Riing, riing, riing, riiing......

-¿Diga?

- Señor, hemos encontrado algo muy importante, la...

-¡Hola Salgado! Que alegría volver a oír su voz, ¿Y bien, tiene noticias nuevas?

-La verdad, es que si, intentaba decirle que...

-¡Oh, que alegría! ¿Y de que se trata, algo nuevo de lo que le encargué?

- Emm... si señor, hemos encontrado la ubicación de su objetivo, esta muy cerca de aquí.

-Oh, bien, bien...

-¿Quiere que envie a alguien, señor?

- No gracias, mi querido Salgado, pero prefiero tomar la venganza con mis propias manos- Dijo.

- Como usted diga- y colgó.

Don Julian se sentó en su butaca, y estuvo varios minutos mirando a la nada, pensativo. La sala se sumió en un gran y largo silencio.

Una sonrisa maliciosa surgió en su rostro y dijo:

-Bien, bien, a ver que podemos hacer....- tomó un cuaderno lleno de anotaciones de su escritorio y comenzó a redactar...

Al acabar, con una gran sonrisa de satisfacción, se dispuso a hacer la llamada.

- ¿Si, diga?

-La tenemos.