La vida había transcurrido con normalidad, luego de nuestra boda, vino nuestra luna de miel, Ray me llevó a distintos lugares para viajar, realmente lo amaba, además de ayudarme a cumplir mis sueños.

¿Chris?

Al final pude reconciliarme con el, Ray tenía razón debía de darle tiempo, al parecer el sentía un tanto de romanticismo por mí, pero no podía corresponderle, al final nos felicitó a mi y a su hermano por la boda.

Mis hermanos...

Ellos también están muy bien, Phil se hizo muy buen amigo de Chris y se reencontró con su preciada "hermana" Emma. Habían pasado tanto tiempo lejos, también quedó maravillado con el parche de la joven.

Mientras tanto con Emma y Norman, creo que todo va bien entre ellos, como debía de suceder Norman heredó el título de emperador y junto a su mano derecha Ray, brindaron armonía al imperio de Elianis, luego de muchas discusiones en tratados Norman pudo comprometerse con Emma. Aunque claro al final quien tiene el poder absoluto es el emperador.

Aunque Emma se ve bastante feliz por eso, el pueblo no se queja ya que ella es bastante apreciada por sus logros en las distintas guerras y frentes, además de su sobrenatural fuerza.

El pueblo vivió feliz y todos también...

¿Eh? ¿Qué querías saber de mi?

Oh vaya, esta bien.

-¡hey Gillian! No comas así los dulces- regañe a la pequeña niña.

-¡Thoma, regresa!- escuche la voz de Gilda correteando a un niño.

-si que es difícil- sonreí.

-lo es- carcajeo y cuando vio a su hijo treparse a un árbol corrió a sacarlo de ahí.

-jajaja- un pequeño azabache correteaba cerca mío.

-Ray, controla a Adam- lo regañe y el cargó a el niño pequeño.

-¿por qué no están tranquilos como Conny?- gire mi vista a verla y no la encontré en su asiento- ¿¡Conny!?

La comencé a buscar con la mirada y Ray me señaló hacia Emma que cargaba a la pequeña con solo sus manos en su torso haciéndola como que vuela.

-vamos a volar Conny ¡a volar!- la alzaba y la pequeña rubia reía.

-al menos me hubieras avisado que la tendrías, me asuste mucho- suspiré tranquila acercándome a las dos, la recién casada y mi hija menor.

-lo siento- la bajó y Conny tomo mi mano- pero se veía tan dulce- apretó sus cachetes- espero estén disfrutando.

-claro que si, Ray no lo dice pero esta feliz de volver a ver a Norman luego de mucho tiempo con sus labores- reí y la pelinaranja también lo hizo.

-se le ve entusiasmado al joven emo- recordó como antes le decía, vaya, me llenó de varias memorias.

-tengo que seguir saludando a los demás invitados, que tedioso ¿cómo pudiste con todo?- solo alze los hombros sin saber que responder y nos despedimos, regresando a nuestros lugares.

[...]

Entonces llegó a ocurrir... Aunque... Ya lo sabíamos...

-lo siento tanto- sonreí como pude a mi esposo e hijos.

-no... Yo lo siento, nunca pude encontrar una solución- agarró mi mano apretandola suavemente, sentí su calidez abordarme.

-esta bien, al menos la pasamos juntos- abrace a los cuatro- ¿chicos, podrían dejarme sola con su padre?

Los niños asintieron y salieron de la habitación dejandome con Ray.

-este es el fin de mi mundo, mi tan pequeño mundo, pero al mismo tiempo tan vasto, fue bonito tener una buena vida mientras duró... Junto a ti y los niños...- tenía que sonreír, tenía que sonreír, no podía llorar... No ahora.

-¿quieres ir a otro lugar que no sea esta odiosa cama que te mantenía cautiva?- trato de bromear aún en este momento difícil el quería verme reír y lo logró.

-llévame al invernadero, por favor- el sonrió y me cargo con los niños siguiendonos por detrás, el invernadero seguía siendo hermoso y los pequeños miraban maravillados, pues no los dejaban entrar mucho aquí.

-aquí estas, este lugar lo construí hace varios años para ti- me quedó mirando fijamente comencé a reír, era verdad, lo recordaba.

-Ray...- vi como los niños se ponían a jugar entre todas las flores y luego lo mire- si fuera el fin del mundo... ¿Dónde elegirías estar?... ¿Entrarias en pánico y te esconderias? ¿O correrías por tu vida?... ¿O elegirías estar a mi lado?- con cada palabra mi voz se comenzaba a quebrar, sabía la respuesta pero quería escucharla de él- si tan solo... Tuviera al menos cinco minutos más de vida... Con solo eso... ¿Yo podría... hacerte feliz?

-ya...- jadeo, quería llorar pero se aguantaba- tu sabes la respuesta, obviamente... Me quedaría contigo, en cualquier situación, si se destruye el mundo o si lo invaden seres extraños, me quedaría aquí, con tu sola existencia estoy feliz- tomo mis manos y se aferro a ellas.

-... Oh, te amo tanto ¿me seguirás amando en una próxima vida?- asintió ya con los ojos derramando lágrimas- yo también, no te olvides de buscarme... ¿Sabes? Desearía una vida más sencilla con libertad de amarnos como queramos, el cálido sol y el viento en nuestras caras...

-yo también...- se quedó un rato en silencio- dejame besarte una última vez...- asentí y se fue acercando a mi, dando así nuestra última muestra de amor.

-... No... No me quiero morir aún- llore, que injusto que pase ahora cuando soy mas feliz, realmente no me siento tan bendecida ¿para que tengo este poder, si no puedo salvarme?- no quiero... Quiero seguir a sus lados... No me olvides...

-tampoco quiero que te vayas, no te voy a olvidar ¡no te quiero olvidar! Maldición...- agachó la mirada y sollozo al igual que yo...

Que terrible, me siento más cansada que antes...

-ahh-dije y suspiré, todo era más pesado, viendo eso Ray llamó a los niños y todos nos rodearon, los sirvientes cercanos asustados vinieron también.

-este es mi último suspiro al parecer... Pero, me gustaría agradecer... A... Todos, por darme esta maravillosa vida... Fui tan feliz...- sonreí, aunque no quería irme no podía evitarlo, no olvidare a Norman y Emma que me llevaron a distintos lugares, no olvidaré a Don y Gilda que me enseñaron distintas cosas de la vida, no olvidaré a Ray quien me enseñó lo que era amar...

Y de pronto mis ojos pesaban, al menos fui feliz...

...

-¡¡mamá!!- gritaron los más pequeños- no duermas, despierta por favor ¡despierta!- sollozo la más pequeña, Conny.

Gillian movía a su madre tratando de que abriera sus ojos como cada mañana, pero era inútil, Adam se aferraba a su padre.

Todo lo demás, fue un sendero lleno de lágrimas. El hombre de hebras negras se aferraba al cuerpo inerte de quien una vez amo pidiendo entre lamentos que aún despertará, porque aún no perdía esperanzas que su amada fuera perdonada de aquel pecado el cual fue simplemente salvar una vida.

-te encontraré en la otra vida, por favor... Esperame- susurró mientras que las gotas saladas aún bajaban de sus mejillas.

[...]

-no hay que llorar solo el tiempo nos puede encontrar, en un mañana que está por llegar...- un persona cantaba en la cima de un gran edificio.

-¿qué haces aquí?- se acercó alguien más alto desde atrás.

-creo que... Estaba recordando algo, pero ahora mismo... No recuerdo el que- suspiro.

-¿y esa canción? No la recuerdo.

-yo... No lo sé, solo me llego a mi mente, como si la conociera de mucho tiempo y... Cada vez que viene a mi mente es como si la nostalgia me invadiera- tomo su cara con sus manos.

-esta bien, tal vez no sea nada- acarició sus hombros tratando de calmarla.

-si, no es nada...- entrecerro sus ojos y se dejó de apoyar en el barandal.

Aquella azotea en las que sólo yacían dos personas.

Fin.

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Saben, pueden tomar la última escena como quieran, tenía una idea pero si la ponía quedaría en suspenso y tendría que crear una segunda parte XD.

Entonces... Bueno, escuchar the end of the world de Billie Eilish mientras escribía no era buena idea :'u. Gracias a todos por acompañarme en esta gran obra, tal como con Love effect, "todo tiene su final, nada dura para siempre~" tenía que terminar y ese momento llegó.

Muchas gracias a todos por apoyar este fic, enserio, lloramos, reimos y nos enfurecimos pero, al final lo disfrutamos, gracias.