Narra Aioros:

Había leído varias páginas y me sorprendía mucho que Aioria hablara con los anteriores caballeros dorados al igual que ahora sabía todo lo que sufría por tanto tiempo desde que fui asesinado, al seguir leyendo una de las páginas llamo mucho mi atención a lo que comenze a leerlo con más detalle; no podía creer lo que estaba ahora mismo leyendo.

Aioros:*comienza a leer*

<<Día:xxx Mes:xxx Año:xxx....>>

Jamás olvidare lo que el patriarca Arles me hizo, las heridas que me hizo aún no sanaron del todo; me arde el ciertas partes de mis brazos al igual que mis tobillos mi cuello y mi espalda. No se porque lo hizo pero todavía arden, trato de no tocarme esas heridas por se nota mucho que la piel está sensible al tacto; no es la primera vez que me lastima así creo que ya es las novena ves que aparece frente a mi de la nada y me tortura de manera horrible quemandome con distintos fierros que lleva los signos zodiacales al rojo vivo.

Ya es algo tarde e intenté escapar de el pero no sé puede porque siempre me encuentra, me encierra en aquella celda llena de esos fierros que creo que siempre están en el fuego; puedo escuchar sus pasos acercándose dónde ahora estoy escondido tengo mucho miedo y no que puedo hacer.

Aioria:tengo mucho miedo, está cerca oh no ya me encontró...

<<Fin de la página...>>

Estaba en shock y volví a releer la página ya que no podía creer lo que había leído, no podía ser posible que Saga le haya hecho algo tan horrible a mi pequeño hermanito; cambie de página y lo que leí me dejó completamente en shock.

Aioros:*cambia de página y comienza a leer*

<<Día:xx Mes:xxxx Año:xxxx...>>

Duele mucho, el patriarca Arles fue más bruto que las veces anteriores no parecía ser humano; ví su rostro y creo que eso lo enojo más que antes ahora me duele peor las marcas. No paran de sangrar ni tampoco de arder, me cuesta mucho moverme al igual que me duele respirar creo que voy a morir; eso es lo que siento ahora mismo mi pecho arde y duele no deja de sangrar.

Por órdenes del patriarca nadie debía de atender mis heridas o acercarse a mi, me dolía más la indiferencia que quiénes decían ser mis amigos no solo acotaron las órdenes sino que también empeoraban mi mal estado; como siempre los anteriores caballeros dorados me cuidaban de las acciones de los demás pero ni siquiera ellos pueden curar mis heridas. La nueva quemadura que tengo es la que está en mi pecho, esa no para de arder al igual que sangrar ya que después de marcarme al rojo vivo me empezó a golpear con un látigo; tal ves merezco morir lleno de marcas que sangran y arden a la ves tal vez los dioses quieren que muera porque soy el hermano menor de un traidor.

Pero si muero siento que si ya no estoy en este mundo posiblemente nadie me extrañe, pero también siento que si ya no estoy en este mundo es probable de que alguien llorara por mi y ese alguien tal vez no esté feliz con el santuario si supiera el como soy tratado; es probable que cosas horribles llegarían a pasar.

Aioria:no debo rendirme, no moriré por el bien del santuario siento que debo seguir viviendo hasta el final...

<<Fin de la página...>>

Aioros:*le caen lágrimas*porque no me lo dijiste, Aioria no hiba a enojarme si me decías la verdad...*mira la contra tapa y se sorprende*un continuará??*decidido*(no importa que, pero debo de encontrar el segundo diario...)

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