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Epílogo



Epílogo.

19 de diciembre, 2015.

—Permiso, permiso —Me disculpo pasando entre los asientos.

¡Dios! En este momento soy una de esas personas molestas que hace a todos quejarse al evitar sus piernas y pies para llegar a mi asiento. Les doy una sonrisa a todos, pero eso no disminuye el nivel de molestia de algunos. Que sensibles y gruñones son cuanto falta tan poco para navidad.

Mi sonrisa crece cuando me topo con la mirada de Dexter, él enarca una de sus cejas y por un momento me detengo cuando muerde ese delicioso piercing que tanto amo atrapar con mis dientes, lamer y succionar, con el que me gusta ser juguetona. Él idiota lo sabe porque su sonrisa se vuelve burlona y sus hombros se sacuden en una risa.

— ¿Piensas continuar tu camino y terminar de molestar? ¿O serás todo lo que veremos?

—Lo siento —Qué hosca es la mujer. Veo a quien supongo es su esposo, le sostiene la mano, a su lado y ella lo golpea en el brazo.

—Deja de mirarla.

Avanzo antes de que la mujer la agarre conmigo y no con los ojos de su esposo. Dexter se está estremeciendo todavía más cuando termino de llegar. Tomo asiento y golpeo su hombro con mi bolso.

—No es gracioso.

—Por la mierda que para mí lo fue, sobre todo cuando pareció que te pusiste toda caliente y húmeda observándome desde allá.

—Cállate —Pero también estoy riendo.

Me inclino y presiono mi boca sobre la suya en un beso rápido o eso pretendía, pero por supuesto que él tiene otros planes cuando mordisquea mi labio inferior y lo atrapa en una lenta succión. Me besa por largos segundos y cuando se aleja un poco no puedo evitar suspirar. Gracias al cielo por darme la oportunidad de recibir besos de Dexter Jefferson.

—Llegas tarde —susurra contra mis labios.

—No tanto, aun no comienza.

—Es verdad —Me sobresalto ante la voz de al lado de Dexter y me sonrojo cuando noto que se trata de su mamá—. Hola, querida.

—Hola, Hannah, ¿Cómo estás?

—Muchísimo mejor que la semana pasada, me siento bien, pero este hijo mío terco no quiere quitarme la vista de encima.

—Ya, pero tú también querías venir aquí, Hannah.

—Se dice mamá —Le pellizca la mejilla y Dexter sonríe girando su rostro para besar su mano.

—Lo sé, mamá.

Sonrío. Hace una semana Hannah estuvo internada por unos pocos días en la clínica debido a un percance en su salud. Sus hijos, como era de esperarse y entendible, estuvieron enloqueciendo, Dexter estaba fuera de sí, tanto que cuidé de Skylie mientras él se mantenía en la clínica para cerciorarse que ella estuviese bien. No es un secreto que Hannah Jefferson necesita un trasplante de corazón, pero aun no aparece uno que sea compatible y está esa lista de espera donde ella es la segunda. Sin embargo, el doctor dijo que podría controlarse por un tiempo más con el tratamiento, medicinas, que toma cada día en una hora puntual.

Y ahora ella se ve bien, sonriente, bromista y hermosa como siempre. Estira su mano y toma la mía para darle un suave apretón por sobre Dexter, él rueda sus ojos, pero no borra su sonrisa.

—Gracias por soportarlo. Agradezco a mis nueras y mi yerno por aguantar a mis testarudos hijos. Sé que a veces son insoportables, pero son adorables ¿Verdad?

—Seguro —respondo riendo devolviéndole el apretón a su mano.

— ¿Podemos tomarnos una foto y enviársela a Carter? Él lamenta no poder venir, pero tenía asuntos en el trabajo.

La respuesta de Dexter es sacar su celular, activar la cámara frontal y pedirnos que nos acerquemos. Sonreímos para la cámara y luego Hannah está feliz pidiendo que Dexter le envíe la foto. Ella se distrae hablando por llamada con Carter.

Dexter se acerca y su nariz acaricia mi mejilla, me estremezco y volteo a verlo, lo que me hace encontrarme con esa sonrisa de hoyuelo que me derrite.

—Te ves hermosa como siempre. ¿Qué tal el trabajo?

—Estuvo bien, algo agitado, por eso llegué tarde —No puedo evitar acariciar su hoyuelo con mi mano—. Ya pagué mi matricula en la escuela de investigación. Tengo tres clases presenciales y dos por internet. Puedo sacar el título en dos años y medios si tomo suficientes créditos.

—Eso es bueno —Me da un rápido beso—. Nosotros estamos comenzando a trabajar nuestro nuevo álbum. Max está negociando algunas presentaciones por Europa, no es una gira como tal, pero algo que dé impulso y haga ruido sobre nosotros haciendo música.

»Estamos jodidamente inspirados. Estamos sintiendo mucho de lo bueno y lo malo, es el momento perfecto para crear música.

—Apuesto a que sí.

Beso su hoyuelo y tomo su mano entrelazando nuestros dedos, los lleva a sus labios y besa mis nudillos. Ubica nuestras manos en su regazo y ambos giramos cuando Hannah comienza a hablar con nosotros.

En un principio, estuve aterrada de convivir más de lo necesario con los padres de Dexter, pero la verdad es que Dexter ha sido afortunado al tener unos padres tan maravillosos e increíbles. Él piensa lo mismo sobre papá, quien nunca intentó intimidarlo, desde un principio Loick Anderson fue abiertamente amable y simpático con Dexter, de hecho encontraba a mi novio muy divertido y no dejaba de reír, por lo que Dexter fue totalmente aprobado.

Hacemos silencio cuando en el escenario anuncian que una de las obras infantiles está a punto de iniciar. Disfruto cada una de las obras escolares, todas con un notable margen de error, pero todo estamos tan derretidos por los niños de diversos salones de clases, en las edades comprendidas entre tres y diez años, que no es que importe que se equivoquen.

Son adorables, lindos y graciosos, incluso cuando la pequeña oveja de cinco años tiene diferencias con la pequeña vaca y casi terminan a empujones.

— ¿Ves la niña adorable de rizos que lleva el disfraz de ángel? —Asiento a la pregunta de Dexter. La niña parece que está dispuesta a ser uno de esos niños de Hollywood con la actuación impecable que hace—. Es Summer Davis.

—Uhmm, ¿Debería saber quién es?

—Es la hija de Rayan Davis —Ríe ante mi desconcierto—. Uno de los presentadores de InfoNews.

—Oh, ese Rayan —Tiene sentido, la niña parece una muñeca perfecta—. ¿Dónde está él?

—No luzcas tan jodidamente ansiosa frente a tu novio, copo de azúcar —Finge estar enfadado ante mi emoción de encontrar a Rayan—. Mira, está tres filas por debajo grabando todo.

Me cuesta un poco dar con él y para ser honesta solo logro ver su perfil, pero es uno increíble que no deja a dudas de que la televisión no miente cuando hace ver que Rayan Davis es atractivo y cautivador a la vista. Le presto más atención a la niña y no es que sea la única, dudo que en esta escuela súper costosa y privada todos sepan que es la hija de una estrella, es el hecho de que la niña sabe actuar y es tan adorable.

—Así que Harry Daniel, Skylie Jefferson y Summer Davis estudian aquí. Parece que esta escuela cuenta con pequeñas estrellas.

—También están un par de niños hijos de políticos —Sonríe—. Todos sabemos que es una jodida escuela genial para cuidar de los niños, mi sobrino viene aquí desde que mi hermano la descubrió y luego de que Lucecita la pasara tan mal en la otra mierda de escuela, era lo correcto inscribirla aquí, incluso si creo que estos cabrones son unos ladrones.

»No me pesa invertir dinero en la crianza de mi hija, pero ¡Joder! Te digo que son unos cabrones careros.

—Esa boca —Hannah se queja y Dexter la observa—. Todavía puedo lavar esa boca con jabón.

Rio por lo bajo y aplaudo cuando el grupo del salón de Summer Davis termina. Luego sigue el grupo en donde debería estar Dan, pero el niño comió tanto en el cumpleaños de su madre, ayer, que su pancita no lo resistió y amaneció con lo que Harry aseguro era un desastre. Kaethennis estaba triste de que él no participara este año, pero era mimarlo y cuidarlo o verlo arrojar todo por la boca y su traserito de bebé, al menos así me lo dijo Dexter, por nota de voz, esta mañana.

El próximo el grupo es el de Skylie y Dexter hace todo un pequeño escándalo de padre orgulloso. Yo me encargo de grabar para que todos luego puedan ver la primera participación de Skylie en una presentación escolar. Ella es perfecta, sí, se equivoca un par de veces, pero es la más bella dama de época colonial que he visto en mi vida y atrás quedó toda esa timidez de cuando la conocí, no veo pánico escénico en ella mientras dice sus líneas y le susurra a su compañero las suyas, lo que tiene a todos riendo. Cuando termina, los tres nos ponemos de pie para aplaudirle y desde el escenario, agitando su mano, ella nos saluda.

—Fue jodida perfecta. Mi hija actúa de puta madre.

—Dexter —Hannah le da un pequeño pellizco, pero él se ríe.

—Pero es la verdad, mamá.

Hay cuatro presentaciones más y luego bajamos por nuestra pequeña estrella. Mis piernas tiemblan un poco cuando Dexter se detiene frente a Rayan y hacen un abrazo muy masculino, soy presentada a ese ángel de la televisión que me sonríe y me señala a su pequeña perfección que llama hija. Es breve, luego avanzamos y Dexter carga haciendo girar a Skylie; ella grita riendo y abrazándolo.

—Lo hiciste perfecto, Lucecita. Tu abuela lloró.

No es mentira, Hannah derramó un par de lágrimas mientras observa a su nieta, fue algo bonito y dulce.

— ¿De felicidad? —pregunta Skylie con preocupación.

—De felicidad, cariño —Hannah besa su mejilla—. Estuviste grandiosa.

—Eso es verdad —Me acerco y la abrazo—. Eres una gran actriz.

—Gracias, mejor amiga. Estaba muy nerviosa.

—Pero no dejaste que eso te paralizara, estoy muy orgulloso —asegura Dexter.

—Gracias, papi. Así que...

— ¿Qué?

— ¿Eso me hace ganar helado? Tengo un nuevo sabor favorito que le mostraré a la abuela.

—Eres tan astuta como tu papá —Se ríe Hannah—. Vamos, yo invito.

Dexter la deja sobre el suelo y tomando la mano de Hannah, ella comienza a caminar, enlazo mi brazo con el de Dexter, él no puede borrar su sonrisa.

—Bien hecho, súper papá. Estuviste perfecto en tu primer evento de escuela de tu hija.

— ¿Eso crees?

—Te sacaste un sobresaliente.

Detiene mi caminata y besa mi mejilla antes de llevar sus labios a mi oreja, espero a la expectativa.

—Puedo sacarme también un sobresaliente con mi puta boca en un lugar maravilloso de ti que me encanta saborear. ¿No te provoca?

—Tentador —Es todo lo que digo y él ríe haciéndonos retomar la caminata, yo sonrío.

Estoy excitada, pero sonriente. Nada raro cuando estoy alrededor de Dexter y sus poderosas palabras de amante apasionado. Cuán afortunada soy.

***

22 de diciembre, 2015.

—Es mi cumpleaños —susurra Skylie.

Acaba de despertar de su siesta, aún se encuentra acostada y yo juego con su cabello acostada a su lado. Afuera escucho a Dexter quejarse y moverse de un lado a otro junto a sus hermanos y Doug, el adorable Jeff llegará con su tío Jeremy y los hijos de Harry con Kaethennis.

Ella se acurruca contra mí mientras juega con mechones de mi cabello. Siento un amor profundo por Skylie, tan grande como el que siento por Dexter solo que el sentimiento, evidentemente, es de una naturaleza distinta. Siento que haría todo lo que esté en mi alcance para que ella esté bien, que amo la idea de ser parte de su vida y quiero que cada día esté lleno de felicidad para ella. No se siente como querer solamente a la hija de mi novio, siento que nuestro vínculo es más fuerte que eso.

—Así es. Feliz cumpleaños de nuevo, Sky —Beso uno de sus adorables hoyuelos.

—Papi dice que es uno de mis días especiales. Que será un cumpleaños especial, nunca tuve uno así.

—Tendrás un día lleno de sonrisas —prometo.

— ¿Podemos ir a jugar ya a la sala? Suena como si papi quisiera ayuda.

Rio y sacudo mi cabeza en negación. Su inocencia la hace no notar el hecho de que están afuera organizando una fiesta sorpresa.

—No, papi está organizando unas cosas con los tíos. ¿Qué te parece tomar un baño y vestirte más guapa? Tenemos una sorpresa para ti.

— ¿Si? Eso me gustaría.

—Entonces, andando.

Le hago cosquillas y la insto a ponerse de pie. Con mis manos cubro sus ojos, lo que la hace reír, mientras la guío hacia el baño para que no pueda ver la manera en la que globos y carteles adornan todo el pasillo que conduce a la sala.

Skylie es una niña muy capaz de bañarse sola, pero me pone nerviosa que use la bañera, así que me siento sobre la tapa del inodoro y la escucho parlotear acerca de muchas cosas. Cuando le pregunto qué le pidió a Santa, tímidamente dice que no sabía que pedir porque su regalo del año pasado, había llegado un poco tarde y no quería molestar a Santa con otro.

— ¿Cuál fue ese regalo?

—No tener frío —responde mientras lavo su cabello, me detengo—. Amigos que me dieran abrazos y otro papi que me quisiera mucho, mucho —Hace una pausa—. También un oso cariñoso, pero eso me lo regaló mi nueva familia.

—Y todos esos regalos vinieron porque fuiste una niña buena e increíble. Estoy segura de que este año Santa también tendrá regalos para ti.

— ¿Crees que te haga una mami? Puedo esperar a que llegues un poco tarde como papi, él dice que soy paciente.

Mi corazón late con emoción y beso su frente. ¡Cielos! Skylie Jefferson me ha dicho unas palabras hermosas y ha hecho que mi corazón lata a toda prisa.

Me encargo de que se vista con un hermoso vestido rojo que va acompañado de un suéter blanco al igual que sus zapatos; cepillo y peino su cabello. Jugamos un rato a tomar el té y rio tanto con sus ocurrencias, puedo escuchar todo el ruido que viene de afuera, cosa que la pone curiosa, pero logro distraerla y prometerle que pronto lo sabrá.

—Buenas, bellas flores.

Alzamos la vista para encontrar a Dexter en el marco de la puerta, ambas sonreímos ante la vista.

»Pero qué hermosa luce la cumpleañera.

—Ela me ayudó a escoger. Es bonito, ¿Verdad?

—Sí y tú también eres muy bonita —Le garantiza, luego dirige sus ojos hacia mí con una sonrisa traviesa—. Tú también eres bastante bonita, copo de azúcar.

—Gracias, tú no estás mal para la vista —digo haciéndolo reír.

—Así que tengo algo muy, pero muy especial para ti que hice junto a personas que te aman, Lucecita. ¿Estás preparada para emocionarte mucho?

— ¡Sí! Lo estoy, prometo que lo estoy.

Dexter le hace un gesto de que se acerque, toma su mano y yo los sigo. Las luces están apagadas y todo el pasillo está iluminado por pequeñas bombillas, los globos y los carteles son un detalle hermoso, Dexter se encarga de leerle lo que dicen algunos de ellos.

— ¿Quieres que te diga un cuento, Lucecita?

—Sí, sí.

—Había una vez un apuesto príncipe que iba tarde para su trabajo —Señala uno de los carteles con un dibujo increíble con las letras del cuento que inicia. Avanza al siguiente—, pero antes de que pudiera llegar, se topó con una pequeña doncella, era muy dulce.

—Uhmm —dice Skylie observando el dibujo—. ¿Era pequeña?

—Sí, era un poco como de este tamaño —Dexter hace una estatura por debajo de Skylie—. El príncipe la llevó a comer y luego a su trabajo. Entonces, él lo supo.

— ¿Qué supo?

—Qué iban a ser padre e hija —Se encoge de hombros señalando otro cartel—. Se amaban mucho, jugaban y se reían.

— ¿Él dejaba que ella pintara sus uñas?

—Lo hacía —Se ríe, yo estoy conmovida.

—Qué divertido.

—Sí. Así que la pequeña doncella se convirtió en la hija más increíble y ellos fueron felices para siempre.

Skylie frunce el ceño viendo el dibujo y pareciendo pensativa, luego se encoge de hombros.

—Es un cuento un poco aburrido —Contengo las ganas de reír ante la expresión de Dexter—. Ni siquiera hay una princesa o mami. No es un cuento divertido, pero está bien si te gusta, papi.

»Dijiste que hay que ser tole...Tole...

—Tolerantes —digo y ella lo repite correctamente.

Escucho las risas desde la sala porque todos han presenciado como Skylie ha descartado el cuento bonito que Dexter planeó con cuidado entregarle. Él murmura algo sobre quién las entiende y toma su mano guiándola a través del pasillo de luces hasta llegar a la sala donde la oscuridad es absoluta antes de que un coro de "sorpresas" y las luces encendiéndose, se haga notar.

Sky da un gritito agudo y abraza la pierna de Dexter por un par de segundos antes de dar saltos y reconocer a todas las personas que se encuentran aquí. Observa los globos, el confeti y el pastel de cumpleaños que Carter Jefferson sostiene.

Ella está impresionada y aunque es pequeña, logra entender cuán significativo es esto. Es amable y agradecida cuando los abrazos y felicitaciones comienzan a llover sobre ella a medida que la saludan, es la prueba viviente de que Dexter es un padre magnifico que la está criando de una forma increíble.

Está rodeada de personas que la aman, que la aceptan en su vida y apoyan a Dexter en este camino de errores y aciertos en el que consiste ser padre. Incluso Juliet está aquí y está bien, luego de nuestra conversación sobre Dexter y su historia, no digo que somos amigas, pero entendemos el lugar que ocupamos en la vida de Dexter. No tengo resentimientos hacia ella y sé que fue parte de la vida de mi novio, quiere a Skylie y ella la considera amiga, de hecho cuando la pequeña la ve, la abraza con fuerza y le agradece por venir. Tal vez en algunas ocasiones estos encuentros ocasionales resultará algo incómodo en un momento, pero puedo con ello y sabemos manejarlo. No somos hostiles ni nos odiamos, estamos en un punto en donde nos aceptamos y no hacemos un gran lío sobre ello.

Skylie obtiene un montón de regalos, risas y abrazos. Es la viva imagen de la felicidad. Cuando le cantamos cumpleaños y ella sopla las velas del pastel, todo el mundo sonríe cuando abraza a Dexter y le dice que lo ama. Ellos estuvieron hechos para encontrarse y demostrar que el amor puro y real, sí existe. Que a veces la familia tarda en llegar a nosotros, pero en algún punto de nuestra vida, encontramos a esas personas, ese lugar, que más que unas paredes y título de propiedad, representan tu hogar. Skylie encontró su hogar y las personas que gritamos y celebramos un año más de su vida, somos parte de el.

***

31 de diciembre, 2015.

—Los amo, chicos —Hago saber sosteniendo el celular frente a mí en la vídeo llamada que estoy sosteniendo con papá, Rosalie y mis hermanas—. Pasaré por casa en dos días, promesa.

Este es uno de los pocos años en el que no recibiré el año con al menos uno de ellos, pero cuando Dexter me invitó a unirme a la fiesta anual que organizan para recibir el año nuevo, quise ser parte de ello, invité a mi familia a unirse, pero ellos prefirieron permanecer en Preston. La navidad sí la celebré con ellos en la casa en la que crecí y fue bonito, aquella mañana fuimos juntos a llevarle flores a Arthur y resultó emotivo, doloroso y sanador, nos hizo reforzar el lazo familiar.

—Te guardaremos las sobras de la comida —bromea papá y yo le muestro mi lengua en un gesto infantil—. Te amamos, hija. Que recibas un hermoso año nuevo.

—Será un mejor año —dice Leslie alzando su copa de sangría versión infantil, cero licor para ella está noche.

—Te amamos —Me asegura Eva y esas palabras para mí, ahora tienen un nuevo peso porque sabe lo que hice en el pasado y ha tomado mi mano en este secreto, me ha abrazado y no condenado por el pasado.

—Feliz año nuevo adelantado, chicos. Coman mucho y bailen...

—Feliz año nuevo, familia —Aparece Dexter detrás de mí enviándole besos, ellos ríen.

—Igualmente, Dexter —dice papá antes de desconectar la vídeo llamada.

Suspiro y guardo el celular en el bolsillo de mi pantalón. Dexter camina hasta estar frente de mí y toma mi mano para ponerme de pie. Rio viendo de nuevo cómo vamos combinados sin planearlo. Llevo un pantalón muy ajustado negro con una camisa roja de mangas largas que cuelga de uno de mis hombros, él va a la inversa: pantalón rojo y camisa negra de mangas largas y botones. Secretamente, creo que lo planeó cuando me preguntó esta mañana qué colores me gustaría vestir hoy; sobra decir que Sky lleva un vestido rojo.

— ¿De qué ríes? —pregunta atrayéndome hacia su cuerpo con un agarre de sus manos en mi cintura.

—De que vestimos los mismos colores.

—Y nos vemos jodidamente genial, superamos a todas las familias que vinieron —Se ríe con suficiencia—. ¿Quieres ver mi habitación antes de que sea año nuevo? Tenemos una hora con quince malditos minutos.

— ¿Es acaso eso un código para hacerlo?

—No —Se ríe—. Bueno, tal vez sí.

Todo lo que hago es reír y dejarlo guiarme a su antigua habitación en la casa de sus padres. Puedo escuchar la voz de Ethan desde la cocina junto a risas, en el jardín los niños juegan y se encuentran muchas más personas. Es una festividad que reúne a las familias de los BG.5, es bueno que la casa sea grande, porque son muchos.

Subimos unas escaleras y me guía por un pasillo, las puertas de una de las habitaciones está abierta y Dexter nos hace detenernos.

—Hola por aquí.

Doug deja de mecer a un adormilado Jeff y Hilary deja de susurrar lo que estuvieran hablando. Nos sonríen tan amplio que lucen casi sospechosos.

— ¿Buscando un poco de acción? —Doug sube y baja continuamente sus cejas en sugerencia.

—Te carcome la envidia, jodida rubia.

—No, estoy donde quiero estar. La antigua habitación de tu hermana, durmiendo a nuestro hijo y con una larga noche de por medio en donde se me ocurren muchas maneras de divertirme con mi esposa.

Hilary golpea su hombro, sus mejillas se encuentran sonrojadas, queda muy claro los planes de Doug con ella para cuando su hijo termine de dormirse, aunque ahora que el bebé escucho nuestras voces está sonriendo e intentando levantarse, pero Doug lo sostiene acostado contra sus brazos, por suerte Jeff no llora, cree que su papá está jugando con él.

—Joder —Masculla Doug—. Ya me lo despertaron. Son unos bloqueadores de polla. Mejor váyanse a lo suyo y déjenos tranquilos aquí.

Dexter ríe y luego asiente hacia su hermana.

—La puerta abierta, Hilary.

—Hipócrita —Lo acusa ella, luego ríe—. Soy una mujer casada y tengo un hijo, puedes imaginarte cómo llegó ese niño a mi vientre.

—Sh, calla, que fue obra del espíritu santo. La puerta abierta y es mi jodida última palabra.

Hilary rueda sus ojos y le da una mirada desafiante mientras retrocedemos. Toma el pomo de la puerta y pestañea hacia él.

— ¿Ya terminaste? —pregunta, Dexter asiente—. Bueno, nos vemos en rato. Diviértete, Elanese.

Y dicho eso, cierra la puerta y escucho el cerrojo ser pasado, Dexter frunce el ceño y yo rio.

—No creo que tu hermana juegue al ajedrez con su esposo ni que haga algo muy diferente a lo que a ti te gusta hacer conmigo.

—Estás empeorándolo, copo de azúcar.

—Vamos, muéstrame tu habitación.

Eso lo tiene sonriendo de nuevo y poniéndonos en marcha. Abre la puerta de una habitación cuyas paredes son de color crema y un tinto muy claro. Cierra la puerta detrás de nosotros y evalúo todo. Hay un pequeño pizarrón de tiza en donde se encuentra alguna fórmula matemática o física, la verdad no lo sé; hay poster de algunas bandas y en un corcho bastante grande recortes de investigaciones científicas, cuando me acerco, descubro que muchas son de la NASA.

—Era un poco nerd sobre esos asuntos. Ya te digo, si BG.5 no existiera, ese hubiese sido mi destino, me encanta. Me volvía jodidamente loco y emocionado saber todo sobre ello.

—Ya veo —Es todo lo que digo sin salir de mi impresión

—Yo hacía las tareas de Harry de matemática, física y química —Volteo a verlo—. A cambio él hacía la de literatura, historia y alguna otra que se tratase de humanidades. No soy bueno con las jodidas palabras, pero los números...Sí, soy bueno en esa mierda.

—Estoy segura que me hubiese gustado haberte conocido en esa etapa de tu vida.

—Eras menor que yo y a esa edad hubiese sido muy raro fijarme en ti. No se vería tan bien y normal como a esta edad.

—Cierto —rio. Camino hasta su cama grande y me dejo caer sentada—. Tenías una muy buena habitación. Dexter.

Se sienta a mi lado y me hace girar lo suficiente para atraer mis piernas hacia su regazo, retira cabello de mi rostro y acaricia mi mejilla.

— ¿Sabes que fuiste uno de los mejores sucesos de mi año?

—Tú y Skylie fueron el mío.

—Cuando supe que eras tú, mi Elanese, mi puta mente voló —Hace una pausa—. Sentí que las cosas se iban a poner muy buenas entre nosotros y todavía seguía creyendo que te conocía de algún lugar.

»Ni siquiera nos habíamos visto y ya estabas enloqueciéndome en medio de la gira y cuando te vi...

— ¿Si?

—Hice cálculos en mi cabeza de cuánto tiempo me tomaría abrirme paso a tu corazón y encontrar un lugar pequeño ahí —Se inclina y apoya su frente contra la mía—. Sabía que Skylie sería mi hija, pero también sabía que no todas las mujeres querrían aceptar una relación con una situación tan jodidamente complicada. No sabía cómo lo tomarías tú, pero luego estaban volando las putas chispas entre nosotros y supe que el pronóstico era bueno.

Rio y presiono mis labios sobre los suyos en un suave beso.

—Tonta de mí que pensé tenía oportunidad de no caer por ti.

—Te amo y no son jodidas palabras vacías ni mierda por decir. Son reales —Toma mi mano entrelazando nuestros dedos y llevándolas hacia su pecho en donde sentimos el rápido latir de su corazón—. Tienes un pedazo de esto, copo de azúcar.

»Lo gracioso es que las personas siempre andan diciendo que el tiempo bla bla bla establece cuando estás listo para dar pasos grandes, pero no se trata del jodido tiempo. Se trata de lo que sientes. ¿Quieres saber qué siento?

De acuerdo, puedo sentir que esto se está volviendo serio y mi corazón parece que también lo hace porque comienza a latir enloquecido. Asiento con lentitud, respondiendo a su pregunta. Aclaro mi garganta para hablar.

—Eso me gustaría saber.

—Siento que en un futuro serás la sexy, hermosa y dulce mamá de mis hijos, que serás mi mejor amiga, mi amante, mi esposa —Baja la voz—. Será mi puta fantasía sucia y húmeda, mi dolor de cabeza, la espina en mi trasero, alegría, pasión, locura, mi amor.

—Eso es peculiar, pero hermoso —rio nerviosa.

—Estoy listo para unos pasos más en esta relación y espero tú también lo estés —Su hoyuelo aparece con una sonrisa. Mete la mano en su bolsillo y saca una llave—. ¿Te gustaría ser parte del desastre de mi hogar? Prometo que siempre bajo la tapa del inodoro y sé lavar.

Llevo mi vista a la llave descansado en su mano. ¡Vaya! Es un paso bastante grande y una confianza plena. Él sabe que de hecho la desordenada soy yo, que vivir conmigo conllevara a una silla con prendas de ropa, mis zapatos por toda la habitación, dulces en las alacenas y refrigerador, inventos con resultados desastrosos y un montón de desastres. Aun así está dispuesto, porque Dexter siempre está abierto a darse oportunidades y no retrocede ante lo desconocido: lo enfrenta y admiro eso de él.

»Di algo, copo de azúcar. Sé que mi discurso no fue algo de puta madre, pero ¡Oye! Vino de mi corazón y estoy poniéndome un poco nervioso aquí.

Rio y observo la llave en su mano. Muerdo mi labio inferior y lo observo a él, está visiblemente ansioso de una respuesta.

—Me asusta dar un paso tan grande, no he pasado nunca a esa etapa de una relación.

Estuve con Henry durante dos años y nunca vivimos juntos, claro, pasé una que otra semana en su casa, pero nunca nada formal y definitivo. De hecho, creo que es porque no teníamos tan buena convivencia luego de un par de días juntos, generalmente yo terminaba imaginando cómo ahorcarlo.

Pero con Dexter es aterrador imaginar qué podría ir mal, cómo podría resultar nuestra convivencia a largo plazo y hacer un compromiso tan serio en nuestra relación.

—Lo entiendo —dice cerrando su mano, lo detengo.

— ¿A dónde llevas mi llave? Dije que me daba miedo, no que no aceptaría —Le sonrío nerviosa—. Acepto dar este gran paso, pero...

— ¿Te dije alguna vez que odio los peros?

—Pero tengo contrato en mi lugar hasta febrero, así que puedo ir empezando con pasar unos pocos días, así todos nos adaptamos y si no funciona, me quedo en mi apartamento.

—Funcionará. Aceptaré tu idea solo para luego decir "te lo dije."

Rio y rodeo su cuello con mis brazos acercándolo para un beso efusivo, emocionado y descuidado. Siento un montón de emociones en mí interior. Sin duda alguna, este año me ha sorprendido. Cerré y abrí nuevo ciclos. Sufrí, sí, pero también he sido feliz y he aprendido a aceptar que equivocarse es de humanos, que mis decisiones pueden ser buenas o malas, que no soy solo Elanese la hermana desastrosa.

Comencé este año con la perspectiva que sería otro año en el que no me superaría, me conformaría y cometería mil errores más. Sí, me equivoqué, sí al principio me conformé, pero luego...Hubo un montón de colores y alegrías. Sonrisas y risas contra las cuales no podía luchar, abrazos y besos que me hacían sentir en una nube, nuevas amistades que aprecio de corazón, y un par de Jefferson que me robaron el corazón.

Por como lo veo, fueron más altos que bajos. Estoy agradecida y trabajaré para que este año nuevo pueda ser incluso mejor.

Soy Elanese Anderson y soy un desastre, pero ¡Oye! Soy un desastre increíble.

Sonrío contra los labios de Dexter antes de continuar con otro beso, hay un suave toque en la puerta de la habitación y luego la voz de Skylie viene en un grito.

—Papi, ¿Ya le dijiste?

—Mierda —Dexter se lamenta y va a responder, pero la niña continúa.

— ¿Dijo que sí se quiere casar con nosotros, verdad?

Mientras los ojos de Dexter se cierran, los míos se abren con sorpresa. Si antes mi corazón latía rápido, ahora temo que me dé algún patatús que me deje bien muerta. Los ojos de Dexter se abren de nuevo y sacude su cabeza antes de suspirar y meter la mano en su bolsillo. Saca un delicado anillo con algunos brillos, pequeñas piedras, en el. Lo gira entre su dedo pulgar e índice, no dejo de verlo.

Él no dice nada y Skylie sigue llamándolo, pareciendo impacientarse.

Siento que el mundo gira, me da vértigo y me estremezco. Un anillo ¡Un jodido anillo! Y basándonos en las palabras de Skylie, es del tipo de temática que conlleva a un matrimonio.

Veo esos bonitos ojos de un verde vivido que tanto amo. Detallo cada aspecto de ese rostro que ya he memorizado tan bien y mi corazón se calma.

Porque él es Dexter Jefferson, el hombre que hace unos años transformó una noche horrible en algo más, el hombre que de alguna manera me empujó a dejar de conformarme con un trabajo que no me hacía enteramente feliz e ir por más. El hombre que me mostró lo que es la pasión, entrega y deseo. Quien me hace reír, sentir, experimentar. Quien maldice sin control y dice una cantidad insana de malas palabras, pero habla como un caballero con su hija y la educa de una manera increíble. Quien no se rindió y luchó por su hija, por mí, por nosotros.

Dexter Jefferson es el hombre que ama, la jode, lo arregla y luego se ríe. Es el adulto de grandes decisiones y el niño que no deja de divertirse. El optimista que dice que todo saldrá bien y el realista que llora cuando siente que la vida lo patea. Y por sobre todo, es el hombre que amo, la persona cuyo nombre se une al mío y forma el nombre con la letra que tengo en mi cuerpo. Porque no bromeo, lo decidí.

Ya dejé atrás la idea de que la "D" tatuada en mi cuerpo era por desastres y todo lo que ello deriva. Me gusta pensar que me adelanté a lo que sería mi futuro y es por Delanese. Es el nuevo significado para mí.

Delanese para mí significa: segundas oportunidades, perdón, amor, reivindicación, redención, pasión y familia. Así que la D no es por Dexter, es por nosotros. Por estos capítulos de nuestra historia.

—Papi, dime —Se desespera Skylie—. ¿Se casará con nosotros?

Miro con fijeza a Dexter quien parece que está en algún trance solo viéndome y sin decir nada. Ruedo mis ojos ante su falta de palabras y le ofrezco mi mano, eso lo toma por sorpresa.

—Sí, Skylie. Me casaré con ustedes —Respondo en un grito que le sigue al suyo—. Bueno, eso sí tu papá se decide a ponerme lo que supongo es mi anillo.

Dexter sale de su estupor y desliza con dedos temblorosos el anillo en mi dedo, luego lo besa y me sonríe mostrando el hoyuelo. Sus ojos lucen un poco húmedos al igual que seguro lucen los míos.

—Me haces feliz —declara—. Te amo.

—También te amo, pero quiero que sepas que me debes mis épicas palabras de propuesta, Dexter Jefferson.

—Te las daré, es una jodida promesa.

Nos sonreímos y la puerta se abre con una impaciente Skylie que corre y trepa a la cama, nos rodea y abraza a ambos tanto como puede.

—Te casarás con nosotros. ¡Lo harás!

—Sí, me casaré con ustedes —concedo y de verdad no puedo controlar la reacción tardía de las lágrimas que comienzan a llegar.

—Yo escogí el anillo. ¿Te gusta? —pregunta con emoción.

Estiro mi mano y observo el anillo sencillo y no ostentoso, humilde y bonito. Sonrío.

—Eso explica por qué mi anillo es tan perfecto. Lo amo.

— ¿Más que a nosotros? —pregunta ella.

—Eso es imposible. A ustedes los amo más allá de la luna y a pasos más lentos que los de un caracol.

—Uhmm... —dice Dexter.

— ¿Qué?

—Mi lado matemático lucha para debatir esa declaración contigo, pero mi lado enamorado me dice que esa es una mier...cosa dulce —Se corrige a tiempo— que amé escuchar. Te amamos, copo de azúcar.

—Te amamos como Nemo y su papi se aman.

Y eso en palabras de Skylie significa que me aman muchísimo.

Dexter nos hacer caer en la cama y nos hace cosquillas. Luego de risas nos quedamos acostados abrazados los tres diciendo tonterías y es exactamente de esa manera cómo recibimos el año nuevo y espero solo sea el inicio de cómo lo pasaremos: felices y juntos.

Fin.




Las  lágrimas son reales, 4to libro terminado y no me lo creo.

Pronto estaré poniendo mis agradecimientos y en ellos un par de notitas importantes como adelanto del próximo libro, las escenas extras y el tan esperado .5. 

Así que todavía no archiven esta historia, y no me despido porque quiero hacerlo a lo grande como Dexter merece.

Nos vemos en los agradecimientos.

Los ti amu,

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