Capítulo diecisiete.

12 de mayo, 2015.

— ¡Amiga!

De inmediato dejo de ver los sabores de helado y volteo para encontrarme a una linda niña con dos trenzas y uniforme de colegio privado costoso arrastrando a Dexter Jefferson hacia mí. Y la única manera en la que sé que es Dexter es porque reconozco a la niña, debido a que él está usando un gorro tejido de lana y debajo de este lleva alguna peluca de cabello castaño oscuro y liso, acompañado de unas lentes de fórmulas muy parecidos a los de Harry Potter.

No me jodas. Me estoy encontrando con ellos de todos los lugares, justo en el pasillo de helados. Me alcanzan y Skylie sonríe con timidez, le devuelvo una amplia sonrisa luego de mi sorpresa inicial.

—Hola, mejor amiga.

—Hola, mejor amiga Ela—ella mantiene su mano en la de Dexter, pero veo cuando tira de él—. Rojo, hay que saludar.

—Hola, Copo de azúcar ¿Bonita sorpresa, verdad?

—Salto de la felicidad.

—Apuesto a que jo...realmente lo haces en tu interior ¡Qué raro! Tú en la sección de helados. Te invitamos uno, veníamos por uno antes de ir al acuario.

— ¿Quieres venir? —me pregunta Skylie tomando mi mano mientras con la otra aun sostiene la de Dexter. Sus ojos parecen los de un cachorro implorando y no sé cómo negarme.

—Aceptaré tu invitación a un helado y el acuario si adivinas mis dos sabores favoritos.

En un principio parece desconcertado o al menos eso creo teniendo en cuenta que veo un disfraz de Dexter y no al verdadero Dexter.

—Parece justo. Ahora vuelvo, Sky.

— ¿Espero aquí?

—Sí, Lucecita, espera aquí con Elanese.

Dexter se aleja y decido que podemos tomar asiento en una de las mesas, pero Skylie se niega a caminar.

—Rojo dijo que esperara aquí.

—Pero está bien sentarnos, no va a molestarse, lo prometo.

—No lo sé...

—Te prometo que no se molestará.

Un poco dudosa me deja guiarla hacia una mesa, la veo sentarse y luego me siento frente a ella, dejando el puesto de su lado para Dexter. No es mi momento de trabajar el caso, pero no puedo evitar preguntar:

— ¿Dexter te ha gritado o algo? —lo pregunto por su miedo a hacerlo enojar.

—No, Rojo es bueno.

—Apuesto a que lo es. ¿Cómo te fue en la escuela?

—Bien, los niños creen que Rojo es genial porque tiene dibujos en los brazos.

—Esos son tatuajes.

— ¿Puedo tener uno?

—Me temo que cuando tengas muchos años más. ¿Tienes amigos?

—Uhm...Dan es mi amigo y Halle...Y Adam. Jeff está pequeño, pero es lindo.

— ¿Y amigos en la escuela?

—Juegan conmigo, pero luego Ana dice de nuevo que su mami dice que tengo piojos y no juegan conmigo.

Sé que se trata de una niña, pero esa niña Ana debe tener una detención o el día de mañana será una de esas niñas que causan daños con palabras hirientes hacia los demás, y todo propulsado por las palabras de una madre ignorante.

—Tu uniforme es bonito.

—Gracias.

—Sabor a chicle para la niña más bonita—Dexter aparece y le extiende a Skylie un cono de galleta con helado de color azul. Ella parece emocionada mientras lo acepta—; helado de galleta y fresa para la bella señorita acompañándonos.

Lo miro sorprendida de que recuerde que lo mencioné una vez, mientras tomo el vaso con dos porciones de helado que me entrega, su helado parece de yogurt.

» ¿Creíste que lo había olvidado? Ahora estás atrapada con nosotros—toma asiento al lado de Skylie—. Uhm, delicioso.

Tan delicioso como ver su piercing llenarse de helado y querer limpiarlo con mi lengua. Me estremezco y decido enfocarme en mi propio helado antes de que se derrita mientras babeo sobre Dexter.

— ¿No trabajabas? —me pregunta.

—No, por el momento solo tengo un caso asignado—lo observo y parece entenderlo—; hice un poco de papeleo, pero no había mucho que pudiera hacer en la oficina, así que dije que me iría a trabajar a casa.

—Pero en su lugar viniste por un helado porque te encanta el mald...Grandioso helado.

—Exacto—contengo la risa ante su mal intento de no maldecir—, nadie tiene por qué saberlo, podemos de hacer de esto un secreto.

—Uno de nuestros tantos secretos. La lista se vuelve larga ¿No te parece?

—No es tan larga...

— ¿Segura?

— ¿Qué tal está tu helado, Sky? —cambio de tema viendo a la niña que nos observa entretenida, lo escucho reír.

—Está rico. Me encanta, nunca lo había comido, pero Azul me llevó con él y me compró uno y es mi favorito nuevo.

—Azul es mi hermano Harry.

—Ya lo sé, ya no estoy tan perdida.

— ¿Te encanta el tuyo?

—Sí—sonrío—. De pequeñas solían llevarnos a mis hermanas y a mí por helados, probé muchos para poder decidir cuál era mi favorito. Un día Leslie se molestó y me arrojó helado de fresa en la cabeza y la frente, lloré pero igual me lo comía así que decidí echarme el de galleta que tenía mientras lloraba, descubrí que me gustaban ambos sabores juntos.

Dexter estalla en carcajadas, Skylie me sonríe y observa su cono antes de seguir comiéndolo.

»Pero, hay mejores maneras de encontrar a tu sabor favorito, no es necesario que te lo echen o eches encima.

—Buena aclaratoria, no queremos que Lucecita sea un sabor de helado ¿Cierto?

—Lucecita sabor chicle—ríe ella como si fuera el mejor chiste y porque se trata de una niña adorable decido reír para no dejarla sola en tan mal chiste.

De esa manera continuamos comiendo helados, resulta relajante e incluso un poco divertido porque Skylie junto a Dexter parece no ser tan tímida, ella le hace preguntas que él responde de manera creativa, ríen con complicidad de algunas bromas internas que no entiendo y ella está más al día que yo con cosas que desconozco sobre la banda o vida de Dexter.

Me habla de los hijos de Harry y el pequeño de Doug, menciona al niño que recuerdo como Adam. Confiesa que le gusta el cabello de la esposa de Harry porque parece de muñeca y espera que algún día ella la deje peinarlo a lo que Dexter responde que Hottie seguramente lo permitirá si ella lo pide amablemente. Nombra a un chocholate que luego Dexter me aclara es el cachorro de sus sobrinos y luego Brise quien dice es la hija de Grethan (me explica que es la combinación de los nombres de Ethan y su novia), me sorprendo pero luego aclara que es una cachorra.

Aun cuando no es mi momento de trabajo, me es imposible no notar cuán suelta y libre parece Skylie cuando está con Dexter como si nada la aterrara porque espera que Dexter la proteja de cualquier daño. Parecen que están sincronizados, que han desarrollado entre ellos una rutina familiar.

¿Cómo alguien podría separarlos a estas alturas de la vida sin ocasionarle daño a ambos? Es difícil concebir que no puedan estar juntos cuando parecen que fueron creados para encontrarse y formar una familia.

Soy tan sentimental y me he involucrado tanto en esto. Está mal, lo sé, pero no puedo evitar sentir tanto y volverme tan cercana.

Cuando terminamos nuestros helados, salimos para ir al acuario. Dexter se encarga de ubicar a Skylie con seguridad en un asiento especial de atrás, subo de copiloto para luego verlo subir y poner en marcha el auto. La verdad es que es un viaje de apenas quizá diez minutos antes de que bajemos. Él compra los boletos y luego estamos dentro de un mundo maravilloso. Todo es tan azul y hermoso.

Skylie luce muy sorprendida mientras observa todos los peces ubicados a cada uno de nuestros lados, al menos no le asusta. Yo estoy tan impresionada como ella observando de un lado a otro.

— ¿Nunca habías venido? —me sobresalto cuando siento sus dedos en mis caderas, pero luego deja ir sus dedos deteniéndose a mi lado mientras veo a muchísimos peces de colores nadar juntos.

—No. No salgo mucho—muerdo mi labio inferior decidiendo si confesar o no, al final me rindo—. No tengo amigos con los cuales salir, en Londres solo tengo a Eva...Y bueno, puede que tenga una amiga, pero ella jamás consideraría esto divertido.

Quizá April sí, pero nuestra amistad es tan nueva que no sé si es del tipo de chica que se divertiría haciendo cosas tan sencillas y sanas conmigo.

—Ahora nos tienes a nosotros.

—No creo que eso sea...

—Apropiado—completa por mí y lo veo rodar los ojos. Ve a un lado manteniendo en su radar a Skylie que parece fascinada por los peces payasos—. Te tengo una jodida noticia, Elanese, ya rompiste muchas reglas, ya no hay lugar para lo apropiado entre nosotros.

—Eso es malo, muy malo. Estaríamos tan jodidos si la agencia se entera.

—Mira Rojo, es como Nemo—grita Skylie maravillada. Dexter y yo vamos hacia ella— ¿Crees que su papi lo encontró? La tele dijo que sí, pero hay tantos iguales, puede confundirse y perder a su papi.

—Ellos están juntos ahora, Sky. Lo prometo, Nemo está con su papi—le asegura Dexter sonriéndole y es desconcertante verlo con todo su disfraz pero reconocer esa sonrisa.

—Como tú y yo, ahora estamos juntos—dice ella sonriéndole— ¡Mira! Es un pez muy grande.

—Creo que es un tiburón bebé—digo mientras ella corre al estanque a verlo.

— ¿Quién le hizo esas trenzas en el cabello?

—Mamá, creo que ella está disfrutando mucho de peinarla. Así es mamá, una mujer llena y rebosante de alegría.

—La conocí, ella es muy amable y entusiasta.

—Es la jodida mejor mujer del mundo.

Volteo a ver su perfil notando que su sonrisa deja en evidencia su hoyuelo, increíble que su barba no la oculte. Sonrío.

—Tienes hoyuelos adorables.

—Puedes besarlos si quieres.

— ¿Por qué besaría yo tus hoyuelos?

Su sonrisa crece y me observa de reojo.

—Porque te gusto.

—No parece un argumento válido.

—Yo puedo besar los tuyos.

—No tengo hoyuelos en mis mejillas—río.

—Uhm, pero se te hacen uno pliegues cuando sonríes mucho. Puedo darte jodidos besitos si quieres.

El que siga sonriendo mantiene los hoyuelos en plena potencia. Sin poder evitarlo estiro mi mano hacia su barba que parece rubia rojiza, no es abundándote solo lo suficiente para raspar la palma de mi mano. Presiono mi pulgar del hoyuelo y él ríe.

—Tu barba no combina con tu peluca.

—Nadie se va a fijar lo suficiente en esa mierda.

—Yo me fije.

—Eso es porque te gusto—rueda sus ojos como si dijera lo obvio, pero está bastante divertido. Mi pulgar acaricia el bendito hoyuelo y luego retiro mi mano—. Siempre que quieras puedes besar mis hoyuelos...O lo que quieras.

—Gracias por la invitación a besarlos.

—Tienes unos ojos jodidamente impresionantes, te prometo que no puedo malditamente dejar de verlos. Parece que brillan. Tienen mucha luz y tan azules.

—Gracias, supongo que es lo mejor de mí—me encojo de hombros. No negaré que siempre me han gustado mis ojos, de hecho en su momento consideré que ahí radicaba mi encanto y que esa podría ser mi arma. Luego simplemente dejó de importarme porque no quise llamar la atención de nadie.

—No. Lo mejor de ti eres jodidamente tú. Solo busca un espejo y mírate, eres preciosa, estás jodidamente buena, imposible no verte.

Vuelvo mi vista al estanque frente a mí mientras él sigue con la mirada a Skylie que ahora parece ver otros peces impresionada.

—A veces siento que Juliet me conoce mejor de lo que puedo creer—dice de la nada—. Ella me advirtió, me lo dijo y jodidamente pensé que hablaba mierdas. Es como quitarse un velo de los ojos, aterrador y emociónate, pero ¿Cuándo me he resistido a lo emocionante y explosivo? Supongo que ella siempre tendrá razón.

Sonríe y sacude su cabeza antes de morder su piercing. Observo su perfil antes de que gire su rostro y sus ojos se encuentren con los míos. Puede alabar mis ojos, pero lo cierto es que los suyos son de un verde tan vividos que es imposible no llamarlos hermosos.

» ¿Qué tan malo puede ser romper una regla cuando se siente malditamente bien?

Estira su mano y toma un mechón de mi cabello, todo lo que hago es observarlo con mi boca un poco abierta. Los latidos de mi corazón son irregulares y digo lo primero que pasa por mi mente:

—Si se siente bien, no puede ser tan malo.

Esa parece ser la mejor respuesta porque sonríe, ve detrás de mí y luego se inclina dejando muy poca distancia entre nuestras bocas. Siento su aliento golpear mis labios.

—Es la mejor jodida respuesta que pudiste haberme dado.

Besa mi mejilla y se aleja dejándome con un serio caso de recuperar la cordura, asiente hacia a Skylie y lo sigo mientras continuamos observando los animales marinos e intento controlar los latidos de mi corazón.

***

Observo detrás de mí a Skylie dormir con la boca abierta, sonrío y me giro hacia Dexter.

—Gracias por el helado y el paseo, fue realmente agradable. Muy genial a decir verdad.

—Me alegra que te gustara, sin duda hiciste que la mierda no se corriera y todo fuera mucho mejor.

Está se supone que es la parte en la que baje del auto, pero ahora que no tenemos la atención de Skylie decido que es momento de decirle algo un tanto delicado.

—Quiero comentarte de ciertos asuntos que están sucediendo. He estado recibiendo un par de correos de una persona que parece querer perjudicarte y que sabe de todo este proceso. No debería decírtelo, pero ya he hecho tantas cosas que no debería hacer que me carcomía mantener esto en silencio.

—Maldita mierda multiplicado por infinito—ahora luce preocupado.

— ¿Sabes quién podría ser?

—Ni puta idea. Es decir, sé que no soy el mejor tipo del mundo, pero no soy tan malo y dudo que haya jodido la vida de alguien. Aunque algunas personas solo arrojan mierda porque les gusta verla llover y ensuciar al resto.

—Sucio y asqueroso, pero inspirador—digo reflexionando sus palabras—. Tal vez puedas crear un libro patentando tan elocuentes reflexiones.

—Me lo pensaré.

—No he aceptado recibir información de esa manera anónima y al ser mi caso yo mantengo el filtro de esos correos, pero no deben llegar a mis superiores, espero podamos manejar esto bien.

—Podamos. Hablas de ti y de mí como un equipo, me gusta.

— ¿Ella tiene tareas?

—Buen cambio de tema. Y sí, algo sencillo. Es temprano, solo está tomando una siesta tardía. Llegaremos a casa, se bañará, comerá y entonces la ayudaré a hacer la tarea. Luego espantaré a un monstruo debajo de la cama, tomaremos té y ella se dormirá.

—Puedo imaginarlo.

—Te enviaré fotos.

Esta es la parte en la que digo "no es apropiado" pero las palabritas ya me tienen agotada. Tiro la toalla.

—Esperaré con ansias esas fotos. Nos vemos, Dexter.

Intento abrir la puerta pero está bloqueada, lo intento de nuevo y sigue, volteo a verlo y está sonriendo. Ya no lleva el disfraz ridículo que usó toda la tarde.

—No me gustan esas despedidas tan frías, tengo un hoyuelo esperando por un poco de esos bonitos labios.

—Abre la puerta.

—Conmigo las cosas no son así de fáciles, soy un poco más complicado. Es jodido, pero te aseguro que no es tan malo.

Una vez más intento abrir la puerta y nada sucede. Suspiro y miro al frente, sabiendo que no hay manera en la que se rinda. Me inclino hacia él con algo de miedo sobre mis propias acciones. Sonríe y el hoyuelo aparece, presiono mis labios dejando un pequeño y suave beso. Me alejo y él mantiene la sonrisa.

— ¿No era tan jodidamente difícil, verdad?

—Tu barba pica mis labios, pero se siente agradable.

—Creo que por tu bien, deberías bajar del auto. Tu declaración me afecta. Me pone un poco malditamente loco.

La puerta es desbloqueada y está vez cuando abro la puerta cede. La cierro detrás de mí y me giro hacia Dexter cuando me llama.

—La rubia cumple años en dos días, seguro no será la #SuperElaFiesta pero será divertida y está es como una invitación, solo que estoy diciendo mucha mierda. En fin, me gustaría que fueras y por favor no digas que no es apropiado porque me comeré esas palabras a besos si lo dices.

No suena como un reto, suena un tanto tentador. Sonrío.

—No prometo nada, pero lo pensaré.

—Me conformo con eso, gracias por pasar el día con nosotros, Copo de azúcar. Mantente dulce.

—Siempre.

Me giro y comienzo a caminar hacia mi destartalado edificio. Sé todo lo que es inapropiado, las reglas que he roto, pero me rindo. Es difícil luchar contra esto. Simplemente está sucediendo.

Holaaaaa, aquí otro capítulo más de la historia que ya se acerca a la parte bom, bueno, una de las tantas. Me he dado cuenta que puede que en esta historia vamos a pasar por unas cuantas fiestas, ahora vamos por la de la rubia.

El hada se aclara la garganta y señala a @Analuz_18 ¿Qué crees? Que te vistieras de un amarillo chillón funcionó y el hada te ha visto ¡Yeihhhh! La esperanza nunca debe perderse :D espero y esto te haga feliz, guarda ese traje amarillo para el futuro y muchas gracias por todo el apoyo.

Espero les guste.

Un beso.