Capítulo 5

—Te dije que debemos volver a casa ya —repetí por tercera vez a una pequeña niña que me arrastraba hasta una tienda de zapatos cercana.

Llevaba una semana encaprichada en esos zapatos negros de charol, unos mini tacones muy de moda entre las niñas de su edad. Elie siempre ha sido una niña muy caprichosa y algo terca. Una semana muy dura, una semana que venía más seguido a mendigar y una semana que no la veía pasar a ella.

—Pero, los quiero —exigió.

¿Cómo le dices a una niña de su edad que no tienes dinero para para comprarle un par de zapatos?¿Qué decirle para que entienda que es pobre?

—Te los compraré el próximo mes. El dinero que recibiste del señor fue usado en comida.

—¡Pero aún faltan muchos días!

—Elieryn no seas tan terca, entiéndelo.

De un momento a otro, Elie suelta mi mano y se gira de molesta con los brazos cruzados y me pongo frente a ella.

—Debes entender, cariño. No tenemos dinero.

—Per..

No terminó su frase pues un sombrero conocido salió de la tienda con un par de zapatos en manos. No podía creerlo. Era ella, estaba parada frente a mi con los zapatos que Elie quería en manos.

—¡Gracias! —gritó mi hermana recibiendo los zapatos de la chica.

Ella sólo los sostenía hacia nosotros con la cabeza gacha como si no quisiera que le viéramos el rostro. Tan pronto como Elie recibió los zapatos ella salió rapidamente del lugar acomodando su cabello rubio y su sombrero a un lado para que no la viéramos.

El aura de misterio que desprendía, algún día me volvería loco. ¿Qué sería lo peor pasaría si iba tras ella? Después de todo tenía mucho que agradecerle. Aún recordaba las palabras de Albert la semana pasada, pero ¿Qué más daba? Sólo sería una agradecimiento.

Vale, no era sólo por agradecerle, quería ver su rostro, tocarlo y ver que era real y que no era mi imaginación. Pero cuando reaccioné estaba un poco lejos y su sombrero comenzaba a perderse entre las demás cabezas.

—Elie, espera aquí, no te muevas volveré en unos minutos.

Ella sólo asintió y comencé a correr.

Corrí y corrí muy rápido entre la gente, apartando a todos a mi paso de una manera grosera. ¿Qué rayos me importaba? En ese momento lo único que tenía en mi mente era "ella". O tal vez era su sombrero, si era eso, engañate Jayled, hazlo.

Justo cuando estube a punto de voltearla ella sola se detuvo.

—¿Por qué me persigues? —me preguntó con un tono muy frío.

Un tono tan helado que jamás esperaría que saliera de ella.

—¿Cómo..? Ahmm No importa.

—¿Por qué me persigues? —repitió.

—Es que, yo solo quería agradecerte, este.. por lo zapatos.. no debiste molestarte. —tartamudeé.

—No es molestia, si es todo debo irme.

Ante su indiferencia y justo cuando noté que estuvo a punto de irse, reaccioné y le quité el sombrero de una vez. Y entonces ahí pude ver su rostro, debajo de su sombrero no estaba lo que yo imaginaba, ella era mucho las hermosa de lo que jamás pensé. Pero algo había en su rostro que me pareció preocupante, una cicatriz, una enorme enmarcada y vieja cicatriz que atravesaba su ceja derecha casi llegando a su ojo. Mi vista paso de su rostro y azulados ojos, a su cuerpo. Vestía un largo vestido naranja claro de mangas cortas. Dejando visibles todas las demás cicatrices que tenía en el cuerpo. Sus brazos su pecho y clavícula. Me imagino si habría mas partes así. Algunas de las cicatrices eran viejas por eso no lo noté antes, pero otras eran recientes, o al menos eso me pareció a mí.

Y comencé a preocuparme, no le conocía pero de alguna forma me dolía verle así, ¿que le ocurría?

Ella, en cuanto notó mi mirada y acto de indecencia me dió una fuerte cachetada. En el acto, una de sus uñas rozó la comisura de mis labios, bueno ahora yo también tendría una cicatriz.

—¿Cómo te atreves? —me gritó indignada.

—Lo siento mucho señorita, pero, como le dije quería agradecerle todo lo que ha hecho por mí y mi hermana. Lleva meses dejándonos mucho dinero y ahora le compró unos zapatos.

Cuando dije eso su rostro pareció relajarse y me miró fijamente sin decir nada. Eso solo aumentó mi ansiedad ¿Qué rayos hacía parado mirándola como idiota?

—No tienes que agradecer, todo lo que hecho por ustedes, lo hubiera hecho por cualquier otra persona necesitada —pronunció colocándose su sombrero dispuesta a irse de nuevo.

De alguna forma sus palabras me alegraron pues, vi que no me equivocada en que era bondadosa. Pero una parte de mi tal vez esperaba algo más, no se sólo que quizás ella también me observara a mi o que estos raros sentimientos fueran mutuos. También noté un ligero tartamudeo entre sus palabras y se notaba que se esforzaba por ocultarlo.

Antes de que pudiera irse la detuve de nuevo.

—En fin, iré al grano. Quiero compensarte.

—No necesito nada —respondió.

Y bueno por su vestimenta era obvio que no necesitaba nada, al menos material.

—¿Puedes, por lo menos decirme tu nombre?—indagué.

—Creeme lo mejor es que no. Además, Elie te espera.

Oh Dios, me había olvidado por completo de Eli. Una niña pequeña en medio de toda una ciudad llena de gente mala. Pero, ¿Cómo supo el nombre de mi hermana? No tube tiempo de preguntarle pues fui directamente hacia el lugar donde deje a mi hermana, en medio del camino miré hacia atrás y ya no estaba ese distintivo sombrero de ala ancha.

Mientras buscaba a la niña con la mirada, noté como mi corazon se aceleraba cada vez más. Acababa de hablar con ella, acaba de conversar con la misteriosa dama del sombrero. Pero, no había averiguado su nombre y también me dió una bofetada pero qué más da la emoción me impedía tenerlo en cuenta.

Justo cuando mi mirada dió con Elie, me relajé y pude respirar en paz. La abracé con tantas incógnitas en mi cabeza que me hicieron olvidar el palpitante dolor de mi mejilla, más el pequeño ardor del arañazo ¿Cómo sabía el nombre de mi hermana? ¿Por qué no quiso decirme su nombre?Y, peor aún ¿Qué hay de sus cicatrices?

N/A
Quiero saber sus teorías
¿Por qué esas cicatrices😂?
¿Cómo supo el nombre de Elie?
¡Se viene fuego gentee!!!