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Capitulo 37; Un caballo en un aeropuerto ¿FIN?

-¿Embarazada? –Lucia miraba a Elena sorprendida -¿Vas a tener un bebe?

-Si –Dafne suspiro –Voy a ser madre

-Deberías estar feliz –La chica sonrió ampliamente -¿Quién es el padre?

-Oscar –Los ojos de ella se inundaron de lagrimas –Oscar Barquero

-Oscar –ella asintió sonriente, entonces se quedo quieta y sus ojos se abrieron -¿Cómo has dicho?

-Lucia –Roberto se paro en la puerta mirando a ambas -¿puedes salir un momento? Necesito hablar a solas con Elena

-Claro –Ella se levanto de la cama y salio de la habitación

-¿Ocurre algo? –Elena lo miro de reojo

-Gonzalo Barquero murió anoche –Roberto se sentó a su lado –Le entierran en una hora, sus hijos, son sus herederos

-Ya lo sabe todo el mundo –Elena cerro los ojos –Oscar Barquero

-Tranquila –Roberto acaricio su mejilla despacio –Todo va a estar bien

-¿Bien? ¿Qué es bien? –Y las lagrimas salieron de sus ojos –Voy a tener un hijo de un barquero –abrió los ojos y observo a Roberto –No estas sorprendido ¿Lo sabias?

-Sabia que te ocurría algo –El suspiro –Cuando te fuiste de la casa entre al baño, pasaste casi una hora allí –negó con la cabeza –Llegue a pensar que era tu herida, pero entonces encontré los test

-Supongo que debería enfadarme, pero no tengo fuerzas para eso –Elena lo miro con tristeza

-Pero yo si –Roberto sonrió –Las tengo por ti y por ese pequeño que viene en camino –le tomo de la barbilla –Todo se ha acabado, Gonzalo esta muerto  ¿Qué quieres hacer?

-Quiero ser feliz, quiero olvidar todo esto –Elena frunció el ceño –Quiero irme de aquí

-Entonces nos iremos –Roberto se levanto de la cama –Organizare todo para marcharnos en unas horas

-Roberto –Elena se levanto de la cama –Quiero hacer algo antes de irme, quiero ir a la casa de mis padres

Cuando el auto paro ante aquella casa, Elena permaneció mirándola fijamente, con la mano puesta en la manecilla de la puerta

-¿Has cambiado de opinión? –Roberto la miro de reojo

-No –tomo aire y abrió la puerta –Espérame aquí

Decidida camino el espacio que la separaba de aquella puerta, se paro ante ella y la golpeo dos veces.   Escucho los pasos acercándose y después el chirrido de esta al abrirse, entonces la cara de su padre apareció ante ella

-¿Luz? –Bernardo la miro sorprendido

-Si, soy Luz –Y era cierto, la que estaba allí, la que iba a aquella casa, era Luz  La chica que había encontrado el valor para enfrentar la verdad -¿Puedo pasar?

-Claro –Bernardo abrió la puerta al completo y se hizo a un lado

Elena entro despacio y se paro en mitad de aquel pequeño salón, todo seguía igual, la chimenea, el viejo sillón, la mesa de madera

-¿Quién es Bernardo? –Lara salio de la cocina con un cuenco en sus manos y se quedo paralizada observándola

-Es nuestra hija –Bernardo cerro la puerta y se paro junto a su mujer, mirándola con los ojos llorosos

-¿Por qué lo hicisteis? –Elena les miro a la cara -¿Por qué dejasteis que Gonzalo Barquero decidiera por vosotros?

-Porque no teníamos otra opción –Bernardo agacho el rostro

-Solo queríamos protegerte –Lara cerro los ojos sintiendo como las lagrimas salían de ellos

-¿Protegerme? –Elena sonrió con dolor –Me dejasteis sola, me echasteis de este maldito pueblo.  Ni siquiera sabíais donde estaba, como estaba, que era lo que estaba pasando con migo  Con vuestra hija

-Pero si te quedabas, el acabaría contigo –Bernardo apretó la mandíbula –Era capaz de ello

-Vosotros no sois mejor que el –Elena limpio una lagrima de su mejilla –Fuisteis vosotros los que acabasteis conmigo, no los Barquero

-¿Qué habrías echo tu? –Lara miro a su hija con dolor

-¿Yo? –Elena se abrazo el vientre –A mi nada ni nadie me habría separado de mi hija, nunca –ella iba a ser madre, sentía aquella vida en su interior –Antes muerta

-Nos equivocamos –Bernardo miraba a Elena con dolor –Perdónanos

-Las equivocaciones se pagan –Elena respiro profundamente –Yo os perdono

-Gracias –Lara rompió a llorar desconsolada

-Pero perdisteis a vuestra hija, me perdisteis y no podréis recuperarme –Elena se giro hacia la puerta –Ese es vuestro pago por equivocaros

Y salio de aquella casa cerrando la puerta, iba a ser madre y estaba dispuesta a todo por su hijo.   Ahora ya era libre, les había perdonado, olvidaba todo el pasado, pero no podía recuperar el tiempo perdido, no ahora que sabia lo que significa ser madre, que sentía una vida en su interior 

-¿Por qué Elena no iría al entierro? –Lucas camino hacia la entrada de la casa, acababan de llegar del entierro de su padre

-No lo se –Oscar suspiro preocupado –Desapareció anoche y no he vuelto a saber de ella

-Roberto tampoco aparece –Lucas se quedo pensativo –Es muy extraño

-¡Oscar! ¡Oscar! –Lucia corria por mitad de la hacienda mientras movía las manos, se paro ante ellos bruscamente -¡Tienes que hablar con Elena!

-Hola –Lucas la miro con una sonrisa

-Hola –Ella lo miro a los ojos

-¿Qué pasa con Elena? –Oscar la miro angustiado

-Se va, se va a Miami –Lucia respiro agobiada

-¿Se va? –El se quedo petrificado ¿Ya estaba?  había terminado y se marchaba sin mirar atrás –Ya termino aquí

-¿De que hablas? –Lucia lo miro con el ceño fruncido

-Si es lo que ha decidido –Oscar se giro y camino hacia la puerta

-¡Eh! –Lucia le agarro de la chaqueta -¡¿Te has vuelto loco?! ¡¿Vas a dejar que se vaya?!

-¿Qué puedo hacer yo? –Oscar la miro confundido

-¡¿Qué que puedes hacer?! ¡Pues ir tras ella! ¡Decirle que la quieres! ¡Que seréis felices! ¡Que comeréis perdices! –Lucia movía las manos nerviosa -¡Se va por tu maldito apellido! ¡después de averiguar que eres un Barquero! ¡después de saber que fue tu padre quien la disparo! ¡Dile que no importa nada! ¡Que solo importáis vosotros! ¡Que quieres a ese niño! ¡Que vas a estar a su lado! ¡Dile lo que sea pero no dejes que la madre de tu hijo se vaya!

-¿Qué has dicho? –Lucas la miraba atontado

-¿Esta embarazada? –Oscar abrió los ojos sorprendido

-Tenemos que embarcar –Roberto cogio la maleta y miro a Elena -¿Vamos?

-Si –ella se levanto de la silla y camino junto a el, se pararon ante el detector mientras dejaban sus cosas en la cinta

-¡Ahh! –unos gritos inundaron el aeropuerto

-¡Cuidado! –la gente corria histérica

-¡Avisa a seguridad! –El guardia hablaba por su radio preocupado -¡Hay un caballo en el aeropuerto! –frunció el ceño -¿Hay un caballo en el aeropuerto?

Tanto Elena como Roberto se giraron sorprendidos y efectivamente había un caballo, un caballo que galopaba, o mas bien patinaba por el suelo del aeropuerto dirección a ellos.  Un caballo que ella conocía perfectamente, Diablo 

-No puedo creerlo –Roberto comenzó a reír y Elena le miro con el ceño fruncido, cuando volvió a mirar al caballo este estaba parado y Oscar bajaba de el corriendo

-¡No te vayas! –Corrió hacia ella

-¡Alto! –Un guardia de seguridad se lanzo sobre el tirándole al suelo

-¡Esposadle!  -Otro se tiro al suelo agarrándole

-¡Elena no te vayas! –Oscar forcejaba con los guardias –¡Te quiero! ¡Te quiero a ti y a nuestro hijo! –lo levantaron del suelo y en ese momento algo cayo de su bolsillo y rodó hasta ella -¡Te amo! ¡Cásate conmigo!

Elena lo miraba sorprendida, miro a sus pies y vio como algo brillaba, lo que había caído de su bolsillo, se agacho y tomo el anillo.  Cuando se levanto vio como se llevaban a Oscar esposado mientras el seguía gritando su nombre.   Todo el aeropuerto estaba en silencio mirándola, bajo la mirada al anillo y con el pulso tembloroso lo puso en su dedo

-¡Oscar! –corrió hacia los guardias e ignorando sus advertencias se lanzo sobre el y le beso

Todo el aeropuerto rompió en aplausos, la gente silbaba y gritaba mientras los guardias los miraban con el ceño fruncido

-Si, me caso contigo –Elena le respondió con una sonrisa, abrazada a su cuello

-Te abrazaría –El respiro aliviado –Pero estoy esposado

-Yo me ocupo de esto –Roberto camino hacia ellos sonriente –Soy el abogado del señor

-¿Usted es Elena Teibas? –Uno de los guardias la miraba sorprendido

-Si –Ella lo miro sonriente, entonces se le ocurrió una idea -¿Qué les parece si me hago una foto con ustedes y les doy un autógrafo? –miro a Oscar –A cambio podrían dejar libre a mi prometido


Prometido y pronto marido .  

Habian conquistado a La Doña, habian enamorado a Elena Teibas pero aun mejor, habian conseguido el corazón de Luz.

Y ESTE ES EL ULTIMO CAPITULO,,,, SOLO QUEDA EL EPILOGO, QUE OS PROMETO SUBIRE EN ESTE FINDE;  SE QUE E TARDADO EN SUBIR LOS ULTIMOS PERO ESTOY MUY AGOBIADA CON EXAMENES

   APROBECHO PARA CONTAROS QUE TENGO UNA NUEVA HISTORIA EN MENTE; YA OS ADELANTARE ALGO EN EL EPILOGO     GRACIAS A TODOS POR SEGUIRME; Y ESPERO EL CAPITULO OS GUSTARA,,,,,

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