Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

○8●

Sostuvo uno de sus mechones con suavidad y admiro su rostro.

La rubia dormía a su lado completamente desnuda y boca abajo abrazando una almohada, eso lo hizo volver a sonreír.

Tenía los mismo hábitos que cuando era adolescente.

Cuántas veces había sonreído desde que volvió su esposa a su lado, ya no lo recordaba.

Desde que se casaron él rompió el protocolo y decidió que la emperatriz debería dormir en su habitación, en el palacio garnet.

Siempre durmieron juntos y le daba un gusto enorme volver a hacerlo.

-Claude? -unos ojos violetas lo miraban con curiosidad.

El rubio sonrió y se acercó para besar su mejilla haciendo que cierre sus ojos.

-...extrañaba tu aroma -susurro oliendo su cabello para luego besar su cuello.

La rubia se sonrojo y lo miro de reojo.

-no podemos quedarnos más tiempo aquí, los gemelos ya deben de estar despiertos.

El rubio ignoró su comentario y alzó las sábanas para ponerse encima suyo, se apoyó contra ella haciéndola sonrojar.

Algo se había despertado y estaba tocando su trasero y su cintura.

-deja que el mocoso se encargué de ellos.

Besó sus labios antes de que le dijera algo.

Muy pronto los gemidos volvieron a escucharse en la habitación de los esposos imperiales.

-hace mucho conoces a mami?.

-de verdad la ayudaste a darnos a luz?.

-por qué tienes mana imperial?.

-te estás comiendo a papá?.

Ante cada pregunta que hacían sus ojos carmesí iban de un lado a otro.

-mago, por qué no fuiste a visitarnos?, acaso no quieres ser nuestro padrino?.

La pregunta que hicieron los gemelos lo hizo parpadear.

Los tres estaban en el cuarto de los menores desayunando.
Un caballero había ido a la torre diciéndole que el emperador dejó a su cargo la seguridad de los gemelos.

-"maldito rubio pervertido, solo quiere estar a solas con Soleil y me deja a sus mocosos a mi cargo" -cerró sus ojos cansado.

Se supone que era el mago más poderoso del imperio, no la niñera de los dos príncipes del imperio.

-de dónde sacaron que soy su padrino?.

-la abuela dijo que un poderoso mago ayudó a mami y que eso lo convertía en nuestro padrino -contestó Claus.

-el abuelo dijo que las personas que cuidan de Calix y Claus son nuestros padrinos.

Ay no, ya sé veía venir la conversación extensa y al unísono de los príncipes.

Tenía que hacer algo para desaparecer ese hábito en los menores.

-que haya ayudado a su madre a darlos a luz no quiere decir que sea su padrino.

-en el reino de las hadas las personas que cuidan a los bebés desde que están en la panza de sus madres, se convierten en sus padrinos -el príncipe de ojos bicolor movió sus pies mientras comía algo de pastel.

-la abuela y el abuelo cuidaron a mami así que ellos son nuestros abuelos, y el mago con la tía nos cuidaron a nosotros así que son nuestros padrinos.

El de ojos amatista tomó algo de su bebida mientras miraba al mago que decidió guardar silencio y esperar que su madre les saque esa idea de la cabeza.

-"tía?, no sabía que la mocosa tuviera una hermana".

Si él era el padrino de los gemelos, quién era su madrina.

-mago, mago -los dos lo llamaron al mismo tiempo.

-qué?, no tienen que terminar de comer todo e..-se quedó en silencio al ver que toda la comida que había hecho aparecer ya no estaba.

Desde que los gemelos despertaron estaba con ellos, las sirvientas aún no tenían permitido acercarse a ellos.
En realidad, nadie más que algunos caballeros y los allegados de los emperadores sabían sobre los príncipes.

-mago, mami dijo que puedes cambiar de apariencia, puedes convertirte en un lobo? -Calix apareció a su lado derecho.

-por qué tienes el cabello largo?, Claus y Calix pueden tener el caballo como tú? -Claus se puso a su lado izquierdo.

-mago, mago, juegas con nosotros?.

Lucas se quedó mirando a la nada escuchando las preguntas frecuentes de los príncipes.

...maldito sea el emperador.

Juraba vengarse.

-te quedarás unas semanas aquí?.

-sí, dejé todo en manos de Leo y mi maestro, la casa Veritas está en buenas manos.

Claude sonrió mientras se levantaba de la cama.

-bien, quiero que los gemelos vivan en el palacio de los príncipes pero ha estado abandonado desde hace mucho tiempo, llevará tiempo volverlo a poner en buen estado.

-pueden vivir aquí o en el esmeralda, si conviven con su hermana podrán compartir todo el tiempo que no estuvieron juntos.

Ante su idea sus ojos se suavizaron y miro a su esposa, que miraba al cielo.

-...de seguro ha crecido bastante.

-sí, cada día se parece a ella, pero lamentablemente se parece más a mi cuando era un adolescente estupido.

Miro para otro lado ante sus recuerdos y Soleil lo miro con una sonrisa comprensiva.

-Claude, eres un buen padre.

Sus palabras lo dejaron en shock y la miro atento para luego mirarla con suavidad al ver su sonrisa.

-lo más difícil es ser padre pero en estos años haz tratado de enmendar esos años de soledad, ella...ellos son tus hijos -la rubia se acercó a él y tomó sus manos -no tienes por qué esconderte de tu familia, nadie te hará daño.

Sus ojos cerúleo brillaron y luego los cerró con dolor, pero sonrió y besó el dorso de su mano izquierda.

-ellos son nuestros hijos Soleil, tú tampoco te ocultes de tu familia.

Ella parpadeo sorprendida y luego le sonrió avergonzada.

Los dos eran personas que solo vivieron para la guerra y para llevar su imperio y casa a la gloria.
La poca familia que tenían en su juventud se había ido de sus lados, en el caso del emperador, provocando que cerrarán sus corazones por temor.

No eran personas normales, en sus hombros cargaban miles de vidas.

Pero, ellos eran familia.

No existía la necesidad de ocultar sus sentimientos y levantar sus escudos con su familia.

.

.

.

.

-calma princesa -el caballero miro divertido a la rubia que caminaba rápido hacia el palacio garnet.

-por fin veré a mis hermanos, Felix -sonrió emocionada haciendo reír al oji gris.

Por fin había llegado el día que conocería a su madrastra y a sus hermanos menores.

Estaba realmente nerviosa.

Iba a conocer a la mujer más poderosa del imperio, le agradaría?.
Sería una buena hermana mayor?.

Estaba a punto de gritar por tanta alegría que sentía.

Cuando llegaron al palacio apretó sus puños nerviosa.

-princesa -miro a su escolta que le sonrió amable -estoy seguro que los príncipes la querrán mucho, solo sea usted misma.

Ante sus palabras le sonrió alegré.

-gracias Felix!.

Al estar ante la sala de reuniones de su padre, miro unos segundos la puerta hasta que ésta fue abierta y vio a su padre sentado en uno de los sillones.

Se sorprendió cuando vio suavidad en esos ojos cerúleo.
El rubio estaba mirando fijamente a alguien, hasta que ella entró y la miro.

-Athanasia.

-papá me alegró volver a verte -le sonrió alegré aunque no oculto sus nervios haciendo sonreír a su padre.

-ven -el rubio se levantó y estiró su mano a su hija que se acercó a él.

Cuando miro hacia la ventana se sorprendió al ver a Soleil.

Su cabello rubio era largo hasta abajo de las rodillas, sus ojos eran violetas, aún portando su traje militar pero aún así era hermosa.

-°que me haga bisexual, dice°.

Parpadeo ante su propia voz que dijo eso en su cabeza.

-"quién eres?".

-°soy tu yo reprimido nena, pero mejor mira a tus bellos hermanitos, kya~°.

Ignoró esa extraña voz y miro hacia abajo, a cada costado de la mujer rubia estaban dos pequeños albinos.
Los cuales se agarraban del pantalón de su madre y la miraban con curiosidad.

Por todos los dioses, eran enormemente tiernos.

-mucho gusto princesa, soy Soleil de Veritas -se exaltó ante la voz de la rubia y la miro sonrojada.

-m-mucho gusto, soy Athanasia de Alger obelia.

Ante su nerviosismo la mujer le sonrió con suavidad dejándola sorprendida.

Parece que ella era extremadamente amable con los niños.

Claude al ver que su hija quedaba en silencio decidió presentar a sus hijos.

-Athy, ellos son tus hermanos menores, el mayor Calix -miro al pequeño de ojos bicolor que la miro atento -y el menor Claus -el oji amatista la miro con un pequeño sonrojo apretando su agarre.

-...mucho gusto -susurro aún nerviosa.

Demonios!, dónde estaba su seguridad cuando la necesitaba.
Hace unos segundos quería conocerlos y hablar mucho con ellos, pero ahora estaba tiesa y sin saber qué decir o hacer.

-relájate -se exaltó cuando Claude posó su mano en su hombro y la miro con suavidad -es increíble que ahora no sepas qué decir, cuando hace unos días no parabas de preguntar sobre ellos.

Se sonrojo a tope ante las palabras de su padre que la miraba divertido.

-p-papá no digas eso! -chillo avergonzada escuchando de fondo la risa de la emperatriz y de su escolta.

Por qué los padres siempre se encargan de avergonzar a los hijos?.

-es un gusto volver a verla su majestad -el pelirrojo hizo una reverencia ante la rubia oji violeta.

-Sir Loebein, me alegró de verlo saludable.

El pelirrojo le sonrió de manera brillante ignorando la mirada fulminante de su amigo rubio.

-Calix, Claus, no quieren saludar a su hermana? -posó sus manos en las cabezas de los gemelos que se sonrojaron apretando su pantalón.

-...m-mucho gusto princesa Athanasia -susurro avergonzado Claus.

Claude y Soleil sonrieron divertidos ante su reacción, por más charlatanes que sean de un momento a otro eran muy vergonzosos.

Athanasia tomó valor y se acercó a ellos arrodillandose a su altura.

-pueden decirme Athy...les gustan los dulces tanto como a mí? -les sonrió amable viendo alegré la sonrisa brillante que apareció en los rostros de los gemelos.

-sí, nos gustan mucho hermana mayor! -contestaron al mismo tiempo.

-°kyaaaa que lindos que son!, cómo algo tan tierno salió de Claude?, de seguro es gracias a su madre!°.

Athanasia podía sentir una flecha incrustarse en su podrido corazón, esas sonrisas eran lo más puro que vio en su asquerosa vida.

Ellos eran todo lo que estaba bien en ese mundo.

Luego de eso los gemelos dejaron de lado su vergüenza y empezaron a hablar con su hermana mayor.

Los tres estaban sentados en un mismo sillón aunque Athy se empezó a marear al escuchar las charlas al unísono de sus hermanos menores.

-niños están mareando a su hermana -sonrió divertida la rubia viendo el puchero de sus hijos.

-lo siento mami -dijeron los dos al mismo tiempo haciendo reír a la princesa.

-no se preocupe su majestad.

-puedes decirme Soleil.

-...claro -se sonrojo al ver la sonrisa de la mujer y luego le sonrió alegré -entonces, por favor dígame Athanasia o Athy.

Soleil soltó una pequeña risa al ver que los gemelos eran vergonzosos igual que su hermana mayor.

-muy bien Athy.

Mientras ellos charlaban Claude los miraba atento, hasta que una sonrisa surgió de sus labios.

Mierda, se sentía tan bien ver esa escena.

Sus tres hijos y su esposa.

No sabía explicar lo que sentía.

Su pecho se sentía apretujado pero al mismo tiempo sentía su corazón como si fuera llenado de algo que lo hacía sentir emocionado y feliz.

Se sentía pacífico y sentía que nada podía perturbar ese momento, ese momento familiar.

Su familia, su tesoro.

~~~~~~~~~

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro