17 Lo siento amigo, pero ya es tarde
Don Julián se levantó del suelo, y dejó los cuerpos de su mujer y su hija atrás para coger de nuevo el teléfono.
Tras llegar a la mesilla de noche y tener el aparato en sus manos, Montalbano se giró para ver como su querida familia se desvanecía por completo. Estos años habían sido maravillosos pero desde que ella llegó y lo amenazó lo único que pudo hacer fue intentar vigilarla, por eso contrató a su viejo y fiel amigo Salgado.
Lo que ocurrió aquel día nunca tubo que haber sucedido. David no debía morir, debía morir su hermana, por haberlo rechazado.
Después de haberle confesado su amor. De haberle regalado su libro preferido, "el susurro de la tormenta", después de haberse colado en su casa y haber escrito sus iniciales en la fuente de su jardín, para que nunca lo olvidara. No, nada sirvió, solo servía para que ella lo llamara psicópata.
Y después acabó quedándose con el listo de la clase, el idiota de Alejandro, el chico rico.
No entendía como podía escogerlo antes que a él.
Flashback
- ¡Te obligo a que te quedes conmigo!- Gritó Julián.
- ¡Déjame!
- ¡Déjala en paz! - dijo Alejandro apareciendo por detrás de Julián.
- ¿Y que me vas a hacer listillo, me vas a ganar con uno de tus juegos mentales?
- Mejor aún, voy a hacer esto. - Y le mordió la mano que sujetaba a Miriam.
-¡Ahhhh, Te vas enterar enano, ven aquí!- Miriam cayó al suelo y Julián cogió a Alejandro de las solapas de la camisa, le pego un puñetazo en la mandíbula, pero no obstante, Alejandro le dio un rodillazo en la entrepierna.
Julián cayó al suelo y gritó de dolor, entonces Miriam aprovechó para pegarle un puñetazo en el ojo, el cual quedó morado.
-Os enterareis de esto.... - dijo Julián entre sollozos, mientras que Alejandro y Miriam salían corriendo de allí cogidos de la mano.
Fin Flashback
Tendría que haberla olvidado, pero no podía, después de que lo rechazara y le diera un puñetazo en el ojo lo que necesitaba era matarla, llamadlo como queráis, pero el se sentía un súper héroe, cuando todos sabían que se estaba volviendo loco. Nadie olvidará aquel fatídico día.
Flasback
- Vas a pagar por todo lo que me has hecho- dijo Julián apuntando con una pistola a la cabeza de Miriam.
- ¡Basta, délaja en paz! - dijo David Lomana, el hermano mayor de Miriam.
- Lo siento amigo, pero ya es tarde- y apretó el gatillo.
La bala salió de la pistola, su destino era la frente de Miriam pero antes de que impactara David empujó a Miriam y la bala le dio en el cuello, dejándolo sin respiración y matándolo al instante.
-¡David! - chilló ella, y se lanzó encima de su hermano.
Aquella tarde ella la pasó llorando junto a su hermano, mientras que Julián salió corriendo de aquel sitio para no volver jamás.
Fin Flasback
Desde entonces su vida había sido perfecta, hasta que después de más de 30 años volvió a aparecer ella de nuevo en su camino.
Marcó en el teclado de su teléfono un par de números.
Biiiip...Biiiip...Biiiip...
- Al habla Salgado.
-Salgado ¿tienes noticias nuevas?
-Hola jefe, ¿Todo bien? Parece cansado. ¿Un mal día? Mira amigo tómate un par de pastillas de esas que salen en la televisión y estarás como nuevo, si es que los jóvenes de hoy en día inventan de todo, hasta he visto un....- Julián lo interrumpió.
-¡Cállate ya! ¡¿ Qué no ves que estoy de mal humor?!
- Hay vaya si que esta alterado, normal con el gran "trabajo" que tiene....- Dijo Salgado en medio susurro- ¡Eh! Digooo... ¿Qué le pasa?
- Han matado a Amaya y Alicia... y sé quien esta detrás de esto....
- Oh lo siento señor.... yo... le doy mi pésame....yo no- fue interrumpido por Montalbano.
- Hay... tranquilo amigo mio, ha sido un golpe bajo....- Dijo, mientras que se masajeaba con una mano la sien. - Pero no hay nada que pueda hacer, yo... si no hubiera sido tan estúpido...
Una lágrima calló por su mejilla
- Señor....
- Cállese Salgado, cállese..... necesito estar un tiempo solo...
- Pero señor...
Y colgó.
Se apoyó en la pared y se dejó caer hasta el suelo, allí comenzó a llorar en silencio, y tras unos segundos ese silencio se convirtió en sollozos agudos llenos de ira y desesperación. Así se pasó un par de minutos hasta que su desahogo se vio interrumpido por el sonido de una llamada telefónica.
Tras arreglarse la ropa y limpiarse las lágrimas del rostro, Julián respondió a la llamada.
-¿Si?
- Señor ¿está mejor?
- Salgado, que quiere ahora. - Respondió con voz gélida.
- Verá, antes no me ha dejado explicarle las noticias frescas que recién un par de horas he descubierto.
- Adelante. - Dijo con voz interesada.
- Hay un para de niños, concretamente un niño y una niña, que llevan semanas siguiendo a nuestro objetivo desde lejos. Han llegado incluso a espiarla. Creemos que pueden poner en peligro nuestra operación.
Una furia interior lo reconcomió por dentro.
- Se quienes son, te dejo, luego hablamos.
Colgó el teléfono.
¿Como podía haber sido tan estúpido? Estaba claro quien eran esos niños, ¿como sabían sino que su hija estaba en peligro?
Estaba claro que esos niños tenían mucho que ver con lo sucedido.
Y debían pagar por ello, no importaba si los mataba, ahora lo tenía todo claro.
Se desharía de esos niños. Los quitaría del medio.
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