Capítulo 7 [Parte 1]
Emily
Todas esas miradas clavadas en mi me ponían cada vez más nerviosa de lo usual, aunque me habría gustado aparentar valentía en ese momento, pero había sido lo contrario. Algunas miradas eran frías, sin expresión algunas, otras me miraban con repugnancia y las otras pocas parecían mas amistosa e inocentes. Lleve mis ojos hacia el profesor que se encontraba de pie al lado del escritorio. Llevaba puesto una camisa blanca y unos pantalones de vestir negro, en su rostro aparentaba tener unos 40 años, su cabello color canela perfectamente recortado hasta sus orejas lo hacían ver mas joven; su tez blanca, un poco bronceada por el sol y ojos azules. Aparentaba no ser uno de esos profesores malhumorados y con poca gracias.
Cuando se dio cuenta que lo estaba mirando y aun estábamos yo y Carolyn inmóviles en la puerta del salón, nos miro con una sonrisa amable.
-Pueden entrar señoritas, aquí nadie muerde -Dijo el profesor cruzándose de hombros con voz burlona, algunas risas se hicieron escuchar en ese momento, -¿A caso hecho un chiste?-Pregunto molesto-.
Todos se quedaron callados, tome a Carolyn de la mano y la lleve arrastras hasta el escritorio que se encontraba el el medio del salón. Estaba molesta conmigo misma por mostrarme indefensa el primer día; no voy a dejar que quienes intenten intimidarme logre su cometido, no les daré el gusto de que sepan que tengo miedo.
Registramos nuestros nombres en la lista de los alumnos, luego nos refirió nuestros asientos. Los asientos eran compartidos y solo pude observar que tres asientos estaban desocupados; uno al lado de un chico alto, pelo color castaño y tez blanca. Di un vistazo en donde se pasaban sus ojos, miraba por una de las ventanas de cristal, sus ojos azules brillaban con intensidad mientras observaba el cielo reflejado en el gran ventanal. Cuando se percato de mi mirado, sus ojos fugases fueron directo hacia mi, de inmediato mire a otro lado deseando que no me hubiera visto. ¿A quien engaño?, pensé, el ya se había percatado que lo miraba. Sin darme el profesor me hablaba, sino fuera por Carolyn que me movió el hombre me quedo atrapada en mis pensamientos de reproche.
-Señorita Steel, ¿Me esta escuchando? -Volví por fin en si-.
-¿Que? -Mis ojos se abrieron como plato, la mirada del profesor se puso seria, -¿Que decía? -Pregunte aun confundida-.
-Le estaba informando que su asiento sera ese -Señalo los dos asientos compartidos vacíos que estaba al lado de la ventana, me alegre porque estaría sentada con Carolyn-.
-El de la señorita perla sera el que esta al lado del alumno Marks -Repuso el profesor mirando con tranquilidad su libreta de asistencia, mi cara cambio de expresión, estaba totalmente confundida. ¿Por que no nos pone a mi y a Carolyn en el asiento compartido que esta vacío? -Que esta al lado de la ventano-, no me había percatado que dijo: "Su" en vez de "El de ustedes". Mire incrédula al profesor y luego al chico solitario Marks que tenia los ojos abierto como platos, con una pizca de nerviosismo en su mirada. Aunque trataba de ocultarla, era evidente que estaba asustado.
El profesor levanto la vista y estudio mi rostro inconforme con el puesto que nos dio.
-¿Tiene alguna objeción?, señorita Steel -Su voz profundo se hizo presente, yo me exalte-.
-Si, solo una -Quise que mi voz se escuchara un poco firme-.
-Hable -Dijo.
-¿Por que no, nos siento juntas en los asientos compartidos?
-Por que ahí se sienta otro estudiante -explico volviendo otra ves a ojear su libreta, yo sentía curiosidad por saber ¿quien era? y ¿Porque no había llegado?, pero no pude preguntar ninguna de las dos; nos mando a sentar refunfuñando que lo estábamos retrasando en su clase.
No tuve otra opción que sentarme vencida en el asiento que consistía en dos mesas separadas unidas abajo, una silla bastante cómoda a mi pensar.
Narradora
El profesor se volvió a presentar para las nuevas, escribió su nombre en la pizarra: Prof. Joe Bass, profesor de historia social y arte.
Comenzó a dar su clase clase después de eso, muchos de los estudiantes no prestaban atención a lo que decía, como si ellos ya supieran de lo que el profesor Bass estaba hablando. A este parecía molestarle pero hizo nada y siguió con la clase como si nada le estuviese molestando.
A Emily impresionaba la forma en que hablaba del tema, sin duda era un buen profesor.
Ya había pasado un buen rato y alguien toco la puerta del salón. El profesor Bass tenia el ceño fruncido, como si supiera quien estaba detrás de la puerta. Al parecer era alguien que le disgustaba, cuando hablo; su voz se escucho fría y severa.
-Pase joven Whisphor.
Emily
extreme si al escuchar el apellido que también era el hombre de la institución. Que estuviera en el mismo salón que yo, el chico que me declaro la guerra hace poco, era la gata que de ramo el baso.
Cuando entro todos en el salón llevaron su vista hacia él. Algunas chicas suspiraban y se emocionaron por verlo. Otros solo se limitaron a bajar la cabeza con disgusto.
-Buena hora para llegar joven -La voz del profesor Bass se escucho severa mientras sus manos yacían en su cintura con esto de desaprobación- ¿Tiene idea de la hora que es?
Santiago le dedico una mirada fría al profesor Bass.
-Claro que se que hora es -Admitió secamente-, ¿no ve mi costoso reloj? -Se levanto la manga del abrigo largo de color blanco con botones negros que traía puesto-.
-Si usara el uniforme del colegio si apreciaría el hermoso reloj de su muñeca -Dijo y este bufo-.
-Odio ese uniforme -Se cruzo de hombros, el prof. Bass lo miro con ira-.
-Vaya a sentarse, no quiero arruinar mi día por discutir con usted -Le ordeno-.
Cuando camino hacia mi, que me encontraba en el asiento compartido donde también se sienta él, paro en seco al verme ahí sentada.
-Hey, panadera, ¿Que haces en mi asiento? -Pregunto molesto cuando me vio, pude escuchar algunas risas detrás de mi-.
-¡Silencio!, ¿esa es la forma de tratar a la persona que les salvo la vida? -Inquirió molesto el señor Bass-.
-¿Agradecer que? -Pregunto una de atras, parecía ser una de esas chicas populares, su cabello negro lacio le caía hasta por debajo de los hombros, tenia los ojos azules y la fiel blanca.
-Seguro alguien ya había llamado ha los bomberos antes de que ella llegara -Le ayudo la chica que se encontraba a su lado, la cual no era muy diferente a ella.
Me sentía mal, incapaz de decir nada, eran unos mal agradecidos por decir eso, pero igual; nunca pensé en salvar este lugar para que ninguno de ellos me lo agradeciera. Solo lo hice para salvar al pobre cocinero y porque este lugar es mi sueño cumplido, porque parece mis dos últimos años en este hermoso colegio donde Aprenderé a realizar mis dibujos de manera profesional.
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Bien, estaré subiendo los capítulos en dos partes porque así los escribiré mas largos, desde este punto cada capitulo tendrá dos partes, la primera parte sera mas corta y la segunda mas largo. Esto también es para que puedan leer la historia mas rapido y no dejarlos esperar tanto n.n.
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