JOLIETTA LAMBERT

Estoy sentada en la ventana, leyendo un libro que encontré de una escritora que nunca antes había visto, cuando escucho que ese chico Flex entra a la habitación con alguien más. Salta sobre mí una chica de pelo negro corto, delgada, pero con buena forma corporal. Solo dice ese sobrenombre que antes me a dicho Flex y no me ha gustado para nada, ella solo se encarga de asfixiarme.

__ Por favor me pueden quitar este piojo de arriba. - Es lo único que digo porque veo que ella no tiene intenciones de soltarme, cuando por fin lo hace baja la mirada diría que algo triste. Me le quedo observando, algo en ella me resulta familiar, pero nada. Volteo a ver al resto y ahí está el, es Jean, mi gran amor de la niñez, aunque no correspondido, siempre supe que el estaba enamorado de mi hermana, pero ella no le hacía caso, así que yo si me dediqué a prestarle toda la atención del mundo.

__Jeansito al fin estás aquí, te extrañé mucho, ahora si podemos ser felices juntos, solo tienes que elegir quedarte conmigo. -Ahora la que salta enzima de el soy yo, extrañaba tocarle, sentirle, extrañaba todo de el.

__ Jolietta, ni aunque fuera lo último en mi vida me quedaría contigo. -Me pongo las manos en el pecho fingiendo dolor, pero en verdad si me dolió escuchar eso, yo le amo cómo nunca Judith lo ha hecho.

__ Me ofendes cariño, como puedes escoger a la estúpida de Judith. Yo tengo mejores cualidades que ella, y solo para que te enteres, su secretito a estado bien guardado. - El solo abre los ojos, tal vez no contaba con que yo descubriría algo tan podrido como lo que él y mi hermana hicieron cuando niños.

__ ¿Cómo coño sabes?

__ Me lo ha contado un pajarillo. - Espeto y le sonrío un tanto perversa.

__ Vamos a casa. - Espeta algo furioso, pero a mí me da igual, ya se le pasará. Voltea y se va de la habitación.

Debo admitir que mi hermana siempre fue bastante inteligente, casi que no consigo conectar los puntos para dar con el famoso secretito, la cuestión es que por fin lo conseguí.

<< El señor Martin vivía con su esposa y su pequeño hijo a un costado de la casa en la que nacimos Judith y yo. No parecían tener mucho dinero, pero siempre el señor llegaba a casa en un auto muy lujoso, la verdad me resultó bastante guapo desde niña, tenía unos ojos azules bastante intensos, una cabellera rubia bien peinada, labios ligeramente pronunciados, cejas y pestañas bastante tupidas, en fin fracciones bastante femeninas. La señora era una hermosura de persona, siempre nos regalaba dulces, y a mi en especial me encantaba ir a su patio, ya que me leía un libro mientras me trenzaba mis rizos desprolijos, siempre decía que amaba a su pequeño, pero si algún día tenía una niña deseaba que fuese como yo. Lo cierto es que cuando llegó papá me sentí triste, sabía que no la vería hasta mis próximas vacaciones que fuera a visitar a mis abuelos.

<< Una tarde mientras leía en la ventana de mi habitación, como de costumbre, veo a Jean y Judith algo misteriosos, todo lo que tenía que ver con ese chico me intrigaba, así que decidí acercarme y escuchar su conversación.

JEAN
__Princesita, creo que ésta vez no te puedo ayudar, es demasiado peligroso.

JUDITH
__Tú siempre con tus pendejadas Jean, lo voy a hacer quieras o no, ¡okay!.

JEAN
__Entiende que es por tu bien, ese señor no es quien dice ser, tú eres solo una niña y no vas a conseguir nada delatandolo con esos hombres, que son muy peligrosos y ni siquiera los conoces.

JUDITH
__Me importa una mierda lo que sean, esa mujer y ese pobre niño no se merecen que el les haga esto. Y sí, ¿soy una niña y qué?, no les tengo miedo ni a esos hombres, ni al señor Martin.

JEAN
__Haz lo que quieras, yo me salgo de esto. A partir de ahora estás sola Judith, okay, sola.

Escuché que Jean se acercaba, corrí hacia las escaleras y fingí estar buscando algo, por suerte ví las llaves de mamá en el suelo, al levantarme el me observaba.

__¿Qué haces ahí Jolietta?

__Ah, hola Jean, ¿cuando haz llegado?. -Le ofresco una sonrisa disimulando algo mi nerviosismo.

__Bah, da igual ya me iba. -Se da media vuelta y me quedo dándole cabeza a todo lo que antes escuché. Se me hizo bastante raro, sobretodo porque involucraba al señor Martin.

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Al salir de casa de Flex, subimos a un auto que lo conducía el hermano mayor de Jean, como olvidar a ese chico, todo en el era negro, excepto su color de piel claro. Seguía algo confundida, no familiarizaba para nada lo que había a mi alrededor, muchos menos al llegar a la que decía Jean que era su casa.

__¿Donde carajos estamos ?. -Fue lo único que se me ocurrió preguntar.

__Estamos en mi casa Jolietta, en Aneccy, Francia. -Casi que me da un desmayo, ¿cómo diablos había llegado a Francia?, vale esto sin dudas me lo tienen que explicar. Veo que aún nos persigue la chica de nombre Alessia y para molestarle solo digo:

__Oh ya entiendo, tú eres la novia de Bastian. -Noto que se sonroja y solo sigo. __Un placer, soy su cuñada. -La miro indiferente.

__ ¡Cállate!, que cuñada ni que demonios. -Me grita Jean, me encanta verle furioso. Decido hacerle caso, así que me pongo a observar la decoración del hogar, cuando recuerdo que aún no sé nada de Judith y mis padres.

__ Bueno Jean, ya me puedes llevar a casa, necesito hablar de algo con Judith. -Todos se miran entre sí y agachan la cabeza, excepto Jean que se me acerca y me toma de la mano.

__Acompañame Jolietta, tenemos mucho de que hablar. -Me dice todo serio, y a juzgar por su tono de voz no es nada bueno. Sigue tirando de mi mano hasta llegar a una habitación que al parecer es la suya.

__Jolietta, voy a contarte lo que a pasado durante todo este tiempo. -Comienza con una historia que al principio no entiendo mucho, pero luego todo va teniendo sentido, hasta el punto en que las palabras de su boca se vuelven cada vez más silenciosas y mi vista borra toda imagen, hasta convertirse en un oscuro paisaje.

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JOLIETTA SORNÍ

¿Cuanto tiempo a pasado?, siento que eh dormido días, y ya la cama de Flex no es tan cómoda como antes. Abro mis ojos y un destello de luz que se cuela por la ventana de aquella habitación, hace que mis ojos se irriten un poco. Me observo en el inmenso espejo que hay a un costado de la cama y luzco fatal, obviamente necesito una ducha. Oh mierda, espera, esta no se parece para nada a la habitación de Flex. Me levanto asustada y corro hacia el baño, definitivamente no es la habitación de Flex, luce más como la de(...), escucho que alguien entra al cuarto y salgo desprendida con una toalla en la mano intentando asfixiar al intruso y lo lanzo hacia la cama aún cubriéndole el rostro.

__¿Qué haces loca?, ¿me sueltas de una vez?. -Ups, sí que conozco esa voz, pero, ¿cómo es que estoy en su habitación?. Decido por fin liberarlo y lo observo algo apenada, en cambio él, solo parece estar enfadado.

__Disculpa Jean, solo estaba usando el baño, cuando creí escuchar pasos, así que sin más solo me defendí. -Me rasco la nuca y le vuelvo a observar avergonzada.

__Está bien olvídalo, solo te venía a despertar para el desayuno. -¿Desayuno?, ¿acaso estoy hospedada aquí o qué?. Esto está muy raro, la última vez que le ví, ni siquiera me miró.

__Gracias Jean, enseguida bajo. -Le ofresco una sonrisa, pero el solo mantiene su cara de rarito.

Me dí una ducha super relajante, a diferencia de mi casa, los Foster poseen muchas comodidades. Increíblemente sobre el pequeño armario de la habitación encuentro unos jeans, y una sudadera con el diseño de My Little Pony, la reconocería incluso desde un avión, me la regaló papá en noche buena, me volví a colocar mis tenis nikes y ya lista bajé las escaleras, rumbo a quien sabe dónde, en realidad, ya mi despertar había sido bastante raro, así que nada más me podría asombrar.

-Huy, todos observen a la chica que no se asombra por nada y casi se desmayas al ver al bombón de ojos azules.

Al llegar al comedor de la casa, veo que todos me observan tratando de decifrar algo en mí, simplemente les sonrío porque no sé qué buscan. Vale esto sí que es raro, Ale está sentada junto a Bastian y no me a saltado arriba, me acerco a mi amiga y la abrazo sin dar explicación alguna. Ella al reaccionar me asfixia como solo ella sabe, admito que la extrañé, me arrepiento de haberla dejado sola en casa de la señora Monique y luego no llamarle. A todas estas, ¿cómo es que estoy ahora en casa de los Foster?, lo último que recuerdo es haberme quedado dormida hablando con Flex. Oh, claro Flex, el debe saber que sucede.

Me alejo de mis pensamientos al ver que Bastian me saluda desde el otro lado de la mesa de comedor, está con su típico outfis de color negro y chico despreocupado. Le sonrío y observo a Jean que se dirige hacia mi con un plato de huevos con tocino, admito que huele muy bien.

__Aquí tienes princesita. -¿Qué?, ¿Cómo me ha llamado?, creo que voy a colapsar.

-No chica tonta, justo ahora no, esto se está poniendo intenso.

Justo cuando pensé en agradecerle, fue como si mi mente extrañara esas palabras y me trae un recuerdo muy vago, éramos Jean y yo montando bici, parecíamos muy felices, hasta que tropiezo y caigo al suelo. Jean se baja de la bici y corre hacia mí, solo me ofrece su mano y me dice: ¿ESTÁS BIEN PRINCESITA?.

:):):):):):):):):)

Notitaaaaaaa: Helouuuu, aquí estamos de nuevo girls and boys, pobre de Jolie, su aventura apenas comienza 😬. Y este tipo Martin, ¿quién será?. Eso ya lo descubrirán más adelante. Os quiero.

#BESITOSPRICESITASYPRINCESITOS