¿Me Gusta?
Narra Elsa.
— No entres — Escuché detrás de la puerta — Esta durmiendo...
— Sólo venía a decirle que me voy de viaje — Escuche la voz de mi padre.
— Yo le diré — Sentí la voz de mi nana.
Y luego de eso repleto silenció, rápidamente me levanté y comencé a saltar en la cama de Caro.
— Se va de viaje — Grité — Oh si — Grité más fuerte mientras saltaba.
— Elsa — Mi nana entró a la habitación.
— Oh — Dije y dejé de saltar.
— Se va de viaje — Sonrió.
— Si — Salté desde la cama hasta el suelo.
— Ahora a desayunar — Dijo y salió por la puerta.
— Espera — Dije antes que se valla.
— ¿Si?.
— ¿Me haces una trenza cocida? — Le sonreí.
— Claro..
Mi nana me hizo una trenza cocida, amaba las trenzas cocidas, busqué en su armario y encontré ropa mía, perfecto, no quería subir a mi habitación, sentía que si entraba ahí, caería en una depresión, tomé la ropa que había allí y fui al baño, me la puse, era una camisa celeste y un short azul, luego de cambiarme salí libremente de la habitación, sin nada en mis pies, por fin, siempre que estaba mi padre, me obligaba a colocarme algo en los pies, pero ya que ahora no estaba, podía hacer lo que quería.
— ¿Dónde esta Jack? — Pregunté.
— Duerme — Dijo.
— ¿Puedo despertarlo?
— Si es que no se molesta — Río — Dile que desayune contigo — Caro me guiño un ojo.
Caminé despacio por el pasillo donde dormían todos los sirvientes, pero olvidé preguntar cuál era la habitación de Jack, así que decidí entrar a una que estaba frente a mi, entre pero vi a Rapunzel, volví al pasillo y entré en la otra habitación, si, esta era la de Jack.
Lo vi dormir como un bebé, noté que no traía camisa puesta.
— Jack — Susurré para despertarlo.
— ¿Qué? — Dijo despacio.
— Despierta — Me acerqué.
— ¿Quién es? — Se movió.
— Elsa.
— ¡Elsa! — Dijo y abrió rápido los ojos — Hola — Sonrió.
— Hola — Reí.
— ¿Qué pasa? — Sonrió.
— Oh sólo venía ah... ¿quieres desayunar?
— Claro — Dijo y sonrió — Espérame que me cambio...
— Oh así éstas bien — Tapé rápido mi boca — Sólo si tu quieres — Sonreí con nerviosismo.
Río — Esta bien — Se levantó de la cama, fue al baño y volvió — ¿Vamos? — Asentí sonriendo.
Llegamos a la cocina y nos sentamos.
— Jack, papá se fue de viaje — Le conté mientras comía.
— ¿Enserio? ¿A dónde fue?
— Eso si que no lo se. Ni me importa.
— Elsa — Me llamó la atención Caro.
— ¿Qué? — Le dije — Si es verdad.
Seguimos comiendo y Jack era muy gracioso, a pesar de ser educado el tenía un buen sentido del humor, contaba chistes que en cualquier momento provocarían que la leche se me salga por la nariz.
— Ya basta, escupiré todo — Le dije riendo.
— Es muy gracioso — Carcajeó.
— Si — Dije riendo.
Cuando terminamos de desayunar, lamentablemente Jack tuvo que ir a hacer algunas labores y yo me quede viendo televisión.
— Te gusta — Escuché a alguien susurrarme.
— ¿Qué? — Reí — Claro que no.
— Si — Dijo mi nana — Lo veo en tus ojos
— Pues ves mal — Dije mientras cambiaba el programa con el control remoto.
— No me mientas, se qué te gusta.
— Es un gran chico, con un gran corazón, es muy lindo — Dije — Pero nada más.
— No te creo — Dijo.
— No me creas — Reí.
— Elsa.
— ¿Qué? — Dije fastidiada.
— Te gusta... — Río picarona Caro.
— Que no — Reí.
— Que si...
— No.
— Si.
— No.
— Si.
— No.
— Si.
— No.
— No.
— Si — Dije — Oye eso es trampa — Dije riendo.
— Lo admitiste — Rio.
— Quizás solo un poquito.
— Aw — Me abrazó — Es un gran chico.
— Si — Dije con un brillo en mis ojos.
Esperen... ¿Acabo de decir que Jack quizás me gustaba?
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