"La batalla contra Naraku era difícil, llevaban varios intentos que pudieron terminar esta batalla, pero de algún modo el híbrido podía salvarse y seguir dando pelea.

En uno de los ataques a Kagome logró ponerle veneno, uno imperceptible que poco a poco iría llegando a su corazón hasta que la matará, quizá no hoy ni en un mes, podrían pasar años, pero ella moriría, le quitaría la felicidad a todos así como ellos se la quitaron a él al tener que matar a Kikyo.

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Naraku pensó que moriría, pero de algún modo terminó en el tiempo de Kagome, específicamente cinco años antes que ella lograra entrar al pozo, y no era el único, todos estaban allí al parecer.

Desde lejos fue observando como ella mostraba sentimientos por Sesshomaru, Koga y Bankotsu, pensando que podía usarla para tener la perla, ya que ella no tenía recuerdos de su vida anterior se acercó poco a poco, pero a medida que pasaba sus días hablando con ella se enamoró, y si, aun codicia la dichosa perla, pero solo con un fin, poder borrar de la existencia a todo quien se interponga en su vida feliz con Kagome.

Como en esta vida Kikyo nació como su hermana, pero ella conserva sus recuerdos pidió su ayuda, por que ella anhelaba tener el corazón de Inuyasha nuevamente, deseaba tener ese amor que le fue arrebatado en el Sengoku, así que idearon un plan, uno donde después de casarse los tres volverían al Sengoku, buscarían la perla y pedirían un deseo en conjunto, pero todo se fue al carajo cuando secuestraron a Kagome."

El de ojos carmín miraba el vaso en sus manos, había pasado tantos años ideando el plan perfecto, como ser feliz con Kagome, no la dejaría recuperar sus recuerdos, por que eso significaría que lo odiara, no podría soportar eso.

Pero nunca nada podía salir bien y esos tres idiotas se habían interpuesto, enojado, tiró el vaso contra la pared, se descontroló y sus tentáculos salieron rompiendo todo a su paso, dejó que la ira lo envolviera hasta que sintió la presencia de la perla, estaba aquí, podría obtenerla y ser feliz.

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Koga y Sesshomaru tenían a Inuyasha amarrado con cadenas, su sangre youkai estaba descontrolada, sus ojos estaban totalmente rojos, sus colmillos alargados y uñas también.

–Debemos resolverlo pronto– habló Koga revolviendo su cabello, sintió una presencia conocida, era la perla, él la conocía muy bien al haber usado los fragmentos tanto tiempo– Sesshomaru, la perla...ya esta aquí.

–¿Que?– el youkai no sentía nada, trató de concentrarse y sentir algo por mínimo que fuera, pero nada, al no estar jamás interesado y no tener mayor contacto con esta, no podía saberlo– ¿Estas seguro?

–Completamente, debemos irnos– sacó su celular y llamó a Ginta y Hakkaku, quienes llegaron unos minutos después– se quedan aquí, si se libera denle este sedante, es efectivo en youkai's puros.

Ambos asintieron, luego Koga y Sesshomaru se fueron, el youkai lobo se fue corriendo y el youkai perro usó su forma de Yako para irse, ya en el aire sintió el aroma de Kagome, se tranquilizó al sentirla bien, pero debía apresurarse y estar completamente seguro de aquello.

Llegaron al antiguo templo Higurashi, no eran los únicos allí, Naraku también había llegado, los tres se miraron antes de subir las enormes escaleras de dos en dos hasta la cima, donde vieron a Kagome, Kagura, Shippo y Kirara, todos frente al gran árbol.

–Kagome– llamó Sesshomaru, ella lo miró y sintió enormes ganas de llorar, corrió para sentir sus brazos rodearla y también a Koga– estas aquí, estas bien.

–Si, no me pasó nada– los miró sonriente hasta que su vista se topó con la de Naraku– tú...

–Por favor, déjame explicarte– pidió el pelinegro queriendo acercarse pero Koga se interpuso y también sintió el filo de una daga en su cuello, se giró un poco viendo a un agitado y malherido Bankotsu– déjenme hablar con ella.

–Si dirás algo será aquí, frente a todos– respondió Bankotsu– y mucho cuidado, esta daga esta impregnada en veneno contra youkai's e híbridos.

–Ban, déjalo– pidió Kagome tocando el brazo del mercenario– si intenta algo los llamaré.

Naraku agradeció que le permitiera hablar, ambos se alejaron hasta llegar a la antigua bodega que su abuelo siempre limpiaba, sonrió con nostalgia antes de poner una mano sobre la puerta ya maltratada.

–¿Por qué?– dijo ella al borde de las lágrimas– pusiste veneno en mi, morí sin tener una linda familia y ahora trataste de casarte conmigo, ¿por qué?

–Si yo no podía ser feliz, no quería que tu lo fueras– respondió evitando su mirada– pero cuando creí estar muerto, me encontré aquí, te veía de lejos, una niña que volvió a nacer, creí poder usarte pero me enamoré.

Kagome sintió un extraño sentimiento, ella no lo amaba, mucho menos ahora que había recuperado todos los recuerdos, por su culpa no tuvo una vida feliz, por él había dejado a Shippo tantos años solo.

Naraku vio el dolor en la mirada ajena, eso era justamente lo que deseaba evitar, todo esto era culpa de esos tres idiotas que se la habían quitado, si lograba quitarle la perla, podría pedir su deseo, volverían a ser felices.

–Por favor, déjame demostrar cuanto te amo– estiró su mano hacia ella, quien no entendía nada– si me das la perla, haré un mundo mejor para los dos.

–No puedo...– aferra la perla más a ella y retrocede un poco, de lejos, todos quedan alerta en caso de cualquier cosa– eliminarás a todos para que estemos juntos, eso no puedo permitirlo.

–Es por nosotros– decía acercándose para tomarla de los hombros y darle una sonrisa algo siniestra– nadie nos va a separar.

Sesshomaru y Koga se acercaron rápidamente para alejarla de él, Naraku al ver sus intenciones hizo salir sus tentáculos para alejarlos, Kagome se preocupó y formó una esfera de energía espiritual para luego golpear a Naraku con ella.

Apenas se alejó salió corriendo, debía evitar a toda costa que tuviera la perla, faltaba muy poco para llegar con todos, pero sintió uno de esos tentáculos tomar su pie y arrastrarla nuevamente junto al ojicarmin.

–No me quitaran mi felicidad otra vez– hablaba a medida que dejaba a Kagome sin aire, cuando la vio desmayada tomó la perla sonriente, había ganado– un mundo donde ustedes no estarán y ella perderá sus recuerdos.