Prov Raya

Nos encontrábamos de camino a la manada de los Kim luego de la reunión, fue todo un desastre, quejas por mi comportamiento y el de Namjoon por la golpiza a Lee Min Oh y comentarios que ponían en duda la hombría del Alpha a mi lado por no haber concebido aún, cosa que claramente lo molestó.

Era claro que el alpha Lee padre estaría molesto por la paliza que Namjoon le dio a su hijo, e ahí el porque de poner al consejo en mi contra, pero creo que no le quedaron ganas de opinar sobre mi o sobre el rendimiento sexual del Kim a mi lado.

El alpha a mi lado le dictaminó su lugar frente a todos, demandantemente, ¿Se puede uno excitar con ver a alguien mostrar autoridad?
Es que estoy a punto de lanzarme sobre el cuerpo de este hombre.

Olvide las veces que lo recorrido con la mirada, pero es imposible no apreciar lo sexy que se ve vestido todo de negro, con esa camisa que se ajusta a su cuerpo dejando ver lo tonificado y firme que está, me traen mal, sin mencionar el hecho de lo poderoso que se veía en las interrupciones que hizo en la reunión.

Lo excitante de su olor, su voz profunda y demandante y la forma en la que se marcaba su mandíbula o cuando levantaba una de sus cejas se me hacían tan sexy que pase toda la reunión viéndolo a él, en varias ocaciones se dirigían a mi o me correspondía hablar y no estaba escuchando por estar devorando con la mirada al poderoso alpha que tenía al lado.
¿Sería muy atrevido si le abro la camisa? Creo que me desvié un poco del tema.

Claramente mi padre escuchó ambos puntos de vista y dio su veredicto, a nuestro favor por supuesto.

Estos días anteriores estuve molesta, la situación con los alphas del consejo me tenía tensa y escuchar a Namjoon llamar amor a alguien al teléfono me puso peor, quería arrancar su cabeza.

Grande fue mi sorpresa cuando descubrí que así se dirigía a Jin, pero es que es un idiota, ¿Como llama amor a su hermano?

-¿Dejaste de tomar los medicamentos?-, dijo el alpha aún con el rostro bañado de molestia que se cargaba desde la reunión, sacándome así de mi ensoñación

-No, ¿Porque?

-Hueles a exitacion, creí qu..-, No terminó su frase y sonrió, idiota, olvidaba que él podía notar lo excitada que me encontraba-Supongo que ya no estás molesta-, continuó

-Umm-, dije restándole importancia, debía hacer algo, el calor que sentía dentro de mi era aún peor que como me sentía con el celo, y sabía que con solo tocarme yo, no iba a estar satisfecha.

Inconscientemente me encontraba apretando mis piernas y mordiendo mis labios, en la reunión el olor a tabaco era quien predominaba, pero en esta ocación el olor a vainilla lo hacía y me tenía en una especie de trance, con el que no me di cuenta que habíamos estacionado.

-Ya llegamos pequeña, deberíamos ir a dormir-, dijo recostando su cuerpo sobre el asiento, pero yo no quería dormir, quería hacer de todo con el menos eso, y el idiota a mi lado se hacía del rogar.

Quite mi cinturón y me abalancé sobre su asiento, colocándome a horcadas sobre el, para luego besarlo.

Lo tomé de la nuca y el me sujeto del trasero y me aproximo más a él, estaba encantada, sus manos traviesas jugaban con este aprisionándolo y luego subían a mi cintura, mientras las mías comenzaban a quitar los botones de su camisa.

-Aquí no Raya, estamos frente a la casa-, dijo este cuando me separé de su boca para besar su cuello, me sentía extasiada, era como mi droga personal.

-Vamos arriba-, dije aún besándolo y asintió dejando escapar un jadeo cuando pase mi lengua por uno de sus pectorales.

Me tomó en brazos y nos bajamos del coche por su puerta, mientras yo seguía besándolo él caminaba a la entrada de la casa, con el roce  de nuestros cuerpos podía notar su ereccion pegada a mi, coloqué mi mano en ella mientras besaba su cuello y lo oí maldecir y gruñir ante mi acto.

Comenzamos a subir las escaleras aún con mi cuerpo enrollado en su cintura y cuando nos vimos dentro del cuarto me bajo, luego comenzó a quitar su camisa que se encontraba abierta dejando ver sus marcados abdominales, era un Dios, sus ojos eran negros y su respiración fuerte, se acercó a mi arrancó la blusa que llevaba para luego levantarme por los muslos y colocarme sobre la cama con rudeza.

Estaba molesto y excitado, maravillosa combinación.

Se posicionó sobre mí y volvíamos a besarnos, comencé a quitar su cinturón y este se puso de pie para quitar mi pantalón y luego deshacerse del suyo y lanzarlo por alguna parte de la habitación, quedando así solo con unos bóxer negros dejando a la vista esas maravillas de piernas que moría por montar.

Unió nuevamente nuestros cuerpos, beso mi cuello y se deslizó hasta alcanzar mis senos, los manoseaba y tocaba a su antojo luego de haber quitado mi sujetador sin ninguna delicadeza, pasaba su maravillosa lengua por el pezon, provocando que más de un jadeo se escapara de mi boca.

Toques en la puerta se escucharon, -Hermano quería saber si llegaron bien-, dijo Taehyung al otro lado de la puerta, le regale una clara mirada de amenaza.

-LARGO-, vociferó este y cuando su mirada volvió a mi estaba totalmente unida a la de su lobo.