Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Cinco

Capítulo cinco.

22 de febrero, 2015.

— ¿Qué se supone que estás haciendo?

— ¿La verdad o la mentira? — pregunto a través del teléfono a papá, él ríe.

—Creo que me gusta la idea de la verdad.

—Entonces, nada.

Él ríe y siento nostalgia porque me gustaba vivir con papá, no tenía presión y la creciente necesidad de probarme, pero entonces la hermana pájaro me saco del nido y tengo que pelearme con las garras para demostrar que he madurado.

»Tengo una asignación, es solo que por el momento está algo lenta y paralizada porque la persona se encuentra fuera del país. Así que sigo haciendo papeleo mientras me preparo para su regreso.

—Algo de eso me dijo Evie ¿Está siendo muy dura contigo?

—Para nada— ruedo mis ojos y él ríe. Todos sabemos de la vena mandona, estricta y autoritaria de mi hermana mayor.

—Así que...

— ¿Qué?

—Rosalie me invitó a salir.

— ¡Te lo dije! ¡Te dije que ella estaba dándonos pastelillos de más! — me río entusiasmada.

Rosalie, es la dueña de una pequeña pastelería, es muy dulce y desde que se mudó, hace poco más de 3 años, he asegurado que tiene un enamoramiento por papá. Pero todos me llamaban loca, porque bueno, Elanese siempre anda con la cabeza por las nubes.

Mi papá es viudo desde hace 9 años. Mamá era diabética y aunque la amé y la amo, sé que ella no trabajó lo suficiente en cuidarse. No seguía las dietas, comía muchos dulces y era propensa a cortarse fácilmente. Durante los primeros años estuve resentida sintiendo que no se esforzó en vivir al no cuidarse, pero terminé haciendo las paces y no guardando rencor. Desde entonces papá tuvo dos citas donde una señora era francamente nefasta y Arthur aseguró que era una bruja.

— ¿Y aceptaste?

—Bueno, sí...

—Loick y Rosalie sentados en un árbol, besándose y...

—No creo ni siquiera que tú te sepas esa canción, no seas tonta.

—Oh, padre, a mí me gusta mucho ser tonta.

Papá ríe y yo no puedo evitar sonreír complacida, casi se siente como si estuviera a su lado mientras me sube el ánimo y me asegura que grandes cosas están destinadas a pasarme.

—Te echo de menos cariño, tenerte en casa es tener una sonrisa y risa garantizada.

—Planeo ir en un par de semanas, quizás podrías venir antes...

—No puedo faltar al trabajo cariño, la contabilidad no se lleva sola.

—Y aquí estaba yo, pensando que las cuentas se sacaban solas y no porque mi súper papá se encargaba de ello—escucho el inconfundible sonido de la llamada de Skype— ¡Ahí está Leslie! Ahora, como te dije, pincha en el telefonito verde.

— ¿De qué lado?

—Izquierdo, papá.

—Uhm... ¡Oh, mira! Aquí está nuestra Leslie.

— ¡Te amo Leslie! ¿Te gustaron los videítos que te mandé?

Papá le repite lo que dije y escucho la voz de Leslie ordenándome callarme, río. Cualquiera diría que enviarle vídeos de sexo se ha convertido en mi pasatiempo favorito, sé que la hace reír y puesto que su vida actualmente escasea en el departamento de risas y sonrisas, yo me encargo de ello.

—Te dejaré hablar con Les, papá. Saludos a todos y recuerda no dormir con Rosalie en la primera cita.

— ¡Elanese!

—Solo hago un punto—río—.Te amo.

—También te amo.

Finalizo la llamada y me estiro. Mi celular indica que son las siete, no hay nada productivo que hacer, no es que haga algo productivo últimamente. Casi quiero reprenderme por no encargarme de tener una vida social más activa, quizás más amigos, un novio sensual con el cual tener sexo sin enloquecer, un lugar que sea mi favorito, no sé, algo que me haga sentir en casa aquí en Londres y no como una intrusa.

Sacándome de mi miseria de "Ela no tiene amigos ni un novio sensual", camino hasta mi pequeño baño dispuesta a tomar un buen baño que me haga sentir mejor.

Canto en la ducha con mi mejor público: el aire, lo cual está bien, porque desafino poco más que un par de veces. Salgo aun tarareando y tomo una toalla. Con mi mano limpio el vapor.

Sonrío ante mi reflejo porque ¿Quién mejor que uno para amarse y decirse cosas lindas? La apariencia física nunca ha sido un problema, es lo que está dentro de mi cabeza, lo que muchos llaman locuras y decisiones irracionales lo que consideran mi defecto.

Ojos muy azules, quizás demasiado azules y vivaces, me devuelven la mirada. Mi cabello castaño oscuro cae más allá de mis pechos. Mi boca parece estar lo suficiente llena y tengo buenas mejillas, ya sabes, una manera de ignorar que la cosa de "pómulos angulosos" no son lo mío.

Seco mi cuerpo evaluándolo. No tengo sobrepeso, de hecho estoy bastante bien, Fabricia dice que fui bendecida en el área de pecho y trasero, buena cintura y buenas caderas. De cierta manera siempre he sido más esbelta que mis hermanas, Leslie podría con la contextura de su cuerpo entrar a un desfile de moda. ¡Me gusta mi cuerpo! Siendo honesta, los chicos nunca dejaron de acercarse y las niñas de ser malas por considerarme una amenaza. Soy más el tipo de chica que posee curvas: pechos notables, cintura angosta, caderas esbeltas y culo presente. Hago el trabajo de mantener un abdomen bien a pesar de comer tantas golosinas, no por vanidad, solo porque cada quien consigue trabajar o tener el cuerpo que desea si se lo propone y me gusta mantener el mío.

Físicamente todo está bien, puedo dar una impresión de ojos y bocas abiertas en las personas, pero cuando la personalidad estalla, sí, no muchos pueden con ella.

Veo uno de los dos tatuajes que poseo, ubicado debajo de mi pecho izquierdo ¡Jesús! Cuando inventaron las palabras «loca» e «irracional» seguramente yo estaba siendo procreada por mis padres y ¡Para! No hay necesidad en pensar en algo tan traumático como ellos teniendo sexo.

Acaricio la fecha dejada en números romanos junto a otro cierto detalle. Gracioso, ni siquiera es mi cumpleaños la fecha que marca mi piel.

—Algunas personas hablan, otras lloran cuando se embriagan y a ti te da por irte a tatuar...Eso si no estás cruzando fuertemente las piernas porque te pones caliente ¿Qué clase de desastre eres Elanese? — me señalo en el espejo—Busca un poco de racionalidad belleza, muy bonita pero muy descontrolada ¿Qué tal si buscamos un poco de cordura, muchacha bonita?

» ¡Genial! La cordura comienza con hablarse a uno mismo frente a un espejo en un baño. Buen paso, querida.

Escucho mi celular sonar desde la habitación y dejó de hablar conmigo misma, me cubro con la toalla para luego correr por él, no sin antes gritarte un «ya voy», ya lo dije, las viejas costumbres nunca mueren.

— ¿Hola? — digo tomando un profundo respiro.

—Jodidamente no vas a creer esto.

—Dexter Jefferson.

—Ajá.

—Pensé que no te gustaba hablar por teléfono.

—Lo odio, pero jodidamente no vas a creer esto.

—Es la tercera llamada que me haces. No es muy difícil entender qué no debemos hablar hasta nuestra reunión.

—Romper una regla no te hará daño.

Se lo dice a la experta en romper las reglas. Cuando uno quiere seguirlas, aparece la mala influencia a acorralarte para romperlas, en esta ocasión la influencia es Dexter Jefferson.

Tomo un profundo respiro, no debería agradarme esta cosa de las llamadas.

— ¿Qué quieres contarme?

— ¿O prefieres que finalice la llamada sin decirte?

— ¡No te atrevas! Ahora debes decirme.

—Informal, relajada y curiosa. Cuan interesante resulta esto.

— ¿Y bien?

—Sky ya puede leer toda una puta oración ¡Una puta oración! ¡Lo ha conseguido! Cuando me fui le costaba horrores y lloraba por no poder y ahora jodidamente leer una oración ¡Es impresionante!

Abro y cierro mi boca sin saber muy bien qué decir. Bueno, él sabe cómo dejar a alguien sin palabras.

» ¿No crees que es impresionante? — su voz se vuelve seria tomándome por sorpresa.

—Sí, claro...Eh... Es impresionante y... Espera— respiro profundamente—. Eso es genial, tiene 6 años y eso está muy bien, es solo que estás tan... Emocionado.

— ¡Jodidamente lo estoy! Ella no podía leer palabras de tres sílabas cuando la encontré y ahora lee una jodida oración.

—Qué bueno— digo aun sorprendida de toda su alegría.

—Mamá la ayudó y eso quiere decir que se está adaptando mucho mejor a la escuela. Es una chica lista, seguro que sí.

—Espera.

Busco una hoja en uno de los cajones de mi closet y escribo rápidamente eso porque es algo bueno que acotar en el informe. Escucho voces de fondo y luego risas.

—Andrew te manda saludos.

Me tenso de inmediato. El héroe de mi Arthur saludándome.

— ¿Sabes mi nombre ya?

—No. Max sospecha que puedo ser un jodido desastre acosador, así que ahora es un dolor de culo guardándolo como secreto de Estado. Solo sé tú apellido.

—Andrew no me conoce.

—Sí, pero Andrew dice «hola».

—Bueno, entonces le devuelvo el saludo.

—Te dice hola de regreso— Dexter ríe de lo que sea que le dicen—. Ahora pregunta cómo estás.

—Bien, aparentemente.

— ¿No preguntarás cómo está él?

—Intuyo que se encuentra bien.

—Oh, eres una adivina ¡Que jodido miedo!

— ¿Puedo ya colgar? — estoy divertida por la rareza de todo esto.

— ¿Visitarás a Skyle de nuevo?

—Uhm...No puedo responder eso, sería como decirte que te prepararas.

—Bueno, responder eso ya es una afirmación. Gracias.

Chico listo.

—Buenas noches, Dexter. No más llamadas ¿De acuerdo?

—No prometo nada. Buenas noches.

Finalizo la llamada y presiono el teléfono de mi frente. Debería tatuarme una sola palabra: desastre.

***

5 de marzo, 2015.

Está vez la puerta la abre un hombre que aun cuando tiene algunas canas, en las entradas de su abundante cabello castaño, resulta atractivo y elegante.

Me da una sonrisa cálida mientras yo parpadeo tratando de ubicarme.

—Eh...Hola, soy Elanese Anderson.

—Oh, un gusto conocerte. Soy Carter Jefferson.

—Lo mismo digo, señor Jefferson. Paso para ver a Skylie.

—No te esperábamos.

—Sí, estas visitas son ya sabe, tipo este superhéroe que es muy rápido.

Flash.

—Exacto. Rápida y veloz— sueno infantil—. En fin, esa era la idea de llegar inesperadamente.

—Inteligente. Un buen movimiento. Pasa adelante.

Entro y todo está en silencio, demasiado silencio. Nada como la vez pasada.

—Hannah se encuentra arriba descansando. Sígueme— comienza a caminar hasta un salón en donde Skylie se encuentra coloreando en un cuaderno—. Sky, mira, tienes visita.

En un principio ella ladea su cabeza hacia un lado, luego me da una pequeña sonrisa que le devuelvo mientras me acerco.

—Hola, amiga.

—Hola amiga— señala mi bufanda—. Rojo. A rojo le gustaría.

— ¿Debo dejarlas solas? — pregunta el señor Jefferson no pareciendo muy cómodo con la idea, lo cual está bien si tienes en cuenta que para él soy una desconocida que podría solo llevarse a la niña.

—Puede mantenernos a la vista, pero sí agradecería si no escuchara.

—Estaré allá— señala la habitación de al frente y creo que se lo dice más a la niña que a mí.

Cuando se ha ido, me siento al lado de Skylie, saco mi bufanda y la dejo alrededor de su cuello, eso hace que suelte una pequeña risita tonta que me divierte.

—No venías.

—No puedo venir siempre, pero eso no indica que no me acuerde de mi amiga.

—Rojo no puede venir siempre. Llama.

— ¿Te gusta hablar por teléfono con él?

—Es divertido.

—Apuesto a que lo es— retoma su dibujo coloreando muy mal, pero a esa edad ninguno de nosotros era precisamente un artista. Admito que yo me salía mucho de los bordes— ¿Cómo te va en la escuela?

No responde de inmediato, se encoge de hombros.

— ¿Skylie?

—Soy diferente.

— ¿Quién dijo eso? — dudo que ella sola haya llegado a esa conclusión.

—La mami de Ana dijo que soy diferente— alza la vista hacia mí—. Sucia y piojosa.

La madre de Ana es una imbécil. Es una conclusión a la que todos podemos llegar sin ninguna dificultad.

»Así que Ana le dijo a los niños que soy piojosa y sucia.

—No lo eres. Eres una niña preciosa, limpia y con un cabello hermoso.

—Soy diferente.

—Y ser diferentes nos hace especiales. Hay muchas Ana en el mundo, pero una solo estrella llamada Skylie.

» ¿Le dijiste a alguien lo que la mami de Ana dijo?

—No.

— ¿Y que hicieron los demás cuando Ana dijo eso?

—Se rieron— se encoge de hombros, pero hay una mueca triste en sus labios—. Soy piojosa.

—A ver— me acerco y finjo revisar su cabello, eso la hace reír—.No, ni un solo piojo. Estoy segura de que si tuvieras piojos, tendrías a un mono detrás de ti buscando comérselos.

»Debes prometerme algo, Skylie. Si siguen molestándote o dicen cosas malas debes decirle a los señores Jefferson o a...Rojo. También me lo dices a mí ¿De acuerdo?

En respuesta se encoge de hombros y la idea de que vaya a sufrir acoso escolar me enferma. Estoy demasiado metida en este caso y está mal, pero no puedo evitarlo. Quizás si hablo con su profesora...

Sacudo mi cabeza y saco un pequeño cuento de mi bolsa, eso atrae su atención.

—Tengo un regalo para ti. Un pajarito rojo me dijo que estás aprendiendo a leer, así que esto va a ayudarte.

Se lo extiendo y lo toma dudosa, como si temiera que se lo quitara. Cuando está bajo sus pequeñas manos lo abraza contra su pecho y eso me llega, porque a veces no apreciamos lo que tenemos cuando hay personas que hasta el regalo más simple les da felicidad.

—Gracias, amiga.

—Creo que seremos mejores amiga— le digo y ella se sonroja sonriéndome.





El hada señala a la dulce Romaira. Roma, eres tan dulce que estoy segura que hay muchísimas hormigas persiguiendote. Provoca envolverte en muchos abrazos por tanta ternura (aunque sé que dentro de ti habita un ser perverso que disfruta de que las cosas se enciendan entre los personajes) ¿Te veo el jueves? Un super beso para tiii.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro