago muy bien. No tengo fuerza no lo hago como tú...__
El hombre abajo de su cuerpo, le tomó suavemente del cabello y lo besó. Fue un beso largo mientras entremezclaba su lengua y su sabor con el de su amado enfermo. No era su habitual dulzura, sino que tenía un tanto el amargo de los medicamentos en su organismo. Pero era él. Vivo! hermoso y travieso, quien jugaba con la situación y el lugar equivocado, de forma sutil y clandestina. Nada mas sensual que su Senpai lacivo encendiendo sus ganas,  justo cuando menos se lo esperaba.
Con un leve movimiento Morinaga logró empatar sus miembros en la mano de su amado quien apenas tenia la fuerza para hacerlo, luego entrelazó sus dedos con los de él y comenzó el masaje rítmico y caliente. Con la otra mano acariciaba muy delicadamente el contorno de su espalda siguiendo los pliegues de los parches, hasta llegar donde tanto placer se daba. No necesitaba mirar para saber que ahi estaban los dos picaros hoyuelos al final de la columna dando paso a la deliciosa cueva de su trasero. Aun era bello este cuerpo a pesar del dolor y la desgracia. Solo un par de gemidos de su senpai en éxtasis fueron suficientes para fundirse ambos entre placer y consuelo. Ninguno tardó mucho en venirse. Fue algo extraño y dulce en medio de tanto dolor y tristeza.
__Este eres tú. Morinaga... mío! Siempre en celo... hasta en los momentos mas incómodos. No podría quererte de otra manera...__

Souichi cayó rendido encima de su amado. Con un bálsamo de besos en su maltrecho cuerpo y una sensación de alivio que lo dejó entrar poco a poco en un tranquilo y delicioso sueño.
__Que importa si no despierto... ya conocí la gloria en tus brazos...! No llores mas... Nunca te dejaré solo...! yo...Te... amo... Morinag...__

  Morinaga abrazó con fuerza a su guerrero. Esas palabras solo significaban que estaba luchando por él hasta en su último aliento.
Con sus lagrimas mojaba los cabellos claros de su amado llorando de felicidad, angustia y desconsuelo, todo al mismo tiempo.
Sus pensamientos eran confusos. En su interior solo continuaba repitiendo su desesperada oración al cielo:

__"Dios mío... por favor no me lo quites... no me lo quites... te lo suplico... Tengo miedo. Dios! Tengo mucho miedo!"__

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Los días y los meses pasaron en un lento sufrimiento y vigilia. Hasta que ya todo culminó, a pesar de lo que hagamos o no, el universo sigue su curso como debería.
Uno a uno los familiares y amigos se despidieron y fueron remontando a sus rutinas, tratando de asimilar los hechos y comprendiendo todo lo que habían sufrido aquellos dos hombres, cada uno desde su particular forma de aceptarse y amarse.

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  Esa fría tarde Morinaga pasó al templo como lo había hecho los últimos seis meses. Dejó varias ofrendas de velas y flores, dijo una oración y salió apresurado limpiando las lagrimas de sus ojos. La nieve caía copiosamente. Abrochó bien su abrigo y se acomodó la bufanda.

__ No crees que ya es tiempo de dejar de hacer esto. Esta helando!__
__ Hice una promesa y no pienso romperla__
__ Deberías entonces escoger mejor tus promesas! Baka! Esa estupidez nos va a matar!__ Dijo Souichi acercándose a él para calentarse.
__ Veamos! Puedo abrasarte para que entres en calor?__ Le dijo poniéndole su bufanda a su congelado novio, mientras veía el hilo de oro que colgaba de su cuello con sus iniciales escritas: <MxS> ...era mejor que un anillo de compromiso.
__ No!! aquí no!  Espera a que lleguemos a casa. Te haré calentarme toda la noche... grandísimo bobo!__

El chico alto sonrió y le siguió de cerca pensando:
__!Algunas cosas nunca cambiarán.!__
Pero mientras caminaban bajo la espesa nieve, Morinaga sin aviso estampó un beso apasionado en la boca de Senpai, quien no hizo mas que corresponder aquel delicioso beso. Luego echó a correr sonriendo con picardía.
__ El último es un huevo podrido!! __
Senpai sonrió sonrojado.
__ Será mejor que corras ... estas muerto Morinaga!! Me escuchaste?!...
Sé donde vives!__
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   La nieve cubrió las copas de los árboles y las calles de Nagoya. Esa noche los dos se amaron hasta caer rendidos, cada uno abrazando al otro. Cuidándose y amándose mutuamente, como si esa fuera su última noche, antes de entrar juntos silenciosamente a la inevitable eternidad.

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(*) Este hilo de sangre es por hemorragia interna de enfermedad. No tiene aquí la connotación japonesa de excitación sexual
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F I N

Gracias por leer y acompañarme a soñar con estos dos amados personajes.
De nuevo gracias!!
Hasta pronto!
(• ε •)