Capítulo quince.

Abrazo a Leslie con fuerzas sin aun poder creerme que está aquí. Ella ríe abrazándome con la misma fuerza.

Estamos en el baño de los pasillos de los fornicadores y mientras Eva está armándome el lío del año yo solo puedo pensar que Leslie no está en Japón.

— ¿Una semana?

—Una semana—repite sonriéndome. Sus sonrisas no son tan completas como antes, pero al menos son algo y para mí significa mucho que me sonría—Aunque creo que quizá estarás demasiado ocupada comiéndole la boca alguien.

— ¡Y haciendo eso, Elanese! Frente a Henry.

—Henry es su exnovio, no hay nada de malo que bese a otro tipo—argumenta Leslie.

— ¿Y que se vuelva una promiscua?

—Bueno, su cuerpo, sus decisiones.

—Gracias—le digo antes de enfrentarme a Eva—. Lo siento, lo siento, lo siento.

—No te disculpes conmigo por besar...

—No me disculpo por ello—frunzo el ceño, no puedo disculparme por ese momento—. Me disculpo por todo el desastre de los invitados.

Aunque debería disculparme por el beso porque me besé con mi caso asignado, pero no lo lamento y eso es malo, muy malo. Eva despotrica otro poco más, Leslie argumenta que ya nada se puede hacer y que de hecho todos parecen estar disfrutando. Eva contraataca diciendo que puede haber personas extrañas, Leslie responde con que por lo visto hasta los momentos, todo, es controlable. Eva admite que Leslie tiene razón y yo sigo respirando.

Cuando Eva sale calmada diciendo que verificará que todo esté bien, me siento aliviada de aún estar viva. Vuelvo a abrazar a Leslie.

—En serio no me creo que estés aquí.

—Yo tampoco—se separa de mí y toma mi rostro entre sus manos.

Observo esos ojos que a diferencia de los míos son más claros como si algo de grises se fundiera en ellos. Su cabello también es más oscuro y su facciones más finas.

— ¿Un conejo, Ela?

—No es cualquier conejo.

Ahora que tengo a mi consejera frente a mí, parece que estoy en medio de un vómito verbal.

»Es Dexter Jefferson y yo bebí, y me siento caliente. Él vino y adivinó mi disfraz—alzo mi muñeca—; y me regaló esto y dijo que quería probar azúcar y besa tan delicioso y...Besé a un conejo cool. No cualquier conejo.

—Sí que estás afectada, Ela.

— ¿No vas a reprenderme? Es un caso asignado.

—Ya te di mi opinión y ¿Honestamente? Tus decisiones son tuyas, parecías muy feliz en donde estabas.

—Quiero mucho hablar contigo y no quiero dejarte, pero...

— ¿Pero quieres ir a besuquearlo un poco más?

—No, no. No es eso solo...

—No te preocupes—sacude su cabeza—. Tenemos toda una semana, y él tiene está noche si decides seguir las reglas.

La veo pasar por delante de mí en su traje de la mujer maravilla que le queda como una modelo porque Leslie parece una totalmente con su figura delgada y proporcionada en las partes correctas. Me toma un minuto salir del baño y la veo a un lado de Eva, ella me guiña un ojo. Sé que no va a bailar o cantar, está aquí por ser mi cumpleaños, pero Leslie no va a fiestas o baila desde que Arthur fue hospitalizado de manera definitiva, y ahora que él no está creo que siente que lo traiciona cuando disfruta.

Busco con mi mirada a un conejo, pero un príncipe se interpone en mi camino. Henry. Lleva una mano a mi brazo pero lo esquivo.

— ¿Qué demonios fue eso, Elanese?

— ¿Qué cosa?

—No te hagas la tonta, sabes de lo que hablo.

—No somos novios desde hace meses, no tengo nada que decirte.

— ¿y qué clase de fiesta vulgar es esta?

—Una a donde decidiste venir. Si no te gusta, bien puedes irte pero no olvides dejar el regalo.

—Elanese...—comienza gruñendo.

— ¿Lista, Copo de azúcar?

Me giro y encuentro a Dexter con sus lentes y admito que es una buena idea, porque no hay manera de saber que es él. Henry gruñe de nuevo ¿Está disfrazado de príncipe o algún animal gruñón?

—Aléjate de mi novia.

—Tu exnovia—corrijo—. Henry, compórtate. No soy tu novia.

—No toleraré esto, Elanese.

—Bueno, joder, ahí está la puerta—señala Dexter encogiéndose de hombros—. Y deja de malditamente gruñir, se supone eres un jodido príncipe no un ogro, al menos que lleves el disfraz equivocado.

Henry se acerca y clava su dedo en el pecho felpudo de Dexter, Dexter observa su dedo antes de alzar el rostro.

—Aléjate de Elanese.

—Aleja tú tu puta mano de mí ahora mismo si no quieres que te la deje tan jodida que ni siquiera vas a poder recuperarla. Ahora.

—No me inti...

Dexter no lo deja terminar, estira su mano y empuja justo en el centro del pecho de Henry haciéndolo retroceder varios pasos. Me impresiona su fuerza.

—No me toques, jodido idiota.

—No...

—Henry, basta. Déjame tranquila, no soy tu novia.

Me doy la vuelta y comienzo a alejarme. Aire, necesito aire para mi piel, aún, ardiendo. Llego al balcón y respiro el aire frío. Seguramente en pocos minutos el frío me hará entrar, pero lo necesito en este momento. Dexter aparecer a mi lado.

—Lamento no tener un ex civilizado como tú.

—Jodidos idiotas los hay en todas partes.

Volteo a verlo y alrededor de sus labios está la sombra de mi pintura labial. Mierda, nos besamos.

—Eva no sabe que eres tú. Estamos a salvo al menos. Tú, Skylie y yo.

— ¿Estás cabreada porque te besé? —pregunta directo y decido ser honesta.

— ¿Lucía cabreada mientras nos besábamos?

— ¡Maldita sea! Ni un poco.

—Ahí tienes tu respuesta. Sin embargo no significa que esté bien.

—Y no significa que no queramos hacerlo de nuevo ¿Cierto?

—Cuando bebo mucho mi cuerpo...Se calienta. A ese efecto me refería.

—Oh—se acerca pareciendo pensativo. Luego baja su mano y la deja en mi rodilla—, quiere decir eso ¿Qué esto te afecta?

—Algo—alcanzo a decir. Su mano se arrastra hacia arriba hasta mi liguero. Trago.

— ¿Qué hay de aquí?

—Afectada.

Su mano sigue subiendo lentamente y la detengo debajo de mi falda, en lo alto de mi muslo, estoy segura que aun así percibe todo el calor que emano.

»Creo que tengo frío.

—Eres una mierda de mentirosa.

Es curioso que él lo sepa pero que nadie más descubra mis mentiras continúas. Acaricia mi muslo y saca la mano, asiente con la cabeza hacia la fiesta.

»Entonces no queremos que te congeles.

Camino para regresar y me detiene, hace mi cabello a un lado y besa el tatuaje detrás de mí oreja. Me estremezco.

—Un corazón detrás de mí oreja porque significa que aun cuando mi cerebro controla mis emociones, mi corazón se encuentra latente para guiarme—cita mis palabras de hace unos años. Lo recuerda—. Recuerda eso, Copo de azúcar.

Se pone adelante y abre la puerta para mí, entro y soy arrastrada por Fabricia perdiendo a Dexter de vista. Un montón de personas se toman fotos conmigo, admito que me agradan algunas de las personas que conozco y que me felicitan. Tomo otro poco más, me río de muchos chistes, grito cuando el animador lo pide. Disfruto obligando a Eva a tomar un trago y cuando Elliot no está a su alrededor la hago bailar conmigo, obtengo fotos con ella y Leslie.

Aunque me gustaría bailar con Leslie sé que no lo hará, ella está aquí porque se trata de mí y me acompaña a celebrar mi cumpleaños, pero honestamente desde la partida de Arthur tú no verás a Leslie yendo a fiestas o bailando, incluso desde antes, desde el momento en el que Arthur fue diagnosticado, lo cual es totalmente comprensible.

Hay mucha comida a mí alrededor, porque bueno, mis amigos de Facebook no vinieron con las manos vacías, así que consigo comer y me doy cuenta que de tanto en tanto mi vista va en busca de Dexter, no lo consigo. ¿Habrá conocido a alguien? ¿Baila? ¿Se fue? Que estresante.

Un mesero pasa a mi lado con una bandeja llena de tragos azules, tomo uno para mí y le entrego uno a Leslie que me sorprende aceptándolo. Tomo su muñeca y comienzo a abrirme paso con ella entre tantas personas, localizo una vez más a April y nos arrastro hacia ella y el señor pirata sexy.

—Dame un segundo, pise algo—grita Leslie liberando mi agarre de su muñeca. Continúo hacia April y su amigo, les sonrío.

— ¿Qué tal la están pasando?

—Tu fiesta es fenomenal, le hace la competencia a unos premios ¿Cierto, An...Derrick?

—Está es una fiesta grandiosa, te felicito.

—No me lo agradezcas a mí, es obra de mis amigos...—doy un trago para evitar el final: de Facebook.

— ¿Qué tiene esta bebida? Es cítrica, está buena ¿Qué tiene, Ela?

Leslie se detiene a mi lado y pasan varias cosas, en primer lugar algún pervertido me agarra el culo antes de irse corriendo, Leslie le grita pervertido, April sigue con la mirada a un hombre lobo, bueno, un tipo disfrazado de hombre lobo, y el señor pirata sexy deja caer su bebida mientras observa a mi hermana. Todo en pocos segundos que parecen eternos.

— ¿Estás bien? —le pregunta April a Derrick, él sacude su cabeza y ve hacia su bebida en el suelo.

—Sí, supongo que los accidentes pasan.

—Ella es mi hermana Leslie. Les, ella es April, la conocí en mis clases de baile y él es Derrick su amigo pirata.

—Un gusto—estrecha sus manos.

—Igualmente. Todas ustedes tienen la cosa de los ojos ¿No? —pregunta April.

— ¿Quieres bailar? —pregunta el señor pirata evitándonos contestar la pregunta. Leslie y yo nos observamos ¿A quién se supone que se lo preguntó? Bueno, ahora ve a Leslie, supongo que es a ella.

— ¿Es conmigo?

—Sí, claro.

—Gracias, pero yo no bailo.

—Puede enseñarte, él es un buen bailarín—garantiza April lo que me da a entender que está no es su cita romántica o algo así.

—No es eso—responde Leslie—, pero gracias.

— ¿Quieres una bebida?

—Eh...Tengo una—ella alza su vaso el que todos notamos, April enarca una ceja hacia Derrick—, pero gracias, es muy amable de tu parte.

—Bueno, si me permiten un par de segundos, ahora vuelvo—anuncia April siguiendo con la mirada y luego con sus pies, al hombre lobo.

—La mujer maravilla, no muy creativo—señala el señor pirata, Leslie alza la barbilla.

—Patear culos nunca pasa de moda. Es la clara evidencia de que una mujer puede siempre salvar el día. No es que ser pirata sea lo más creativo de esta fiesta.

—No soy cualquier pirata, soy Jack Sparrow, él tampoco nunca pasará de moda. También patea culos.

—Ebrio, pero los patea—asiente Leslie con su cabeza como si lo entendiera.

—Vale...Este ha sido un momento medio friki extraño—susurro porque ambos asienten con la cabeza como si llegaran a un acuerdo de sus disfraces.

Veo a un felpudo conejo abrirse paso hacia nosotros y mi respiración se vuelve profunda mientras, con sus lentes de sol, el conejo cool se acerca a nosotros. Se detiene en nuestro pequeño grupo, observa al pirata y lleva sus manos a sus caderas.

— ¿Qué jodida mierda haces aquí? Me dijiste que no podías venir...

— ¿Disculpa? ¿Te conozco? —lo interrumpe el pirata.

— ¿Qué mierda? No es gracioso, An...

—Soy Derrick.

— ¿Qué coño? Sé tu nombre cabroncito, pero...

—Mucho gusto—le extiende su mano y Dexter la observa frunciendo el ceño, luego ve hacia mí, después hacia mi hermana, levanta brevemente una de sus cejas y luego sonríe lentamente.

—Mucho gusto, soy Dexter. Solo quiero decirte que si te conociera, si realmente te conociera, y fingiera no conocerte para hacerte sentir mejor o lo que sea, tendrías una jodida deuda conmigo, solo eso quiero decirte.

—Lo bueno es que no nos conocemos.

Ambos ríen de manera extraña, Leslie y yo nos observamos antes de encogernos de hombros. Dexter vuelve a verme una vez más y luego a mi hermana.

—Sé quién eres—dice Leslie—. Ela, me lo dijo.

—Qué manera de ponerme en evidencia—mascullo, Dexter le sonríe.

—Siempre será un gusto verte—toma su mano y la besa—. Es jodidamente genial ver que estás bien, sé de alguien que sería muy feliz.

Se hace unos segundos de silencio y Dexter ríe mientras soba su brazo ¿Qué le pasó?

—Bueno, guardaré el secreto de que estás aquí...

—Leslie a cambio quiere saber de Andrew.

— ¡Elanese! No dije eso.

—Ya, pero puedes conseguir algo a cambio de tu silencio, hermana. Puedes aspirar a un chantaje incluso.

—Oye, copo de azúcar, no me ayudes tanto—ve hacia el pirata y luego se gira y ríe—. Andrew está muy bien, viviendo la jodida vida.

—Quizá no tanto—lo interrumpe Derrick.

—Oh, Derrick, eso es porque tú no conoces a mi gran amigo Andrew. El señor rey de la fiesta.

—No creo que sea tan fiestero.

—Es porque no lo conoces.

—Bueno, podrías darle mis saludos, me alegro de que esté bien. Ahora iré con Evie. Diviértanse, fue un placer—interrumpe Leslie la rara conversación de dos extraños que apenas se acaban de conocer.

Mi hermana se va y el señor Pirata le muestra el dedo corazón a Dexter.

—Un día pagarás por esto, cara de mierda.

Dexter no se inmuta, él se ríe y luego se gira hacia mí.

— ¿Bailas?

—Sí...

— ¿Conmigo?

—Uhm...

Debería avergonzarme querer bailar tanto con él, debería avergonzarme no actuar profesional frente a mi hermana que sabe que él es mi caso asignado. ¿Y qué hago yo? No respondo y solo comienzo a caminar hacia la pista de baile.

Lucho por encontrar un lugar entre tanta gente frotándose mientras bailan. Hay mucho calor, como una ola muy caliente obviando el hecho de que yo también estoy caliente. Me giro y Dexter está ahí, hay una pequeña sonrisa en su rostro. Me acerco y le indico que baje su cabeza para hablarle al oído.

—No vamos a frotarnos—anuncio—, y no vamos a besarnos.

—Oh, ahí se van mis jodidas ilusiones de usar mis manos y boca en ti—me hago hacia atrás sorprendida mientras lo observo y ríe—. Solo estoy bromeando...O no.

Su mano va alrededor de mi cintura y me atrae a su cuerpo, a pesar de que mi abdomen está cubierto con una malla transparente, río por cómo se siente su cuerpo felpudo. Dejo mis manos sobre sus hombros y lucho para dejar centímetros entre nosotros.

Entonces él se mueve y comenzamos a bailar. Lo hace bastante bien, lo hace mejor que yo. Alzo solo un poco mi vista y me encuentro con su boca. La boca que me besó, la boca que besé. Me torturo recordando lo que pasó hace apenas unas pocas horas, no tantas. Me torturo imaginando que recibo otro beso.

Estoy sorprendida que de hecho sus manos se quedan en la zona segura de mis caderas, deja el micro espacio entre nosotros y solo se dedica a bailar como un buen chico.

¿Y qué esperaba yo? ¿Un chico sucio? Ya deja tus pensamientos perversos, Elanese.

El que use lentes me despista porque no sé cómo me está mirando o si lo hace, por lo que opto por desviar la mirada hacia otro lado, cobarde, pero ingeniosa. Bailamos solo un par de canciones, todo se mantiene sano y apto para menores. Cuando la música cambia nos quedamos de pie frente al otro y luego se acerca, mucho. Sus labios van a mi oreja.

—Me gustó besarte, jodidamente mucho y lo volvería a hacer, pero ¿Profesionales, verdad? Entonces creo que mejor doy una vuelta, quizás irme. Pero que sepas que como la mierda no me arrepiento ni un poco. Disfruta de tu fiesta, Copo de azúcar.

Deja un beso en el lóbulo de mi oreja que me hace soltar una respiración temblorosa, me sonríe y comienza a alejarse.

¿Por qué tengo esta tentación? ¿Por qué lo pusieron de nuevo en mi camino? ¿Y por qué me gusta el hombre que debo evaluar por trabajo? La vida me odia.

No lo vuelvo a ver el resto de la fiesta. Algún disfraz de superhéroe gana la premiación de disfraces que organizó algún invitado y cuando cantan cumpleaños todos somos consciente de que ese pastel no alcanzará para la mitad de personas.

Miro a mi alrededor y no hay más conejo, tampoco vuelvo a ver a April y el pirata. Me agoto y hago saber que quiero irme. Cuesta que los invitados se vayan, pero cuando lo hacen Eva anuncia que mañana se encargará de que vengan a limpiar, olvido que mi cuenta bancaria no es la misma que la de Eva, además Elliot ayuda aunque no me agrade.

Leslie viene conmigo en un taxi aun cuando su equipaje está en casa de Eva y cuando llegamos a mi apartamento, no critica nada. Solo nos acostamos y aún disfrazadas nos dormimos acurrucadas. Tengo a mi mejor amiga conmigo y tuve una noche que en cierta manera nunca olvidaré. Me duermo y tengo sueños agradables.

***

Algo hace cosquilla en mi nariz e intento espantarlo, odiaré esto si se trata de alguna molesta mosca, pero hay una risa y cuando abro uno de mis ojos encuentro a Leslie con un pincel de maquillaje pasándolo por el tabique de mi nariz.

—Ya era hora, estabas babeándote

—Yo no babeo.

—Díselo a la sabana babeada.

Me quejo porque casi nunca babeo, pero tiene razón, es asqueroso darme cuenta que hay humedad en mi mejilla y en la almohada, todo el alcohol me hace perder el glamur y babear al dormir, al parecer. Me incorporo y con el dorso de mi mano limpio mi mejilla, entrecierro los ojos hacia la luz.

He tenido resacas espantosas y hoy solo amanezco como alguien cansada por haber estado en una buena fiesta, no está mal, mi cabeza está bien y aunque mi aliento me espanta incluso a mí misma, me doy cuenta de que del 1 al 10 en el nivel de resacas me encuentro en un 3 quizá un 4, pero nada más allá de eso. Bostezo y me estiro.

—Evie viene en camino, desayunará con nosotras.

— ¿Qué hora es? Quedé de verme con papá más tarde.

—Son las doce del mediodía, has estado como un tronco. Por cierto, tienes un vecino muy molesto que parece que escucha música horrible a volumen alto.

—Lo sé, solo ignóralo.

—Bueno, sácate toda esa baba de encima, deshazte de tu aliento infernal, báñate y consigue verte mejor. Eres hermosa hermana, pero incluso a ti te pega un mal despertar.

Río y me decido a salir de la cama, noto que sigo llevando mi disfraz, incluso el sujetador. Me tambaleo hasta el baño mientras ella viene caminando detrás de mí hablando sobre haber cocinado. Me cepillo los dientes mientras ella me observa y luego me desvisto sin pudor alguno porque es mi hermana y me vio desnuda desde que no sufría de tener que depilarme por la presencia de vellos y desde que mis pechos eran tan planos como una tabla.

—Nunca entenderé la fecha de tu tatuaje ni la letra.

—Deja de ver mis tetas—respondo esquivando el tema mientras entro en la ducha. Abro la llave y cuando el agua fría cae sobre mí grito, pero luego lo agradezco porque me ayuda a espabilarme antes de cambiar la temperatura del agua—. Odio dormir con sujetador.

A través de la puerta clara de la ducha la veo sentada sobre la tapa del inodoro.

—Te gusta Dexter, Ela. Es algo que no puedes ocultar.

El que saque el tema así de abrupto solo me confirma que mi hermana está conmigo, porque así es Leslie cuando quiere ser honesta y directa.

»Y tú le gustas, ustedes se besaron como si quisieran comerse en pequeños bocados. Fue bastante candente.

— ¿Eso crees?

—Absolutamente ¿Qué vas a hacer?

— ¿Nada? Lo idóneo es mantenerlo profesional.

—Sería lo correcto, pero ¿Cómo te va haciendo lo correcto y no lo que tus instintos piden?

Terrible. Horrible. Puedo hacer una lista de cuántas veces me he desviado de lo correcto para seguir mis instintos, ideas o locura. La lista sería eterna.

Tomo el shampoo echando un poco en mi cabello y masajeando mi cuero cabelludo. Suspiro.

—No quiero arruinarlo está vez, realmente, quiero hacerlo bien.

—Lo sé, creo que todos lo sabemos, pero, velo desde este punto de vista ¿Cómo te enfocas en hacerlo bien cuando estarás reprimiéndote todo el tiempo de lo que quieres o deseas?

—Lo ideal sería renunciar al caso ¿Verdad? Pero no puedo hacerlo, quiero ayudarlos.

Excepto que debo admitir que este no es mi trabajo soñado, que quiero absolutamente ayudarlos, pero también estoy ansiosa de ser valiente y encontrar mi camino.

Me meto debajo de la ducha para sacarme el shampoo y aun así escucho el fuerte suspiro de Leslie.

—No sé qué decirte, Ela. Excepto que no abandones lo que te hace sentir viva, pero tampoco renuncies a esa energía que tienes para ayudar Skylie.

—O sea, me dices que vaya y me enrede con Dexter, pero que no agote mi energía para ayudarlos con el caso ¿Correcto?

—Bueno, suena como que te doy un consejo terrible sustentado en lujuria.

—Algo así.

—Mira, Ela, se supone se debe ser imparcial, pero ser imparcial no es lo más importante de llevar un caso como este; la verdadera importancia se encuentra en ser consciente de buscar el bienestar el niño o niña.

»No es garantizar que no encuentras atractivo a quien quiere adoptar, se trata de descubrir si está persona es realmente buena y capaz de cuidar de otra pequeña vida que necesita de amor, cuidado y familia ¿Dexter es capaz de ello?

—Sí.

— ¿El que te atraiga te hace cegarte y pensar que es un hombre correcto para cuidarla?

—No, creo que lo es, incluso antes de la atracción o incluso si no me atrajera, todo el que lo haya visto con Sky lo sabe.

Cierro la ducha y recuesto mi frente sobre la fría pared, pareciera que me aferro con fuerzas a cualquier palabra que Leslie pueda decirme, como si anhelara que alguien me dijera que no está mal sentirme atraída por él.

—Entonces decídete Ela, porque besándolo o no haciéndolo, ya no serás imparcial o profesional. Las líneas ya fueron cruzadas e incluso si retrocedes ya los pasos fueron dados.

»Mi consejo de corazón es que no temas de tus instintos, muchas veces nos equivocamos pero eso no quiere decir que en ocasiones no acertemos. Si crees que puedes manejar esto, entonces adelante; a pesar de todo lo que dices y crees, yo sé que eres muy capaz de reconocer si él lo hiciera mal, porque él te gusta, pero la niña también te tiene y deseas con toda tu alma cumplirle la promesa de que estará bien. Y yo sé, hermana, que lo harás bien.

—Te extrañé.

—También te extrañé, Ela.

—Y te extrañaré de nuevo cuando te vayas.

—Pero volveré.

—Avanzaré—digo mientras me enjabono—, intentaré avanzar, lo intentaremos.

— ¿Y si avanzar no funciona?

—Entonces tendré un infierno de buenos besos.

Leslie y ríe, yo también lo hago, pero en el fondo estoy preocupada sobre una pregunta ordenadora ¿Cuánto tiempo puedo resistirme a tal atracción?

Holaaaa mis amores, llegué y vine repartiendo alegría ¿Ven? No siempre hago llorar.

Como estaba adelantando evaluaciones de cierre de semestre e iba pasando poco a poco por cada historia que tengo actualmente al día, finalmente llegué a esta. No me pregunten cómo divido mi tiempo para lograr actualizar en todas y tener una vida porque aún estoy tratando de encontrar una explicación aceptable sobre esa magia haha.

Como lo dije en AMQP no podré actualizar lo que queda de esta semana ni la próxima porque estaré de viaje (por cierto si eres de RD, puedes y deseas puedes ir este 10 y 11 de octubre a unos eventos que tendré por allá, puedes verificar la información en facebook o mi instagram). Así que no se coman las uñas.

Otra cosita, como a mi me encanta ser genial y darme a mí misma publicidad cuando tengo historia nueva haha les invito a pasarse por #Contradicciones eso sí, solo si usted se siente preparado para montañas rusas de emociones y mucha locura.

Ahora  bien, el hada le da amor y señala a @Mafecardenas_69 Baby que alegría aún contar contigo, me alegra no haber perdido la chispa que aun te mantiene atrapada. ¡Gracias por el apoyo belleza!

Espero les guste.

Un beso.