I
"A dónde estés, yo te buscaré y te encontraré."
CAPÍTULO 1
La chica de sus sueños.
· · ─ ·∞· ─ · ·
Él era como casi todos los niños, tenía un techo, una cama, comida, una madre y un padre. En el futuro todos tenían una familia y no la cambiarían por nada en el mundo, pero Sebastian no mantenía ese pensamiento. Le daba igual todo lo que le rodeaba y sólo le importaba encontrarla.
Encontrar a la chica de sus sueños.
── ¡Ey, atiende!── Una lejana voz se escuchaba en la cabeza del pelinegro.
Cada vez que tenía momentos libres en los que no estaba en una reunión o su miseria era absorbida por el computador, se dedicaba a revisar cada línea temporal y encontrarla.
── ¡Sebastian, por favor!
── Disculpa── parpadeó varias veces para enfocar nuevamente su visión──. Dime.
Y por fin ha reaccionado.
── ¿Puedes dejar por un momento eso?── Benjamín caminó hasta Sebastian y apagó el holograma que salía de su brazalete plateado──. Esa chica aparecerá cuando verdaderamente te necesite.
── No me ilusiones── encendió nuevamente el holograma.
── Volveré en media hora, para entonces, quiero todo eso firmado── señaló el escritorio.
Cuando Benjamín estaba por salir de la oficina, la voz de Sebastian sonó una vez más con un tono de alegría.
── ¡Ben, la encontré!
La emoción contagiosa hizo que Benjamín se diera la vuelta. Solo para acompañar a su amigo a celebrar.
── ¡Al fin, la he encontrado!── Sebastian caminó hacia el contrario── ¡Mira!
Benjamín lo comprobó. La imagen de una chica castaña y lisa se encontraba en el holograma, estaba en una cafetería. Ella era la mesera.
── Línea A-3-3-2-Y── leyó en voz alta Sebastián.
── ¿Esa ya no la habías revisado?── arqueo una de sus cejas.
── ¡Sí! Eso es lo que me extraña demasiado.
── Supongamos que te la has saltado.
── Es muy probable o por verla conversar con alguien no la miré bien.
Los ojos de Sebastian lucían más cansados cada día. Ya era hora que encontrara la línea temporal correcta.
Desde que era un niño comenzó a tener sueños donde una niña le sonreía cada vez que estaba a punto de despertar, miraba como sus ojos brillaban a la luz del sol y su cabello se movía con tanta suavidad.
Mientras Sebastian crecía, la niña hacía lo mismo y notaba que cada vez solo quería irse a dormir para verla.
── Katherine... te he encontrado── murmuró al mirar a aquella chica sonriente en el holograma que conoció en sus sueños.
Cuando Sebastian cumplió la mayoría de edad, esperaba que su unión saliera de él y se encontrara con Katherine, pero ese momento nunca llegó.
"Su unión resultó tímida."
"Lo ves, Madigyn, él es de esos chicos especiales."
"Pobre niño, nunca se casará."
Fueron los comentarios que escuchó de las amigas de su madre. Se indignó al conocer los verdaderos pensamientos del clan de labial rojo.
Ese día, Sebastian tomó la decisión de encontrarla sin importar qué o quién se interfiriera y ese mismo año le pidió ayuda a su madre para encontrar a la chica irreal.
Se extrajo el fragmento del último sueño que tuvo con ayuda de una máquina diseñada por la compañía de su madre, que próximamente heredaría y haría lo que quisiera. Envío la escena a reproducirse en grandes y pequeñas pantallas de la ciudad para encontrarla lo antes posible.
Y no lo hizo el primer día.
── Lo siento hijo──. El secretario de su madre le notificaba todos los días si habían llamadas.
Ni el segundo.
── Hoy tampoco hay llamadas.
Ni el tercero.
── Tal vez mañana haya alguna.
Ni el día en el que heredó la empresa de su madre.
── ¿De verdad quieres saber mi respuesta en un día tan especial para tí? Igualmente ya la conoces.
Cinco años pasaron, en los cuales Sebastian nunca se cansó de extraer cada día un fragmento diferente de su cabeza y enviarlo a toda la ciudad.
Su madre ya lo había visto todos los días preguntar, ahora le tocaría a Benjamín y a Lisa.
── ¿Ben, sabes que significa esto?── Sus cejas estaban arqueadas y en sus labios había una sonrisa.
── ¿Qué al fin dormirás?── bromeó.
── Eso es lo de menos── lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas. No eran de tristeza, sino de felicidad. ──Al fin podré estar con mi destinada.
── Es verdad. Espero que seas muy feliz, Sebas.
La imagen de Katherine en el holograma era su luz verde para hacer el primer viaje y no el último a otra línea temporal.
── Ben, prepara el equipo de viaje.
Benjamín salió de la habitación y esa misma tarde estaba el equipo completo para alcanzar la velocidad de la luz.
Son cuatro personas, dos hombres y dos mujeres entrenados para soportar el viaje. Llevan un uniforme negro, botas y un chaleco especial grueso que protegerá sus pulmones de ser comprimidos por la presión.
Se encontraban en una pista fuera de la ciudad, el estruendo y las luces que produciría la nave no deben ser vistas por personas externas.
Benjamín se estaba terminando de acomodar el traje al igual que sus compañeros, intentaba ajustar bien el velcro que llevaba el chaleco por la parte de atrás y le estaba costando mucho, así era hasta que Sebastian llegó a ayudarle.
── Lo estas haciendo mal── la voz de Sebas sonó detrás de Benjamín. Si él no hubiera reconocido su voz se hubiera ganado un buen golpe.
Benjamín se rindió y lo dejó hacerlo.
── ¿Me repites el plan?
Sebastian tomó el primer velcro e hizo un jalón para ajustarlo.
── Llegan, desactivan la electricidad, la suben y luego si necesitan un descanso antes de volver esperen dentro de la nave. No salgan.
── Si se pone histérica ¿Le enseño el video?── Benjamín esperaba paciente a que sus velcros terminaran de ser pegados.
── Incluso si no. Si es posible muéstraselo para que no crea que morirá.
── Está bien.
── Listo──. Sebastian terminó de ajustar el chaleco de Benjamín.
── Gracias── se dio la vuelta para mirarlo── ¿Seguro que esa es la forma correcta?
── No, pero, cuando esté aquí podré darle una mejor explicación.
Benjamín se sorprendió por su respuesta, pero se quedó callado porque no le llevaría la contraria a su jefe.
── Si algo sale mal, por favor... aborda la misión.
Después de todo, Sebastian se preocupaba por su amigo.
── Soy científico y no un viajero del tiempo, así que no haré algo que me meta en líos.
── Cualquier cosa acude a Lisa.
── No lo dudaré.
Sebastian le hubiera dado un último abrazo a Benjamín, pero una chica interrumpió su plática.
── No olviden darse un beso de despedida.
Era Lisa, sería la copiloto en la nave junto a Benjamín, era una chica de tez morena, su cabello rizado era encapsulado en una moña baja. En ambas manos llevaba dos cascos de color negro, uno para ella y otro para su piloto.
── No digas esas bromas que mi novia se da cuenta.
Benjamín tomó el casco que le extendió Lisa, para dar media vuelta y comenzar a caminar hacia la nave.
── ¿Cómo es eso posible?── Preguntó Sebastian. Lisa y él siguieron a Benja por detrás.
── No lo sé, dice que siente como si una espina le hincara fuertemente en la nuca o por lo menos eso me contó.
Benjamín movió su mano sobre la ventana y su puerta se abrió hacia arriba para entrar y sentarse.
── Nunca dejaré de entender las uniones── dijo Lisa para rodear la nave por delante y hacer lo mismo que Benjamín.
En el interior de la nave ya se encontraba todo el equipo y asegurando sus cinturones de seguridad.
Sebastian se acercó a la ventana de Benjamín.
── Sin decirle nada, ¿verdad?── habló Benjamín mientras presiona algunos botones que estaban en la consola.
── Sí, haz todo lo posible para no decirle nada. Le diré más cuando la vea en persona.
── Entendido── Benja le contestó mientras buscaba un último botón.
── Es el verde para tu cinturón── Sebastian señaló.
Benjamín asintió varias veces hasta tocar el botón. Cuatro cinturones salieron del asiento hasta unirse en su pecho.
── Bien, ahora aléjate si no quieres perder los dedos de los pies.
Sebastian lo escuchó y se hizo hacia atrás.
── ¿Están listos?── Benjamín le preguntó a su equipo.
── Listos── respondieron a una sola voz.
── ¿Cinturones listos?
── Listos── respondieron todos una vez más.
── ¿Coordenadas listas, Lisa?
── ¡Listas!
── Bien, entonces es hora de que levante esta cosa.
La nave no tenía volante. Benjamín presionó una vez más un botón azul que estaba en el lugar donde iría un volante y salió una esfera gelatinosa que flotaba y temblaba.
Benjamín introdujo sus manos en la esfera y la masa se moldeó a ellas, con las palmas hacia arriba y moviéndolas lentamente hacia él, comenzó a levantar la nave.
La nave, era de color metálica por fuera, sin ruedas ya que trabaja con sistema de ondas magnéticas, había suficiente espacio entre los asientos delanteros a los traseros y la consola se extendía en toda la parte frontal para mayor acceso del copiloto. Los asientos estaban cubiertos por una mezclilla color negra y las ventanas eran amplias para una mejor visión hacia el exterior.
El mecanismo interno es todo un dinamismo que nunca se podría terminar de explicar.
Ahora, con las palmas hacia delante la nave comenzó a avanzar mientras la velocidad aumentaba cada segundo.
── ¡260 kilómetros por segundo!── anunció con dificultad Lisa.
── ¡Pónganse las máscaras y los cascos!── ordenó para todos Benjamín.
Y así lo hicieron, casi con la velocidad a punto de reventar sus oídos, se colocaron las máscaras de oxígeno que les cubriría la boca y la nariz para luego ponerse el casco.
Benjamín apretó los últimos botones antes que la velocidad enviará sus manos hacia atrás y siendo obligado a ponerlas a ambos lados, pero la masa gelatinosa se mantenía rodeandolas por completo, estaba diseñada para eso.
── ¡100 000 metros por segundo!── anunció la actualización Lisa.
Todos podían escucharla gracias a los cascos y los micrófonos integrados.
La pista ya no era visible por las ventanas, solo luces y colores fugaces se podían percibir, la presión lo empujaba hacia atrás y no podían moverse hacia ningún lado.
── ¡100 100 000 metros por segundos!
Ya no había colores. Lo sentían como si estuvieran en un túnel infinito, el exterior era blanco.
── ¡109 876 690 metros por segundos!
Lisa ya no estaba segura si sus compañeros escucharon su actualización, ya que hasta ella sentía sus oídos rellenos de espuma.
── ¡Prepárense para el primer viaje entre líneas temporales de sus vidas!── Habló Benjamín.
── ¡Y QUÉ NO SEA EL ÚLTIMO!── Habló Rod, que iba en los asientos traseros.
── ¡260 055 999 metros por segundos── Lisa dio su última actualización── ¡Prepárense para el golpe!
── ¡A la cuenta de tres presionaré el botón!── Benjamín luchando contra la fuerza que le impedía moverse, llevó su mano hasta la consola que no se encontraba muy separada de él.
── ¡Uno!── Comenzaron todos. El marcador estaba apunto de llegar a 290 799 558 metros por segundos.
── ¡Dos!
Estaban a punto de sentir el cambio de línea y sus pulmones comenzaron a sentirlos, pronto se quedarían sin poder respirar durante diez segundos.
── ¡Tres!
Benjamín apretó el botón y su mano fue aventada hacia atrás al instante. Este botón funcionará para alcanzar el máximo potencial de la nave y lograr el viaje con éxito superando la velocidad de la luz transportándose a la línea temporal A332Y.
Habían llegado a 299 792 458 kilómetros por hora.
Benjamín volvió a tocar un pequeño botón que activará el campo que haría invisible a la nave. Nadie podía ver una nave con luces parpadeantes en el cielo. No aún.
El color blanco de las ventanas comenzó a ser reemplazado por colores verdes y azules, la distorsión iba desapareciendo poco a poco y las figuras se volvían más claras.
La velocidad iba reduciendo y los 10 segundos que se sintieron una eternidad habían terminado. Sus vías respiratorias volvieron a retomar la pausa exigida que tuvieron que dar, pero la diferencia de ambiente la podían sentir. Mientras la nave seguía avanzando en la desesperación buscando aire fresco que recibir, todos se sacaron de un jalón el casco llevándose consigo la máscaras.
Todos inspiraron fuertemente tratando de recuperar todo el aire a sus pulmones, su garganta ardía y sus oídos tapados les causaba un mareo muy molesto. Podían soportarlo, estuvieron de cabeza durante mucho tiempo en el entrenamiento, pero no soportan tanto no vomitar dentro de la nave.
── ¡Resistan!── ordenó Benjamín. Se sentía igual de mal que sus compañeros, pero debía mantenerse fuerte para llevarlos hasta un lugar seguro.
Benjamín volvía a unir la masa gelatinosa en sus manos con la consola y poco a poco con la velocidad necesaria comenzó a inclinar sus manos hacia afuera y la nave comenzó a descender en un valle.
Cuando aterrizaron, Benjamín tocó un botón verde más grande que el anterior que abriría las cuatro puertas y soltaría los cinturones. Sus compañeros no dudaron y salieron de la nave para respirar aire fresco, Lisa estaba tosiendo y la nariz de Rod sangraba.
── ¡¿Todos están bien?!── Benjamín salió de la nave sintiendo el aire del valle en su rostro y miró a cada uno de sus compañeros. Su nariz también comenzó a sangrar, pero evitó limpiarse con sus manos por sus guantes, ya que solo le causaría fricción y molestia. ── ¡El que quiera vomitar, que lo haga! Porque yo también me siento de putas.
A Lisa no le decía dos veces, aunque a su alrededor este cubierto de kilómetros y kilómetros de pasto y no hubiera donde esconderse, vómito a una distancia prudente de la nave.
── Rod, usa el pañuelo que está en la bolsa derecha, no uses tu guante o será más rojo el bigote que te quedará.
── Entendido.
Al igual que se lo indicó Benjamín, él hizo lo mismo y limpió lo que su nariz había derramado.
── ¿Dónde estamos?── preguntó Mily viendo alrededor.
Benjamín se acercó a la nave y separó una tableta que estaba adjunta a la consola.
── Katherine, vive en un pueblo no muy lejos de aquí, también le sigue una ciudad y al norte hay un bosque de robles── Benjamín hizo unos cuantos movimientos en la pantalla de la tableta y luego se la pasó a Rod──. Miren la ruta.
── Recordemos el plan. La vamos a esperar afuera de la cafetería, su turno termina a las seis en punto y aquí el sol se esconde rápido── Comenzó a explicar Lisa sintiéndose menos aturdida── El resto ya lo saben.
── No le digan nada que sea necesario, hará muchas preguntas cuando entre a la nave. No digan su nombre ni de dónde venimos── agregó Benjamín.
Una vez que la tableta terminó en Lisa regresó a Benjamín.
── Ya podré llevar la nave más despacio, así que pueden tomar agua cuando estemos adentro. Si tienen ganas de vomitar esperen y respiren profundo.
Todos entraron nuevamente en la nave y volvieron a abrochar sus cinturones. Aún podrían tener un escape de emergencia si el gobierno los detectaba, aunque su nave fuera pasos adelante de su tecnología.
Benjamín condujo con calma pero pronto llegaron al pueblo que había mencionado.
── Está abajo── mencionó Lisa.
Benjamín con las palmas hacia abajo, bajó la nave lentamente hasta llegar a un callejón que no sería concurrido por autos en las siguientes horas. Al lado tenían un ventanal en el que podían mirar el interior de la cafetería y ahí estaba Katherine, atendiendo a sus últimos clientes del día.
Rod sacó un maletín que estaba debajo de su asiento, de adentro sacó una esfera pequeña que activa presionando un círculo que tenía en la parte de arriba, al instante le salieron pequeñas patitas de metal a los lados y de enfrente se abriría un compartimento. Era una pequeña araña cámara lista para ingresar en el restaurante. El castaño abrió la puerta y dejó caer a la araña en el pavimento que comenzaría a caminar en dirección a la puerta trasera de la cocina que daba al callejón.
Cuando la araña entró en la cocina la transmisión de la cámara empezó en la pantalla de la nave que se encontraba en la consola.
── ¿Ahora que haremos?── Preguntó Mily.
── Esperar── le respondió Lisa.
Y así lo hicieron, casi darían las seis cuando Katherine estaba a punto de salir.
── Prepárense y pónganse los cascos── Le ordenó Benjamín a Rod y a Mily──. Recuerden su presentación, si no quiere escucharlos les doy permiso de activar el plan B.
Katherine salió, llevaba su uniforme y botas que hacían que sus pasos resonaran con el eco cuando caminaba.
── Ahora.
Rod y Mily salieron de la nave y sus pasos también se lograron escuchar. Katherine se detuvo en seco.
── Señorita, necesitamos que nos acompañe── Habló Rod.
Katherine se dio la vuelta lentamente y los miró. Sus manos comenzaron a temblar, cómo si de un robo se tratase.
── Por favor, no tengo nada...── Katherine levantó sus manos.
── Se equivoca, no queremos hacerle daño. Hemos venido para llevarla a un lugar en el que será feliz── Habló Mily.
── ¡Tú también eres mujer!── Katherine no les creía── ¿Por qué haces esto?
No los estaba escuchando.
Mily miró de reojo a Rod al igual que él a ella, para dar la señal de comenzar el plan B.
Mily y Rod avanzaron unos cuantos pasos y Katherine retrocedió dos.
── Por favor...── Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. Ella tenía mucho miedo.
── Señorita, mantenga la calma.
Mientras Katherine veía como ambos se acercaban más a ella su instinto se activó y se dio la vuelta para comenzar a correr. Pero más desafortunada no podía ser.
── Rod.
Mily le dio la señal a su compañero lanzó una pequeña esfera hacia la pared que emitió una onda magnética que desactiva la electricidad del todo pueblo hasta quedar a obscuras y Mily lanzó otra hacia la espalda de Katherine que llevaría pequeñas agujas y se pegaría a su ropa, pero la paraliza completamente, incluyendo su mente, sentiría como si estuviera en un sueño profundo.
La oscuridad no sería un problema para ellos ya que sus cascos tenían visión nocturna.
── Lisa, sal a ayudarlos── Le ordenó Benjamín dentro de la nave. Lisa frunció el ceño, ajustó su casco y salió sin decir una palabra. No hacía falta.
── Mily, ingresa a la nave, ayudaré a Rod a cargarla y te la pasaremos.
Nadie del exterior podía escucharlos hablar, los cascos mantendrían sus voces dentro y las palabras serían recibidas entre ellos.
Mily ingresó a la nave como se lo ordenaron y Lisa tomó de los hombros a Katherine y Rod la levantó de los pies. La llevaron entre los dos hasta ingresar en la nave, dentro Mily le abrochó el cinturón a Katherine.
Una vez que Rod estaba adentro la puerta se cerró y Lisa regresó a su asiento en la parte delantera, ella también cerró su puerta.
── Bien hecho── les dijo Benjamín.
Mily miró el rostro de Katherine.
── Es bonita.
Rod sacó un pequeño cilindro del maletín y dándole vuelta por la mitad llamaría a las dos esferas que aventó anteriormente, les abrió la puerta para que subieran a la nave. Primero, llegó la araña y luego la esfera con propiedades magnéticas. La luz había regresado.
── Esperaremos a que despierte y luego regresamos al valle. No podremos salir de aquí, así que será un largo rato.
── De hecho, no.── Mily metió su mano entre la espalda de Katherine y el asiento para sacar la esfera que había lanzado a su espalda.
Cuando la despegó, Katherine comenzó a abrir sus ojos poco a poco recuperando su enfoque.
── Le daré vuelta a los asientos── dijo Benjamín para después bajar una pequeña palanca en el costado izquierdo de la consola. Ahora, Benjamín y Lisa estaban frente a Mily y Rod.
── ¿Dónde estoy?── Katherine parpadeo muchas veces. Dentro de la nave había iluminación clara.
Y pronto Katherine comenzó a estar nerviosa una vez más.
── ¡Sueltenme!── Comenzaba a removerse en el asiento. Miró cada uno de los rostros que estaban en la nave── ¡Déjenme ir!
Mily y Rod no le dijeron nada, como ordenó Benjamín.
── Katherine, necesitamos que mantengas la calma y nos escuches.
── ¡No!── Katherine, comenzó a intentar desabrochar el cinturón, pero sus manos estaban temblando.── ¡QUÉ ME DEJEN IR!
El rostro de Katherine estaba rojo y lágrimas no dejaban de salir por sus ojos, su respiración era agitada y sentía un fuerte dolor en su espalda.
No quería estar ahí.
No quería estar ahí con ellos.
Katherine se rindió y bajó su cabeza. Su maquillaje ahora estaba corrido por sus lágrimas y estaba despeinada por los movimiento bruscos con los que se removió antes.
Lisa, Mily y Rod voltearon hacia Benjamín esperando una reacción de su parte.
Benjamín hizo un gesto de negación. Despegó una vez más la tableta de la consola e hizo unos cuantos movimientos más para después voltear la pantalla hacia Katherine. Sus compañeros también lo siguieron con la mirada.
Un video en la pantalla comenzaba a reproducirse.
Katherine subió la mirada.
── ¿Cómo-cómo es posible?── Katherine habló de forma cortada por los sollozos que intentaban salir de su garganta.
No podía creer lo veía. Un hombre con rostro familiar salía sentándose enfrente de la cámara.
── Hola, Katherine, soy Sebastian el hombre que has conocido todo este tiempo en tus sueños. El hombre que quiere conocerte.
¡Hola! Muchas gracias por leer este capítulo. Quería llegar a las 4,000 palabras, pero decidí cortarlo hasta ahí, ya que le dedicaré capítulos a Sebastian y Katherine, no serán muchos y les tengo que recordar que ellos no son la pareja principal (sí, esto es una advertencia porque no vendrán cosas bonitas).
Se despide, Marinerva. 🧡
¡Hagamos un viaje en el tiempo!
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