Clara estaba algo nerviosa, conocía muy bien a Graciela y sabia que estaba allí solo por celos, y el hecho de encontrar allí a Kate le traería problemas. Graciela jamas le creería que Kate solo se preocupó por ella y no quiso dejarla sola en ese momento.

El ambiente en aquella habitación había cambiado y Graciela no dejaba de mirar de reojo a Kate, quien ahora sonreía algo nerviosa

—Bueno Clara, creo sera mejor que me retire, me quedo mas tranquila al saber que no estas sola —dijo Kate mirando la hora en su celular mientras se ponía de pie. Se despidió cordialmente y se fue dejando a Clara y a Graciela solas.

—¿Quien era esa?

—¿En verdad quieres escuchar o solo quieres comenzar con tu escena de celos? —preguntó Clara en un tono algo cansado, acercándose lentamente a Graciela.

—¡Ahora a mi se me llueve el rancho! A mi que estaba tan preocupada, al punto que tome un avión y vine hasta acá solo por vos... y ¿para qué? Para encontrarte con otra mujer —se quejó Graciela mientras sus ojos comenzaban a humedecerse.

—Graciela, sabes que te amo... Kate es solo una amiga que se preocupo por mi después de lo que me pasó y no quiso dejarme sola por miedo a que me vuelva a pasar algo...

—Pero ella es hermosa y...

—Y nada —murmuró Clara antes de dejar un suave beso en los labios de Graciela—... vos sos mucho mas hermosa, te extrañé—agregó con una enorme sonrisa antes de volver a besarla...

Greciela no pudo decir nada, de repente sentía que se derretía ante las palabras y los labios de su amada Clara. Rápidamente el beso se volvió más urgente y apasionado y las manos de ambas comenzaron a acariciar el cuerpo ajeno, colándose entre las ropas, las cuales pronto comenzaron a molestar. Graciela soltó un gemido al sentir los labios de Clara bajando por su cuello y solo se dejo guiar por la habitación hasta la cama, los botones de su camisa volaron en el camino y la prenda termino en el piso, ella no quiso quedarse atrás y comenzó a desvestir a su bella Clara.