El sonido de reloj parecía retumbar en toda la habitación. Los ojos de Marcos iban del reloj a la puerta y luego a la ventana, ya llevaba un buen rato esperando y podía sentir como su corazón se comprimía en su pecho.

Volvió a mirar el reloj y se sintió frustrado al notar que las manecillas apenas se habían movido. Se puso de pie, fue directo hacia la cocina y comenzó a sacar cosas de la alacena. Se sirvió un vaso de licor de café y unos pocos minutos después ya estaba haciendo panqueques...

-Ahhh, voy a tener que hacer algo, si sigo así voy a salir rodando -dijo para sí mismo mientras daba vuelta el quinto panqueque.

-Tío, ¿Pod qué vas a sadid dodando? -la vocecita llamó su atención y al mirar hacia la puerta de la cocina se encontró con aquel pequeño de tres años, con su cabello negro completamente revuelto que arrastraba aquel maltratado oso azul que estaba a nada de perder una oreja.

-Porque si sigo cocinando tanto todos vamos a engordar -respondió Marcos con una sonrisa.

-¿Que tas haciedo?

-Panqueques... siempre me tranquiliza hacer panqueques.

-¿Pod qué decesitaz tanquidizadte? -preguntó el pequeño acercando una silla a la mesada. Marcos lo ayudó a subir a la silla y tomó un trago de su vaso mientras pensaba cómo responder esa pregunta.

-Bueno... ¿Tomy tú sabes que el tío y yo queremos que te quedes con nosotros? -el pequeño asintió con una sonrisa y Marcos soltó un suspiro-... bueno, para que eso suceda, tenemos que hacer varias cosas, llenar muchos papeles, recibir varias visitas... y bueno todo eso me pone algo nervioso.

-¿Puedo ayudad?

-Tu no te preocupes, el tío lo arreglará todo -dijo Marcos sacando otro panqueque antes de terminar el contenido de su vaso.

-¿Qué es eso que tas tomando?

-Es... otro tipo de tranquilizante -el pequeño lo miró ladeando la cabeza y entrecerrando un poco los ojos-... ya sé, ¿Quieres ayudarme a cocinar?

-Siiiii -gritó inmediatamente el niño con una enorme sonrisa.

Marcos sonrió y comenzó a explicarle lo que tenía que hacer, sintiéndose algo aliviado de haberlo sacado de ese tema, pues no creía poder soportar muchas pregunta más de su pequeño sobrino.