1) Jean Fleury: el asalto al tesoro de Hernán Cortés.
Jean Fleury no era un corsario. Él no repartía sus ganancias con el monarca francés ni operaba bajo patente de corso. Por el contrario, le cobraba a Francisco I la cantidad de 4.000 coronas por atacar a sus enemigos. ¿A quién le rendía cuentas? Solo a su armador —Jean d'Ango— un italiano afincado en Normandía.
Una mañana del año 1522 Jean avistó tres carabelas en el horizonte. Intentó conseguir la rendición de las naves con disparos de advertencia para evitar hundirlas y poder tomarlas al abordaje. De inmediato lanzó sus barcos contra dos de ellas, sin darse cuenta de que la tercera huía y que aprovechaba para refugiarse en la isla de Santa María. Días más tarde los tripulantes creyeron que la navegación era segura y zarparon hacia la península escoltados por varias naves. Fueron ilusos: no contaban con que Jean Fleury continuara allí y este les dio caza a la altura del cabo San Vicente, situado al sur de Portugal.
Cuando Jean la abordó, se encontró con la sorpresa de que transportaba el fabuloso tesoro incautado por Hernán Cortés al emperador azteca Moctezuma tras la conquista de Tenochtitlán. Según el cronista Bernal Díaz del Castillo cargaba «Ochenta y ocho mil castellanos en barras de oro [...] fueron muchas joyas muy ricas y perlas, tamañas algunas como avellanas, y muchos chalchiuíes, que son piedras finas como esmeraldas y aún una de ellas tan ancha como la mano». En total, Fleury se hizo con 58.000 barras de oro y el tesoro personal del emperador azteca, que incluía el famoso penacho de plumas. También se apoderó de otro barco proveniente de Santo Domingo, que añadió 20.000 pesos en oro y en perlas al botín. Y lo peor para los españoles: se apropió de los mapas elaborados por los pilotos vascos y por los castellanos con tanto esfuerzo, que incluían las rutas y los vientos dominantes, situando al Nuevo Mundo y poniéndolo como diana de futuros asaltos. Hasta el momento tanto los reyes católicos Isabel y Fernando y luego Carlos I habían mantenido en secreto las riquezas descubiertas y la ubicación.
Bien dice el dicho que hay que tener cuidado con lo que deseas porque se te puede cumplir... Y esto fue lo que le sucedió a Jean Fleury. El monarca español, furioso, dio patentes de corso para atraparlo y en 1527 una flota vizcaína comandada por Martín de Rentería lo capturó. Este no aceptó la fortuna que le ofreció Jean si lo dejaba en libertad y lo condujo hasta la Casa de Contratación de Sevilla. Ese mismo año lo colgaron cerca de Toledo, en la villa de Mombeltrán.
Si deseas profundizar más puedes leer:
📚Corsarios, el asalto a los galeones españoles, artículo de National Geographic historia escrito por Xabier Armendáriz, actualizado a 12 de noviembre de 2020.
📚Mares de Sangre. Historia de la piratería protagonizada o padecida por europeos hasta comienzos del siglo XIX, de Javier Martínez Babón, Editorial Dstoria edicions, 2019.
📚Los verdaderos piratas del Caribe, escrito por Juanjo Robledo para BBC Mundo, España de fecha 19 de octubre de 2010, actualizado a 24 de octubre de 2010.
📚Auge y caída del corsario que robó el tesoro de Moctezuma, artículo de El Confidencial escrito por Álvaro Van den Brule, de fecha 18 de mayo de 2028, actualizado a 20 de mayo de 2018.
Jean Fleury (¿1485?-1527).
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro