Llegué a mi casa luego de una noche entera de fiesta y no se me salía su hermosa cara de la cabeza,¿Cómo puede ser? Me preguntaba. Luego de bañarme tome la sabia desición de dormir, porque alomejor solo estaba confundido por el sueño. Pero al parecer no era así, porque luego de despertar lo primero que hice fue tomar mi teléfono y entrar a WhatsApp para escribirle pero no lo hice hasta que pasé alrededor de 5 minutos admirando su belleza en su foto de perfil, cuando tome la valentía y le escribí no estaba conectada y luego de eso abría su chat cada 10 minutos para ver si ya había visto mi mensaje. Hasta que luego de dos horas me respondió, ¿cómo explicar lo que sentí cuando recibí su mensaje? Las manos me temblaban y sentía que el corazón se me salía por la boca, nunca antes había sentido está sensación y para ser sincero me encantaba. Así pasamos varios días y entre nosotros fue surgiendo una química fuerte en tan poco tiempo. Al fin llegó el jueves y nunca había tenido tantas ganas de ir a la universidad como ese día, moría de ganas por ver su cara angelical. Para mí sorpresa nuestro saludo fue un beso y fué ahí cuando sentí que me desmayaba, cuando nuestros labios se juntaron sentí en mi interior una explosión más fuerte que la del Big Bang. Luego de clases fuimos a la playa con unos amigos, me quedaba como tonto mirando su cara iluminada por los rayos del sol que se reflejaban en el mar. Al regresar a mi casa y estar solos en mi cuarto sentía nervios y al mismo tiempo estaba ansioso porque sentía que era ese momento nuestros cuerpos se juntarían y no me equivoqué. Es imposible olvidar el placer que sentí esa tarde mis manos temblaban mientras acariciaban todo su cuerpo, por primera vez en mi vida sentía que hacía el amor. Mi corazón palpitaba demasiado rápido y me sentía en el mismísimo Olimpo al ver esa diosa desnuda encima de mí. Fue en ese preciso momento en que descubrí que me estaba enamorando de ella.