Capítulo once.

19 de abril, 2015.

—Así que estás diciéndome que cortó tu cabello y luego vieron Titanic— repite Leslie a través de la pantalla luciendo incrédula.

—Sí y él no lloró.

—Del mismo modo en el que tú nunca lloras. Tú siempre te molestas porque Jack muere, pero nunca lloras.

—Es que cabía en esa jodida tabla y...

—Lo sé, he escuchado tus argumentos durante años, solo no puedo creer que encontrarás a alguien que viera la película contigo y soportara tu ronda de desquite y molestia por la muerte de Jack, sin ser tu familia. Recuerdo que papá casi te saca de casa porque decía que eras la peor acompañante para ver una película, lo cual es muy cierto.

»Es horrible ver una película contigo.

—No es cierto.

—Sí que es cierto, pero el punto es que vieron una película que dura como cuatro horas y te cortó el cabello.

—Sí ¿Y está mal verdad? Yo no tendría por qué pasar tiempo de esta forma con él.

—Técnicamente no tendrías que hacerlo.

—Eva me lo dijo muy claramente.

Leslie se hace hacia atrás en su silla, parece que está en una cafetería, lleva un dedo contra sus labios como si intentara contener la sonrisa.

— ¿Quieres comerte a ese bombón, Ela?

— ¡Les!

— ¿Qué? Tengo genuina curiosidad, desde que finalmente llevas más de cinco meses alejada de tu fatídico ex, me intriga todo esto.

No puedo evitar sonreír porque suena como la Leslie feliz y elocuente que siempre ha sido mi mejor amiga.

—No puedo comerlo.

— ¿Por qué no? Leí que está soltero.

— ¿lo hiciste?

—No podía no hacerlo cuando supe que trabajarías con ello, yo...Solo tenía curiosidad sobre qué ha sido de ellos desde que dejé de actualizarme para...

Lo sé, solía actualizarse de cada chisme, cada post, cada noticia para ir y decírselo a Arthur cuando cayó tan enfermo que quedó de forma permanente en el hospital.

No quiero que entristezca, así que me sacrifico:

—Eva fue muy clara al decir que no tenga sexo con él.

—Pero quieres tener sexo con él.

—No he dicho eso.

—Creo que lo insinuaste, que tu subconsciente dijo un absoluto «sí» a la idea del sexo con Dexter Jefferson.

—Se supone que soy la hermana descarada.

—Pero justo ahora eres solo un capullo con miedo a florecer.

—Estás de un muy buen humor—entrecierro mis ojos hacia ella— ¿Tuviste sexo?

—Casi.

— ¿Qué? Espera, espera ¿Entonces los japoneses la tienen o no pequeña?

—No lo sé.

— ¿Cómo sigues sin saberlo? Me acabas de decir que tuviste un casi sexo.

— ¡Con un sueco!

—Qué mala invitada, vas a un país ajeno y casi tienes sexo con otro invitado en lugar del anfitrión.

—A veces no entiendo de dónde salen tus ocurrencias.

— ¿Estás viendo a alguien?

—No, no. De hecho me embriagué por primera vez en años y me sentí sola. Solo fue algo leve, yo me quedé dormida...

— ¿y por qué tan feliz entonces?

—Porque me di cuenta de que estoy viva, que el dolor en mi pecho no tiene por qué matarme y que puedo sentir más que dolor. No lo sé, solo me siento con esperanza.

»Esperanza de encontrar paz y de en algún momento de mi vida ser capaz de ser feliz.

—Eso es hermoso, Les— siento un nudo en mi garganta—. Es lo más inspirador que te he escuchado decir en mucho tiempo.

—Pero no cambies el tema—sé que esquiva su propio tema, pero de nuevo me sacrifico— ¿Qué vas a hacer con Dexter Jefferson?

—Nada.

— ¿Por qué?

—Hay muchísimas razones. Tengo su caso, está en proceso de adoptar a una niña de la cual soy la encargada de establecer que todo esté bien, mi hermana mayor, quien también es mi jefa y supervisora, me lo prohibió; posiblemente no le gusto y acaba de salir de una relación.

— ¿Cuándo?

— ¿Cuándo qué?

— ¿Cuándo salió de una relación?

—Seis meses.

— ¡Oh, por favor, Elanese! Salió de una relación hace meses, no ayer. Eva es tu jefa, pero también es tu hermana y no va a arrojarte al infierno. Te estás esforzando en ayudar a Skylie y sabes que Dexter hará un gran trabajo.

— ¿Me estás enviando a tener sexo con mi caso asignado?

—No, solo establezco que si entre ustedes sucediera más que atracción y desarrollaras sentimientos esas no son las excusas que aceptaré.

—Me quitarían el caso, no podría hacerle eso a ellos.

—Eso es verdad, pero ya hemos hablado de esto ¿verdad?

— ¿Qué cosa?

—De no dejar siempre tu felicidad de última. Sé que eres desastrosa, impulsiva y haces las cosas de maneras peculiares, pero también sé que eres maravillosa, bondadosa y estás llena de empatía. Pero debes saber, Ela, que a veces es necesario que pienses en ti, que no te obligues a renunciar a todo por otros.

— ¿Estuviste alguna vez con algún hombre de un caso?

—No, nunca sentí conexión con alguno de ellos o me sentí atraída.

—Y no lo hubieses hecho porque es lo que se espera. De verdad quiero hacer esto bien, no quiero arruinarlo.

—Está bien. Tendremos una política de bragas arriba cuando se trate de Dexter Jefferson. Pero te digo algo, preciosa.

— ¿Qué?

—De nada sirve cuidar unas bragas cuando cuidar de un corazón es tan difícil. Puedes sostener tus bragas, pero ¿Cómo sostienes y detienes tu corazón?

—Cállate, cállate. Aquí no hay nada involucrado de corazón, ni habrá.

—Te lo estoy diciendo, puedes sostener tus bragas pero es una tarea más difícil cuando se trata del corazón.

***

24 de abril, 2015.

¿Qué carajos hago aquí? Hay muchas maneras de encontrar amigas, pero está pareció una buena idea cuando me inscribí y pagué. Ahora no estoy muy segura.

Termino de atar el cinturón en mi cadera hecho de una seda en donde cuelgan monedas de platas y algunas otras cosas. Lo siguiente es atar mi cabello mientras observo al resto de mis posibles amigas. Todas principiantes como yo.

Me gusta bailar, no soy mala en ello, pero ¿Danza árabe? ¿En qué estaba pensando? ¿Tan desesperada estoy de hacer una amiga? Parece que sí.

Hay mujeres jóvenes, otras no tanto, delgadas no tan delgadas. Risueñas y no tan risueñas. Al menos parece que aquí todas nos sentimos seguras de nuestros cuerpos, algunas, quizás, demás porque están usando directamente sujetadores brillantes muy descarados.

Bajo la vista hacia mi vestuario. Llevo una ajustada camisa de tirantes rosada y un leggin negro. No sabía que zapatos se supone debía traer, así que llevo tenis blancos. Estoy muy segura de mi cuerpo pero no quería que la primera impresión se tratara de tetas.

Somos dieciséis mujeres de las cuales cuatro se sienten poderosas en sus sujetadores geniales brillantes, les aplaudo, eso está muy bien. Alguien a mi lado suspira, volteo y observo a una chica usando algo muy similar a mi ropa, solo que ella lleva dos trenzas en su cabello, me sonríe.

—Si yo tuviera un par de tetas así, también viniera en sostén brillante—ríe y vuelve su vista a mí, asiente hacia mis pechos—. Tú también tienes un arma poderosa ahí ¿en dónde está tu súper sujetador brillante?

—Debajo de mi camisa.

—A ver—se inclina como si estuviera a instantes de tirar de mi camisa, pero ríe y me extiende su mano—. Soy April y estoy tan pérdida como seguramente lo estás tú.

—Elanese, y estoy muy perdida ¿Este es nivel principiante, no? Porque aquí muchas lucen como pez dentro del agua.

—Sí, principiante o eso espero, porque me mudé de Bolton solo para hacer esta clase.

—Oh, entonces de ahí es tu acento. Sí que tienes que querer aprender de esta clase para mudarte.

—No es cierto. Me mudé porque fue una buena oportunidad de trabajo y porque en Bolton ya me encontraba sola—hace una mueca triste—. Aquí tengo a mi mejor amigo, otros amigos que son mi familia y toda una oportunidad de organizar mi vida.

—Yo tampoco soy de aquí, soy de un poco más lejos. Pero por trabajo llevo ya un tiempo aquí en Londres.

—Dos almas perdidas encontrándose en una clase de danza árabe donde el escuadrón sujetador brillante ya se encuentra empoderado.

Eso me hace reír y ella me guiña un ojo mientras sonríe. No sé de dónde ha salido está mujer, pero me la pido como amiga, parece que venir aquí entonces no ha sido tan descabellado.

»Por cierto, me gusta tu cinturón. El mío es más de cadenas ¿ves? A Nate le gustó cuando me lo probé en casa y sonaba, Zozo en cambio quería quitármelo, pero así es Zozo, nadie puede brillar más que ella—rueda sus ojos y yo asiento con mi cabeza fingiendo entender—. Una amiga me recomendó esta clase, bueno, me dio muchas opciones. Ella practica otro tipo de baile y está súper avanzada.

Hay un aplauso que llama nuestra atención y encuentro a quien debe ser la profesora entrando a nuestro salón. Parece al final de sus veinte, cabello tan negro que parece azul y un cuerpo de muerte, lleva un pantalón de licra ajustado junto a un top que deja al descubierto su maravilloso abdomen. Maldita, tiene un cuerpo de envidia. Nos sonríe con diversión.

—Bienvenidas mis nuevas pupilas. Yo seré su profesora de baile y les garantizo que serán las mejores. Me llamó Zailah.

Ya me veo que tendré mala pronunciación de su nombre. Ella se acerca y es bastante divertida dándonos indicaciones mientras música que me es extraña comienza sonar. Dice que comenzará por lo más sencillo y mientras la imito y lo intento, me doy cuenta que no todo está perdido. No lo hago tan mal.

Veo a mi lado a April que no deja de hacer comentarios hacia mí y decido que es un 2x1: soy buena bailando al parecer y ya hice una amistad. Bien.

***

25 de abril, 2015.

Hay personas que aman celebrar su cumpleaños, están los que no. Y luego estoy yo.

El recuerdo de mi cumpleaños número veinte es agridulce, pero puedo recordar a Dexter Jefferson diciéndome que no dejara que un mal cumpleaños arruinara los diecinueve que había celebrado hasta ese día. Pero entonces desde ese momento mi lista de amigos se redujo aún más corta de la que ya era. Razón por la que no celebré ningún otro cumpleaños.

Normalmente mis cumpleaños se convirtieron en celebraciones con mi pequeña familia y en el hospital, cuando Arthur recayó y debió permanecer ahí. Tuve cenas y veladas románticas con Henry, un poco incómodas porque a veces era como planear tener sexo y solo usar mi cumpleaños como excusa. Aunque no lo culpo, dediqué poco tiempo a nuestra vida sexual porque soy un desastre para organizar mi tiempo y le tomaba más que comprar condones lograr sacarme la ropa.

Pero la cuestión discutible es que no celebro mis cumpleaños porque no tengo amigos, al menos no reales. Si te fijas en mis amigos en Facebook entonces no parecerá tan deprimente, pero amigos a los que pueda invitar a una grandiosa fiesta no tengo.

Sin embargo este sábado que viene, Eva alquiló algún pequeño salón para realizarme una fiesta y dijo "invita a quien quieras, incluso no me molestaré por Fabricia" y yo lo exageré diciendo "las sillas ni siquiera van alcanzarte", ahora de hecho las sillas van a sobrarle y ella no lo sabe porque nunca ha prestado atención que aparte de trabajar, comer dulces, escuchar la vida sexual de Fabricia y ver series, no hago absolutamente nada. No socializo.

Veo mi hoja con tan solo el nombre de Alan y Fabricia, puedo agregar a April ¿Verdad? Hoy vimos nuestra segunda clase y descubrí que tiene dos niños, mellizos que me ofreció como regalo en broma, o eso espero. Así que eso es suficiente para escribir su nombre en mi lista.

¿Se puede invitar a un exnovio para que otra silla sea ocupada? Agrego el nombre de Henry junto a un asterisco que denota que se encuentra en un "veremos" o "por revisar", golpeo el lápiz contra mis labios y pienso en alguien más, pero me rindo.

Tomo mi laptop e inicio sesión en Facebook. Acepto quince nuevas solicitudes de amistad y creo un evento. Primero bloqueo a Eva para desbloquearla después de la fiesta, de esa manera no sabrá que estoy haciendo esta locura.

Creo un evento, coloco la dirección y solo lo hago visible para mis quinientos amigos en Facebook de los cuales no sé si conozco la mitad de la mitad en persona. Muchos son viejos compañeros de clases, antiguos profesores, adictos a series como yo, pertenecientes a club de debates sobre libros eróticos, gente que ni idea de cómo consiguió mi perfil pero que lucían inofensivos, amigos de mis hermanas, vecinas chismosas, el chico que siempre pasa vendiendo botellones de agua potable (así puedo hacer encargos más seguidos), los rebotes de Fabricia que agrega de mi cuenta y pare usted de contar. Aun así creo el evento, dejo en claro la fiesta de disfraces y doy clic en publicar.

Bueno, eso no puede ir tan mal ¿Verdad?

Sí, sí puede ir mal cuando en una hora cincuenta personas están confirmando su asistencia, el chico de las botellas de agua potable me pregunta si necesito que traiga agua a mi fiesta de cumpleaños y entonces se crea un debate en el muro del evento. Mierda, mierda ¿Qué hice?

—Mi hermana me va a matar. Eva me hará tragarme el pastel con golpes por estúpida.

Si cancelo el evento estás personas ya saben la dirección e incluso ya se han hecho amigos. No hay solución, quizá fingir mi muerte. Mis ventanas de chat se abren una y otra vez con mensajes de las personas que confirman, otras que aseguran que harán lo posible por ir. De repente el problema ya no es que sobre espacio, es que falta.

Mi celular suena y lo tomo casi con miedo de que de alguna manera se vuelva peor. Es Leslie.

«Enloqueciste»

« ¡Por favor sálvame! Haz que el mundo me trague y escupa en Japón»

«Totalmente enloqueciste.

Tuve que dar clic en no podré asistir :( »

Le mandó una respuesta de emoticon molesto y arrojo mi celular a un lado. Sesentas confirmaciones de asistencia. Por favor, paren. Elanese murió y ya no hay fiesta.

—Oh, mierda. Mierda ¡Joder! Deténganse putos desesperados por fiesta.

Maldigo sin control alguno, esperando que mis maldiciones detenga esta revolución. Mi chat abre nuevas ventas y comienzo a cerrarlas. Me detengo en una que es la imagen de un pulgar arriba.

«Ahí me verás, Copo de azúcar»

Y mi mundo acaba de hacer explosión. Me congelo y aparece el emoticon de él enviándome un beso. Leo su usuario " D.T.J.O Red" ¿Por qué yo acepté una solicitud de amistad de alguien con ese nombre tan ridículo? ¿Y cómo iba yo a saber que Dexter Jefferson tiene Facebook y me encontró?"

«NO PUEDES VENIR»

«Discriminación :( »

« ¿Por qué? »

«Porque no es correcto. Me mataría mi jefa.»

«No si no puede verme ;) ¿Se puede llevar acompañante? »

«Olvida la pregunta, ya vi que hay una genial y jodida discusión en el evento en la que dicen que sí»

¿Qué? Rápidamente vuelvo al evento y efectivamente esos necesitados han decidido que pueden llevar invitados. Vuelvo al chat con Dexter y se ha desconectado dejando un simple y alborotador mensaje:

«Nos vemos. Llevo regalo»

¿Qué desastre he hecho?

El hada que tanto odian y aman, está vez se toma la dicha de señalar a @Debihrguez yo creo que me he aprendido hasta tu usuario, tú definitivamente eres una stefflover dedicada, me sorprende todo ese bonito cariño que tienes para dar. Gracias por darme una espacio en tu corazón a mí y mis historias. Un mega beso.

Ajá, sí, volví con este capítulo.