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⭐ Capítulo 6 ⭐

Narradora

Emily estaba frente al espejo viendo su nuevo uniforme, estaba decidida a una cosa, cumplir su sueño, y no dejar que ningún ridículo como ése la molesté en el proceso. Sus padres la esperaban con ansías a que saliera del cuarto, hacía eso más por ellos que por ella misma; quería sacar a su familia adelante y entrar a Whisphor era su única salida para lograr su cometido.

Salio del cuarto, un rápido destello de una cámara la dejo prácticamente ciega.

Emily

Esa cámara me había dejado ciega por un momento. Tallé mis ojos y lo primero que vi fue las grandes sonrisas de mi familia enfrente de mí. Recorrí el pequeño lugar que mi casa resultaba ser, ahí estaba Carolyn sentada, mi rostro tomo una forma sorprendida y ella esbozó una ingenua sonrisa, Ella está más feliz que yo de ir haya, pensé.

Pues Carolyn es una artista en el violín, desde que la conocí cuándo iba a la primaria, lo practicaba con tanta pasión como yo con la pintura y el dibujo.

Nos volvimos amigas cuándo sin querer en clase de arte tropezó con uno de mis lápices de colores. Era muy torpe en aquel entonces.

-¿Estas lista? -Preguntó atenta a mi respuesta.
Yo suspire frustrada pero luego Sonreí dándome ánimos a mi misma y hable decidida.

-¡Claro! -Pronuncie ya más animada. No podía estar triste por ir a Whisphor, por Dios a sido el sueño de toda mi vida y no podía estar triste, de verdad que estaba algo asustada por lo que me dijo "El reí de España" (Santiago). Claramente debo olvidar a ese niño de mami y enfocarme en Whisphor que debe ser mi prioridad en estos momentos.

-Buena suerte en tu primer día -Escuche la voz de Alex.

-Gracias, ve a la escuela -Le advertí sacudiendo su cabello negro.
Me saco la lengua y yo des organicé su cabello con ganas.

Me despedí de todos juntó a Carolyn. Ya fuera de la casa el día estaba perfecto, soleado y el cielo no tenía ni una nube a la vista. Caminamos con paso firme como siempre para llegar a la estación; sabía que el viaje seria más largo, ya que Whisphor está mucho más lejos que nuestro antiguo instituto. Carolyn iba cantando en forma de silbido su canción favorita "Just The Way You Are" de Bruno Mars. Bastante romántica, a mí también me gusta, por lo que también silbe la misma canción junto a ella.

Nos faltaba poco para la estación, miré de reojo a Carolyn y me di cuenta de que en vedad aquel uniforme era hermoso. Nos quedaba genial y eso me gustaba. Ya estábamos por llegar cuándo un auto nos paso por detrás muy cerca provocando que nuestra faldas se levantaran al nivel de nuestras cinturas. Le di gracias a Dios de que por estos rombos no había nadie a estas hora, me volteé furiosa hasta donde se encontraba el infernal auto. No me había percatado de que era negro, lujoso como los coches que pertenecen a la familia Whisphor. Del auto salió el hombre de anoche, el cual siempre acompaña a la señora Whisphor; ya debía acostumbrarme a llamarla así, pues debo mostrar respeto a los mayores aún que a veces no lo merezcan.

Como hombre educado que es, salió del auto para disculparse, Carolyn estaba tan avergonzada que no podía ni levantar la vista para verle a lo ojos. Yo igual me sentía avergonzada. Pero también tenía mucha curiosidad en saber que hace a estas horas el acompañante de la Señora Whisphor por estos rumbos.

Ya que el no decía porque estaba aquí, me digne a preguntarle.

-¿Qué se le ofrece a está hora? -Pregunté con cautela. Él se puso recto dejando de disculparse con nosotras.

-Mi señora me ha mandado a recogerlas - Admitió-. Perdón por el retrasó, tuve un inconveniente con él joven amo.

-Ah, él rey de España -Dije burlona, ese chico debe estar seguro muy enojado aún.

-Son problemas menores, no se preocupe -Añadió con cortesía-, Por favor suban señoritas.

Nos pidió a ambas, yo vacilé por unos segundos si entrar o no, mi amiga también tenía un rostro pensante ante la petición del hombre; pero era tentador viajar en un auto cómodo y seguro nos ahorrará dinero y estaremos más cómodas que en el metro.

Las dos aceptamos y subimos al lujoso auto. Ya adentró era más estupendo que por fuera, no me di cuenta en el primer viaje que di en el; que se veía tan bien.
La piel de cuero color gris de los asientos era suave y cómoda, totalmente limpia, aire acondicionado y al parecer también calefacción para los días de fió, yo le pedí que encendiera la calefacción porque en horas de la mañana el clima siempre es frío y húmedo, el se disculpo por tener el aire acondicionado encendido en la mañana, el contesté que que tenía que preocuparse, fue lo último que se escucho en el espacio de aquel ya cálido auto.

-

Cuándo mi pie dio una pisada cautelosa en el asfalto de la calle principal que conducía a Whisphor, la poco piel que dejaba espuesta el uniforme; recibió un inquietante impactó por el frío, lo que me hizo sobresaltar y colocar mis manos frías entre mis axilas para calentarlas. Carolyn hizo lo mismo que yo, y nos quedamos paradas cuando él hombre de negro terminaba de cerrar la puerta y guiarnos hasta la puerta.

-Por costumbre, los estudiantes de ésta institución llegan más tarde -Miro su reloj y prosiguió- Son las 7:45 -Nos miro ha ambas con desaprobación-, Creo que salen muy temprano de casa, ¿nos le da miedo caminar solas como lo estaban haciendo? -Preguntó con voz aparentemente preocupada.

Era totalmente cierto lo que decía, pero nunca nos había pasado nada, pues el lugar donde vivimos no es de esos con máxima seguridad, pero por lo menos no alberga criminales; que yo sepa.

-No se preocupe, nunca nos a pasado nada fuera de lugar por nuestra comunidad -Respondió Carolyn para tranquilizarlo, al parecer su jefa lo regaño por llegar tarde a recogernos antes de encontrarnos.

-¿Lo regaño su jefa y por eso esta enfadado? -Pregunté algo incómoda por la inesperada actitud paternal del él.

Me miró ofendido pero luego hablo normal.

-Lo siento -Musitó-, Creo que no soy el padre de ninguna para hablarles así -Su voz se tiño de una tristeza que hizo que me doliera el corazón por lo que dije.

Carolyn me miró de reojo con cara de desaprobación, él hombre ya se había dignado a guiarnos con la cabeza gacha cuándo camine detrás de él para alcanzarlo.

-Lo siento mucho -Me disculpe, agache la cabeza-, Por favor, si me perdona, le ruego que se preocupe -Añadí con voz melancólica por haber herido sus sentimientos.

En su rostro se dibujo una sonrisa que me llenó de alegría y calidez, no sabía porqué, pero su sonrisa me hizo recordar a mi abuela. A pesar de que su físico fuese de un hombre de 35 años, su sonrisa guardaba mucha tristeza. Nos tomo de la mano como si fuéramos su hijas en nuestro primer día de clases.

Nos llevo hasta adentro hasta la entrada del gran edificio, las puertas aun estaban cerradas, nos grandes puertas de caoba gruesa y bien barnizada, el edificio era enorme, grandes ventanas de cristal con forma redonda arriba y cuadrada abajo, el edificio parecía dividido en tres; pero era solo uno. Su color era hermoso, un rojo ladrillo con diseño de la siglo XIX. Por dentro era lo contrario, era moderno, en muchas de las aulas que pude ver habían plasmas enormes, en cada esquina había una cámara de seguridad, pequeñas pantallas que al parecer es dónde anunciaban los eventos y los platos del día del comedor.

Nos llevo hasta el comedor, nos brindó un café y desayuno, no sé si Carolyn había desayunado, pero yo no y mamá no me dio mi lonchera hoy; seguro se le olvido por lo emocionada que estaba por mi entrada a Whisphor. Yo estaba igual de emocionada, pero aun no lo demostraba.

Estudie con cautela el rostro del hombre, me resultaba familiar pero no sabía de quién era, su piel era bronceada, cabello negro cobrizo, sus facciones eran perfectas al juzgar por su edad, en ocasiones parecía un hombre mas joven. Pero claramente tenia sus 35 años.
Mi mente tomo una actitud interrogante, quería preguntarle su nombre y otras preguntas; pero comencé con su nombre:

-¿Cual es su nombre? -Pregunté de repente, esté me miró cuándo tomaba su café con una mirada tranquila.

-Mi nombre es Edward -Respondió sin vacilar, sus ojos negros brillaban por el reflejo de la luz.

-Que hermoso nombre -Comento Carolyn.

-Gracias.

-Sí, es un lindo nombre, y muy elegante -Añadí con una sonrisa delicada.

-Me lo han dicho muchas veces -Carcajeó algo presumido.

-¿Cual es tu nombre? -Se dirigió a Carolyn está vez.

-Carolyn -Respondió ella con una media sonrisa en sus labios.

-Que hermoso nombre, me recuerda a los hermosos corales del océano -Comento Edward haciendo sonrojarse a Carolyn.

Terminamos de tomarnos el café y comer el desayuno, ya era hora para que los alumnos llegarán. Teníamos que estar en el área de la entrada como todos para entrar a la hora del timbre.

Cuándo llegamos afuera ya estaban llegando los primeros estudiantes, uno detrás de otro en sus respectivos auto y camionetas lujosos. Bajaban chicos y chicas de aquellos vehículos entrando cada uno con su mochilas al hombro. Muchos se nos quedaban viendo y hablaban en voz baja entre ellos, yo no les hacia caso.

-Emily, creo que están hablando de ti - Susurró Carolyn a mi oído mientras clavaba sus ojos en ellos-.

-Carolyn, no los mires, deja que hablen, seguro es por el rumor de la heroína -Hable en un hilo de voz para que nadie me escuchará.

-¿De que hablan? -Edward pareció detrás de nosotras asustandonos a tal punto que nos despegamos de un tiro, me había olvidado totalmente de su existencia, con todas esas mirada puesta en mí, es difícil no estar nerviosa hoy.

-Lo siento si las asuste -Se puso derecho ajustando su corbata y añadió-, Tengo que llevarlas hasta la dirección para que las registren e integren a su nivel y aula correspondientes.

-¿Emily y yo estaremos juntas? -Preguntó Carolyn a Edward asustada de no estar conmigo en la misma clase.

-Tratare de que eso sea así -Respondió nervioso Edward con las manos en alto como si Carolyn lo fuera ha atacar.

Yo suspire, tenía algo de sueño y sabía que esa clase de papeleo tardaba mucho. Edward nos guió hasta una oficina, tocó la puerta que estaba hecha de caoba en los bordes y una clase de cristal en el medio que no era transparente, sino que parecía niebla, alguien de otro lado respondió con un: Adelante.

Entramos uno detrás de otro, como siempre Edward tan caballeroso nos ofreció el pasl primera para poder entrar. Era una oficina dividida en dos partes, no era muy grande, las paredes estaban pintadas con un color amarillo apagado, tenía algunos cuadros de paisajes y una maceta con flores -Girasoles ya estaban grises y casi sin ningún pétalo-. En el escritorio se encontraba sentada una mujer robusta de unas 33 años tecleando en una computadora, sus dedos se movían ágiles sobre el teclado; su cabello corto color rojo intenso estaba bien arreglado en perfectos Risos, sus ojos eran de color azul intenso y su piel era más pálida que la mía -Y yo si que soy pálida-, traía puesta una blusa de estampado de flores con unos pantalones de vestir negro. Si no fuera porque Edward tosió a propósito para llamar su atención, hubiéramos ahí toda la mañana.

-¿Qué deseas Edward? -Preguntó dándole una merecida pausa a sus dedos. Al parecer conocía a Edward.

-Está es Emily Steel y su amiga... -Pauso pensativo, al parecer olvido el nombre de Carolyn. Que raro, un nombre tan hermoso como él mismo lo describió no podía ser olvidado tan pronto; o solo era una escena de conquistador meloso.

-Carolyn _Dijo mi amigo con voz molesta-, Carolyn Perla -Añadió-.

La mujer me miró asombrada, se levantó de su asiento y me abrazo tan fuerte que no podía respirar. Carolyn y Edward estaban asombrados del repentino acto de la mujer.

-Victoria, ¿Que te ocurre? -Inquirió Edward.

-Está chica me salvó la vida -Admitió agradecida-. Si no fuera por ti me unirá achicharrado en esté lugar -Explicó, yo me sentía aturdida entre sus brazos-.

-Señorita, me ésta ahogando -Dije sin aire, mi cara ya estaba roja.

-¡Oh!, perdonarme -Se disculpó avergonzada-, Es la emoción -Me dejó libre de su abrazo de oso y respiré profundo recobrando la compostura.

-Bien, ahora mismo la registro -Se sentó en su lugar de trabajo-, Pero necesito otros datos -Anuncio mirándonos a Carolyn y a mí con seriedad.

-¿Cuales? -Preguntamos las dos al mismo tiempo.

-Edad, día de nacimiento, sus aptas de nacimiento las necesito, dirección, correo electrónico; el suyo y el de sus padres, numeró de teléfono y de celular, certificado de el grado que cursaron el año pasado, tipo de sangre, certificado medico, carta de donde estudiaron el arte que practican, etc.

Yo estaba mareada, Carolyn tenía los ojos como platos que parecían que otra dimensión,
estaba inmóvil y me asusté.

-¡Carolyn! -Musite preocupada moviendole el hombro-, !Despierta! -Le ordene y sus ojos parpadearon muchas veces.

-Emily... -Su voz se escuchaba aterrada-. Tuve un sueño horrible -Se cubrió los ojos asustada, yo estaba muy preocupada, quería saber que sueño era ese-, Fue terrible, una mujer fea me pedía tantas cosas que creo que no podré conseguir.

Mi expresión de terror cambio por una de decepción, me lleve la mano derecha a la frente y Edward se hecho a reír a tal punto que se hecho doblado a reírse en el piso. Victoria estaba roja del enfado, me precipite a disculparme con ella y explicar le que Carolyn es alguien muy especial, es dramática fantasiosa.

Nt: *Dramática fantasiosa es un estado mental que solo la personaje Carolyn posee, es un estado que la lleva en sus momentos de angustia, a dramatizar el acto o cosa que la angustia* Ejemplo: Vio a la mujer convertida en bruja pidiendole todo eso.

Victoria entendió la situación de Carolyn y se tranquilizó, no obstante, no le perdono a Edward que se burlara de ella y le lanzo a la cara una libreta que se encontraba en el escritorio.

Narradora

Luego de que Edward se disculpará con Victoria, ésta las ubicó en la misma aula por petición de los tres. Pero con la condición de que tenían una semana para traer todos los requisitos que pidió. Su inscripción fue más fácil porque no hace mucho habían comenzado los clases en todos los centros de estudio.

Las había ubicado en el aula 4A, por supuesto que los que se encontraban desde su primer año de secundaria en Whisphor están más preparados, pero las dos trabajarían mucho más que todos para alcanzarlos, aunque están confiadas que todos los años de estudio y las clases en cursos de dibujo y Carolyn con su buen desempeñó en el violín desde niña bastaba para no quedar abajo de ninguno de ellos. Estaban juntas en un lugar donde sabían que no debían bajar la guardia ni un segundo. Edward las llevo a donde tenían que ir, se despidió de ellas después, ya sabían que las clases habían comenzado por todo el tiempo que pasaron en la oficina de Victoria. Estaban ya sola delante de la puerta y se decidieron a tocar.

-Pasen jóvenes -Dijo una voz masculina detrás de la puerta.

Se escucharon algunos cuchicheos de los alumnos y las dos se pararon a pensar si entrar o no a esa aula llena de chicos que seguro no tienen ninguna simpatía.

-¿Estas lista? -Inquirió Carolyn en un hilo de voz, Emily se encontraba vacilante, profunda entre sus pensamientos, pensando como cambiaran las cosas si entran. Sacudió la cabeza y dejo de pensar en tonterías sin sentido; asintió con la cabeza, Carolyn giró la perilla y la puerta se abrió.

Todos los que se encontraban dentro del aula guardaron silencio, mirando todos en dirección donde estaban aquellas dos chicas.

-Es un honor presentarles a Emily Steel, la chica que nos salvo a todos -Anunció él profesor con gran profundidad y esmeró en su voz.

En ese momento, todos clavaron sus ojos fulminantes sobré Emily.

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Holi mis lectores, es un gusto para mi que lean esta historia, espero les este gustando. Me gustaría que comentaran que les pareció, me gustaría mucho saber. Saludos desde República dominicana.

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