Max:

Tengo una estúpida sonrisa en la cara y no he podido borrarla.

Estaba sentada en una fuente. Enfrente de mi, a tan solo unos pasos te encontrabas tú.

Era otro evento como los que tenemos en común.

Voltee a verte tan solo un segundo.

Después me puse a platicar con mi familia, quienes estaban a mi lado. Al mismo tiempo que comiamos cacahuates.

Unos minutos después, sentí que tenia que voltear hacia ti. Y lo hice.

No lo podía creer, ¡me estabas mirando! Me habías estado observado todo ese tiempo. Y yo no me había dado cuenta.

Nuestros ojos chocaron. Pero no pude mantenerlos fijos en ti. Mis nervios se apoderaron de mi cuerpo provocando que los desviara a otro lado.

Permaneciste en ese mismo lugar, pero ya no pude voltear nuevamente. Sabia que me seguías viendo.

¿Notaste mis nervios? Probablemente si.

En todo el día no he dejado de recordar tus hermosos ojos dirigidos a mi.