Cap 2. El favor de Hades
Después de que Thanatos saliera del despacho de Hades inclina su cabeza en el respaldar del sillón pensando en una solución, el poder del dios de la muerte es temible y nadie mejor que él conoce los límites a los cuales puede llegar, tal vez una epidemia ¿? (ahora ya sé cómo es que apareció la peste negra :v ok no XD)
El tiempo pasaba pero al ser inmortal el tiempo no le afectaba en nada, hasta que por fin su cabeza formuló el mejor plan, el único lugar el cual Thanatos no puede destruir ni matar es su propio hogar, los campos elíseos, sinceramente es lo único en todo el universo a excepción de los dioses que no puede ser destruido por la muerte.
Ya después de planear todo, lo único que necesitaba era el poder de su hermano Zeus, aunque nadie lo crea, el temible dios del inframundo tiene un corazón bondadoso y solo las mejores personas sabemos reconocerlo.
Los campos elíseos; también conocido como el paraíso; fueron creados con el fin de que ahí habiten las almas virtuosas, puras y que no cometieron pecado alguno para vivir en una existencia dichosa y feliz, en medio de paisajes verdes y siempre floridos, bajo el sol, por contraposición al Tártaro. Este lugar se hizo con el poder de los tres dioses más grandes para poder contrarrestar a la muerte y asegurar que no altere el orden de la naturaleza en la Tierra.
Hades al tener ya la idea en su mente se dirige al Olimpo, hogar de los dioses en el cual se encontraba Zeus, su hermano menor y dios del trueno y cielo. Se fue directo al castillo de Zeus y cuando iba a adentrarse las puertas se abren mágicamente dando vista que una ninfa más o menos de 1.56, con sus orejas puntiagudas, cabello lacio y lago color blanco con ojos grandes color ámbar, tez blanca y de contextura delgada que le da apariencia de niña, la pequeña ninfa tenía la cabeza gacha al darse cuenta de la presencia del Dios Hades que se podría ver como tiritaba a ver al impotente y gran dios de las tinieblas frente a frente.
-Bienvenido señor Hades- dice con temor una de las ninfas que trabajan en el castillo de Zeus- ¿A qué se debe su visita señor?-con la vista en el suelo haciendo parecer una reverencia cuando realmente le daba miedo ver al Dios.
-Ese tema no es de tu incumbencia ninfa¡ -le hablo de indiferente pero para sus pobres y agudos oídos más sonaba como un grito preminente-ve y dile a Zeus que quiero verlo de inmediato-la ninfa corrió dentro del templo indicando al Dios Hades que la siguiera y lo condujo hasta un salón con dos tronos royals de color rojo y dorado al frente.
-Espere aquí por favor, el señor Zeus en seguida regresa- dice rápido para luego irse volando.
Ya pasado el tiempo, entró al gran salón, Zeus, un hombre de 3 metros de alto, ojos azules eléctricos, cabello medio rizado rubio platinado con una barba larga del mismo color, tez blanca, una contextura delgada y bien entrenada, Zeus al ver a su hermano rueda los ojos y luego se va dirigiendo hacia su trono en el cual se sienta para luego ver a su hermano a la cara y le dice..
-Hades ¿a qué debo tu visita?-dice mirándolo con una cara seria
-Zeus no es nada de lo que piensas eso es seguro-dice observando a su hermano quien puso una ceja arqueada.
-¿No vienes para pedir algo en contra de mi hija Athena?-dice medio sorprendido y dudando
-No-le responde sin pensar
-¿Vienes para hacer algo malvado contra la Tierra? Te recuerdo que ya perdiste la guerra-le dice aclarando las cosas
-No vengo para eso-dice con un semblante serio y un poco cansado por la actitud de su hermano menor.
-Bueno entonces a qué tu visita?-dice ya arto de adivinar
-Para un favor
-No pienso deshacerme de Démeter para que deje de mirarte feo por haberte llevado a su hija-dice ya "sabiendo" a lo que viene su hermano
-No es nada de eso, y si te hago recordad, fuiste tú quien me dio permiso de casarme con ella.-le hace recordad a Zeus que él también se ve involucrado en aquella situación.
-Ok, admito mi error pero ya dejemos los rodeos y dime a que se debe el favor a que vienes.-dice rodando los ojos y mirando para otro lado mientras apoya su mentón en su mano.
-Necesito que me brindes tu poder para crear a una mujer para uno de mis consejeros, para ser específicos al Dios de la muerte.
-...-Zeus medita un poco sus palabras- Hades tú bien sabes que los únicos que pueden estar cerca del dios de la muerte son los dioses y siendo sinceros ninguna diosa querrá aceptar estar con tu consejero y mucho menos vivir entre almas.
-Es mejor que vivir eternamente con un infiel amante de las bajas pasiones-le enfrentó- o acaso Hera ya perdonó todas la infidelidades?
-.....Ni una palabra a nadie Hades-le mira seriamente- se supone que estábamos hablando de tu consejero y ahora me cambias el tema,-rueda los ojos- ya Hades al grano-dice cansado y con un interés fingido ya que se aburrió de la charla
-Como ya dije, quiero que me permitas parte de tu poder para "crear" a una mujer que pueda a acompañar a mi consejero eternamente
-Sí, como sea- le dice sin haber escuchado nada- pero ese trabajo se lo encomendaré a Afrodita, por algo es la representación de la belleza y el amor.
-gracias hermano- se voltea y se va por donde vino.
Días pasaron y por fin la Diosa Afrodita; una mujer esbelta de 3 metros de alto, con ojos grandes color verdes esmeralda, tez blanca medio bronceada, labios pintados de un color rojo tentador y de un hermoso cabello rubio lacio con ondas en las puntas; llegó a los campos elíseos donde Hades la esperaba en la entrada.
-Afrodita al fin llegas-dice disgustado por su tardanza
-Lamento la demora Hades querido pero debes entender que pasar por todo el inframundo me da asco-dice disgustada- no sé cómo puedes vivir entre tantos muertos, esqueletos -empieza hablar con un asco en la garganta- es un mundo tan horrible y apestoso, no le desearía este lugar ni a mi peor enemigo.
-Me estás ofendiendo ¿o qué?, te recuerdo que estos son mis terrenos- le habla molesto por como llamó a su precioso hogar
-Y te recuerdo que estoy aquí por petición de mi padre, si yo lo deseo me puedo regresar y olvidar este "favor"
-No, dejemos la disputa para otro día y acompáñame para que conozcas el lugar y termines tu trabajo.
-Antes de eso debo conocer a tu consejero, para hacer un trabajo excelente debo tener en cuenta las opiniones de Thanatos, después de todo la mujer que voy a crear será para él, y me gusta hacer mi trabajo perfecto.
-Ok, sígueme y no te alejes demasiado porque te puedes perder y será difícil hallarte, este lugar a aunque no lo parezca es más grande que la tierra.-se voltea para empezar a caminar y detrás de él por unos pasos le sigue Afrodita.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro