Y ahí estaba, por fin lo confesó y derrumbándose al instante. El mayor pecado de Sakura fue revelado por ella misma: Izumi había muerto y como consecuencia de aquella terrible pérdida, ella había asumido la identidad de la madre de Hanae.

¿Qué más podría haber hecho?

El lugar se quedó en completo silencio. Solo los sollozos de Sakura se podrían distinguir con una gran tristeza sobre aquel lugar.

Los varones del equipo siete no comprendían lo que realmente estaba pasando. La sublevación Uchiha y el abandono de Konoha dejó estragos que nadie hasta el momento había comprendido, ni siquiera Sasuke, quien, a pesar de su intervención como protagonista en la rebelión de su clan, entendió aquella confesión.

El llanto de Sakura estaba lleno de desconsuelo y Sasuke solo pensó en acercase a ella, pero la vergüenza lo detuvo.

—Perdón, Itachi —murmuró aun con su rostro escondido entre sus ropas y bañada en lágrimas—, ustedes confiaron en mí y yo los defraudé...

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En algún tiempo, antes del nacimiento de Hanae

—Ya puedes cubrirte —dijo Sakura con una mirada sonriente—. Su bebé no tardará en nacer —confirmó tanto a Itachi como a Izumi.

Su felicidad se podía palpar sin necesidad de palabras, pues era más que evidente el gran cariño y amor con el que esperaban a su hijo.

—Sakura, ¿sabes qué va a hacer?

—Oh, por supuesto, Itachi, claro que lo sé, aunque yo no cuento con el sharingan, yo tengo habilidades médicas que me han convertido en una de las mejores ninja-médico del mundo shinobi —alardeó sin sonar presuntuosa—. Mi maestra me enseñó y me preparó muy bien.

—Lo sabemos —musitó Izumi—. Nos alegra que seas tú quien nos esté ayudando y más en estos momentos que todo se tornó complicado.

—Así es —confirmó Itachi, cambiando su expresión a una de seriedad—. Esto está por llegar al final. Shisui habló conmigo hace unos días y está seguro que el traidor es tío Obito, pero no estoy tan convencido.

—¿Y qué harás entonces?

—Por el momento nada. No me moveré de aquí hasta que nazca nuestro bebé.

—¿Qué? ¡No! No puedes esperar mucho tiempo, sí alguien se entera de lo nuestro, de cuál es mi origen, nuestro bebé; todo esto terminará mal. Sabes bien que la ley de la Sangre Pura aún no está abolida. Itachi, por favor, tienes que ir y detener todo, por nuestro hijo, por nosotros.

Itachi, miró al amor de su vida, y sabía sin duda que tenía razón en todo lo que había dicho. Ahora no solo se trataba de él, sino de su familia, de su clan y por supuesto su esposa y su futuro bebé. Quien sería recibido en un mundo mejor. Un mundo donde sería aceptado como parte del clan Uchiha, aunque su mamá no lo fuera.

—Sakura me cuidará, ¿no es así, Sakura?

—Sí, cuenta con ello —confirmó sin titubear—. Yo cuidaré de la futura mamá. Nos iremos de aquí. —Refiriéndose al lugar donde se encontraban. —No creo que la aldea del Sonido sea un buen lugar para traer a un bebé bajo estas circunstancias —finalizó con una sonrisa.

—Yo opino lo mismo —devolvió la sonrisa con complicidad—. ¿Lo ves, amor? Estaremos bien, Sakura cuidará de nosotros.

Izumi tenía toda la razón. A Sakura le podrían confiar sus vidas con los ojos cerrados.

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Pero cuando la vida se trataba de traiciones envuelta en venganza, no se podría esperar nada bueno, porque, aunque todo esté planeado con el más sumo cuidado algo puede fallar, y esa falla se llamaba: Shizune.

—¡Vamos, Izumi! Un poco más, puja... vamos... —dijo Sakura mirando a Izumi de reojo y viendo como una pequeña cabecita se empezaba a vislumbrarse entre los gritos de dolor de la futura mamá—...anda, Izumi, un poco más, solo un poco.

Pasaron varios minutos y el llanto de una bebé, recién nacida llenaba sus pulmones con el oxígeno un poco viciado por la humedad y el moho que les rodeaba.

Su plan para alejarse de la hospitalidad del Sannin fue saboteada, Shizune, sabiendo que Sakura e Izumi planeaban que las tres huyeran, sin saber que ella las traicionaría, induciendo el parto de la futura mamá para así evitar cualquier movimiento de su parte y no solo eso, también había hecho otra cosa, había inyectado un poderoso anticoagulante en la sangre directa de Izumi, lo cual provocó que no pudieran moverse de aquel viejo laboratorio.

Así pasaron dos horas, encerradas en ese lugar.

—Bien, ya casi no sangras, Izumi —dijo con alegría.

—Entonces, falta poco para que nos marchemos de aquí, ¿verdad, Shizune? —preguntó la recién mamá con algo de duda en su voz.

La compañera de Sakura, evitó por completo su mirada. —Sí, sí, yo creo que en un par de días más, ¿tú qué opinas, Sakura?

La pelirrosa se acercó con la bebé en sus brazos. —Sí, creo que es lo mejor. No entiendo porque sigues sangrando, es extraño, es como si tuvieras algo que evitara la coagulación...

Sin embargo, alguien entró a la habitación, interrumpiendo sus cavilaciones.

—¡Oh! Creo que llegué en el mejor momento, ¿verdad? Justo para felicitar a la nueva mamá y al nuevo integrante del clan Uchiha. Es una niña, ¿verdad? —sonrió hipócritamente ante el enojo de Izumi y de Sakura—. Pero ¿por qué esas caras? ¡Ah! Entiendo —dijo con voz calma y paseando se por la habitación—. Esa niña es una aberración para el clan Uchiha.

—Cállate, serpiente rastrera. Estás hablando de mi hija —habló con gran esfuerzo, puesto que no había recuperado del todo y cualquier movimiento provocaba que sangrara.

—Nos iremos de aquí, Kabuto.

—¿Tan rápido, Sakura? No creo que Izumi pueda marcharse —aclaró dirigiendo su mirada a Shizune, quien entendió la orden y sin pensarlo dos veces clavo un kunai en el vientre de Izumi, cortando de extremo a extremo, haciendo que muriera instantáneamente.

—¿¡Shizune!? ¿Qué acabas de hacer? —gritó

—Tranquila, Sakura. No te pongas así, Shizune no sabe lo que hizo. Además, solo acortó el sufrimiento de Izumi —soltó con mucha naturalidad—. Shizune, inyectó a Izumi con un poderoso anticoagulante.

—¿Por qué hiciste eso? Esto es una traición al pacto de paz.

—Detalles, mi querida Sakura, detalles. La paz que tanto ansían tener se dará, pero no bajo sus términos. —Tronando sus dedos para despertar a Shizune del genjutsu.

La ninja-médico despertó y de inmediato tiró el kunai viendo sus manos llenas de sangre sin entenderlo que había pasado.

—¿Qué pasó? —preguntó al ver a Izumi muerta y desangrada.

—¿No lo recuerdas? —preguntó atrayendo su mirada— La mataste, Shizune.

Sakura gruñó, soltando un golpe directo al rostro de Kabuto. —Cállate, imbécil. Tranquila Shizune eso es mentira.

Kabuto sonrió, limpiando la sangre que salía de su boca. —Sakura, no le mientas. Eso es de muy mala educación. Tú la mataste Shizune —repitió gozando y provocando la frustración de la kunoichi.

—¡Mentira! —gritó Shizune.

Tomando el kunai que dejó caer hace un momento para atacar a Kabuto, pero este la distrajo, haciéndole recordar lo que le hizo a Izumi, logrando así herirla. Eso hizo enfurecer a Sakura, lanzando un golpe que les dio la oportunidad de huir de las manos del sirviente de Orochimaru.

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Regresando al momento actual

—¿Qué pasó después de eso? ¿Qué pasó con Shizune? —preguntó Naruto.

—Ella... —dijo con la voz quebrada—...también murió, ofreciéndonos una forma de salir ilesas, tanto a Hanae como a mí, solo que por mi culpa murieron tanto Izumi y Shizune, si me hubiera dado cuenta antes, ellas quizás estuvieran con vida.

La tristeza se cernía en ella, ahora entendían la razón de los cambios de Sakura. La angustia que parecía envolverla después de que regresó de aquella misión y la manera que protegía a Hanae parecía cobrar sentido.

—Tranquila, Sakura —la consoló con sus palabras y abrazándola como una niña pequeña—. Tú has mantenido a mi hija a salvo y eso valió la confianza que Izumi y yo depositamos en ti. Aquí el verdadero traidor es Shusui.

—¡Vaya! Pensé que nunca mencionarías mi verdadero papel en todo esto —dijo Shisui con una risa de triunfo.

—¿¡Tú eres el traidor!?

Sin dejar de sonreír, Shisui dio unos pasos. —Tardase mucho en entenderlo, ¿no, primo?, pero debo de confesar que me hubiera gustado seguir con esta plática y, llegar a la parte donde incluso te liberé de tus molestos suegros, Sasuke.

—¿Por qué?

—¿Mis razones? —sonrió, señalándose a sí mismo con su mano— ¡Vaya! Así que por fin un líder de mi clan quiere saber mis razones. ¿Debería de sentirme halagado? A Itachi no le importó en lo más mínimo, se enredó con alguien fuera de nuestro clan, aun sabiendo lo que podría ocurrir, así que no me dejó más remedio que detenerlo a costa de lo que fuera.

—¿Y por qué no acudiste a mi padre? Él te hubiera ayudado.

—Naruto, me preguntaba en qué momento intervendrías en esta amena plática. El hijo del Cuarto Hokage, el siempre justo y honorable Cuarto Hokage, ¿para qué? Si el crimen ya se había cometido y todos los involucrados murieron. No había nada que hacer. La paz era más importante.

—¿De qué estás hablando?

—De su familia —dijo Kakashi—. Su medio hermano mató a toda su familia. El medio hermano que no era un Uchiha completamente. Se volvió loco y mató a todos, excepto a Shisui.

—Veo que estás muy empapado de la historia. Por supuesto, pero dime, Kakashi. ¿Qué se siente saber que tu esposa no te ama? Y que simplemente se casó contigo para ocultar el nacimiento de otro

Uchiha defectuoso, el cual no nació.

—¡Maldito! Tú lastimaste a Rin y a su bebé —gritó y a punto de atacarlo, pero fue detenido por Naruto.

—Llámame como quieras, pero mi misión es hacer que nadie más sufra lo que yo a manos de alguien que no tiene la sangre Uchiha completa, y entonces, el gran Fugaku Uchiha buscó la manera de revocar la ley que nos protegía, quise hablar con él, explicarle mis razones y no entendió, así que mataría a todos, solo dejaría unos cuantos para no extinguir nuestro clan y para ello utilicé a Orochimaru y a Danzo. ¡Qué idiotas! —concluyó Shisui, no sin antes mirar a su primo—. Eso los incluye a ustedes: Itachi, Sasuke, hubiera sido poético que tú mataras a esas dos y que entre los hermanos murieran.

Sakura abrazó con más fuerza a Hanae para protegerla.

—Si no hubiera sido por esa tonta, yo habría eliminado a esa niña que solo es una aberración encarnada. ¿Qué no lo entienden? Todos los bebés que se han contaminado por sus padres al combinar su sangre solo logran hacerlos unos excelentes asesinos mortíferos y sangrientos.

—No puedes condenar así a una inocente y catalogarla de una manera tan terrible —aclaró Sakura— Solo es una bebé, una niña inocente.

—Ahora, pero cuando crezca será otra cosa.

—No dejaré que te acerques a mi hija —prometió Itachi con voz amenazante.

—Ni yo —añadió Sasuke colocándose a lado de su hermano y desenfundando su espada para proteger a Sakura y a Hanae.

—Naruto, Kakashi, protejan a Sakura y a Hanae.

—No hace falta que lo digas, Itachi.

—Sakura, cuídate... —murmuró Sasuke mirando a su esposa como cuando siendo un simple genin, la mirada como un chico enamorado y arrepentido cuando la lastimaba—... regresaré.

Dejando el corazón de Sakura latir con mucha fuerza, regresando la esperanza de que pudieran arreglar sus diferencias.

La pelea final estaba a punto de comenzar y no había vuelta atrás, tanto Sasuke como Itachi, lo sabían perfectamente. No dejarían vivo a Shisui, sus pecados habían sido muchos y tendría que pagar por cada uno de ellos.

—Por fin llegando a esto —sonrió lleno de felicidad—. No pensé ustedes y yo nos enfrentarían después de todo, no quiero matarlos por mi propia mano.

—Bueno, como dicen: las cosas que planeas, raramente salen como lo deseamos —desdeñó Sasuke, cada palabra que su primo dijo.

—¿Por qué no simplemente te rindes y asumes tus crímenes?

Shisui sonrió con maldad. La petición de Itachi parecía una burla para un shinobi como él. Cerrando sus ojos para activar su sharigan. La pelea no sería fácil, pero no imposible. Al final sabía que estaba en lo correcto. El contaminar la sangre Uchiha de esa manera tenía consecuencias.

Sin pensarlo dos veces, ejecutó varios sellos con las manos, los cuales no fueron desconocidos por quienes alguna vez lo consideraron más que un simple compañero o amigo, sino como parte de su familia.

—Sasuke, recuerdo que Shisui es muy veloz, ten mucho cuidado.

—Descuida, Itachi, lo sé.

—¡Jutsu bola de fuego! —gritó extendiendo sus llamas para iniciar la pelea y no estaba tan mal.

Con la misma rapidez, la bola de fuego fue esquivada por Sasuke e Itachi, pero Shisui captó el movimiento de sus contrincantes, reaccionando al dar un salto y evitar el doble ataque del que estaba siendo sometido.

La lucha con ambos a la vez resultaría muy complicada, pues de antemano comprendían que se conocían perfectamente, cada habilidad, debilidad. No, definitivamente no sería sencilla esta pelea.

Shisui se arrojó a la sombra de Sasuke con un kunai en su mano, encontrándose en el camino con Itachi, quien lo atacó. Los movimientos cada vez se hacían más rápido y pronto, Sasuke se unió a su hermano en la pelea.

La exhibición de los poderosos jutsu y movimientos extravagantes de los tres Uchiha en pelea no cesaban, todo lo contrario, seguían en aumento. La balanza continuaba equilibrada y no se veía la manera ni forma de que esta lucha se tornara de otra manera.

El odio de Shisui le daba fuerzas para continuar recibiendo en su mente las vívidas imágenes de la muerte de su familia, del nulo apoyo que recibió de su clan, de su familia y de su aldea.

Pero lo cierto es que no puedes hacer nada con furia en tu cabeza y en tu corazón y aun con su Sharingan, Sasuke logró darle la primera estocada en el lado izquierdo de su vientre con un movimiento limpio de su katana y una más por parte del kunai de Itachi en su hombro derecho.

Luego de esas heridas, siguieron otras más. El frenesí de la batalla impuesto por los contrincantes de Shisui fue suficiente para detenerlo, no fue fácil y es justo decirlo, pero el momento había llegado.

El golpe simultáneo de las armas de ambos hermanos, dejó casi sin vida a Shisui, quien agotado y apoyándose en una sola pierna, sonrió y dijo: —Bien jugado, chicos, siempre supe que ustedes al final me vencerían, pero esto no se acaba hasta que se acaba.

Lanzando su último kunai, el cual sacó entre sus ropas y con dirección a Hanae, pero inmediatamente fue detenido por Naruto, quien cambió su dirección hasta Kakashi y este aprovechó para regresarle al dueño su arma.

—Los salvadores del día: Naruto y Kakashi, ¿no? —preguntó Shisui al final para caer sin vida y con una sonrisa de satisfacción, pues antes de emitir su último aliento la escuchó gritar, por lo menos, les arrebataría un poco de lo que le habían quitado a él.

El verdadero kunai había acertado en el blanco. El corazón de Sakura fue alcanzado por el último ataque de Shusui.

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Fin del capítulo 13 | 10.09.2021

Pensé que no logaría subir el capítulo de hoy. Espero que les haya gustado. Muchas gracias por todo su apoyo como siempre y por el tiempo que me regalan.

El siguiente capítulo será el final.

Un abrazo.

Gali.