-Todo el pueblo habla de la inauguración –Roberto miraba a Elena con una sonrisa –Y del cambio que le has dado al bar 

-Aquí no suelen ocurrir muchas cosas –Ella rió mientras aparcaba el auto en la puerta de su nuevo negocio.  El Shalam –Seguramente Marcos las tendrá nerviosa con todos los preparativos

-Elena –Roberto señalo con la cabeza al otro lado de la calle, ella salio del auto y miro en aquella dirección.  Sus ojos se encontraron con los de su madre, la estaba mirando con tristeza desde el otro lado.  Cerro su coche y se dirigió al bar ignorando la mirada clavada en ella  -¿No piensas hablar con ella?

-No tengo nada que hablar con ella –Elena abrió la puerta del bar e ingresó al interior, Roberto hecho una ultima ojeada a aquella mujer y la siguió al interior

-¡Eso allí! –Marcos señalaba a uno de los trabajadores donde colocar los taburetes, se giro y salio corriendo hacia Elena para abrazarla -¡¿Qué te parece?! ¡¿A que quedo genial?!

-Tranquilízate un poco –Elena rió mirando a su alrededor –Vas a volver locas a las chicas

-Ya estamos locas –Vanesa negó con la cabeza y suspiro

-He perfeccionado el baile que me enseñaste –Violeta se paro ante Elena moviendo las caderas -¿Qué te parece?

-Lo haces genial –Ella asintió

-La verdad es que parece otro –Roberto miro el bar asombrado, jamás pensó que aquel lugar pudiera parecer tan sensual 

-Tengo noticias para ti –Ariadna se paro en la puerta que comunicaba la casa con el bar y miro a Elena –Entra

-Siempre estoy interesada en noticias frescas –Elena asintió y entro a la casa de Ariadna, la casa en la que ella había vivido después de ser expulsada de la suya.  No había cambiado nada, se sentó en el sillón de la sala y espero a que ella hablara -¿Y bien?

-Me dijiste que si averiguaba algo de Oscar te lo dijera –Ariadna la observo sonriente –Vendrá esta noche a la inauguración.  Es amigo de Paúl, el chico que nos trae los licores y vendrán juntos. Quizás te interese

-Mas de lo que crees –Elena sonrió, esta noche Oscar se llevaría una gran sorpresa

-¿Qué piensas hacer? –Ariadna frunció el ceño

-Esta noche una bailarina exótica hará su presentación especial para la inauguración, algo especial –Elena sonrió complacida

-¿Una bailarina exótica? –Ariadna la observo sorprendida -¿Tu?

-Yo –Elena se levanto de su asiento

                                   *******A las once de la noche******

-Hola guapos –Vanesa se acerco a Oscar y Paúl sonrientes -¿Qué os pongo?

-Dos cervezas preciosa –Paúl sonrió

-No debería haber venido –Oscar negó con la cabeza –A mi estos sitios no me gustan

-¿No me dirás que quieres irte? –Paúl suspiro –Acabamos de llegar

-De aquí no se va nadie –Vanesa les dejo las bebidas -¿Os vais a perder a la bailarina exótica?

-¿Qué bailarina? –Oscar frunció el ceño -¿Las chicas?

-No, es una especial –Vanesa le guiño un ojo –Quédate y la veras

Y una hora mas tarde, a las doce en punto, las luces del bar se apagaron dejando solo encendido el escenario, con reflejos blancos.   La música árabe comenzó a sonar por todo el local y todos expectantes fijaron su vista en el lugar, adornado con sedas.

Oscar permaneció atento al lugar, algo en aquel ambiente le llamaba la atención y cuando la vio aparecer supo que era ella.  Una mujer morena con una larga melena suelta, ataviada con una preciosa falda blanca de sedas transparentes y un cinturón de brillos, un sujetador de lentejuelas blancas con mangas de seda transparente que se abrían a mitad de sus brazos.  Sus pies estaban descalzos, solo adornados por pulseras hermosas con brillos .  Subió la mirada a su rostro pero solo pudo ver sus carnosos labios brillando, su rostro estaba cubierto por un antifaz blanco, tambien con lentejuelas y alguna plumas en la parte superior.  Las largas pestañas de sus penetrante ojos sobresalían sobre el antifaz dándole un aire sensual. 

Cuando aquella bailarina comenzó a mover sus brazos sensualmente, siguiendo el movimiento con sus caderas, Oscar se perdió en su cuerpo.  Sus manos subían y bajaban sensualmente, sus piernas elevaban la falda mostrando su sedosa piel, su cadera se balanceaba deseando a cualquier hombre estar sentado bajo ella y su preciosa melena se movía sobre la espalda, brillando ante la luz .

-Daría lo que fuera por tener una noche a esa mujer en mi cama –Paúl sonrió mirándola, frunció el ceño y miro a su amigo -¿Te esta mirando?

-Si, me esta mirando –Oscar le sostuvo la mirada mientras ella bailaba, era espectacular ver esa mirada sensual, explosiva, ardiente.

El baile acabo cuando la música fue disminuyendo y ella se dejo caer al suelo sensualmente y termino tumbada con la melena esparcida por el suelo.   Se incorporo despacio y asintió hacia el publico agradeciendo los aplausos, fijo la vista en Oscar y le sonrió sensualmente.

-Tío, le gustas –Paúl sonrió divertido -¿A que esperas? ¿Una invitación?

-Parece que a nuestra bailarina le gustas –Violeta se paro ante la mesa y guiño un ojo a Oscar –Te espera en el camerino, ya sabes donde

-Ahí esta la invitación –Asombrado Paúl miro a su amigo –Venga, ve

-Esta bien –Oscar asintió y se levanto de su lugar, atravesó el bar y entro por la puerta que ponía, PRIVADO, camino por el oscuro pasillo hasta pararse frente a la puerta que era el camerino.  Toco dos veces pero nadie contesto, abrió la puerta despacio y se asomo.   Allí estaba ella, sentada espalda a el y mirándole por el reflejo del espejo, aun llevaba el antifaz, se aventuro a entrar y cerro la puerta -¿Querías verme?

No hubo respuesta, solo se levanto y camino hacia el, se paro cerca y sonrió, extendió la mano y la paso por su mandíbula mientras se mojaba los labios.  Paseo alrededor de Oscar, dejando que su mano acariciara su espalda y hombros, se paro de nuevo ante el dejando la mano en su pecho

-¿Quién eres? –Oscar la miraba de forma profunda -¿Qué es lo que quieres?

De nuevo ella paso la lengua por sus labios, se acerco aun mas y después de sonreír paso la lengua por los labios de el, lo tentó mordiendo su labio inferior.  Y Oscar se rindió a su sensualidad, aprisiono su boca y la beso con furor, con deseo.  Cuando ella se aparto el triunfo brillo en sus ojos.

-Me gustan los hombres que no se dejan dominar –Elena hablo en su oído y al oír su voz el se puso tenso.  Con una sonrisa ella se alejo y llevo las manos a su rostro para quitarse el antifaz, lo dejo caer al suelo y lo miro a la cara.

-¿A que estas jugando? –La mirada de Oscar se oscureció

-Uno no juega, si los dos no quieren –Elena sonrió altiva, dio un paso hacia el y acerco su rostro –Tu has venido hasta mi, tu has besado mis labios –volvió a pasar la lengua por los labios de el y de nuevo le mordió el labio inferior –Tu deseas mis besos –y el se lo demostró.  Aprisiono su boca en un beso salvaje, ella paso las manos por su pecho y las detuvo cerca de sus hombros, jugo con su lengua sensualmente y noto como un gruñido salía de la garganta de el.  Si darse cuenta Oscar había colocado la mano en la parte baja de la espalda de ella, que estaba desnuda, ese tacto hizo que su cuerpo reaccionara y su excitación se hizo evidente en su pantalón.

-Basta –Oscar se aparto y la alejo agarrándola del brazo –No tendrás lo que quieres

-No parezco yo la que quiere algo –Elena miro el abultado pantalón de el y sonrió

-Eres el mismísimo diablo –Oscar la agarro fuertemente del brazo mientras la miraba a los ojos

-Quizás salí del infierno solo para tentarte –Elena se mordió el labio sensualmente –A veces es bueno dejarse llevar por las malas tentaciones

-¿Eso es lo que tu has hecho? –Oscar frunció el ceño –Según dicen la dulce Luz no se parece en nada a la Doña

-Eso es porque la dulce Luz ya no existe –Elena le sostenía la mirada mientras con la mano libre acariciaba su brazo sensualmente –¿No quieres conocer a la pasional Elena? –libero su brazo y se acerco a su oído -¿A la temperamental Doña?

-¿Quién era la que estaba bailando? –El inspiro aire profundamente -¿La Doña? ¿O Elena?

-tendrás que averiguarlo por ti mismo –Elena acerco sus labios y deposito un suave beso en los de el

-No creo que quiera hacerlo –Oscar se alejo de ella y rápidamente salio de la habitación dando un portazo

-Tu cuerpo no dice lo mismo –Elena sonrió triunfal –Oscar

-¡¿Quién era ese bombón que acaba de salir de aquí?! –Marcos entro a la habitación y cerro la puerta tras el

-Esa es mi presa –Elena giro para mirarse al espejo –Y pronto la Doña le habrá cazado

-Eso depende de cómo se mire –Marcos se sentó en uno de los sillones al otro lado –Si lo que le ha vuelto loco es el baile de esta noche, la doña no tiene que ver con ello

¿Quién era la que bailaba? ¿La doña? ¿O Elena?

Lo extraño es que ella había comenzado a ser La Doña desde que llego a ese pueblo y Elena cuando comenzó su etapa como modelo  ¿Bailando? Bailando era Luz, la chica tímida que había aprendido a sobrevivir y a enfrentar la vida.   Esa noche había vuelto a bailar como Luz, había seducido a Oscar con el antifaz, como Elena y finalmente se había comportado como La Doña. 

¿Podía ser tres mujeres al mismo tiempo?

Y OSCAR NO PUDO RESISTIRSE A PROBAR LOS LABIOS DE ESA MUJER QUE LE TIENTA CONTINUAMENTE, PERO AUN NO SABE LO QUE LE ESPERA    CUIDADO CON LEONARDO, NO PUEDE IDEAR NADA BUENO PERO ELENA LE HARA FRENTE, ELLA ES LA DOÑA    

OS DEJO UNA FOTO DE OSCAR,