Capítulo 9: La libreta.
—Estas aquí— dijo el de cabello negro al verme.
—¿No era que aparecerías si gritaba tu nombre?— pregunté cruzándome de brazos, Graham sonrió.
—Si, y si fui— frunci el ceño.
—Mientes, no te vi ahí, solo estuvo Adara y luego apareció Ariadna.
—Pues si lo estuve, pero al ver que estabas bien me fui, sabes que soy un hombre ocupado— volvió a prestar atención a los papeles regados por el escritorio.
—Ya, lo que sea— me acerque al escritorio— ¿Y que es eso de que vamos al mar de los muertos?
—Es por una pista, Adara vio algo ahí, al parecer podría estar Merlín en aquel lugar.
—Ya veo, ¿quienes irán?— pregunté por curiosidad, porque, no íbamos a ir solo los dos, ¿verdad?
—Litsa, Myles, Adara, Ares, tu y yo— respondió alzando la vista— Ellos son los mejores hechiceros después de los Ancianos.
—¿Ellos? ¿Y tú?— pregunté alzando una ceja, se levantó y se inclino quedando a escasos centímetros de mi rostro.
—Yo soy mejor que muchos de ellos— sonrió de medió lado, mi ritmo cardíaco aumento por unos segundos.
—Aja, ¿y yo?— dije desviando la mirada, él se alejó antes de responder.
—Bueno, aún no eres rival para ellos, pero una vez que recuperes tus poderes, podrías ganarle hasta al mismísimo Mordred.
Mordí mi labio inferior, ¿enserio era tan poderosa? Mire a Graham el cual volvía a tomar asiento, recordé como la espada atravesaba su corazón y mi pecho dolió, Graham al verme se levantó de golpe.
—¿Estas bien? Te ves pálida— toco mi frente con una de sus manos, luego examino mi rostro.
—Estoy bien, no es nada— mentí.
—Creó que deberías descansar más antes de irnos, cada vez que llegue un nuevo recuerdo te sentirás mal, si el recuerdo es muy pesado podrías volver a desmayarte, aunque la mayoría de tus recuerdos llegaran cuando estés dormida — dijo algo preocupado.
—Entiendo— me separe de él y di la media vuelta para irme, pero me detuve al llegar a la puerta— ¿Cuando nos iremos?
—Cuando los preparativos estén listos— respondió él, lo mire por sobre el hombro y lo vi sentarse.
—¿Y cuando sera eso?— quise saber.
—Dos o tres días— respondió volviendo a mirar aquellos papeles.
—Ya— salí de la estancia y camine por los pasillos sin rumbo ya que seguía perdiéndome en el inmenso templo.
Al llegar a una enorme puerta, supe donde estaba, la salida del templo, me quede mirando aquella puerta, preguntándome como seria poder estar ahí fuera, sin miedo de ser atacada por los brujos. Negue con la cabeza y seguí caminando por uno de los pasillos donde supuse podría estar mi habitación, recorde las veces que la puerta negra habia aparecido, me preguntaba que estaría haciendo él, quería ver al chico de piel pálida y ojos dorados, al chico que me había salvado ya dos veces, me acerque hasta una de las puertas, esta era distinta a las otras y me daba curiosidad, la abrí y al entrar en ella pude ver una habitación distinta a todas las que habían en el templo, parecía ser de un hombre porque era bastante masculina, la puerta se cerro detrás de mi asustandome, me volteé y trate de abrirla, era inútil.
—Esto es imposible — murmure por lo bajo.
—¿Que haces aquí?— aquella voz, la pude reconocer al instante, giré mi rostro y ahí estaba él, sentado en una silla frente a un hermoso escritorio, tenía una pluma negra en su mano, con la que suponía había estado escribiendo en aquella libreta que reposaba en el escritorio.
—Eres tú, ¿que haces aquí?— pregunté algo aturdida, él alzo ligeramente una ceja.
—No deberias responder una pregunta con otra— él no se movió del lugar en el que estaba, por lo que con algo de desconfianza me acerque hasta donde él se encontraba.
—¿Donde estamos?— pregunté mirando alrededor.
—Mi habitación — respondió, lo mire incrédula, ¿como era posible que estuviéramos en su habitación?
—No, yo estaba en el templo — dije sintiendo algo de miedo.
—Bueno, ahora estas del otro lado del reino— ¿que? Eso no era imposible, ¿verdad?
—¿Como es eso posible? — pregunté en un murmullo.
—No lo se, de alguna forma tú hiciste eso posible — dijo sin más.
—¿Estas bromeando?— él volvió a escribir algo en su cuadernillo, libreta o lo que sea que fuese aquello.
—No — se detuvo un momento para mirarme — Relajate, la habitación esta protegida, así que nadie sabrá que estas aquí — volvió su vista a lo que hacia antes, yo solo me preguntaba ¿porque él tenia su habitación protegida? No le quise preguntar, me acerque los pocos pasos que me faltaba y mire por sobre su hombro, esto era extraño, yo lo había visto escribir, entonces ¿porque no había nada escrito ahí? es más, ahora mismo estaba escribiendo pero no había nada.
—¿Acaso tu pluma no tiene tinta?— le pregunté, él dejo de escribir y alzo la vista, nuestras miradas se conectaron.
—Su tinta es infinita — movió la pluma entre sus dedos.
—Seguro~ — dije irónica, mientras rodaba los ojos— Has estado escribiendo sin que se escriba nada.
—Es una libreta encantada — se levanto y se apoyo contra el escritorio, libreta en mano— Solo su dueño puede ver lo que hay escrito en ella, es muy útil.
—Nunca escuche de ellas— seguramente Cyril tenía una de estas y escribía sus macabros planes para...
—Es porque solo hay tres ejemplares — dijo él interrumpiendo mis pensamientos.
—¿Solo tres?— él asintió — ¿Porque?
—Es muy difícil crear estas cosas, mucha magia — respondio mirando la libreta.
—¿Crear?— murmure, ¿que tipo de libreta era para necesitar tanta magia?— ¿Y quien las creo?
—Mi hermana menor y yo— respondió con una pequeña sonrisa en los labios.
—¿Tienes una hermana?— pregunté.
—Tengo muchos hermanos — dijo encogiéndose de hombros, yo solo asentí.
—¿Y cual de ellos tienen las otras libretas?— su mirada se encontró con la mía.
—Solo Callia y yo, la tercera la tiene una chica que conocí hace un tiempo — Callia, era un lindo nombre, pero lo que me daba curiosidad era, la chica a la que le había dado la otra libreta, ¿quien era ella y porque le había dado algo tan genial? Claramente no le preguntaría.
—¿Y como funciona?— mire la libreta.
—¿En verdad quieres saber?— asentí — Acercate — pidió, dude por unos segundos pero al final me acerque hasta él y me quede a su lado — Veras, como ya te mencione, solo el dueño de la libreta puede ver su contenido — la abrió mostrándome paginas en blanco, escribió en una y al terminar, me miro a los ojos — Pero si obtienes el permiso de su dueño, también puedes leer lo que esta escrito — seguí su mirada hasta la libreta, poco a poco las palabras que acababa de escribir iban apareciendo, cuando lo leí abrí la boca sin poder creerlo.
—Dices que... — trataba de repetir lo que estaba escrito, pero no podía, por una extraña razón las palabras no salían de mi boca.
—Por otro lado — continuo él — No podrás decir lo que leíste, ni siquiera podrás repetirlo en tu mente — bueno, ya me había dado cuenta de eso — Solo podrás hacerlo si el dueño te deja — volvió a escribir, leí lo que acababa de poner, un nombre, era lindo — Puedes decirlo.
—Stephen — él me sonrió de medio lado — ¿Es tu nombre?
—Si— sonreí, todo esto era tan extraño.
—¿Puede hacer algo más?— quiese saber.
—Sus hojas son infinitas, igual que la tinta de la pluma — alzo la pluma negra y antes que preguntara algo sobre ésta, él se adelanto — Esta pluma puede crear portales sin necesidad de un hechizo, y su tinta es un veneno letal.
—¿Porque la tinta es venenosa?— pregunte con miedo.
—Protección, hay cosas ahí fuera qué son inmunes a la magia, como los fuegos fatuos— frunci el ceño.
—¿Fuegos fatuos? Pero se supone que son buenos y te guían a un tesoro— recordé algunas historias del mundo humano, ¿acaso aquí no eran iguales?
—¿Tesoro? — rió, lo mire incrédula — Esas cosas son molestas y engañosas, guían a sus víctimas a la muerte; a un risco, una cueva de Goblins, a cualquier lugar donde encontraras tú muerte.
—¿Enserio? — estaba atónita, ¡ese maldito fuego se veía inofensivo!
—Si, son como las luciérnagas, pero peor — ¿las luciérnagas también eran malas? Maldición, debía recuperar mis recuerdos, este lugar era muy distinto al mundo humano.
—Te mostrare algo genial — dijo y sonrió — Skatten, sepeli te — la libreta desapareció al igual que la pluma — Si le pones nombre a tu libreta, puedes ordenarle que hacer, ahora esta oculta, nadie la ve, ni siquiera su dueño, pero si la llamo, Skatten, hic — la libreta y la pluma, aparecieron sobre la cama de Stephen.
—Increíble — murmure, tomó la libreta y por un segundo me sonrió antes de fruncir el ceño mientras miranba la libreta— ¿Pasa algo?
—Mi hermana esta cerca, debes irte.
—¿Qué, como sabes que esta cerca?— pregunte curiosa.
—Por la libreta, si la tengo en mi mano, puedo saber donde se encuentran las otras, es como un radar o algo así — caminamos hasta la puerta.
—Como un GPS — murmuré.
—¿Un qué?— pregunto deteniéndose antes de abrir la puerta.
—Es algo con lo que sabes donde esta lo que buscas— dije para que me entendiera — Un GPS mágico, genial — le sonrei, él abrió la puerta y me hizo un gesto con la cabeza para que saliera, o más bien, entrara.
—Espero verte pronto — dijo con una ligera sonrisa en los labios.
—Puede que tarde un poco, estaré fuera un tiempo.
—¿Como que estarás fuera?— dijo tocando mi brazo.
—En dos o tres días iremos en busca de Merlín, nos embarcaremos en el mar de los muertos — ¿porque? ¿porque demonios estaba diciendo eso? había pensado en decirle que iría al mundo humano tal vez, pero ¿porque había dicho la verdad? No tuve tiempo de decir nada más, él soltó mi brazo y cerró la puerta.
Me quede atónita, mil preguntas rondando mi cabeza y maldiciendome por ser tan estúpida, bien, Stephen no era un brujo, pero él estaba del otro lado, si, me había salvado un par de veces, pero vivía con brujos. Tal vez él no era malo, ¿pero quien me aseguraba que no le daba información a los brujos? Suspire, al voltearme me tope de frente con el anciano sombrío, mi sangre se congeló, estaba asustada, me quería alejar de ese tipo, pero mis piernas no me respondían. El cabello le cubría la mitad del rostro, era alto pero estaba encorvado, sus manos eran huesudas, se acerco un paso quedando cara a cara, su aliento golpeando mi mejilla, el olor era putrefacto, no se que había comido pero al parecer se había podrido.
—Damnare puella tibi morietur— murmuro entre dientes, espere a que pasara algo, pero nada, Ariadna me había dicho que había veces en que los ancianos hablaban en latín, no solo cuando conjuraban hechizos, tal vez eso estaba haciendo este hombre, pero... ¿que diablos estaba diciendo? la marca en mi muñeca comenzo a quemar, esto era una muy mala señal— Es nefarium est apud nos, Ut ardeat de sanguine flammas inferni.
Me miró con el ceño fruncido, el único ojo que tenía a la vista era de un violeta muy oscuro, el miedo aumento cuando sentí que mi sangre comenzaba a quemar, cada vez más caliente, gemí por el ardor, al momento de bajar la vista, pude ver que mis venas eran mucho más visibles de lo normal, mi piel se estaba poniendo roja al igual que mi marca. No sabía que era lo que quemaba más si la marca o mis venas, él sonrió al verme, quería gritar, pero no podía hacerlo, mi vista estaba borrosa por las lágrimas contenidas, cerré mis ojos con fuerza.
—G-Graham— no fue más que un murmullo, el calor quemando mi garganta, mi cabeza dolía y me costaba mantenerme de pie.
Antes de caer al suelo, unos fuertes brazos me sostuvieron por la cintura, el calor comenzando a cesar. Al abrir los ojos, el hermoso rostro de Graham fue lo primero que vi, nunca creí sentirme tan feliz por que él estubira a mi lado, se veía preocupado y al parecer me estaba hablando, pero no lograba escucharlo, le sonreí o creí hacerlo, ni siquiera sabía si podía o no sonreír, mi vista se desvío hacía el anciano el cual estaba en el suelo inconsciente. Genial, ya podía descansar, volví a cerrar mis ojos y me deje llevar por la oscuridad.
••••••••♪•••••••♪••••••••
Glosario:
Damnare puella tibi morietur
Deberías morir maldita chica
Es nefarium est apud nos
Eres una desgracia para nosotros
Ut ardeat de sanguine flammas inferni
Que tu sangre arda como las llamas del infierno
----------
Hola a los que leen esta historia, espero les este gustando. He estado intentando subir este cap desde hace un rato, pero la señal es pésima, esperemos que se pueda publicar.
MYAM_23 Aquí hay información sobre, bueno ya tu sabes 😂😂
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro