- No irás sólo.- Dijo Norte.- Irémos contigo.

- Perfecto para mí.- Sonrió Jack.

Se escuchó un estruendo.

- ¡Kis jaiden lai!.- Gritó un Yeti mientras se acercaba a Norte.

- ¿Qué? ¿Cómo alguien pudo entrar?.- Comenzó a caminar junto con los demás a dónde el Yeti los llevaba.

Vieron cómo en el suelo había un enorme hueco en una de las instalaciones del taller.

- ¿Qué sucede?.- Norte acercó su mirada al hueco.

Se escuchó un grito, no era de miedo si no de ... locura.

- ¿Qué demonios?.- Preguntó Jack mientras que un anciana cubierto de tierra salía del agujero.

Se estiró la espalda y sus articulaciones sonaban.

- No soy tan jóven cómo antes.- Dijo el anciano.- Hola muchachos.- Saludó para luego cerrar el hueco.

Se sacudió el cuerpo y una nube de polvo provocó que los demás tosieran.

- Monti ...- Tosió Norte.- ¿Qué haces aquí?

- Vine para darle su merecido a ese carámbano de hielo.- Levantó un dedo.

Meme hizo una figura de calavera.

- Exactamente pequeño.- Rió el anciano.

- ¿Un ancestro nos ayudará?.- Preguntó Jack.

- Está bien, soy viejo.- Alzó los hombros.- Pero puedo llevarlos a la guarida de Invierno.

- Pero tenemos el trineo.- Dijo Norte señalando.

- Ese pedazo de metal se quebrará apenas salga de aquí, allá afuera nada durará por mucho tiempo.- Dijo Monti agarrando una galleta que uno de los duendes le ofreció.

- Creo que tienes razón.- Dijo Norte rascándose el mentón.

- Pero yo puedo llevarlos hasta allá con mis túneles.- Dijo Conejo.

- ¿Quieres que este saco de huesos se sienta inútil?.- Preguntó Monti girando la cabeza lentamente hacia Conejo.

- Ah ... no no.- Aclaró su voz.- Jamás querría ofenderlo ... Ancestro.

- Perfecto muchachos.- Se acercó a Jack.- Nos faltan soldados.

Se abrió un portal, en dónde salió Hada de los Dientes con algunas plumas congeladas, acompañada de dos Haditas en el mismo estado.

- N-n-norte ...- Uno de los Yetis la alzó y la llevó cerca de la chimenea.- Mucho mejor ...- Suspiró aliviada.

Al igual que sus Haditas.

- Bien ...- Dijo Jack.- Tal vez Jamie y sus amigos puedan ...

El anciano lo tomó del cuello de la ropa.

- ¡¿Acaso quieres que unos niños mueran congelados?!.- Lo soltó.- Creí que eras más listo.

- ¡Oye!.- Se quejó Jack.- Si ellos no pueden, ¿Entonces quién?

- Déjame mostrarte.- Sacudió sus manos y aclaró su voz.- ¡FUEGO!

Alarmó a los pequeños duendes, creyeron que había un incendio así que comenzaron a mojar todo a su alrededor.

- ¡No, no hagan eso, basta!.- Se quejó Norte mientras tomaba a algunos duendes de sus pequeños gorros.- ¡Monti!

- Lo siento amigo.- Susurró Monti.

Una de las velas de juguete comenzó a iluminarse más, los demás comenzaron a dirigir su mirada a aquella llama que comenzaba a acercarse.

Esa pequeña llama tomó la forma del jóven Dios del Fuego.

- ¿Qué más sucede Ancestro?.- Preguntó el jóven preocupado.

- Muchacho.- Aplaudió.- Nos ayudarás.

- ¿A qué?

- Iremos por Solari.- Dijo Jack con su cayado sobre su hombro.

- Pero ... Madre Naturaleza dijo que no nos metiéramos.

- Jack rió.- ¿Acaso todos ustedes son tan aburridos?

- Apenas empiezo como Dios, Ancestro.- Miró al anciano.

- ¿Quieres que todos te recuerden cómo una gallina?.- Arqueó una ceja.- ¿O prefieres que te recuerden cómo uno de los héroes que dieron fin a esta catástrofe?

- Yo ...- Lo interrumpió.

- ¡Ya está decidido, preparen sus cosas muchachos!.- Dijo Monti con una sonrisa mientras miraba a Norte y a los demás.

El jóven suspiró pesadamente pero Jack trató de animarlo con unas palmadas en la espalda.

Norte tomó sus armas, Conejo preparaba sus huevos especiales y búmeran, Meme creaba látigos, espadas, aviones, criaturas mágicas para prepararse.

Mientras que Jack y el jóven esperaban aburridos uno al lado del otro.

- Y ... ¿Cómo te va como Dios?.- Preguntó Jack.

- Responsabilidades.- Suspiró.- Ya entiendo a lo que se refería Solari.

- Lo miró sorprendido.- ¿Conoces a Solari?

- Pues sí.- Sonrió de lado.- Es la mujer de mi vida.

El albino frunció el seño.

- Dos elementos iguales ...- Tronó sus nudillos.- Serían una buena pareja.

- ¿Pareja?.- El albino asintió de mala gana.- Sería genial si no fuera por un detalle.

- ¿Cuál?.- Preguntó curioso.

- Tú.- El albino lo miró extrañado.- Siempre vas un paso adelante de mi ...

El albino no creía lo que el jóven Dios le estaba contando, no podía creer que Solari lo prefiera a él, sus mejillas se tornaron rosas y una sonrisa invadió su rostro.

- ¡Estamos listos!.- Gritó Norte acercándose con algunos Yetis.- ¿Jack te sientes bien?.- Preguntó al ver el rostro del albino.

- Ah sí si.- Asintió de manera nerviosa.

Monti pisó el suelo, creando un enorme agujero.

- Ahora niñas, entren.- Lanzó a Meme sin avisar dentro del agujero.

Intentó lanzar a Conejo pero este se lanzó antes de que el anciano pudiera hacer algo.

- Querida.- Dijo al ver a Hada, ella gustosamente se lanzó dentro con sus Haditas.

Todos se lanzaron dentro del agujero.

El viento azotaba, era más helado que el polo norte.

Al salir del agujero, al estar cerca del Dios del Fuego todos pudieron mantener sus calor constante.

- Sólo me usan como estufa.- Dijo el jóven Dios del Fuego mientras avanzaban por la entrada.

- Muy bien jóvenes, el resto les toca a ustedes.- Dijo Monti mientras dejaba salir una risa loca mientras aparecía un hoyo en dónde se metió.

- De a cuerdo ...- Decía Jack mientras se colocaba la capucha.- Esto será más fácil de lo que pensé.

Se encontraron en el camino con lo que parecía un extenso pasillo hecho de hielo.

- Esto no me gusta nada.- Decía Hada mientras tocaba las paredes de hielo.

- Si nos mantenemos juntos, estaremos bien.- Dijo Norte mientras desenfundada sus espadas.

De la nada sintieron cómo el pasillo comenzó a temblar, sintieron el suelo elevarse y vieron atemorizados la boca de un gigantesco mounstro de nieve.

El jóven Dios se lanzó para derretirlo pero el monstruo logró tomarlo con su mano gigante, lanzando a los demás a otro lado.

- ¡¿Porqué ésta cosa no se derrite?!.- Gritó el jóven mientras le lanzaba fuego a la cara del monstruo.

- ¡Te ayudaré!.- Gritó Jack, pero antes de que pudiera hacer algo, varios monstruos se aparecieron.

Uno de ellos intentó tomar a Jack pero Norte lo evitó cortándole el brazo, algo efectivo que provocó una risa del mayor.

- Uh oh.- Dijo Norte al ver cómo el monstruo se colocaba con facilidad la mano en su lugar.- ¡Corran!

- ¡Oye monstruo!.- Gritó Conejo tratando de atraer la atención del monstruo que tenía al Jóven Dios del Fuego.- ¡Horripilante copo de nieve!

El monstruo se molestó lanzando una enorme bola de nieve que Conejo trató de esquivar desesperado, llevándose a Hada con él para que lo la alcanzara.

En un momento el jóven Dios cayó al suelo ya que Meme le había cortado la cabeza al monstruo.

Meme se acercó al jóven y con señas le preguntó si estaba bien.

- Gracias amigo.- Dijo mientras comenzaba a emanar más calor de lo usual.- ¡Corten su cabeza!.- Gritó para los demás.

Jack estaba congelando las extremidades de los otros monstruos que trataban de atraparlo, pero era inútil, se arrancaban con facilidad los brazos y piernas y se volvían a colocar unas nuevas.

Escuchó las palabras del jóven provocando que cayera al suelo cuando uno de ellos le lanzó una bola de nieve, uno de los gigantes acercó su brazo para tomar al albino.

Apuntó su cayado al pecho del monstruo, congelando su paso pero no su brazo, comenzó a preocuparse pero se sintió aliviado cuándo vió a Norte cortarle la cabeza al gigante.

- Gracias ... Norte.- Decía Jack tratando de cobrar la respiración.

Escucharon gritar a Hada para darse vuelta y ver cómo Conejo la estaba protegiendo de uno de esos gigantes, también vieron cómo el jóven Dios tomaba una de las espadas que hizo Meme y atravesó el pecho de la criatrura.

Conejo al verlo dió un salto y llegó a lo que era la nuca del monstruo, así que tomó ambos búmeran y logró cortarle la cabeza.

- ¿Estás bien Hada?.- Preguntó Jack mientras se acercaba con Norte a paso veloz.

- S-sí.- Dijo con un notorio temblor un una pequeña sonrisa forzada.- Creo que no les sirvo de mucha ayuda.- Dijo con una risa nerviosa.

Sintió una mano en su pierna y era Meme viéndola de una manera preocupada y dándole unas palmaditas.

- Tienes razón.- Dijo Hada tratando de centrarse, Meme asintió.- Seré de más ayuda.- Sonrió para los demás.

- Algo me dice que Invierno sabe que estamos aquí.- Dijo Norte mientras tocaba su barba.

- ¿En serio?.- Preguntó Conejo de manera sarcástica.

El Jóven Dios del Fuego se acercó a ellos para calentarlos, un acto que Hada no pudo contener su emoción para agradecerle.

Pero alguien más los observaba muy cómodo y con una sonrisa placentera mientras se apoyaba en la estatua de Solari.

- Son unos tontos.- Dijo Invierno entre risas.- Serán parte de mi colección.- Se limpió una lágrima.- ¿Tú qué dices ... Solari?.- Pasó suavemente su mano por el rostro congelado de la jóven.

La única esperanza de Solari, eran ellos, más bien, era Jack.

¿Podrán salvarla a ella y a todo el mundo?

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Este dibujo fué hecho por koiiish__

Pueden pedirle dibujos en uno de sus libros ❤️✨

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