Empezar a escribir es un desafío. No nos resulta fácil romper con la inercia de las palabras ya dichas. Pero si nos cuesta tanto ¿Por qué no empezamos con esas palabras ajenas que nos marcaron? Empecemos por:  "Siempre me dijeron"

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SIEMPRE ME DIJERON que hay que decir la verdad, pero... en este mundo hay más mentiras que verdades, ya sean pequeñas medianas o enormes. ¿Qué pasó con "te trajo la cigüeña", "naciste de un repollo", "te crece la nariz"? mentiras que nos han dicho desde el principio de nuestras vidas y esas son solo las pequeñas.

Vivimos en un mundo que está rodeado, ¡No!, está DESBORDADO por las mentiras que las personas se dicen unas a otras, todo para evitar la verdad ¿por qué?... porque está DUELE, es una de las cosas más difíciles de enfrentar. ¿Cuántas veces preferimos vivir en la ignorancia para no sufrir?... pero no nos confundamos no todas las "mentiras" son malas. En más de una ocasión nos hemos perdidos entre las paginas y líneas de algún autor, conocido o no, incluso entre nuestras propias líneas, ¿Cuántas historias posibles o imposibles han sido creadas por nuestra mente? Esos mundos e historias reales o no, nos han alejado muchas veces de una realidad que nos duele o molesta, nos permiten vivir mil situaciones diferentes e imposibles en nuestra realidad, nos dan la posibilidad de ser hombres, mujeres, niños o criaturas extrañas... en definitiva todo es posible en esos mundos de mentiras que nos permiten vivir lejos de la realidad donde las mentiras nos rompen en pedazos una y otra vez, ya sean muchos pocos y donde al rearmarnos, en cada ocasión, la desconfianza gana más y más terreno.