La cúspide de la civilización - Parte 5
La cúspide de la civilización - Parte 5 (por Beziel)
¡No puedo creerlo! Estoy en un lugar de lujo y me han dado plena libertad para probar cualquier menú de la carta. Esta no soy yo, mejor dicho no soy así, no es mi manera de ser. ¿Tal vez sea que Vitina logra hacer florecer lo peor de mí? Tampoco es para tanto creo, pero reconozco que cuando estoy con ella me siento completamente libre, sin necesidad alguna de aparentar o fingir.
Esta noche Vitina está tan hermosa, nadie lo va a admitir, pero en realidad su belleza a primera vista es algo inusual para lo que estamos acostumbrado a ver aquí. Cómo podría explicárselos. Mis amigas son lindas pero al igual que casi todas las mujeres que conozco, su apariencia es apenas eso, un mero resultado fingido o demasiado forzado. Por el contrario mi vecina tiene un atractivo natural, no tiene necesidad de aparentar algo que no es.
Por supuesto es la primera vez que puedo apreciar ese lado de ella, ya que en el día a día no intenta en lo más mínimo lucir una imagen desbordante. ¿Qué pensará Vitina sobre esto? Tal vez diría que es un sin sentido y le restaría importancia. En el poco tiempo que la conozco creo que Maikut no es totalmente de su agrado, si bien tampoco lo demuestra tan abiertamente.
Fue por esa misma razón que pensé que iba a rechazar el tener que venir a esta reunión, después de todo no la veo como alguien desesperada por conseguir un esposo a toda costa. Cuáles son sus verdaderas intenciones, no sabría decirlo. Aunque sinceramente no me esperaba que usara su posición de mujer para conseguir que nos pagaran la cena. En definitiva hay veces en que tengo la sensación de que no la conozco en lo absoluto.
Sin embargo la sorpresa más grande me la llevaría instantes después mientras pensaba mi orden para la velada. Quería acompañar la comida con vino, y ella me aconsejó que primero escogiera el plato y luego la bebida. Y a la hora de seleccionarlo Vitina llamó al mozo y comenzó a consultarle sobre dos vinos en específico para finalmente darme su recomendación.
No pude ver la cara de los demás en la mesa, pero de seguro estaban más que asombrados. Al menos en Maikut no es común ver que una mujer sepa de vinos, en especial porque son las agasajadas en cualquier ocasión y siempre debemos ser complacidas por los hombres, no al revés. Pero ella sabía del tema, y no de manera superficial, sino que por las preguntas que le hizo a quien nos atendía era evidente que sólo desconocía los términos que utilizábamos en nuestro país.
Si se preguntan por qué no había dejado que Neder me asistiera en ello fue simplemente porque él no era un experto en el asunto, de hecho ni siquiera tomaba alcohol. Vitina tampoco lo hacía, así que se imaginarán mi asombro cuando veía que ella comenzaba a consultarme y asesorarme de manera tan natural sobre qué debería ordenar. Su mejor cualidad creo que es su manera de ser, al menos desde lo que he podido apreciar en todo este tiempo. Y es por eso que estoy feliz de poder disfrutar de esta noche al lado de mi amiga.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro