Kagome deseaba descanso, Koga era insaciable, pero salió de su interior cuando Sesshomaru alegó era su turno.

El peliplata se recostó, estiró una mano y la puso sobre su regazo en forma invertida, la hizo autopenetrarse y llevar un ritmo lento pero placentero en ambos, Koga tomó su polla y la puso frente a Kagome, quien no resistió y la metió en su boca disfrutando el extraño sabor.

–Joder, si que sabes usar la boca– halago el youkai lobo haciendo la cabeza hacia atrás.

Sesshomaru apretaba el trasero de Kagome y jugaba con aquel agujero que sabía dentro de muy poco ocuparía, sintió como lo apretaba más, luego ella se corrió y logró salir antes de llenarla, aun era pronto para bebés, debían disfrutarla al máximo.

La dejaron arropada y mientras dormía limpiaron su cuerpo, se vistieron y Koga salió a una tienda que abría todo el día para comprar provisiones y algún dulce para la azabache.

***

El miedo y preocupación se veía en cada persona que estaba presente en la casa de Naomi, Naraku hablaba con la policía y los tres amigos se encontraban de brazos cruzados.

Sango lloraba diciendo que debió insistir más en que durmiera con ella, así estaría ahora alistandose para la boda, la cual habían cancelado y así todos ayudaban a dar con el paradero de Kagome.

–Seguro que no se irá– susurró Koga mientras los demás calman a la madre de su chica– estaremos en muy serios problemas si ella...

–Dudo mucho que desee irse luego de una noche así– debatió Bankotsu tomando su celular, tenía una llamada– con permiso.

Sesshomaru no decía o hacia nada, solo miraba con odio a Naraku, el cual comenzaba a fastidiarse y se levantó encarandolo, se acercaron amenazantes y Koga trato de separarlos, pero entendía que el youkai lo hacía para que dejasen de sospechar de ellos, estaban en la mira ya que el ojicarmin no les caía bien del todo.

–Lárgate Taisho, ella siquiera y te quería más allá que como amigo– le gritó limpiando la sangre de su labio.

–Quizá, pero no podría follarla pensando en su hermana– le susurró cerca del oído antes de salir azotando la puerta, Koga se disculpo con Naomi y salió de allí triunfante, Sesshomaru había golpeado a Naraku tal cual él deseaba hacerlo.

Subieron al auto y fueron a aquella casa donde los esperaba Kagome, habían comprado ropa así que problemas no tendría, esos cuatro meses fueron muy bien usados, prepararon todo, incluso por si llegaba a pescar algún resfrío.

Bankotsu iba tras ellos en su auto, aun respondía la llamada pero no se perdería los detalles de aquella pelea, necesitaba burlarse en su momento del ojicarmin, quien estaba en desesperación total al no ver a Kagome.

Los tres entraron sintiendo el exquisito aroma de comida, fueron hasta la cocina y quedaron perplejos ante la vestimenta que llevaba, un vestido estilo Chino color rojo burdeo, con detalles dorados, una liga en su pierna derecha y el cabello suelto.

–¿Ese cuando lo escogimos?– preguntó Sesshomaru alzando una ceja y acomodando sus pantalones a la altura de su pene– no lo recuerdo.

–Recuerda que ella también le compro ropa– habló Koga tratando de no saltar sobre la azabache– joder, deseo comerla a ella antes del almuerzo.

–¡Ni hablar, nos aguantamos!– gritó Bankotsu llamando la atención de Kagome, quien se sonrojó y comenzó a mover la cuchara delante de ella– oigan, mañana tengo trabajo, ni se les ocurra embarazarla.

–Claro que no idiota– tomaron asiento y Kagome les sirvió recibiendo una nalgada por parte de cada uno.

Kagome se puso frente a ellos, pegó la mirada al plato y prefirió ignorar las miradas de lujuria que tenían, cada uno deborandola y desnudandola en sus mentes, se sintió húmeda al pensar en hacerlo nuevamente con los tres al mismo tiempo, Sesshomaru respiró profundo disfrutando el dulce aroma que ella desprendía, Koga dejó de comer y presto atención a cada gesto, Bankotsu en cambio se dio cuenta de su excitacion al ver a ambos youkai respirar agitados.

–Gracias por la comida– dijo el mercenario limpiando la comisura de sus labios y levantándose, fue hasta Kagome y le ayudó a ponerse en pie– ¿Quien comenzará esta vez?

Los cuatro subieron al cuarto, Sesshomaru besaba los delgados labios pintados en rosa y Koga cerraba la puerta.

Como Bankotsu había comenzado el día anterior, Sesshomaru dijo que el lobo sería primero, Koga se recostó en la cama y Kagome, a quien no le permitieron quitarse el vestido, se subió gimiendo al sentir como entraba perfectamente en ella, Sesshomaru espero un poco antes de apoyar una mano sobre la espalda de la azabache y hacer que su trasero quedase expuesto.

–Sessh...espera– dijo mirando atrás pero no fue escuchada, se aferró con fuerza a los hombros de Koga y el grito que se escuchó preocupo a todos, el peliplata se iba a detener, pero ella movió sus caderas para que entrara un poco más– ¡no te detengas!

–¿Segura?– al verla asentir comenzó a moverse despacio hasta que pudo meterlo completamente, Bankotsu uso su boca y los gemidos que lograban salir de ella les encantaban.

Koga y Sesshomaru se movieron más rápido, Bankotsu la tomó de la nuca y las uñas de Kagome se enterraron en las piernas del moreno, la sensación de estar llena le fascinaba, su mente pedía más y más de ellos, siquiera se detuvo a pensar que a esta hora debía estar en el altar, tomando las manos de Naraku para decir sus votos matrimoniales.

Se movía a la par de las embestidas, ya el dolor había quedado atrás, se dispuso a disfrutar las sensaciones que hacían a su cuerpo vibrar, sus pezones se pusieron duros pidiendo ser atendidos, Sesshomaru los tomó y Koga fue quien sintió el placer de su orgasmo.

–Di que te gusta lo que hacemos– le susurró Sesshomaru pasando la lengua por el oído de la azabache y la escucho gemir– grita Kagome, hazlo.

Bankotsu sacó su pene de la boca y comenzó a mover su mano rápidamente al escucharla gritar entusiasmada el nombre de los tres mientras era llenada y el mercenario se corría sobre ella.

La dejaron descansar luego de darle una pastilla para evitar quedase embarazada, su otra confidente les había conseguido aquellas para evitar embarazos de youkai, así que los efectos eran mejor.

Uno a uno se dieron un corto baño y bajaron para ayudarle a limpiar, cuando estuvo listo sirvieron Whisky y tomaron asiento revisando los mensajes, Naomi pedía que si llegaban a saber algo de su hija le dijeran, Koga sintió pena por la pobre mujer, pero en algún momento entendería que lo hicieron por el bien de su hija.

–Allá afuera es un caos– vieron entrar a Sango, quien llevaba una bolsa con comida y otra con más ropa– ¿si están seguro que todo esto funcionara, verdad?

–Claro que si– Bankotsu se levantó tirando su celular contra el sillón– todo esta perfectamente planeado, nada saldrá mal.

–Eso dicen y luego las cosas salen mal– la castaña dejó todo en la mesa y le quitó el vaso con Whisky a Koga– Solo ustedes pueden obligarme a secuestrar a mi amiga.

–Te recuerdo que tampoco deseabas la boda– respondió Sesshomaru mirándola y recibiendo una mirada asesina– además, ese idiota se rendirá, preferirá irse.

Los otros tres presentes lo miraron alzando una ceja, ¿como es que siempre se mantenía sereno? Y lo que les dejaba aun más preocupados, es que solía tener razón la mayor parte del tiempo.