Otra oportunidad
Holiss, aquí les dejo el capítulo, sé que tardé, pero vale la pena.
Capitulo 29
Narra Monik
Con dicho cuchillo comenzó a cortar verduras, eso parecía desestrezarla, casi como una terapia de relajación visto desde fuera.
—Veo que mi palabra aquí no importa, digo que no venga más esta chica pero aún así sigue apareciendo. Ya me cansé, hagan lo que quieran —comentó bastante estresada.
Ella continuó cortando las verduras y yo sólo intentaba vaciar mi mente. No quería pensar en nada, me daba demasiado miedo que mi padre descubriera dónde estaba e hiciera algo contra la familia de Jayled. Mi mente estaba tan llena de preocupaciones que no podía pensar con claridad. Me limité a seguir al señor y a hacer caso de sus indicaciones. Me bañé con un poco de trabajo en ese diminuto rincón, luego de que el agua caliente tocara mi cuerpo me sentí mejor al instante, a pesar de que la tos no paraba.
Poco después fui a por las sábanas limpias y me senté en la cama. Estaba un poco perdida, no quería pegarle a Elie esa gripe, las camas estaban muy cerca una de la otra. Tal vez tenían un cubrebocas disponible, aunque ya me daba vergüenza preguntar, aún así lo hice.
—¿Señor..? —llamé —¿Elie? —llamaría a todos antes que a Jayled, hasta prefería decirle a su madre.
—¿Puedo ayudarte en algo? —preguntó la persona con la que no quería hablar.
No respondí, no supe si era por orgullo, dolor o hasta rabia. ¡O tal vez las tres!
Al poco tiempo llegó Elie a la habitación, y como si me leyera la mente traía dos cubrebocas uno para cada una. Y nos fuimos a dormir, en cuanto a como me sentía durmiendo en la cama de la persona que me gustaba, pues eso ya podrías imaginarlo.
...
—¡Buenos días.....! —gritó Elie mientras me movía de un lado a otro intentando despertarme. Lo había conseguido —Tienes un sueño pesado ¡¿Sabes?! —afrimó.
Aún cansada y con un poco de malestar en el cuerpo abrí los ojos y conseguí responder:
—Pues sí, me dicen eso seguido.
—Llevo mucho tiempo llamándote, hoy es un día especial.
¿Un día especial? ¿En serio? Nada era más importante que mi sueño reparador en ese momento. Me moví un poco en la cama y puse parte de la sábana en mi cabeza.
—¡Es el cumple de Jay!
Me desperté de golpe y alcé la cabeza al instante. Elie me miró confundida.
—Te vez fatal, deberías arreglarte.
Bueno, dicen que los niños no mienten así que procedí a arreglarme. Mientras lo hacía, pensé en la vergüenza que tenía de estar en esa casa luego de la discusión, pensé en los problemas con mi padre, pensé en las posibilidades que tenía de volver a la academia, en mi carrera de canto, en todo. Estaba muy agobiada, pero era el cumpleaños de Jayled ¡Ya tenía diesiocho! Aunque eso no representaba demasiado para mí. Quizás para su familia era un día especial, pero en Inglaterra el cumpleaños es un día como cualquier otro, todo gracias a alguien de la realeza muy popular que falleció el día de su cumpleaños. Desde entonces era obligatorio mantener la tradición en todas las personas, era ley gubernamental.
Al terminar caminé hacia la sala y todos estaban desayunando por separado, el matrimonio en la mesa, Elie en un sillón y Jayled hacía varias cosas al mismo tiempo. Terminaba de arreglarse el cabello y a la vez mordía una manzana. Caminaba de un lado a otro ajetreado. Se notaba la felicidad en su rostro, y yo sabía por qué.
—Hoy por fin podrás conseguir un trabajo, hijo —comentó el padre.
Sí, ese era su entusiasmo. Al fin ya no tendría que pedir limosna ni vivir de la caridad.
—Sí papá, justo me estoy preparando para ello. Iré al centro de la ciudad a buscar algo, lo que sea me vendrá bien, solo necesito salir adelante, sacarlos adelante —explicó con esa característica voz que todos tenemos cuando estamos emocionados por algo.
—Me alegro mucho por tí —dije. Esas palabras había salido sin ser procesadas por mi cerebro antes. Pero si yo no le hablaba, acababa de arruinar todo el plan de chica dura. ¡Dios!
Ahora pensaría que todo estaba bien, cuando no era así.
—Bueno, a todos, gracias por ayudarme anoche, he dejando la habitación organizada y todo bien puesto. Espero que tengan un lindo día, ya me voy.
Todos menos él se despidieron de mí. Justo cuando estuve a punto de salir, me agarró del lazo de mi vestido y tiró hacia atrás.
—No te vallas, no puedes llegar allí después de lo de anoche. No me contaste, pero se qué no fue nada bueno —propuso con razón.
Nada bueno me esperaba en casa.
—Puedes venir conmigo a caminar por la ciudad y buscar trabajo. Serás de mucha ayuda, tu conoces mejor la zona.
—Pero no tengo ropa adecuada —dudé
Era cierto, traía la ropa del día anterior que se había sacado. Hasta olía un poco raro a mi parecer.
—Estas preciosa como siempre, no te preocupes —alagó
No te sonrojes, no lo hagas, no demuestres que te gusta y ya superaste todo lo que dijo. No sé la pongas fácil.
Me repetía eso una y otra vez para estar tranquila y no cometer un error.
Los nervios sólo me permitieron salir caminando hacia afuera sin saber a dónde iba. Quizás inconsientemente esperaba que me siguiera e insiestiera un poco más. Me siguió y yo sólo seguía caminado intentando ignorar lo que me decía, no tenía un rumbo fijo mientras avanzaba pero todo era mejor que mirar a los ojos a alguien que desconfió de mí.
—... entonces lo siento —terminó de decir y supuse que se estaba disculpando —Me he comportado muy mal contigo y quiero compensarlo, pero por favor perdóname, juro que nunca pensé realmente que tú no fueras de confianza, solo lo dije para defenderme.
—Pues no deberías defenderte de quién no te ha atacado, porque desde que te conozco solo he hecho cosas buenas tí —le recordé.
—Lo sé, lo sé. Pero entiéndeme, toda mi vida he tenido que luchar contra mi propia familia, las cosas a las que me he enfrentado día a día me han hecho estar a la defensiva. No es por tí, tu eres de las pocas personas con las que si puedo bajar la guardia. Estoy seguro de que lo que me ocultas es por mi bien, así que me cuidaré de todos menos de ti, ahí está, tienes el poder Monik, el de destruirme o sanarme, tu elijes.
Podía entenderle, y me animaba la idea de que todo estubiera bien entre nosotros, pero aún así me costaba perdonarlo tan rápido.
—Te entiendo, pero no me pidas que olvide tan rápido todas las cosas que me dijiste. Son muy fuertes —confesé.
Miré a mi alrededor y como era muy temprano había pocas personas me la calle. Quizás sí podía pasar el día con el después de todo.
—Está bien, por eso no te lo pediré, sino que haré que olvides lo que dije. Regálame este día y lo verás.
Eso hice, decidí darle la oportunidad de reparar lo que sus palabras causaron. No sabía lo que deparaba ese día pero algo me decía que sería feliz.
...
Llevábamos toda la mañana recorriendo cada rincón de la ciudad. Le presenté a Jay un par de conocidos míos para darle un trabajo pero todo fue en vano, nadie le brindaba trabajo a un inmigrante pobre.
Me encontraba parada en una esquina intentando respirar, estaba agotada de tanto caminar. Reposé mi brazo en una baranda y continué caminando hacia Jayled, que estaba preguntando en otro negocio ¿De dónde sacaba tanta vitalidad y energía para todo?
—¡Mouu! —gritó —¡Me ha dicho que sí! ¡Ya tengo trabajo!
¿Mou? ¿Se refería a mí? Vino corriendo hacia mí y entonces supe que ese era el inicio de un apodo que no terminaría. En medio de la calle, repito, ¡En medio de la calle! Me cargó como nunca lo había hecho, con una facilidad increíble y eso que yo no era muy ligera que digamos. Dió vueltas en el lugar con ese rostro de felicidad tan agradable y con una sonora sonrisa que era muy contagiosa. De un momento a otro yo también reía hasta que me bajó, nos miramos con los rostros muy cerca el uno del otro, nuestras frentes unidas acompañados de una respiración entrecortada.
—Ahora si puedo decirte lo que llevo planeando mucho tiempo —susurró.
—¿Qué es? —cuestioné ladeando un poco la cabeza.
—Sé mi novia.
Los nervios llegaron, comencé a temblar y las palabras no salían ¿Cómo hizo para tenerme tan enamorada? Y lo besé antes de que exigiera una respuesta.
N/A
Helloooo, ¿Todo bien en casa?
Leo comentarios, me costó mucho escribir este capítulo 😭, es un poco más largo que los demás.
Los quiero💜, gracias por el apoyo.
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