Esa misma mañana, después de el declive de lort Voldemor todos se encontraban sentados en lo que eran ya las ruinas de el gran comedor, o al menos la mayor parte de los que combatieron valientemente por defender el colegio -Así que padre......- comenzó a decir un chico de cabellera rubia y ojos miel mirando detenidamente la entrada del salón -le dirás a mi mamá que se case contigo ¿no son muy jóvenes?- la mirada de aquel joven a su padre, un chico de aparentemente la misma edad de cabellera también rubia y ojos grises, quien lo miraba de soslayó sin ninguna reacción exagerada mas que una simple sonrisa de lado que dejaba ver que eso no le importaba en lo mas mínimo, puesto que ya habían enfrentado demasiadas cosas, incluso "la muerte" de su amada, — aunque solo fuese por un leve instante — no cometería el error de alejarse de ella, además ¿que importaba la edad? Es decir, ya tenia dos hijos con ella ¿porque esperar a ser grandes para proponerle matrimonio a la mujer es indispensable en su vida.

Por la mirada de aquí chico de ojos miel parecia no convencerle tanto esa idea, si, amaba a sus padres, pero amaba aun mas a su mamá, y a pesar de que la persona que le propusiera matrimonio fuera su padre no podia evitar sentir celos, sin contar que con lo ocurrido con su abuelo Snape no creía conveniente proponerle matrimonio, en cambio, su hermana, la joven que se encontraba del otro lado de su padre —una chica de cabellera castaña y ojos perfectamente grises — parecía estar mas que alegre por la noticia

-pues yo pienso que es muy romántico papi- dijo ella con una gran sonrisa.
Lo que hizo pensar a draco un momento, ¿estara haciendo bien en proponerle matrimonio después de la muerte de su padre?