Uunaa fiesta se celebraba en los adentros del palacio donde una joven de cabellos plateados habitaba, la misma a la que la leyenda pronunciaba, siendo llamada por su destino a traer paz y esperanzas a la tierra poblada, así lo quería la luna quien la había dotado de gran belleza la causa de su peculiar color de cabello. Sin embargo, no todo sale como lo manda el destino.

Dicen que nuestros comportamientos muchas veces son arraigados al tipo de ambiente al que nos relacionamos, pero... ¿qué pasa cuando se vive en un ambiente privilegiado rodeado de riquezas donde la unica persona que importa eres tú debido a tu peculiar don?

Gente de todos los rincones del mundo asistieron a la fiesta, donde se celebraba la mayoría de edad de la futura monarca, quien observaba desde lo más alto de su castillo a los invitados de dicha celebración.

─ Majestad... Es momento de prepararla para la Celebración, las criadas la esperan ─ diría Nero, la más cercana a la princesa.

─ Deberían sentirse honradas por esperar a alguien tan agraciado como yo, pero esta bien... Vayamos a preparame ─ Diría con un tono arrogante aunque su rostro no mostraba satisfacción de sus palabras

─ Se encuentra bien?, Majestad? ─ la expresión de la joven sería muy obvia para su compañera quien la conocía desde muy joven ─ ¿Sabe? Aveces las personas dicen cosas que sus corazones no anhelan realmente ─ diría tomando la delantera.

─ Nero... ─ diría la princesa deteniendo el paso

─ que pasa?, Majestad ─

─... Por qué no te has preparado?, faltaras a la celebración? ─

─ La prioridad de este día es usted, solo usted importa ─

─ Eso siempre es así... Siempre me toman de prioridad ─

─ Siendo quien es, considerelo algo normal... Es la gota de luz que ilumina el Reino y trae prosperidad al mismo, animese ─

Con un semblante serio la princesa avanzaría rápido para cambiarse... En su habitación sus criadas la estarían esperando.

Después de un largo y relajante baño, la princesa sería vestida con un largo y hermoso vestido color perla, destacando su belleza, su cabello plateado cepillado con delicadeza...con gran suavidad como la seda, en su piel palida y suave iría un maquillaje discreto.

La música empezaba a resonar en los salones, cada rincón del Palacio rebosaba de alegría, el pueblo estaba en gran sintonía.

La princesa suspiraba en su habitación, mientras los nervios hundian su mente e intentaba calmarse.

De un momento a otros, solo soltó un suspiro y entró en aquel gran salón donde la festividad empezaba a dar inicio.

Un guardia anuncio la entrada de la futura monarca y todo aquel salón que regocijaba de grandes melodías ahora era una monotonía mientras todos los ojos se centraban en ella.

─ Les agradezco por haberse presentado a esta ceremonia, por favor, disfruten de esta velada y no me pongan demasiada atención de ser posible, espero que se diviertan ─

Sin agregar más, la princesa juntó sus manos en símbolo de plegaria mientras todos los presentes empezaban a sentir una enorme paz que las envolvía.

─ Hermosa Luna milenial, que con tu brillo iluminas nuestras noches más oscuras, escucha las plegarias de tú hija amada y en está noche de gala envuelvenos con tú gran esplendor ─

Un resplandor se apoderó de la princesa y el gran salón se encontraba lleno de escarcha, los enfermos presentes se curaban y todo los males desaparecían, era una noche de regocijo.

La noche continuó como cualquier otra hermosa velada, la gente bailando por doquier, música en cada rincón y un gran banquete.

Todo se encontraba tranquilo hasta que un caballero se acercó donde se encontraba la princesa y se inclinó ante ella mientras le pedía el honor de acompañarlo al baile.

El joven tenía una complextura musculosa, atrayente a la vista, su cabello era cenizo y su rostro era cubierto por un antifaz

A pesar del comportamiento arrogante de la princesa, una curiosidad se apoderó de ella ante tal joven de gran complexión y aceptó bailar.

Todos los invitados hicieron espacio para los dos quienes se convertirían en los protagonistas de la noche. Las dos personas consideradas las más hermosas de aquél lugar. Se podía sentir la envidia de algunos y admiración de otros

Una sincronización fluida entre ellos era obvia, era como ver dos almas gemelas bailar como si la noche no tuviera final alguno. Cuando sus ojos chocaban entre sí, era como si el tiempo se detuviera, como si el mundo a su alrededor no existiera y como si la Luna misma los iluminara bajo su suave brillo.

Una vez acabados de bailar, los aplausos de todos los espectadores resonaron en sus oídos mientras la joven no quería soltarle la mano al chico, ya que en él, sentía una calidez que no habría sentido antes.

Juntos se fugaron del baile hacia el gran jardín mientras hablaban y reían entre ellos

─ No pareces ser de por aquí ─

─No, No lo soy. Simplemente soy un viajero que se colo al baile por la cocina ─

─ Así que por la cocina?, entonces no eres más que una sucia rata ─

─ Si soy una rata, entonces quiero entrometerme en el lugar al que nadie más ha podido llegar en tí. ─

─ Veo que no tienes miedo a dirigirme la palabra abiertamente, si lo deseara, te podría cortar la cabeza en un instante ─

─ Pero entonces marcharía su hermoso vestido Majestad, y no sólo eso. Tu poder tan inmaculado se vería manchado por tal acto ─

En un descuido, la princesa Quito el antifaz del joven, para sorprenderse ante un hermoso rostro, al que no le quedarían palabras.

─ Pero que princesa más traviesa eres, por qué has hecho eso? ─ tomó la mano de la princesa y la acercó a su mentón para luego decir unas palabras de manera seductora ─ al parecer, tendré que matarte, porque has visto mi rostro

La princesa se sonrojo hasta más no poder y el chico simplemente rió un poco antes de robarle un beso.

La joven al principio se resistió, pero termino cediendo a aquel apasionado beso. Lo guió a su habitación, una vez ahí, ella se sentó en la cama, acto que él siguió.

La princesa guió suavemente sus manos hacia el rostro del joven sin poder evitar acariciarlo, ya que disfrutaba la suavidad que este tenía

─ Veo que te gusta mi rostro ─

─ Algo así, no es solo su belleza, es todo de él, su textura, su nitidez y también... Aquél que lo tiene ─

Después de esas palabras, los dos se sumergieron en un beso que era acompañado por caricias, que cada vez, se tornaban más íntimas.

─ ¿Esta segura de esto? , Majestad.. ─

La princesa asintió con la cabeza y solo siguieron con el acto, uniendo sus cuerpos y sus almas, guiados por el deseo que sentían por el otro.

Esa noche, la Luna brillo más que antes. Esa noche pasó algo que se podria llamar milagro. Los dos destinados a ser enemigos, se volvieron amantes. Aunque uno desconocía la identidad del otro... Por solo un momento.

A la mañana siguiente, Noelle, la joven princesa, despertó sola en la cama, lo que la sorprendió... Pero su sorpresa fué mayor al notar que el lado donde él joven había dormido se encontraba con unas letras hechas con fuego que decían " I'll come back for you ".