En lo profundo del Bosque de los 100 Acres, un joven niño llamado Christopher Robin se topó con las criaturas más inusuales. Híbridos. Que algunos desquibrirían como "abominaciones". Las criaturas se presentaron como Búho, Conejo, Igor, Piglet, y el más importante, Winnie the Pooh.

Con la inocencia de su niñez, Christopher ignoró los peligros y se hizo amigo de todos ellos. Les trajo comida, y con cada día juntos, su vínculo se fortaleció y creció.

Pero los días se volvieron años y con los años llegó la madurez. Eventualmente, Christopher tuvo que tomar la difícil decisión de dejar a sus amigos para ir a la universidad, y convertirse en médico. Obligándolos a valerse por sí mismos una vez más.

Entonces... Llegó el invierno... Las noches eran bastante frías y escaseó completamente cada rastro de comida.

Una fatídica noche... Estando al borde de la inanición... Pooh decidió que para poder sobrevivir, el grupo debía consumir a uno de sus amigos más queridos.

Y así...

Igor dejó de existir...

El trauma de este acto deformó las mentes del grupo... Se volvieron salvajes y desarrollaron un odio a todo lo que fuera humano... Y en particular... A Christopher Robin, por abandonarlos.

Un pacto fue hecho... Renunciaron a su humanidad, y volvieron a sus raíces animales.

Jurando...

No volver a hablar...