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Capitulo 4: La pequeña gran biblioteca.

Cuando desperté me di cuenta que estaba en la habitación, mi habitación ya que al parecer me quedaría en este mundo, me senté y miré para todos lados.

-¿A quien buscas?- me asuste al escuchar la voz de Graham, pero no lo veía por ningún lado, lo busque con la mirada hasta dar con él, Graham estaba sentado en un sofá en la esquina de la habitación.

-Me asustaste- dije poniéndome una mano en el pecho, sólo exageraba pero me daba igual, él me miró serio, ¿y a este que le pasaba?- ¿Que?

-Te desmayaste- me dijo, alce una ceja y lo miré a los ojos.

-¿Ah, si? ¿y estas molesto por eso?- pregunté.

-Nixie, ¿por lo menos sabes porque te desmayaste?- preguntó aún serio.

-Ehmmm, no- conteste pensativa.

-¿Cuando fue la última vez que comiste algo?- preguntó, lo miré y trate de recordar, hoy en la mañana... No, no había desayunado, anoche no había cenado...- Hoy no desayunaste, ayer te la pasaste todo el día en el centro comercial y antes de ayer sólo comiste una tostada- dijo enojado, wow si que era un buen espía, guardián o acosador, lo que sea.

-Ehmm, yo...

-¿Porque no dijiste que tenias hambre?- preguntó.

-Pues, porque no me había dado hambre- respondí.

-Esta bien- dijo cansado- Le diré a Ariadna que te traiga algo para comer- dijo poniéndose de pie y acercándose a mi- No te levantes, te puedes marear- después de decir esto desapareció.

Suspire y me recoste en la cama, todo lo que me había contado Graham parecía un sueño, como si me estuviese contando una película, parecía algo muy irreal para mi, levante mi mano izquierda y miré mi muñeca, era raro como esa marca cambiaba de color, ahora estaba celeste, la última vez que la había mirado estaba rosada, acerque un poco más mi muñeca a mi cara, ¿que se suponía que era? parecía una especie de ¿luna tal vez? aunque recordándolo, Graham había mencionado que la marca era una media luna, el color celeste fue desaparecido y comenzó a ponerse roja, sentí un pequeño ardor, eso nunca me había pasado antes, escuche que tocaban la puerta.

-Adelante- dije sentándome en la cama, Ariadna paso por la puerta con su peculiar sonrisa y una bandeja con comida en las manos- Gracias Ariadna.

-No es nada -dijo poniendo la bandeja sobre mi regazo - Coma mientras esta calentito.

-Esta bien, gracias - me di cuenta que ella no se movía de su lugar- Puedes retirarte.

-Con su permiso- dijo haciendo una reverencia.

Todo esto era nuevo para mi, no estaba acostumbrada a que me tratarán como a una princesa, hablando de princesa, ¿Ariadna no me había dicho que yo era una princesa? debía preguntarle a Graham sobre eso, cuando termine de comer deje la bandeja en la mesita de noche que estaba al lado derecho de la cama.

Tenía un poco de sueño, tal vez era ya de noche, no estaba segura ya que las cortinas estaban cerradas, me acomode en la cama para poder dormir, sentí que había alguien en la habitación, me incorpore pero no vi a nadie, escuche que tocaban la puerta y luego esta se abrió, Ariadna entró y me dedicó una de sus espléndidas sonrisas.

-¿Desea dormir ya? - preguntó y yo sólo asentí, el mal presentimiento de hace unos segundos atrás me hizo tener un poco de miedo, pero luego pensé que sólo había sido mi imaginación, Ariadna sacó un hermoso camisón de seda celeste del ropero que estaba a un lado de la habitación cerca del sofá en el que anteriormente había estado Graham, lo dejó sobre la cama y me ayudó a quitarme el vestido - Que descanse.

-Gracias, tu igual descansa - me despedí mientras me tapaba con las cobijas, cerré los ojos y en cosa de segundos me quede profundamente dormida.

[...]

Sentí como alguien abría las cortinas dejando entrar los tediosos rayos de sol a la habitación, arrugue la nariz ya que la luz me molestaba, con mucho esfuerzo me incorpore, me pase las manos por los ojos y los abrí despacio, aún tenía sueño.

-¡Buenos días! - saludo una alegre Ariadna.

-Buenos días - respondí con un intento de sonrisa.

-El baño ya esta listo - dijo saliendo de la habitación, me levante pesadamente y me puse la bata a juego con el camisón, salí de la habitación y vi que Ariadna me esperaba, cuando me vio siguió caminando.

Llegando al baño le dije a Ariadna que estaría bien sola, una vez sola me saque la ropa y me metí a la piscina, el agua estaba exquisita, una vez terminado de bañarme salí y me enrolle en la toalla que me había dejado Ariadna, fui hasta el cuatro donde se encontraba la ropa, encima del sofá había un vestido rosa de mangas tres cuartos, tenia encaje en las mangas y el escote, también estaba la ropa interior y unos lindos tacones de terciopelo a juego con el vestido, suspire y me vestí.

Cuando Ariadna llegó me ayudó a peinarme, me hizo un moño alto y dejó caer dos pequeños mechones a los costados de mi rostro, luego me dijo que debía desayunar, quería llevarme al comedor pero le dije que prefería desayunar en mi habitación, después de desayunar me senté en el sofá y me quede mirando por la ventana un buen rato.

No sabia cuanto tiempo llevaba en la misma posición, ya estaba aburrida y un poco dolorida, me levante y fui hacia la puerta, salí de la habitación y camine por los inmensos pasillos, abría cada puerta que me encontraba, muchas de ellas eran habitaciones, me parecía extraño ya que se suponía que esto era un templo, seguí caminado hasta dar con una enorme puerta, trate de abrirla pero no pude.

-¿Que haces?- me gire para ver quien me hablaba, era un chico de.. La verdad no sabría que edad tenía ya que aquí podías tener más de cien años y aún así aparentar mucho menos, el chico era bastante guapo, tenía ojos violeta como todos, cabello castaño, era alto y elegante.

-¿Yo?, sólo quería saber a donde llevaba esta puerta- dije, él miró la puerta y sonrió.

-Esa es la puerta de salida, aunque sólo se puede abrir con magia - me quedó mirando por unos segundos, se llevo su dedo índice a la barbilla y se golpeó esta pensativo - Espera, ¿eres la princesa?

-¿Que?- pregunté confundida.

-Claro, como no me di cuenta antes, el cabello blanco y tan hermosa como dicen los rumores - estaba atónita, el chico tomó mi mano y se inclinó para besar el dorso de mi muñeca - Ruego me disculpe, no sabía que era usted, soy nuevo en todo esto, lamento no haberla reconocido al instante...

-Por favor, no seas tan formal, sólo llámame por mi nombre, soy Nixie.

-No podría...- lo miré suplicante, no estaba acostumbrada a tanta formalidad, el sonrió y asintió - Esta bien, un placer conocerla Nixie, mi nombre es Colín.

-Colín, lindo nombre - dije haciendo que el chico se sonrojase un poco - Colín, siento ser tan... Entrometida, ¿me podrías decir tu edad?.

-Por supuesto, ciento dieciocho.

-Ya veo- bueno, se suponía que aquí eso era ser joven.

-Lamento preguntar, pero en los libros sale que se llama Megara, ¿Porque me dijo que se llamaba Nixie?

-¿Libros?- pregunté confundida.

-Si, en la biblioteca hay unos cuantos libros que la mencionan.

-¿Me podrías llevar a esa biblioteca? ¿y podrías dejar de ser tan formal? se siente raro.

-Esta bien, entonces sigueme -dijo Colín encaminándose a la biblioteca.

-Ah, y te dije que me llamó Nixie ya que es el único nombre que recuerdo - Colín me miró por el rabillo del ojo.

-Así que, Graham no te ha devuelto los recuerdos.

-Pues no.

Caminamos por unos minutos en silencio, con tantas vueltas ya me había perdido, todo el lugar me parecía exactamente igual, Colín se detuvo al frente de una de las tantas puertas que habían en aquel pasillo y la abrió, hizo un gesto para que entrase, al entrar vi unos libreros enormes, todos y cada uno de ellos repletos de libros, nunca había visto tantos libros en toda mi vida.

-Esto es, enorme - dije y vi a Colín sonreír.

-La verdad, es que esta es la pequeña - dijo él, lo miré con la boca abierta, ¿como podía decir que esta era la pequeña? para mi era inmensa.

-¿Estas bromeando?

-No, la más grande esta en el pueblo.

-Ok, y en todo esto - dije haciendo un ademán para referirme a toda la biblioteca - ¿Donde están los libros que me mencionan?

-Es difícil encontrarlos, pero comencemos a buscar con la letra M.

-¿De Merlín?

-Y Megara - dijo sonriendo.

Fuimos hasta el pasillo de libros que comenzaban con la letra M, era más de un librero, yo busque por los estantes de abajo y Colín se subió a un escalera para revisar los que estaban más arriba, Mar de los muertos, leí una de las portadas, eso sonaba aterrador, Melodías siniestras ¿acaso estaba en la biblioteca del terror? seguí buscando.

-¿Has encontrado algo? - le pregunté a Colín, el cual bajo la mirada y me sonrió.

-Bueno si te interesa la historia de Mordred, he aquí el libro - dijo con un libro grueso y negro en la mano.

-Por el momento prefiero los que me mencionan a mi.

-Como digas, seguiré buscando.

-Gracias.

-No las des - dijo sonriendo, Colín era un chico muy agradable.

Camine por el pasillo mirando los nombres de los libros, uno de ellos captó mi atención ya que era dorado, me acerque y leí el nombre, Megara.

-¡Lo encontré!- chille, Colín llegó a mi lado en menos de un segundo.

-¿Y que esperas? - preguntó, no sabía si leer o no aquel libro, no era tan grueso como el de Mordred, pero aún así tenía miedo de que podía estar escrito en aquel libro.

-¿Crees que pueda llevármelo a mi habitación?, después lo traeré.

-Creo que no habrá problema - respondió amigable.

-¿Podrías llevarme de vuelta al pasillo en donde nos encontramos?

-Por supuesto, vamos.

-Gracias - camine al lado de Colín hasta llegar a la inmensa puerta de salida.

-¿Puedes guiarte desde aquí? - preguntó.

-Creó que si, gracias por todo.

-No fue nada, nos vemos.

-Si, adiós.

Colín me sonrió y camino por el pasillo del cual veníamos, camine por donde supuse estaba mi habitación y con un poco de suerte logre encontrarla, me senté en el sofá que estaba en la habitación y me dispuse a leer el libro, respire profundo y lo abrí.

-Tiene que ser una broma - las páginas del libro estaban en blanco, enojada me levante y arroje el libro contra la pared.

-¿Que te a hecho el pobre libro?- preguntó Graham apareciendo a unos pasos de distancia, tomó el libro y leyó el título.

-Se supone que habla de mi, pero esta en blanco - dije enfadada.

-¿De donde lo sacaste? - pregunto con el ceño fruncido.

-De la biblioteca.

-¿Y la bibliotecaria no te dijo el hechizo para abrirlo? - preguntó mirando el libro.

-¿Bibliotecaria? - susurré - Ahí no había nadie.

-¿Y como es que encontraste este libro? - preguntó alzando una ceja.

-Un chico me ayudó - dije cruzándome de brazos.

-Así que, entraron sin permiso a la biblioteca, ¿eh? - se acercó a mi y levantó mi mentón con su mano derecha.

-¿Porque lo dices? - pregunté, trate de que no se diera cuenta que estaba nerviosa, no era por su cercanía, no claro que no, sólo que...

-Si la bibliotecaria no esta, es por que la biblioteca esta cerrada.

-¿Y?

-Esta prohibido entrar cuando esta cerrado, ¿quien era el chico? - bajo su mano y dio un paso atrás.

-¿Que pasa si alguien entra a la biblioteca sin permiso? - pregunté en voz baja.

-Obtiene un castigo muy severo - sonrió de manera aterradora, ya me imaginaba al pobre y adorable Colín siendo azotado por el psicópata que tenía delante de mi.

-Entonces yo tomaré la responsabilidad.

-¿Estas bromeando?- preguntó mientras se reía, apreté los puños a mis costados con tanta fuerza que estos me dolieron.

-No, ya que yo obligue al chico a que abriera la puerta de la biblioteca.

-¿Una niña como tú? ¿Obligando a alguien? es lo más gracioso que he escuchado en mucho tiempo - dijo mientras rompía en carcajadas.

-No soy una niña - dije entre dientes.

-¿Sabes? sólo por haberme hecho reír dejaré al chico en paz - me miró y luego se sentó en mi cama - Como castigo deberás devolver el libro a la biblioteca y no pienses pedir ayuda si te pierdes, tendrás que hacerlo sola.

-¡Bien! - me acerque a él y le arrebate el libro de las manos.

-Bien -dijo antes de desaparecer.

Odiaba que hiciera eso, aún no me acostumbraba a que se esfumará delante de mis narices, apreté el libro contra mi pecho y decidida salí de la habitación, por lo menos sabía llegar hasta la puerta de salida, lo demás era todo un laberinto.

Llevaba más de media hora caminando y aún no encontraba la bendita biblioteca, me dolían tanto los pies que decidí sacarme los tacones, me agache para levantar los hermosos tacones rosados, seguí caminando por los largos pasillo, doble en una esquina mientras miraba las puertas tratando de encontrar de milagro la biblioteca, de un momento a otro choque con alguien que me hizo caer de pompas.

-Hijo de las mil frutas- dije entre dientes, me levante y vi al sujeto que me había hecho caer.

-Deberías ver por donde caminas - el tipo me miraba enfadado - Y más te vale que cuides tu vocabulario.

-No dije nada malo - lo miré desafiante, el sujeto se me hacia familiar, pero... ¿en donde lo había visto?

-No me contestes niña - odiaba que me dijeran así, lo miré por un momento, claro, ya sabía donde lo había visto, era uno de los ancianos y si no me equivocaba era el que me había tratado de asfixiar, castaño, alto y de espalda ancha.

-¿Que si lo hago? ¿Volverás a asfixiarme? Anciano - escupí con asco, el hombre puso su mano sobre mi hombro y me empujó contra la pared acorralándome, un pequeño quejido salió de mis labios.

-Mira niña mimada, me da igual que seas la supuesta salvadora, eso no cambia lo que hiciste - ¿Lo que hice? ¿A que se refería con eso? - Más te vale no meterte conmigo, de lo contrario saldrás muy mal parada, ya que no tienes tus poderes eres una presa fácil - sonrió con malicia, si Graham me parecía aterrador aveces este sujeto le ganaba, tenía ganas de llorar, pero no lo haría, el no podía intimidarme, no lo dejaría ganar.

-¿Qué crees que estás haciendo? -al escuchar su voz sentí un gran alivió - Sueltala ahora Cyril.

-Pero que sorpresa - dijo el llamado Cyril con evidente sarcasmo - El perro a llegado - Cyril se alejó de mi, respire con más tranquilidad, vi como miraba Graham al otro sujeto, su rostro estaba sereno, pero podía ver que estaba matando a Cyril con la mirada.

-¡Hermano! Se te quedaron estos papeles - un sonriente Colín se acercó a nosotros, ¿hermano? ¿Quien era su hermano? -¿Pasa algo malo? - preguntó al darse cuenta de la atmósfera.

-Colín lleva a Nixie a la biblioteca, tengo que hablar con tú hermano - dijo Graham sin despegar la vista de Cyril.

-¿Eres hermano de este salvaje? - pregunte sin poder creerlo, el adorable Colín, hermano de una bestia como Cyril, eso era cruel, Cyril me dedicó una mirada asesina y un escalofrío recorrió mi espalda.

-¿Salvaje? No entiendo...

-¡Colín! - bramo Graham.

-Si - le entregó unos papeles a Cyril y me indicó que lo siguiera, lo seguí torpemente ya que no podía dejar de mirar a Graham y al tal Cyril, todo esto no me daba buena espina ¿que pasaba si se mataban? y esta vez no exageraba, cualquiera que los viera pensaría lo mismo, cuando por fin los perdí de vista, me concentre en Colín, aún no podía creer que esos dos fueran hermanos.

-¿Como alguien tan lindo y tierno como tú, puede tener un hermano como ese? - Colín se sonrojo un poco y rasco su nuca.

-Y-yo lamento cualquier cosa que te hiciera o dijera Cyril, el no suele ser así con las personas, mucho menos con las chic... - al parecer había recordado algo, ya que no pudo terminar la oración, lo miré confundida.

-¿Colín? - moví la mano delante de sus ojos para bajarlo de las nubes, parpadeo repetidas veces y luego me sonrió avergonzado.

-Lo siento, no es nada - enmarque una ceja, no le creía nada - Mira, ya llegamos.

Dirigí mi mirada a la puerta que teníamos delante, no habían pasado ni cinco minutos y ya habíamos encontrado la biblioteca, me avergonzaba haberme demorado más de media hora estando sola.

-¡No sabes cuanto te quiero! - exclame contenta, me puse de puntitas y le estampe un pequeño beso en la mejilla, luego me arrepentí, el pobre se había puesto tan colorado que no encontraba parte alguna de su color natural - Lo siento, es que estuve más de media hora buscando la bendita biblioteca.

-N-no te preocupes - era una verdadera mónada, si pudiera lo adoptaría como mi hermano menor, ya que el que tenía era un... Jaison, no lo insultaría, estábamos en un templo ¿no?

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N/A :

Hola, hola, 😄 espero les este gustando la historia, a los que la siguen les doy las gracias por darle una oportunidad😊😉 los quiero 😘

HarunaNanami

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